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The One And Only por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Sábado de actualización~

Minho no iba a morir, pero al menos pasaría una semana o más en cama. El estrés, combinado con el cansancio y demás, habían dejado demasiado enfermo a Minho, como para quedarse en cama día y noche.

 

Kibum estaba agradecido de haber ido hasta casa de Minho. Él estaba seguro que si no hubiera llegado esa tarde, Minho estuviera solo y sin saber qué hacer. Pero afortunadamente había llegado.

 

Y él estaba ahí, cuidando de un Minho con demasiada fiebre ese día, y a Kibum no le importaba.

 

Había querido mantener su promesa de estar alejado de Minho, pero Minho enfermo era su debilidad y aunque la culpabilidad le atacaba día y noche, Kibum seguía regresando a casa de Minho en cada oportunidad que tenía.

 

—Esta es una de las razones por las que te amo, Bum. —Minho murmuró, arrastrando las palabras y las comisuras de sus labios tirando suavemente de una sonrisa.

 

Su corazón latió como cada que Minho usaba palabras cursis en él. En el pasado, Kibum hubiera murmurado ‘idiota’ y entonces hubiera palmeado el hombro de Minho suavemente, pero ahora nada de eso sucedía. Su corazón latía, sí, pero Kibum mantuvo sus labios en una delgada línea seria.

 

—¿Sólo por esto?—Esperaba que su pregunta sonara como una broma, en verdad esperaba eso. Y aunque se sentía un poco tonto preguntando, Kibum aún quería muchas respuestas que aclaran sus dudas.

 

—No seas tonto, Bum. —Minho dijo, entrecerrando sólo un poco los ojos. —Te amo, por esto, y por un montón de cosas más. —Su mano salió a su encuentro, y Kibum no dudó en entrelazarlas juntas. —O tal vez sólo te amo porque eres tú y ya, cariño.

 

Mierda.

 

Él casi olvidaba lo que Minho podía lograr con las palabras. Sus palabras, para ser exactos. Su boca formó una sonrisa y entonces sus dedos sujetaron más fuerte a Minho.

 

—Ojalá eso hubiera sido suficiente para que te quedarás a mi lado. —Kibum no estaba arrepentido de sus palabras, en verdad no lo hacía.

Ahora que Minho estaba a su lado, él sólo quería que Minho supiera todo lo que pasaba por su mente a cada segundo. Sus preocupaciones y preguntas, y todo lo relacionado con su relación pasada.

 

Su pulgar acarició el dorso de la mano de Minho y su cuerpo se acercó un poco más a él. Kibum sintió el aroma peculiar de Minho, como a verano, a esa colonia que le gustaba usar y a Minho. Su aroma favorito.

 

—Estaba asustado, Bum. —Los ojos de Minho parpadearon adorablemente, y parecía que caería dormido en cualquier momento y Kibum se preguntó si se estaba escuchando, si le estaba escuchando. —Tan asustado que logró sacar lo peor de mí.

 

Kibum no dudaba de eso, sin embargo, no lo hizo sentir mejor, aunque, si era sincero, no esperaba que nada lo hiciera sentir mejor.

 

Su cabeza cayó con la cama, cerca del costado de Minho y por un momento las lágrimas picaron contra sus ojos. Quería llorar, pero él ya había llorado lo suficiente en el último par de años.  No, estaba vez no lloraría. Salvaría esas malditas lágrimas.

 

—¿Aún lo estás?—Preguntó, su mirada viajando rápidamente a los ojos de Minho. Estaban cerrados, por supuesto, Minho mantenía los ojos cerrados y la respiración suave, cayendo lentamente dormido. —¿Aún estás asustado?

 

Quería una respuesta y quería una honesta. Kibum suspiró y esperó por algo, pero los labios de Minho mantenían una línea suave y recta, y parecía dormido.

 

—Lo estoy. —Murmuró, después de unos largos minutos, entreabrieron rápidamente los ojos. —Aún sigo un poco asustado.

 

Después de eso, los ojos de Minho se cerraron y Kibum parecía tener una respuesta.

 

 

 

Kibum se preparaba para marcharse a casa de Minho, cuando la puerta principal se abrió. Suspiró, mientras dejaba de mirarse en el espejo y esperó por el rostro de Daehyun.

 

Daehyun llegó sólo segundos después hacía su encuentro, con una sonrisa demasiado enorme.

—Tengo noticias, Kibum. —Él dijo, mientras se coloca detrás de él y suavemente lo giraba para quedar frente a él. —Todo está listo, podemos marcharnos mañana. —Su sonrisa se extendió y su pulgar acarició su mejilla suavemente. —Si es lo que quieres, por supuesto.

 

Algo logró que su estómago se retorciera, pero no era nada como cuando Minho susurraba palabras cursis y tontas en su oído, era algo más bien como extraño, como si en lugar de la buena noticia que Daehyun decía tener, fuera la peor noticia del mundo.

 

Kibum asintió, porque se vio incapaz de hacer o decir algo más. Su garganta se secó y parecía tener un nudo atorado que le impedía hablar.

 

—¿En verdad?—Dijo después de sólo largos minutos parpadeando. —¿Esta vez no hay que esperar por más, pequeños detalles, algo más? —Kibum se encontró preguntando, hablando cada vez más rápido y necesitando saber.

 

—No esta vez, Kibum. —Daehyun dijo y su mano atrapó su mejilla. Había algo que no se sentía del todo bien cuando Daehyun le acarició, había algo que le gritaba en su mente, pero Kibum no podía entender las palabras. Aún no. —Podemos irnos y tener esa vida de la que siempre hablamos fuera de este país.

 

La idea era demasiado buena, pero de pronto, Kibum ya no necesitaba al mismo compañero. Kibum se vio a sí mismo, pensando en una vida con el chico de grandes ojos, de cabello desordenado y sonrisa maravillosa, se encontró imaginándose una vida fuera de ese lugar que los conocía demasiado bien.

 

—Daehyun… —Sus palabras murieron cuando Daehyun colocó su índice contra sus labios, callándole suavemente.

 

—Prometiste que lo pensarías, cariño. —Kibum asintió, porque eso había hecho. —Y yo sé que justo ahora tienes miles de cosas en tu mente y que estás demasiado confundido, ¿no es así? —Asintió de nuevo. —Y esto es de lo que siempre hablamos. Son nuestros sueños, Kibum.

 

Kibum dejó escapar un suspiro y su cuerpo tembló. Dios, Daehyun podía hacerle pensar también.

 

Todo en los labios de Daehyun sonaba tentador. Kibum podía amar a Minho, y tal vez hacerlo toda su maldita vida, pero quién podía asegurarle un ‘felices para siempre’ junto a Minho.

 

Aunque tampoco nadie podía asegurarle eso a lado de Daehyun. Kibum estaba demasiado confundido, y su mente era un caos con planes volando entre él como hojas de papel.

 

Kibum de pronto deseó regresar el tiempo, y sólo ser el pequeño Kibum, su abuela y sus padres. Crecer, apestaba, Kibum decidió. Y tomar decisiones, era una completa tortura, también.

 

—¿Puedo pensarlo?—Daehyun frunció el ceño después de su pregunta y Kibum se sintió culpable por hacerle pasar todo eso. —Sólo un poco más, un día más. —Suplicó, tomando las manos de Daehyun entre las suyas y apretándolas suavemente. —Sólo un día más, es todo lo que necesito.

 

Daehyun suspiró, torciendo las comisuras de sus labios en disgusto, y sólo después de unos largos minutos el asintió hacía Kibum rápidamente, como si pudiera arrepentirse de su decisión.

 

—Bien. —Murmuró, dejando caer su frente contra la suya. —Está bien, Kibum, puedes tomarte ese tiempo.

 

—Gracias.

 

Él sonrió hacía Daehyun y antes que pudiera hacer algo más, Daehyun estrelló sus labios juntos. Kibum sintió esa sensación conocida de los labios de Daehyun sobre los propios, pero no había nada absolutamente dulce, ni una pizca.

 

—Te amo, Kibum. Recuerda eso.

 

 

 

Minho esa noche parecía un poco mejor, sin embargo, se notaba cansado. Sus ojos aún tenían grades ojeras oscuras, y sus labios lucían secos y tensos, pero eso no restaba ni un poco la belleza de Minho.

 

—Sabes, —Minho dijo, sosteniendo sus manos juntas. —puedes ir a casa si quieres, Bum, estoy mucho mejor.

 

Ah, pero Kibum no quería irse, porque de pronto unas enormes ganas de pasar tiempo con Minho lo habían atacado de una manera inimaginable. Eso, y estar seguro de que Minho estuviera bien, antes de tomar una decisión.

 

—¿Es una invitación sutil para marcharme?—En sus labios bailó una sonrisa y Minho rió después de sus palabras.

 

—Por supuesto que no, amo tenerte aquí, Bum. —Sus dedos acariciaron suavemente el dorso de su mano y Kibum rió suavemente. —pero tú también puedes estar cansado y sé que tienes trabajo que hacer.

 

Minho tenía razón, una parte de él estaba demasiado exhausto, pero siempre regresaba porque quería asegurarse de la salud de Minho. Y el trabajo también existía, por supuesto, pero Kibum había rechazado sus últimas ofertas para musicales, y ahora sólo estaba viviendo su vida, decidiendo qué hacer.

 

—Descansaré, por supuesto. —Él sonrió, y sus dedos jugaron contra la piel del brazo de Minho. —Pero me aseguraré de que tú hagas lo mismo antes de irme.

 

Los ojos de Minho parpadearon y después le miraron largos segundos antes de asentir.

 

—¿Te iras pronto?—Kibum pensó por un momento que Minho sabía sobre su posible partida, pero eso no era posible. Minho tenía que estar hablando de ese momento nada más, sólo eso.

 

—En unos minutos más. —Minho bostezó y Kibum lo pensó adorable. —Puedo ver tus ojos cerrándose, Minho, sólo duérmete ya.

 

Los labios de Minho rompieron en una sonrisa, y el corazón de Kibum latió por el simple hecho de que esa sonrisa era dirigida a él y nadie más.

 

—¿Estarás aquí para cuando despierte?—Minho preguntó, bostezando una vez más y cubriéndose la boca con las manos. Sus ojos parpadearon y Kibum cayó en cuenta una vez más de lo cansado que se encontraba.

 

Después pensó en la pregunta de Minho, pero entonces no tenía una respuesta para Minho. Él no podía asegurarle una respuesta, porque el plazo para una respuesta a Daehyun estaba terminando. Y, si era sincero, Kibum se encontraba tan perdido como cuando pidió por un día más.

 

Sus manos sujetaron las de Minho, y Kibum se dio cuenta que tal vez esa sería la última vez que sus manos se sostuvieran o que sería la última vez que miraría a Minho tan cerca.

 

Su corazón se rasgó con ese pensamiento, algo parecía quebrarse una vez más dentro de él con esa situación, pero Kibum estaba seguro que tenía que pasar por eso. Tenía que decidir algo y cualquier cosa dolería de distintas maneras.

 

—Tal vez. —Susurró, sonriendo cuando los ojos de Minho se cerraron. Era tan malditamente adorable cuando dormía, Kibum había extrañado verlo dormir cuando su relación había terminado.

 

Kibum aún podía recordar perderse en el rostro de Minho, recorrer con sus dedos su labios, después sus pómulos y por ultimo pasar sus dedos suavemente por sus largas pestañas.

 

—¿Tal vez?—Minho preguntó, pero su voz sonaba extraña, cansada y pausada, como perdiéndose poco a poco.

 

—Oye, Minho. —Kibum llamó, ignorando la pregunta de Minho y aprovechándose del estado de Minho. Los ojos de Minho no se abrieron, pero su ceño se frunció y dejó escapar un suspiró de sus labios.

 

—¿uh?—Kibum tomó eso como una buena señal, y entonces acercó un poco más su rostro al de Minho, mezclando sus respiraciones.

 

—¿Aún tienes miedo?—Su pregunta resonó en el lugar y Kibum pensó que la respuesta de Minho sería importante para él. —¿De nosotros, de lo que podría suceder, de todo?

 

Sonó desesperado, pero a Kibum no le importó, no porque necesitaba algo que le hiciera quedarse ahí, necesitaba que Minho le asegurara que todo estaría bien entre ellos, y para ellos.

 

Minho había contestado su pregunta días antes, pero Kibum esperaba por una respuesta distinta, tal vez algo que le diera más esperanzas, porque las suyas morían lentamente.

 

—Sí. —Minho susurró, frunciendo más el ceño, y girando el cuerpo sólo un poco. —Sí, tengo miedo, Bum. —Dijo después con palabras lentas y entrecortadas, —pero…

 

Las lágrimas picaron contra sus ojos después de las palabras torpes de Minho, y algo, Kibum decidió, era su corazón, se rompió una vez más. Tal vez para no repararse de nuevo.

 

Y entonces como si toco cayera sobre él, como si un corto de su vida se reprodujera en su mente, y pasara tan rápido, como un soplo de aire contra su rostro. Kibum sabía que eso era su respuesta, que Minho estaba siendo sincero y él no necesitaba más para tomar una decisión.

 

Mirando, una vez más a Minho, guardándolo – como si pudiera olvidarlo – en su mente, sonrió y rozó suavemente sus labios contra los de Minho, y una vez más y otra más.

 

—Lo siento, Minho, —murmuró contra sus labios, —pero no creo que esté aquí cuando despiertes.

 

 

Notas finales:

Avisé en un one-shot que publiqué hace unos días que la actualización se posponía y por eso actualizo hasta ahora.


Ahora, las cosas acá avanzan a un ritmo diferente, pero pronto las cosas cambiaran.  


¡Nos leemos el sábado! 


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