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The One And Only por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Una semana después y vengo con la actualización, pero me paso de todo un poco esta semana, y después de haber perdido el capítulo, tuve que escribirlo de nuevo, así que por eso y unas cosas más llego hasta ahora con la actualización.


Nos estamos leyendo~

Era como un maldito Déjà vu. Sólo que esta vez, Daehyun no desayunaba a su lado, ni hacía preguntas para las que no tenía respuestas.

 

Kibum abrió la boca, sintiendo que podía dejar escapar el café, pero eso no era demasiado elegante para alguien como él. Sus labios se apretaron, mientras la noticia de último minuto llenaba la pantalla con imágenes de Choi Minho.

 

Kibum parpadeó, lo hizo de nuevo, y una vez más, porque era como si sus ojos no podían acostumbrarse a la noticia en la pantalla.

 

Ahí, en ese programa de noticias matutinas, la presentadora, hablaba sobre Minho. Pero no era como cualquier otra noticia. No, no, no. Esto era mucho peor.

 

La mujer hablaba sobre Minho declarándose abiertamente homosexual, gay y un sin fin de palabras con el mismo significado. Y eso no podía ser correcto.

 

No en lo absoluto.

 

Tan sólo día atrás él había tenido un gran pelea con Minho sobre el tema y entonces ahora, esa mujer, hablaba sobre algo que no podía ser verdad, no al menos en ese momento, porque Minho aún estaba muriendo por decirle al mundo quién era realmente.

 

Kibum simplemente no podía creer lo que estaba sucediendo.

 

Pero tenía que ser verdad, porque después de la notica él había dejado caer la taza del café y ahora era un desastre oscuro sobre su mesa, y tenía que serlo, porque esa mujer parecía realmente segura de lo que estaba hablando.

 

Las imágenes de Minho invadían cada espacio de la pantalla, desde imágenes de ellos como miembros de SHINee, de Minho en conciertos, de Minho sonriendo, de Minho llorando y de Minho con Yuri.

 

La mujer hablaba sobre un falso matrimonio, sobre Yuri tal vez siendo destrozada emocionalmente, y sobre las fans en algún estado de shock.

 

A Kibum no le importaba nada en ese momento, porque sólo podía pensar en Minho, las razones por las que había hecho algo tan estúpido, y cómo se encontraría en ese momento.

—Mierda. —Kibum murmuró, dejando caer más cosas en la cocina.

 

Algo le decía que corriera hasta donde estaba Minho y golpearle por su estupidez, y después, si sentía de humor, sostenerlo contra él.

 

Kibum quería hacer muchas cosas con Minho. Quería golpearlo, quería abrazarlo, y susurrarle que todo estaría bien, que él estaría ahí para él como había prometido. Quería estar a su lado y entonces sostener su mano, porque de alguna manera extraña, sentía que Minho necesitaba algo como eso.

 

Su móvil sonó mientras sus pasos corrían a su habitación. Era Jinki y Kibum dudó en contestarle, antes de finalmente presionar ‘aceptar’ en el móvil.

 

—Por favor, dime que has visto la noticia. —Jinki dijo desde el otro extreño de la línea, y sí, era un maldito déjà vu. Kibum asintió, a pesar que Jinki no podría verlo, y corrió hasta su armario, tomando cualquiera de sus camisas para ponerse.

 

En ese momento no le importaba si salía de casa en colores amarillo y rosado y mal combinado.

 

—Por supuesto que lo he visto. —Murmuró, colocándose unos zapatos deportivos en los pies. —A este paso, creo que todo Corea lo ha visto. —Por no decir el mundo, Kibum quería decir, pero eso, sería ser demasiado dramático.

 

—¿Qué ha pasado?—La voz de Jinki se llenó en confusión, y Kibum podía imaginarle arrugando la frente adorablemente.

 

—No lo sé, —confesó. —realmente no lo sé, Jinki, ni siquiera yo sabía de esto. —Y él en verdad quería respuestas.

 

Kibum pensó en Yuri después de sus palabras, y se preguntó si ella había roto su promesa, y había hablado con los medios sobre el oscuro secreto de su ex-marido. Él no quería pensar mal de la chica, pero eso podría ser las explicaciones que necesitaba.

 

—¿hay algo en lo que pueda ayudarte, Kibum? —Jinki inquirió, dejando que ese tono preocupado se colara entre sus palabras.

 

Kibum suspiró, mientras tomaba su billetera y salía a la calle. Él en verdad quería decir ‘Sí, Jinki, necesito ayuda’ pero si siquiera estaba segundo con lo que se encontraría al llegar a la casa de Minho.

 

Así que optó por rechazar la oferta de Jinki, y esperaba estar haciendo lo correcto.

 

—Aprecio tu ayuda, Jinki, pero no por ahora.

 

—¿Estás seguro?

 

—Completamente.

 

Después de esas palabras Jinki se despidió de él, haciéndole prometer mantenerlo informado de todo, Kibum aceptó y se dirigió a casa de Minho lo más rápido que pudo.

 

 

 

Kibum esperaba un poco de todo al llegar a lugar, así que no se sorprendió cuando dejó su vehículo y se encontró con demasiadas cámaras y personas frente la casa de Minho.

 

Dios, era peor de lo que se imaginó y pensó que la noticia no sólo lo había impactado a él.

 

Había tantas personas, que Kibum pensó que podía pasar desapercibido, pero eso no sucedió. Una vez que fue visto, las cámaras bloquearon su vista y las preguntas le golpearon mientras se hacía camino hacía la casa de Minho.

 

¿Kibum, desde hace cuánto sabes esto?, ¿Por qué se casó con Yuri?, ¿Todos los miembros lo sabían?, ¿Han estado relacionados como algo más que compañeros de grupo?

 

Las preguntas seguían y seguían y Kibum sólo querían que se callaran y le dejaran entrar a casa de Minho. Estaba a punto de estallar con tantas preguntas, y fotografías hacía su persona, Kibum necesitaba la paz de la casa de Minho pronto.

 

Kibum agradeció que Minho viviera en uno de esos sitios elegantes que mantenían la seguridad al límite más extremo y sintió que respiraba mejor cuando a su espalda dejaron de estar los periodistas.

 

Sí, definitivamente su respiración había mejorado.

Kibum casi corrió hasta la casa de Minho y cuando lo hizo, golpeó la puerta incesantemente, importándole muy poco el caos que estaba causando.

 

Minho abrió la puerta después de largos momentos, y cuando lo hizo, Kibum sólo quería sostenerlo contra sus brazos. Se veía terrible, con los ojos rojos y cansados y el cabello despeinado, y si bien Kibum quería abrazarle, también quería golpearle.

 

—¿Acaso eres estúpido, Minho?

 

 

Minho parpadeó, y lo hizo una vez más, pero después de eso, una lenta y suave sonrisa bailó en sus labios. Kibum no podía negar que a pesar de su aspecto desarreglado, y sus ojos tan cansados, esa sonrisa podía lograr iluminar su mundo.

 

—Bueno, hola a ti, Kibum.

 

Kibum quería golpearle, pero no pudo evitar sonreír y entrar a la casa cuando Minho retrocedió unos pasos.

 

—Por favor, dime que Yuri no ha hecho nada de esto. —Su voz sonó tan desesperada como él lo estaba en ese momento, pero a Kibum no le importó. Él quería respuestas y demás para saber a lo que Minho se enfrentaba.

 

Minho frunció el ceño, sin embargo, y negó rápidamente con la cabeza.

 

—No, Yuri no tuvo nada que ver con esto. —Él dijo, sus pasos llevándolo hasta estar frente a él, en donde podía sentir sus respiraciones mezclándose. —Fui yo.

 

Bueno, eso no lo esperaba. Kibum abrió los ojos, dejando que sus labios se abrieran ligeramente también, pestañeó y lo hizo de nuevo, y entonces su dedo índice golpeó el pecho de Minho.

 

—¿Qué estabas pensando?—Su dedo siguió ahí, haciéndole un daño insignificante a Minho, mientras las palabras escapan rápido de sus labios. —¿Por qué hiciste algo como eso?

 

Minho frunció el ceño una vez más, y sus manos viajaron hasta tomar las suyas, deteniendo cada pequeño golpe.

Los ojos de Minho brillaban, y Kibum pensó que Minho podía estar molesto con él, pero no era así.

 

—¿Acaso no era lo que querías, Kibum?—Minho preguntó, no sonaban molesto en lo absoluto. Era sólo curiosidad bailando en sus palabras.

 

—Bueno, sí, pero no de esta manera. —Murmuró, bajando la mirada y evitando esos grandes ojos que podían volverle loco. Su corazón latió tan rápido que Kibum perdió el ‘por qué’ en medio del caos. —Sí, quería que estuvieras a mi lado, sin avergonzarte, sin nada, pero si eso significa que puedan dañarte, no lo quiero así.

 

Los ojos de Minho sonrieron, y Kibum se vio de pronto apresado por los fuertes brazos de Minho. Decidió, era bueno estar de nuevo entre sus brazos, después de su última pelea, Kibum había extrañado lo bien y protectores que los brazos de Minho se sentían a su alrededor, el magnífico aroma que Minho desprendía y el sentirse bien con sólo abrazarle.

 

—Nadie me está dañando, Bum. —Minho susurró suavemente contra su cabello. —Lo hice, porque no podía pensar en perderte de nuevo. —Los brazos de su novio se apretaron más fuerte contra él. —Fui un estúpido y lo siento por eso, una vez más. Ya había sido demasiado tonto al dejarte la primera vez y pensar en no tenerte conmigo de nuevo, me hizo pensar las cosas mejor.

 

Las palabras de Minho hicieron que su corazón latiera de esa forma acelerada, única. Sus dedos de pronto picaron con esa urgencia de tocar cada parte del cuerpo de Minho y sentirle con él, cerca de él.

 

Minho parecía sentir por lo mismo, porque de pronto sus manos estaban en cada parte de su cuerpo, tocando y acariciando. Los dedos en la parte de baja de su espalda, después en sus brazos, entre sus dedos, sobre su rostro, y era la maldita cosa más maravillosa que podía estar pasando.

 

—Por favor, dime que no te arrepientes de haberlo hecho de esta manera. —Kibum se apartó sólo un poco de su toque y sus manos fueron hasta el rostro de Minho, obligándole a mirarlo. —Por favor, Minho. —Él repitió, sus dedos esta vez a cada lado de su rostro deslizándose suavemente por él. —Dime que en el futuro no estarás sobre mí por esto, culpándome por ello.

 

Kibum necesitaba una respuesta pronto, no lo grandes ojos de Minho enfocados en él simplemente.

 

Él no podría vivir con la culpa. Bien, él quería una vida con Minho sin nada que les pudiera retener, y sí bien él había lazando una amenaza silenciosa, nunca había deseado el daño a Minho. Él sólo quería una relación normal, como cualquier otra persona, sin nada ni nadie que estuviera detrás de ellos.

 

No quería tampoco a Minho, reclamándole y culpándole toda su vida, si sería así, entonces con todo el dolor de su corazón las cosas entre Minho y él nunca funcionarían.

 

Kibum esperó por una respuesta, pero Minho no decía nada, seguía mirándole con sus hermosos ojos, y sus labios apretados en una línea recta.

 

—Tienes que decirme algo. —Kibum murmuró, no soportando el silencio un momento más.

 

Minho necesitaba decirle algo, al menos gritarle si estaba realmente enojado con él.

 

—Nunca podría culparte, Kibum, ¿Cómo puedes pensar eso?—Él abrió la boca, pero Minho le detuvo colocando un dedo sobre sus labios. —Pensar no tenerte en mi vida, sí  bien puede que me haya abierto los ojos, no quiere decir que te culpe, aún tengo miedo, pero ya está hecho, no hay vuelta atrás.

 

—No quiero pensar que te obligue a hacer esto.

 

Los labios de Minho tiraron de una suave sonrisa después de sus palabras, y su nariz fue besada rápidamente después de esa bella sonrisa.

 

—Deja de pensar eso, ¿bien?—Era el turno de las manos de Minho de acunar su rostro, sus dedos viajaron hasta sus labios, y después lentamente hasta sus pómulos. —A pesar de tener miedo, Kibum, realmente se siente bien no esconder quién soy. —Kibum sonrió, dejando que las manos de Minho viajaran a cada parte de su rostro. —Deja de culparte por eso, lo hice porque te amo y quiero estar contigo.

 

Kibum podía sentir sus ojos llenarse de lágrimas, pero sonrió, alejándolas.

 

—Cursi. —Dijo, porque de alguna manera su encuentro se estaba tornando demasiado cursi, y se sentía como una chica a la que le habían declarado amor eterno, —pero, te amo, también.

 

Después de eso, los labios de Minho atacaron su boca, de una forma posesiva y ruda, como si no pudiera obtener lo suficiente de él. Kibum le entendía, porque cuando besaba o tocaba a Minho, siempre sentía que necesitaba más y más, como si tocarle fuera todo y nada.

 

 

 

 

—¿Estás seguro?—Kibum preguntó, mientras se detenía en la puerta, sus dedos tomando la manija antes de girarla.

 

Minho y él, habían estado en la cama por horas, sus labios encontrándose a cada minuto y sus manos jugando con el cuerpo del otro.

 

Entonces después de lo que había parecido una eternidad, Minho había  murmurado que por más tentadora que la idea de quedarse en cama por siempre sonara, tenían que salir de la cama, y de la casa, también.

 

Dios, él sólo podía pensar en lo que las noticias dirían de él entrando a casa de Minho y desapareciendo por largas y largas horas.

 

—Por supuesto.

 

Minho no esperó más y abrió la puerta, guiándolo hasta el exterior. Ellos sólo tuvieron que caminar unos pasos más, antes que las cámaras y las preguntas comenzaran.

 

Miró a Minho, y le vio palidecer sólo un momento, antes de caminar y tratar de ignorar a todos lo mejor que podía.

 

Pero nada era tan fácil, no para ellos, nunca. Las preguntas se hacían más, y las cámaras parecían armas atacando a su objetivo.

 

Kibum pensó que Minho correría de vuelta a casa cuando miró hacia atrás, encontrándole con la mirada. Pero eso no sucedió.

En cambio Minho tiró de él, y sus manos encontraron el camino hacía las suyas, y así como cuando estaban en la privacidad de su casa, sus manos se enredaron naturalmente. 

 

 

Notas finales:

Espero estar el próximo sábado actualizando.


¡Nos leemos pronto! 


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