Sasuuuke cómo pudiste olvidarte de mi ropa — se quejó un pequeño rubio; su compañero, un azabache de ojos ónix, solo pasó el berrinche de su novio.
No la olvide, tu ropa tardará más porque hubo una confusión dobe — explicó tranquilo.
Pero, ahora que me pongo, sólo tengo un bóxer ya que ayer me dijiste que sería muy rápido el lavado — refuto el rubio envuelto en una sábana.
Sasuke elevó los hombros — cosas que pasan — soltó desinteresado.
P-pero…— trató de convencer cambiando de parecer — ¡entonces me pondré tu ropa! — exclamó furioso dirigiéndose al armario que compartían.
Mi ropa te queda grande — recordó el oji ébano siendo ignorado olímpicamente.
A Sasuke se le remarcó una venita en la cien ante la actitud infantil de su amante.
El rubio se inclinó levemente buscando en una de las divisiones de dicho armario buscando una camisa del mayor.
Creo que esta me servirá — pensó en voz alta sacando la prenda una camisa manga larga de seda color blanca.
Sasuke enarco una ceja sin comprender — ¿a qué viene esa elección dobe? — inquirió algo curioso.
Naruto no respondió, cosa que hizo fruncir el ceño al moreno.
Te he preguntado algo dobe. — repitió entre dientes.
Eh… iré a la clínica — respondió tranquilo pensando en una forma de hacer que la camisa no le quedara floja.
Otra venita más… esta vez Sasuke respiró profundo.
Observó al rubio y notó felicidad en la mirada del menor, definitivamente algo se le había ocurrido.
A continuación el rubio tomó otras prendas más y se metió al cuarto de baño bajo la atenta mirada de Sasuke.
Listo — sonrió satisfecho saliendo, a Sasuke le tembló una ceja, no es que fuera celoso no, pero dudaba que rubio no fuese respetado si iba solo con esa camisas suya la cual se deslizaba un poco por los hombros acanelados deliciosos del rubio y ni que decir de ¿esos pequeños shorts cortos? — dobe ¿no botaste a la basura esa cosa? — Inquirió masticando las palabras el azabache — el rubio le miró confuso y luego comprendió a que se refería.
Si lo hice teme, este que traigo puesto me lo dio Itachi-nii — respondió luciendo la prenda, la cual marcaba muy bien sus curvas.
-¡mataré a Itachi, definitivamente lo mato! - pensó el azabache siendo rodeado por una aterradora aura maligna.
Sasuke — llamó el rubio con una gotita al ver a su novio.
Sasuke recompuso su compostura y miro al rubio, incluso con su camisa el rubio lucia jodidamente sexy — Naruto — llamó en tono sedoso al joven acorralándolo contra la puerta del cuarto de baño.
M-Mande — alentó levemente alertado por la hambrienta mirada de su novio.
Si logras caminar bien puedes irte — susurro antes de besar al rubio empotrándolo contra la puerta, lo sujeto de los muslos e hizo que se sujetara de sus hombros para llevarlo hasta la cama entre besos llenos de amor y deseo.
D-De-ten-te — jadeo luchando un poco, Sasuke sonrió ladino, usó una de las sabanas y con ello ató las muñecas del rubio.
El Uchiha no perdió el tiempo, aprovecho para acariciar la erección del rubio.
Naruto — el rubio sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, sus alarmas se dispararon al sentir un aura maligna por parte del azabache. — No tienes puestos los interiores dobe… como rayos pensabas salir así — apretó una de las tetillas del menor con fuerza.
I-Itachi-nii dijo que debía ponérmelo sin interiores — confesó adolorido. — S-Sa-su…— llamó al reaccionar.
Los vecinos sintieron lastima por la rubia pareja del azabache, unos se fueron para evitar vergüenza y otros (pervertidos, quizá) se quedaron oyendo las 7 horas de gemidos y gritos que daba el rubio.
Pobre Naruto, lo que conseguía por seguir los consejos del hermano de su adorado novio insaciable.
A la mañana siguiente, Sasuke tuvo que ayudar al rubio a caminar a la bañera.
Naruto había aprendido una cosa, llevar siempre interiores y no hacer caso a los consejos de Itachi para con Sasuke.
El moreno se despidió del rubio, iría a recoger unos papeles de la empresa y luego regresaría a casa.
Lo que no esperaba al regresar era justamente lo que sus azabaches ojos presenciaban, una venita remarcó su frente, trató de calmarse pero simplemente le fue imposible.
Dobe espero que tengas una buena excusa esta vez — advirtió.
Su camisa había quedado transformada en un pequeño vestido que dejaba a relucir las contorneadas y canelas piernas del rubito.
Sasuke me alcanzas los hilos y aguja por favor — pidió sonriente Naruto.
Me niego, olvida la clínica por hoy dobe, pensé que no tenías pacientes de gravedad — alegó el moreno.
Ni lo sueñes teme, tengo que ir a ver a Cheshire, Kou, Mine, Kuro y al gruñón de Neko, el siempre gruñe cuando no lo abrazo o lo mimo, su cabello negro es muy suave y agradable, ese gatito es una ternurita, sus ojitos negros cuando brillan con cariño son lo más kawai — contó con corazoncitos. — Kiba siempre lo molesta llamándolo teme — añadió con un puchero.
Sasuke gruñó, ese chico perro la pagaría — de todas formas dobe, si vas en esas fachas cualquier pervertido se aprovecharía de ti, no irás — sentenció, fulminando con la mirada aquella endemoniada prenda que su novio modelaba frente al espejo.— además ¿acaso no has aprendido la lección? — cuestionó mirando con lujuria la figura del menor.
Naruto se giró, sus brazos se cruzaron de forma ya conocida para el mayor.
No creas que… — y ahí estaba la cara del Uke más violable que ocasionaría una gran guerra mundial, sus mofletes inflados, su carita sonrojada, sus expresivos ojos cielos suplicando.
Sasuke Uchiha una hora más tarde llegaba con una jaula transportadora, su rubio novio le recibió con una brillante sonrisa que incluso el sol envidiaría.
Neko~ ¿cómo has estado mi lindo y guapo minino? — cuestionó sacando al gato de pelaje negro azulado, Sasuke frunció el ceño al ver como el "bicho " se restregaba contra el rubio cuando en el camino había tratado de arañar cualquier trozo de su inmaculada piel con sus mugrosas garras de gato.
Incluso podía ver un cuadro de flores y pomposos corazones tras ellos.
Nota mental: "sacar a pasear al gato " y "evitar " que se pierda.
Sasuke ¿no es el gato más mimoso y tierno? — inquirió a su novio quien bufó y giró el rostro; irónica era la escena tomando en cuenta que el minino se acomodó más en su regazo dando la espalda al azabache, ambos en actitud huraña y hostil.
Naruto río discretamente, ahora había pillado el chiste de Kiba, realmente Neko era la versión minina de su teme.
¿Sasu-nya debería ser tu nombre? —
Gato y varón se crisparon gruñendo ante tal crasa proposición, entonces Naruto se permitió reír con soltura.