Las pesadillas de Stiles no cesaban y cada vez se repetían mas seguido, cada noche o cada vez que el chico quería pegar el ojo y descansar ya que realmente se encontraba agotado por todo, pero no podía, esa voz desconocida lo atormentaba, hacía eco en su cabeza, rebotaba dentro de ella impidiéndole que aquella voz se fuera de ahí, pero ahí siempre estaba repitiendo una y otra vez lo mismo: "Los voy a matar, Stiles. Los voy a matar uno por uno, lentamente, empezare con tu padre y después seguiré con cada uno de tus amigos, hasta al final terminar con Derek, veras a la persona que amas morir frente a ti, veras su sangre correr por el piso mientras su cuerpo cae desfallecido, tendrás un puesto en l primera fila, podrás disfrutar de ese grandioso espectáculo mientras la sangre de tus amigos y padres corre, corre haciéndome mas poderosa y tu un simple humano no podrá hacer nada para detenerme. NADA" pero eso no era lo peor del caso, lo peor es el hecho de que el mismo podía presenciar mientras aquella mujer le hablaba, el escenario siempre era el mismo, se encontraban en el bosque, el siempre terminaba ahi, corriendo todo lo que sus piernas podían, huyendo de aquella voz, deseando huir, pero sus intentos eran inutiles y no solo por el hecho de tropezarse con ramas o rocas, gracias a la oscuridad que inundaba el bosque, siendo iluminado solamente por la frágil luz que la luna, y por ello, cada vez que era acorralado por aquella mujer que lo amenazaba con sus amigos, cada vez que intentaba mirarla, no podía, la luna apenas ayudaba a su objetivo y lo único que podía siempre ver es una sombra negra con medio cuerpo escondido detrás de un árbol y su cabeza asomándose hacia él, era obvio que aquella criatura no quería ser vista, pero la curiosidad de Stiles es mucha y por ello a pequeños pasos intentaba acercarse a aquel árbol donde aquella mujer seguía, pero más se acercaba, recibía gritos de parte de ella y su voz se escuchaba mas espeluznante, erizando cada vello del cuerpo del chico, ocasionado por el frio y por aquella mujer. Seguía su camino, pero cada vez que lograba acercarse lo suficiente, la mujer gritaba el segundo "nunca" para desaparecer segundos después, Stiles giro la cabeza en todas direcciones, descubriendo que ahora no se encontraba en el bosque sino que estaba en un lugar que no podía distinguir, había un pasillo que apenas cabía una persona al caminar y al final de este se encontraba una puerta, Stiles sin dudarlo camino hacia aquella puerta, abriéndola con sus manos temblorosas, encontrándose con un cuarto pequeño pintado de paredes blancas y siendo alumbrado por una luz tenue siendo proveniente de una bombilla colgando en el techo. Poco a poco Stiles se introdujo en aquella habitación tan extraña, y escucho el ruido de la puerta rechinar para después cerrarse de un portazo, haciendo brincar al joven del susto y haciéndose girar para observar la puerta ya cerrada, pero seguía solo, no sentía la presencia de nadie más en aquella habitación e intento con todas sus fuerzas abrir la puerta, sintiendo el pánico apoderarse de él, pero eran inútiles, cada uno de sus intentos, como los intentos de descubrir el paradero de aquella mujer eran inútiles. Stiles con la piel temblándole, esta vez del miedo más que de cualquier otra cosa, se giro para encontrarse algo realmente sorprendente, la pared de enfrente antes pintada de blanco ahora era salpicada por algo rojo, al parecer sangre, el chico intento no sacar el grito de horror al ver aquella cosa, porque no solo eran unas gotitas de sangre y ya, sino que era demasiada sangre para ser de un solo humano. Desvió la mirada hacia otro lado, intentando descubrir algo de aquella habitación, algún pasadizo secreto para salir lo más rápido posible de aquel lugar o para saber de quién era aquella sangre y quien es el asesino a sangre fría el cual hizo todos aquellos horrores y descubrir si el seria su siguiente víctima. Y de pronto, todo se volvió oscuras, Stiles intento adaptarse a la reciente oscuridad pero no podía y por ello de acto reflejo solo pudo hacerse para atrás, hasta chocar con algo que suponía que era la puerta y se fue deslizando hasta quedar sentado en el piso, escondiendo su cabeza entre sus piernas, y abrazando fuerte de ellas, con las lagrimas recorriendo sus mejillas, su corazón latía a mil por hora gracias a la adrenalina y el miedo, bombeaba tanto que temía que fuera a salirse de su pecho y terminara en el suelo, pero eso era lo de menos ahora, aquello sería mejor que estar en aquella pesadilla... y ahí fue cuando todo cuadro, Stiles se levanto limpiándose las lagrimas con muy poca gracia y decidido acabar con todo esto, abrió la boca para decirse así mismo que todo era un sueño, que debía de despertar, pero al momento que su boca se abría, lo único que salió de su garganta fue un grito desgarrador, la bombilla parpadeo justo en aquel momento, parpadeo un par de veces antes de regresar la luz a aquel lugar, pero era mejor que no, que todo se quedara a oscuras porque la masacre que presencio lo desoriento demasiado. Las paredes, tanto como la de frente ya manchada, como las de costados ahora también estaban manchadas de aquel liquido rojo parecido a la sangre, y definitivamente era sangre; Stiles bajo la mirada queriendo no haberlo hecho, las paredes no fueron las únicas manchadas de sangre, sino que el piso estaba repleto de ella, pero no solo eso sino que también estaba cubierto por los cuerpos de donde provenía tanta sangre. Stiles trago saliva y dio unos pasos hacia uno de los cuerpos, sus pies descalzos ahora estaban llenos de sangre, sintiendo su piel pegajosa por aquel contacto pero siguió caminando, hasta que se arrodillo frente aquel cuerpo sin vida, no sabía la razón por la cual tenía tanta curiosidad por saber el paradero de aquella persona, pero era como si lo llamase a que se acercara y así lo hizo, obedecido, hasta que finalmente estuvo frente aquel cuerpo, sus rodillas estaban tocando el piso la cual también termino llena de sangre, pero no le importaba, la curiosidad se apoderaba de cualquier miedo, o de cualquier otro sentimiento que pudiera pasarle por el cuerpo. Puso una mano sobre la barbilla del susodicho y ahí se dio cuenta de otro detalle, al ponerle los dedos su barbilla, sintió algo picoso rasparle las yemas de los dedos, el chico supuso que debía ser porque aquel hombre sin vida tenía una barba y siguió con su intento de voltearle la cara y ver su rostro, pero alejo la mano de la cara dándose cuenta que a la única persona que conocía es… Derek.
-No, por favor, no. –se repitió con la voz temblorosa mientras observaba sin poder quitarle la vista de aquel cuerpo tirado.- De… De… Deerek. –Su voz ahora sonaba más temblorosa que antes, estaba a punto de las lagrimas y ya sentía sus ojos llorosos, pero tenía que estar seguro que se trataba de Derek, tenía que saber si realmente era él, por ello, tomando una gran bocanada de aire, volvió a tomar el rostro de aquella persona y lo volteo hacia él, sintiendo su corazón detenerse, sus lagrimas finalmente brotaron de sus ojos y le costaba respirar, no podía respirar, no después de averiguar que si, si era el mismo Derek el que ahora estaba muerto, por un momento se olvido que solo es una pesadilla, que Derek sigue vivo, pero ahora todo su sistema estaba congelando, no podía reaccionar, ni siquiera estaba seguro que en aquel lugar hubiese oxigeno. Retrocedió poniéndose de pie, pero en ningún momento quito la mirada de su cuerpo, podía apostar que ni siquiera parpadeaba, y solo siguió retrocediendo hasta toparse una vez más con la puerta, queriéndose fundir con ella, queriéndose alejar de aquel lugar, quería apartar la mirada pero no podía, y al momento de pasarle por la mente la idea de cerrar los ojos la luz hizo de las suyas, la bombilla volvió a parpadear, dejándolo a oscuras, Stiles soltó un suspiro, de tranquilidad, pero por el hecho de ya no tener que ver el cuerpo de vida, aunque seguía viendo aquel punto fijo donde se suponía que él estaba, hasta que de pronto, de golpe vio dos pequeños puntos brillantes en la oscuridad, aquellos puntos de un azul brillante, eran de un azul eléctrico, eran hechizantes y lo desorientaron más de lo que ya estaba, aquellos puntos se acercaban a él y Stiles ya no podía retroceder más, su cuerpo volvió a presenciar el pánico en carne propia, su espalda ya estaba pegada a la puerta y aquella criatura de aquellos ojos azules ya estaba frente a él, tan pegado que podía sentir el aliento caliente golpearle a la cara. Stiles sollozaba del miedo, las lagrimas no podían parar de salir, cerró los ojos con fuerza intentando que así aquella criatura se fuera, pero no funciono en nada, aun podía sentir el aliento en su cara y su respiración muy cerca, su corazón seguía bombeando cada vez con más fuerza, le golpeaba el pecho tan fuerte que dolía, dolía demasiado. Todo era silencio hasta que un gruñido invadió el lugar, un gruñido animal, definitivamente aquella criatura no era humano, haciendo asustar más a Stiles, el cual empezó a gritar, a gritar a todo pulmón, gritar del terror, pensaba que su voz no saldría, pero al final con todas las fuerzas que tenia, grito, grito espantando a la criatura, viendo los ojos azules brillantes desaparecer poco a poco hasta que fueron remplazados por no solo un par de ojos, sino que varios ojos que lo miraban con preocupación y unos brazos cubriendo su cuerpo, intentando que su cuerpo dejara de convulsionar y se quedara quieto.
Finalmente despertó.