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¿Morir por Amor?, No Suena Mal por ZuminoeRiriko

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Notas del capitulo:

Bueno, quiero aclarar algo, lo que dije en la nota anterior no era reclamo para nadie, tampoco estaba pensando en cambiar la historia. Verna, seré honesta, las citas eran solo relleno, para que mis niños se conocieran, pero de ahí no iba a nacer ningun romance. Tal vez las citas den ternura o fastidien un poquito, pero nadie se iba a enamorar en ninguna. Lo que ocurrio en el cap anterior, no fue forzado eso de por si iba a ocurrir cuando las citas acabaran, y aparti de esa parte es donde empieza lo bueno n.n

En fin, eso era todo ^^

Espero y les guste este cap!

P.D. Este capitulo va dedicado a Edith Ibarra, una amiga fujoshi en Facebook, que me dio una tremenda idea para este y los siguientes capitulos ^^/

-Bueno, supongo que todos saben la razón de la reunión- hablo tranquilamente el hitman, quien se encontraba en la esquina derecha del fondo de su oficina.

Su bella y linda oficina.

Pintada de color beige, alfombrado rojo, 3 sillones color café para cuatro personas, que se encontraban adheridos a la pared y un escritorio de madera al frente, junto a su respectiva silla.

En la cual, se encontraba sentado Tsunayoshi, quien… sobra decir, se encontraba con una cara de lo más horrorizada. A su lado derecho se encontraba Reborn y al izquierdo Coronello. Ambos portaban un semblante serio.

-¡Claro que lo sabemos!, ¡¿Se puede saber por qué no estamos buscando al Jefe?!- gritaba el Chunin más que molesto. El cual, se encontraba recargado en la puerta, junto a Sai… quien, por cierto, le había mandado una mirada reprobatoria al menor.

-Hermanito, tranquilízate.- hablo firme el pintor.

El menor lo miro con ganas de replicar, pues… ¡¿Qué se tranquilizara?!

¡¡¿Cuándo se habían llevado a su Jefe en sus narices y no había podido hacer nada para evitarlo?!!

¡¡¡¿EN VERDAD QUERIA QUE SE TRANQUILIZARA?!!!

Eso… y miles de cosas más pasaban por su mente, sin embargo, se abstuvo de hacer algún comentario.

Lo sabía… sabía que su hermano tenía razón.

Si no pensaba con la mente fría y se dejaba dominar por el miedo, solo causaría un caos y problemas a los de su alrededor.

Así que simplemente, se limitó a asentir con la cabeza y recargarse en la puerta, mientras cerraba los ojos… tratando de buscar esa paz de la que ahora carecía.

Los demás solo lo miraron, más no dijeron nada.

Todos sabían lo importante que era el rubio para el menor, si a ellos les quitaran a Tsunayoshi, ellos no tendrían la paciencia de cerrar los ojos y recargarse en una puerta, pared… o lo que fuera.

Lo más seguro es que estuvieran haciendo un desmadre en todos lados. Partiendo madres y reventando hocicos a cualquier desgraciado que les pareciera sospechoso.

-Bien, retomando el tema-kora…- hablo Coronello un tanto incomodo, al ver que el lugar se había quedado en silencio por varios minutos- como verán, varios de nosotros faltan.

Todos se miraron entre sí, y solo pudieron asentir con la cabeza.

Efectivamente, varios faltaban.

En el sillón pegado a la parte izquierda, estaban Yuni, Aria y Lambo. En el sillón del lado derecho, estaban Gokudera, Yamamoto, Ryohei.

Y el que estaba pegado a la puerta, en el lado izquierdo, se encontraba Enma.

-¿Dónde están los demás?- pregunto Enma. Sacando a relucir la duda que todos sentían en ese momento.

-Verán…- empezó a hablar un cohibido y muy triste Cielo… ¿Y cómo no estarlo?, peleo, se ganó el odio y secuestraron al amor de su vida… sin duda era el peor día… y todo había pasado por “su culpa”… o al menos eso pensaba él- Mande a Hibari-san a recabar información de lo que ocurrió en el parque, ya que aunque no estábamos en Namimori, muchas personas respetan y temen a Hibari-san, e incluso tiene gente que lo admira en ese lugar. Byakuran está en una de las bases de Vongola, investigando desde uno de los laboratorios, tratando de encontrar vía satelital los autos. Chrome y Mukuro están recreando lo que ocurrió en el parque con sus nieblas, tratando de encontrar alguna pista. Gamma-san está con Byakuran en la base, analizando el gas que inhalo Naruto-san, ya que si es venenoso, lo mejor es ir haciendo el antídoto. Por último, Aldeid-san, se encuentra de igual forma en la base, interrogando a todos los enemigos que capturamos conscientes y sin la memoria dañada por los golpes. También contamos con la ayuda de otras familias aliadas de Vongola para encontrar el paradero de Naruto-san. Cavallone y Varia, se encuentran investigando a las nuevas familias que han salido a flote y a las enemigas, tratando de buscar algún indicio que los haga sospechosos. Sai-san… Konohamaru-san…- llamo, capturando la completa atención de los nombrados- sé que pedirles que esperen con tranquilidad será algo muy tonto de mi parte, ya que esto no es un asunto de ligereza. Por eso, solo les pido que esperen… puede destrozar lo que quieran si es que no pueden aguantar los nervios y preocupación, pero… por favor no salgan… no sabemos quiénes han sido esas personas, y tampoco sabemos si Naruto-san es su único objetivo, deben de tener cuidado… por el momento… cuando encontremos el paradero de Naruto-san, les prometo que iremos directo ahí.- explico seriamente el castaño, pero sin abandonar su tono de temor y preocupación.

Luego de haber recibido la información, los mafiosos se tranquilizaron. Era obvio que su querido jefe ya tenía todo cubierto.

Pero… por otro lado, los dos ninja contenían el impulso de abrir la boca con sorpresa.

“¿De verdad es el Jefe?” se preguntaba el Cuervo y Neko.

Al principio, cuando dijeron que el menor era el líder, se lo habían tomado como una broma, una burla y ofensa, ya que si esas personas esperaban que ellos fueran a ser tan idiotas, para creer que él era el jefe, los verdaderos idiotas sin cerebro eran ellos. Pero después de unos minutos, lo vieron como una buena estrategia, ya que al poner al más débil como líder, alejaban las amenazas del verdadero jefe. Esa “mentira”, era una que a ellos también les favorecía, ya que… para ganar confianza y credibilidad, debían de hacer una especie de trato: “Lealtad”, fue lo primero que pensaron los tres. Eso les resultaba sencillo, barato y factible. Nada de qué preocuparse, y más si era a un simple chico de los mandados.

Pero…

Resulta que se habían equivocado.

Sawada Tsunayoshi… era el verdadero jefe.

¿Qué la habían cagado?

Efectivamente, la cagaron.

¿Qué se arrepentían?

No. Para nada.

Si bien, el pequeño castaño no era lo que ellos esperaban, no había razón para arrepentirse. La verdad, es que el menor había resultado superar sus expectativas.

Al inició no se quejaban por seguirle, porque el pequeño les caía bien, y ahora de que había resultado mostrar su liderazgo y seriedad en su puesto… ¡Les caía de maravilla!

Como le cae a un pobre una moneda de oro.

Así mismo se sentían… ya que los dos no tenían ni puta idea de cómo encontrar a su jefe. Tal vez si alguno fuera del tipo sensorial y rastreo, esa tarea les hubiera resultado sencilla, pero… joder.

Ninguno era tipo sensorial… y el rastreo no podían hacerlo. Ya que para eso necesitaban tener un buen olfato, o al menos tener entre sus invocaciones a alguien que si tuviera buena nariz… o vista… lo que sea, pero un rastreo manual, era imposible.

¿Por qué era imposible?

Simple.

El enemigo había escapado en un auto negro.

Y… ¡Sorpresa!

Nagoya es un lugar grande, sin mencionar que recibe visitas de otros lugares por el dichoso partido. Eso deja que las huellas de los autos, puedan ser de cualquier auto. Claro, tomando en cuenta de que puede que esas huellas ya deben de tener años y sean de un malnacido que deseo morir, muy diferente al suyo.

“Malditas calles pavimentadas…” pensaron ambos ninja con ira, cuando al querer rastrear el auto como les enseñaron en la academia, del resultaba verdaderamente inútil en esos momentos.

Incluso habían pensado en seguir todos los autos de color negro que se encontraran, pero esa tarea había resultado ser más infructuosa que la anterior… ¡Por favor!, estaban en Japón, el número de autos que podría haber del color negro, era una cifra que no podrían dar con seguridad, pero sí podrían resumirlo en una sola palabra, y esta era: “Muchos”.

Sin duda no era su día de buena suerte.

Por suerte, tenían a ese “Cielo”.

La persona que era su nuevo jefe y al que habían jurado lealtad de forma errónea.

Pero no se arrepentían.

Es más, si les volvieran a dar la opción de repetir todo ese tiempo que habían pasado con los mafiosos, sin duda alguna, ellos le habrían jurado su nobleza de nuevo al menor.

Ya que ese día… el pequeño se había ganado el respeto de los shinobi… había demostrado tener los rasgos natos de un líder, los cuales eran: liderazgo, orden, estrategia, decisión, prudencia, velocidad y seguridad de pensamiento, carácter e… intuición. Claro, sin olvidar las características naturales: humildad, honestidad, humanidad y compañerismo.

Todas esas características las había mostrado en tan solo, unos cuantos minutos.

Si… no volverían a menospreciar a su jefe… no señor… Tsunayoshi… Sawada Tsunayoshi había resultado ser un buen líder.

Tal vez… habría sido un buen Hokage en su mundo…

No.

Pensándolo bien, no lo habría sido. Ya que su forma de ser se debe a la forma en la que creció en su mundo, lo más seguro es que si hubiera nacido en el mundo shinobi, habrían resultado ser un bastardo como ellos… o tal vez… un bastardo más grande.

En fin, Tsunayoshi era el jefe y tenía su respeto. Esa era la verdad.

Ahora… solo faltaba encontrar un zorrito robado.

-¿Tardara mucho la investigación?- se animó a preguntar el Chunin.

Los mafiosos lo vieron y solo se encogieron de hombros.

-En… su mundo… este… ¿cómo decirlo?... umm… ¿rural?... las… investigaciones deben de ser sencillas pero… ya ven que nuestro mundo es… diferente…- comento Yamamoto, tratando de evitar decir directamente, lo que pensaba.

Los ninja solo enarcaron una ceja, sin comprender el punto de la lluvia.

-Moderno. Es lo que el estúpido friki quiso decir, y al igual que las cosas sencillas como un simple reloj o celular cuentan con cosas “extravagantes” para ustedes, otras cosas podrían resultarles más complicadas- acotaba la tormenta.

Los ninja aún no entendían.

-¡SE REFIEREN A QUE PUEDEN HACERLE A UZUMAKI LO QUE LE HICIERON A NEMESIS EN LA PELICULA DE RESIDENT EVIL AL EXTREMO!- secundaba el sol.

Pero eso solo logro perder más a los ninjas.

-A lo que ellos se refieren…- decía ahora Enma, llamando la atención de todos- es que lo que podrían hacer las personas que se llevaron a Naruto-san, es cambiarlo completamente… de una forma que ya no sea reconocible para nosotros. Desde hace unos años han estado desapareciendo personas y otros aparecían muertos o vivos, no importaba como, pero eran personas que parecían nunca haber existido y que salieron de la nada. Después de un tiempo descubrimos que esos desaparecidos eran en realidad, las personas que habían aparecido como fantasmas. Lo descubrimos luego de capturar a uno y hacer una serie de investigaciones, nos dimos cuenta que cosas como las huellas digitales, tipo de sangre, la dentadura, ojos, rostro, cabello, huesos, órganos y hasta el tipo de sangre, habían sido removidos y reemplazados por otros… y pues… como esa es una organización que aún no hemos descubierto… y como no ha llegado ninguna respuesta del enemigo que se llevó a Naruto-san… es… amm…- dudaba el pelirrojo de decirlo.

-Es probable que sean los de esa organización los que se llevaron a Naruto- término de decir Aria.

Hubo un silencio incomodo por varios minutos.

Yuni solo abrazaba a Lambo con lágrimas en los ojos.

Aria solo miraba por la ventana, con una expresión que trataba inútilmente de parecer serena.

El sol, lluvia y tormenta solo miraban el piso.

Reborn y Coronello solo miraban el reloj que se encontraba sobre la puerta.

Tsunayoshi y Enma solo ocultaban la mirada en su cabello, evitando que los demás miraran las lágrimas que se asomaban en sus ojos.

Y… Sai y Konohamaru… habían palidecido…

Digo… ¿Quién querría secuestrar a su Jefe y amigo, tomando en cuenta de que no habían salido o sobresalido mucho en ese mundo?

La respuesta era sencilla.

….Alguien que conocía al rubio….

“No puede ser… ¿Es posible que…?” pensaban ambos shinobi, mientras intercambiaban una mirada moribunda.

Si era… quien ellos creían que era…

Estaban jodidos.

.
.
.

_ En Otro Lugar _

Estaba oscuro… completamente oscuro…

-Aggh…- se quejaba una voz en la oscuridad.

/// POV de Naruto ///

Joder…

Qu…

¿Qué mierda?

¿Por qué esta tan oscuro?

¿Dónde estoy?

Me pregunte un poco alarmado.

Esto no me gusta… no me gusta para nada.

¡¿Dónde estoy?!

.
.
.

No… espera… cálmate… cálmate un poco…

Bien, hay que analizar esto…

Mm… en primera… no puedo ver nada, esta tan oscuro que ni siquiera puedo ver mis manos. Cosa extraña… tomando en cuenta que gracias a Kurama puedo ver muy bien en la oscuridad, dattebayo.

Entonces… eso quiere decir que me encuentro en un lugar subterráneo.

-Mierda- musite con coraje y me levante.

Camine un poco, tratando de encontrar paredes y las encontré. El cuarto en el que me encontraba, no media más que dos metros a cada lado. Brinque lo más alto que pude y trate de caminar en las paredes, pero era demasiado resbaloso como para subir, aunque…por lo alto que salte, que de seguro no fueron más que cuatro metros, me di cuenta de no había techo.

Eso quería decir que me encontraba en un hoyo.

Mph… que suerte la mía, dattebayo. Pensaba un tanto irónico y enojado.

¿Cómo mierda había pasado esto?

¡Ah!, ya lo recordé…

* Flash Back *

El parque es muy bonito… pensaba con un ligero toque de melancolía, mientras me iba a sentar a uno de los columpios.

La verdad es que no tenía muchas ganas de recorrer este lugar… de hecho, ni siquiera quería venir.

No entiendo para que Yamamoto nos invitó a ver su equipo, ninguno de nosotros sabe lo que es el béisbol. Esto es solo una pérdida de tiempo, dattebayo.

Sentí como Tsunayoshi se sentaba junto a mí, también pude sentir su mirada clavada en mi cara. ¿Acaso tengo algo raro?, ¿ttebayo?

Oh bueno~…

Mejor a disfrutar del lugar.

Jeje, me recuerda un poco al parque de Konoha… solo que los juegos de haya están un poco más cuidados. Pero de igual modo, estos también son lindos.

Recuerdo que la mayor parte del tiempo me la pasaba en el columpio, me gustaba mucho estar ahí, ya que cuando me balanceaba muy fuerte, podía sentir que volaba.

Shikamaru y Choji solían jugar más en el sube y baja.

Sasuke… Sasuke… él… él no…

Nunca lo vi en el parque. Supongo que nunca le ha gustado juntarse con los demás…

Me pregunto… ¿A qué clase de juego se habría subido el Teme?

¿El pasa manos?, no… eso sería más para Lee, Sasuke-Teme no se subiría ahí. Ya que sentiría que se está balanceando como un mono.

Mm…

¿El sube y baja?, no… tampoco. Un juego muy simple para la excelencia Uchiha.

¿Columpio?... si… ese sería el que más pega con el Teme… como se siente que uno vuela, lo más seguro es que sea el favorito de Sasuke… a él siempre le ha gustado volar… volar muy lejos y… no volver.

Joder.

Sasuke…

-¿Quién es Sasuke?- me pregunto Tsunayoshi de repente.

Di un pequeño brinco por la sorpresa… vaya, me había tomado desprevenido, dattebayo.

-¿Qué dices?- le regrese la pregunta.

Por favor… díganme que no me pregunto lo que creó que me pregunto.

-Sasuke, lo mencionaste hace un rato, ¿Quién es?- me pregunto con una sonrisa, yo solo me tape la boca con una mano y aparte la mirada. Conteniendo las ganas de gritarme lo imbécil y estúpido que era por haber dicho EL nombre en voz alta.

-¿Era uno de tus amigos?- pregunto.

“¡El amor de mi vida en realidad!”… quería decirle eso, pero contuve las ganas. Sacudí un poco la cabeza a los lados, tratando de alejar ese estúpido pensamiento de mi cabeza.

-¿Hay algún lugar al que quieras ir?, ¿ttebayo?- le pregunte, dejando ya de lado el otro tema.

Tsunayoshi no debía de enterarse de eso, dattebayo.

Claro que él no pensaba lo mismo, y a mi pregunta, solo hubo una negativa.

-No, ¿Quién es Sasuke?- pregunto de nuevo.

Carajo.

Tiene eso de la intuición, ¿no?, ¿Es acaso que eso no le dice que deje el puto tema por la paz?

Respire profundo y me aguante las ganas de decirle que se callara de una buena vez.

Vale, es mi culpa por decir algo que no debía. Pero él también podría hacerme la cosa más fácil, ¿no?

-Nadie.- le respondí secamente, con eso debería bastar para que deje de preguntar- Creó que hace un rato vi un restaurante, vamos a desayunar ahí, ven- le dije mientras me levantaba y comenzaba a caminar a la salida del parque.

Claramente, él me siguió.

¿Me pregunto si a Tsunayoshi le gustara el Ramen?, ¿ttebayo?

Ya estábamos afuera del parque cuando…

-¿Sasuke es uno de tus amigos que murió?- me pregunto.

Y en una milésima de segundo, varias imágenes pasaron por mi cabeza.

Un campo de batalla, gritos desgarradores de impotencia, armas chocando, el olor a sangre, la calidez de SU mano contra la mía disipándose… muriendo…

Yo… no… yo no llegue a tiempo…

Lo… lo deje morir…

Apreté los puños y la boca al recordar eso.

¿Por qué…?

¿Por qué yo…?

-¡¡Y UNA MIERDA!!, ¡¿A TI QUE CARAJOS TE IMPORTA?!, DEJA DE TOCARME LOS COJONES CON TUS ESTUPIDAS PREGUNTAS Y METETE EN LO TUYO- le grité.

Espera…

¡¿Qué?!

¡¿LE GRITE?!

Sentí mi cuerpo tensarse al ver su mirada de dolor… y cuando lo vi corriendo… alejándose de mi… me quede estático.

“¡¡Y UNA MIERDA!!, ¡¿A TI QUE CARAJOS TE IMPORTA?!, DEJA DE TOCARME LOS COJONES CON TUS ESTUPIDAS PREGUNTAS Y METETE EN LO TUYO”

Eso fue lo que dije… ¿no?...

Yo… ¿Por qué… puñetera razón… le había gritado eso?

¿Qué… qué me paso?

¡No espera!

¡Debo disculparme!, salí del shock cuando lo vi cruzar la calle… debía de arreglar esto lo antes posible, dattebayo.

Pero justo cuando iba a emprender marcha, un auto se paró justo enfrente de mí. Iba a dejarlo pasar e ir rápido por Tsunayoshi, pero… cuando las puertas de esa cosa se abrieron… me llego un olor que nunca en mi vida iba a olvidar.

Ese olor pertenecía a…

Ni siquiera me dio tiempo de pensar todo a fondo… cuando un humo se expandió por el lugar. Contuve la respiración, pero ya había inhalado un poco del gas.

Mira que el buen olfato puede ser una ventaja como desventaja, dattebayo.

Luego de eso... Todo se volvió negro.

* Fin del Flash Back *

Si... soy el tipo más maldito e hijo de puta que pueda existir, dattebayo.

¡¿Cómo fue que le grite eso?!

Seguro que ahora me odia...

No querrá verme o hablarme, pero... me lo merezco...

Lo tengo bien merecido, dattebayo.

-Tsk… lo mejor será salir de aquí rápido…- me susurre un tanto deprimido.

No quiero que Tsunayoshi me odie… el me agrada mucho, dattebayo.

¡Bien!

¡Saldré de aquí y esta vez si me disculpare, dattebayo!

Pensé muy seguro, al momento que intentaba sacar el chakra de Kurama.

Si hacía varios brazos de chakra, tendría una buena iluminación y con ellos podría alcanzar la salida del hoyo. Muy sencillo, jeje.

O eso creía…

Porque por más que hiciera esfuerzo, el chakra no salía de mí.

-¿Qué… carajos?...- susurre anonado.

¿Por qué no podía expulsar chakra?

-Veo que ya estas despierto. ¿Qué tal dormiste?- me pregunto un voz aguda… la de una mujer.

-¿Quién eres?- conteste con otra pregunta.

-Supongo que te has dado cuenta de que no puedes usar chakra, ¿no?, ¿te gustaría saber por qué…. Uzumaki Naruto, ex-Jinchuriki del Kyuubi?

-¿Eres subordinada de Danzo?- le pregunte con fingida calma.

No me agrada cómo se está desarrollando esto.

Si bien, ya sabía que solo era cuestión de tiempo para que ese maldito hijo de puta nos encontrara, pero esto ha sido demasiado rápido.

-Oh nooo… por supuesto que no, querido~…- hablaba divertida- solo soy alguien normal, con trabajo normal y un novio… algo fuera de lo normal…- susurro con… con ¿qué?

¿Qué mierda le pasa a esta mujer?

-¿Cómo te llamas mujer?, ttebayo- me anime a preguntarle, pero la única respuesta que obtuve fueron varios e inentendibles susurros como respuesta.

-No soy una mujer zorrito…- me respondió con un susurro de molestia.

¿No era mujer?

-Entonces… ¿hombre?, ¿ttebayo?- dije confundido.

-¡¡¡POR SUSPUESTO QUE SOY HOMBRE!!!, ¡¿POR QUE LO DICES EN TONO DE PREGUNTA?!

Me reclamo… me reclamo con esa aguda y afeminada voz suya…

-Ya… ¿Y cómo te llamas…amigo?...- pronunciar lo último se había sentido raro.

-Eso… jajaja…- hablo, retomando su tono juguetón- por ahora no importa… mejor vayamos a lo serio… alguien quiere verte.- termino de decir, y en ese momento, la pared frente a mí se movió, dejando entrar una luz.

Al inicio me dolieron los ojos, pero luego de unos segundos mi vista se acostumbró y pude ver, que lo que ahora estaba frente a mí, era un pasillo. Un pasillo pintado de color café.

Me estaban guiando.

Eso solo podía significar una cosa: “Problemas”, pero… ¿Qué más da?, ya me secuestraron y no tengo chakra con que defenderme. La verdad es que no se podía poner peor.

Rodé los ojos con fastidio, y… al hacerlo me di cuenta de un pequeño detalle… el “hoyo”, en el que me encontraba, no era realmente un hoyo, sino, un cuarto… un cuarto que en el techo… tenía unas filosas navajas…

De haber saltado solo unos 10 o 15 centímetros más alto… seguro la palmaba, dattebayo.

Sacudí un poco mi cabeza, tratando de alejar eso pensamientos negativos y me dirigí al lugar… al que se suponía debía de ir a conocer a ese “alguien”.

Aunque no creo que vaya a conocer a nadie… si mis suposiciones son correctas, ese alguien es…

///Fin del POV de Naruto ///

.
.
.
.
_ Con Tsuna _

-¿Hamamatsu?... ¿Están seguros?- preguntaba un hitman muy serio, el cual, se encontraba hablando por teléfono.

Los demás, solo escuchaban la conversación en silencio, esperando a que el capo y hitman dieran la orden para ir a buscar al kitsune.

-Bien. Adiós.- termino de decir el hitman, para luego colgar el teléfono.

-¿Esta en Hamamatsu?- pregunto Chrome.

-Así es. Byakuran, Mukuro, Gamma, ¿Qué fue lo que descubrieron?- pregunto el Hitman.

Todos dirigieron su mirada a los nombrados.

Desde hacía unos momentos, los que fueron mandados a investigar por orden del Cielo, habían regresado. A excepción de Aldeid, a ella se le estaba dificultando un poco más el interrogatorio.

“Están locos, si los golpeo se ríen y cuando trato de ser amable lloran. No sé qué hacer más que golpearlos.” Había dicho ella por teléfono al capo. Cuando llamo estaba irritada y algo estremecida, y no era para menos… las reacciones de los prisioneros no eran las esperadas.

-¿Ya iremos por el Jefe?- preguntaba un ansioso Chunin, quien se encontraba mordiendo lo poco de las uñas que le quedaban, ya que la espera lo había hecho devorarlas casi por completo.

Los mafiosos solo sonrieron.

-Son solo 40 minutos en carro a Hamamatsu-kora…- hablo tranquilo el militar.

-Pero… mejor usemos el helicóptero Vongola, no serán menor de unos 15 o 20 minutos lo que tardaremos en llegar- decidió serio el Cielo.

Los demás solo sonrieron.

-¡¡RESCATEMOS A UZUMAKI AL EXTREMO!!- grito un animado sol.

Los demás solo sonrieron ante el grito animado y salieron a toda velocidad por la puerta. Dejando solo al militar, Gamma, Aria y su hija, en la oficina.

-¿Qué tan bien creen que salga esto-kora?- pregunto el militar, dirigiéndose a las dos femeninas del lugar.

Estas solo sonrieron y se encogieron de hombros.

-No parece ser un mal día…- decía la mujer.

-…Pero tampoco será agradable.- finalizo la niña.

Ambos hombres se miraron sin comprender las palabras de las chicas, pero rápidamente desecharon la preocupación…

Si bien, aunque las palabras no dijeran algo concreto y entendible, al menos sabían que nadie moriría.

¿Verdad?

¿Qué era lo peor que podría ocurrir?

_ Con Naruto _

El rubio se encontraba en una habitación blanca.

Donde no había nada.

Pero si había alguien.

Alguien que conocía muy bien.

-Sabía que eras tú…- susurro el rubio con desdén.

El personaje tan conocido para él, solo sonrió a sus anchas.

-Que cruel eres… y yo que te quiero hacer un favorcito- comento burlón.

-¿Un favor?, ¿De ti ……….?- pregunto con rabia contenida.

-Oh vamos… no digas mi nombre de una forma tan cruel- comento con una sonrisa tétrica- y con respecto al favor… ya verás que es algo que te beneficia. Ese “pequeño problemita” que tienes, puedo solucionarlo… si tú me ayudas en algo- termino de decir con seriedad.

El rubio lo pensó por unos minutos, antes de dar su respuesta.

En definitiva, no podía confiar en él… pero… dijo que podría solucionar su “problemita”, ¿no?

¿Qué podría hacer?

-Escúpelo, y ya te diré si me parece o no.- resolvió el Kitsune.

Bien, no podía fiarse de él, pero tampoco sería una buena idea el cerrarse a un “NO”, definitivo.

Le daría el beneficio de la duda, y si le resultaba sospechoso, lo mataría a la primera oportunidad.

Por otro lado… aquel hombre solo sonrió de oreja a oreja.

“Buena decisión… hijo del cuarto” pensaba divertido…

Continuara…
Notas finales:

No olviden sus RW con nuevas mentadas de madre XD

 


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