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¿Morir por Amor?, No Suena Mal por ZuminoeRiriko

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Notas del capitulo:

Hola ^^

Como todos han sido tan buenos en dejarme RW, aqui los dejo con otro Cap n.n

/// POV de Tsuna ///

Los rayos de sol comenzaron a entrar por mi ventana y a darme de lleno en la cara... pero no quería levarme... así que solo gire mi cuerpo, para que esa molesta luz dejara de molestarme.

Pero era inútil, ya sabía que de una u otra forma acabaría de levantarme de mi cómoda cama... y lo que haría que eso pasara, tenía nombre...

Naruto Uzumaki.

Por esa persona, es por la que me he estado despertando temprano estos días.

Ya no cuento a Reborn para esta tarea, porque desde que esta con Coronello-san, ha encontrado otras formas de "divertirse", sin necesidad de golpearme o hacerme la vida imposible en las mañanas, aunque aun así, me sigue dando esos horribles entrenamientos que casi me matan. Pero eso es por rutina, así que da lo mismo.

Aghh~~~…

¿Por qué?...

Desde hace días no dejo de preguntármelo, pero por más que me lo pregunto, no logro encontrar y una respuesta a mi pregunta del...

-¿Por qué Naruto-san me evita?- termine de decir en voz alta y abriendo los ojos.

Como aun no deseaba levantarme, me quede observando el techo durante varios minutos, después recorrí con la mirada toda la habitación...

Nunca me había tomado la molestia de mirarla, pero ahora que me fijo, esta es muy bonita.

Las paredes obviamente eran de madera, pero tenían hermosos grabados, en forma de espirales, estrellas y demás, haciendo que a la vista fuera muy hermoso. El piso era de un color más rojizo y las ventanas solo tenían unos vidrios, que para abrirlos, solo hacía falta empujarlos hacia arriba y había una puerta del lado derecho de la habitación, la cual, daba al baño y este solo constaba con una regadera, lavamanos, un espejo gigante y el objeto necesario para hacer las necesidades de cualquier ser vivo.

En mi cuarto solo habían tres muebles: mi cama, que también era de madera, con un suave y mullido colchón, con sábanas blancas y naranjas... pero no tenía almohadas... Reborn me las quito, dijo que como no usaba el cerebro, no era necesario que usara almohadas, ya que estas son hechas específicamente, para el descanso de la cabeza... cosa que según él... yo no uso.

Siempre es tan cruel.

Junto a mi cama había un pequeño buró, el cual, tenía tres cajones para guardar lo que quisiera y encima de esta había una lámpara de noche de Hello Kitty...

¿Algún día mi amado tutor dejara de molestarme?, es probable que no...

Y por último, en esta gran y casi vacía habitación, había un gran armario adherido a la pared, donde guardaba mis zapatos y... ¡la ropa!

-¡HIEEEEEE!, ¡Lo olvide!- grite, al momento que me incorporaba de golpe en la cama y me empezaba a quitar mi pijama azul con ositos, para así poder, ponerme algo de ropa para salir e ir por aquello que había olvidado.

Es decir, por la ropa de Naruto-san, Sai-san y Konohamaru-san.

Ya estábamos en invierno, incluso el frio lo siento estando dentro de la casa… y ellos no tienen ropa.

Aghh ~~~… soy un idiota…

Ya me había quitado la parte superior de mi pijama y mi pantalón estaba debajo de mi rodilla, cuando de pronto... la puerta de mi habitación se abrió de golpe...

No sé si lo que veo es bueno o malo... pero me alegra haber visto lo que vi.

/// POV de Naruto ///

Estaba recargado en el marco de la ventana y pude ver como el sol comenzaba a asomarse por el horizonte...

Anoche casi no pude dormir nada, el dolor era tan intenso que cerrar los ojos requería un gran esfuerzo, dattebayo… pensé, al momento que me quitaba todas las prendas de mi cuerpo, para irme a bañar.

-¿Qué pasa Kurama?, estás ahí, lo sé, así que responde, dattebayo…- susurré por lo bajo, mientras entraba al cuarto de baño y abría la regadera.

Y mientras las gotas de agua caían en mi cuerpo, me puse a pensar en todo lo que me había ocurrido a lo largo de mi vida.

Desde los malos tratos que me daban los niños en la aldea, hasta mis profesores bastardos, cuando toda la aldea me trataba mal, lo de Sasuke, Orochimaru, Pain, la muerte de Ero-senin, el coma de la abuela, Danzo como Hokage, Akatsuki, Obito y la guerra... la muerte de todos, la huida de Gaara, y de nuevo... el repudio de la aldea...

No es un gran historial, dattebayo.

Pero... tampoco es como si todo hubiera sido malo... tuve momentos felices, pero… los que me regalaron todos aquellos buenos momentos, ya no están...

¡Mejor dejó de pensar cosas deprimentes, dattebayo!

Ya había acabado de bañarme y con una sonrisa fingida para mí, con una toalla enredada en la cintura, salí del baño para cambiarme.

Pero la libreta sobre el buró detuvo mi andar...

Mi sonrisa fingida se fue y...

Mis ojos se ensombrecieron con dolor...

Recordar lo que había escrito anoche me hizo entristecer… y también… me hizo recordar el dolor que siento en todo mi cuerpo.

Kurama tenía razón con todo... debí de hacerle caso cuando ocurrió lo de la guerra...

Pero supongo que ya es demasiado tarde.

Ahora solo me queda esperar hasta que mi cuerpo sea consumido o destrozado por la realidad de los hechos, pero… eso ocurrirá en un lugar alejado, donde ni Sai o Konohamaru puedan sentir mi chakra extinguirse… ellos no merecen sufrir más, dattebayo.

Una vez que salí de mis pensamientos, mire de nuevo por la ventana y me di cuenta de que el sol ya había salido. Al parecer me había quedado mucho tiempo absorto en mis pensamientos.

Con paso tranquilo y sin prisa, camine hacia el armario y lo abrí en su totalidad, observando que...

-¡HIEEEEEE!

Cerré el armario de golpe…

Ese... ese había sido el grito de Tsunayoshi, pero... ¿Por qué gritaba?, ¿Alguien se había colado para atacarlo?, ¿Ya estamos bajo ataque?, ¿Querían secuestrarlo? o ¿Ya lo habían herido?

Esos malditos... Si quieren vivir, más les vale que no le hayan tocado un solo cabello, dattebayo, pensaba ligeramente preocupado y enojado.

Aunque para ser sinceros, una gran angustia me invadió. Por lo cual, sin pensarlo dos veces salí de mi cuarto con solo la toalla puesta y me dirigí a la habitación de Tsunayoshi. Esta quedaba en el tercer piso, por lo que salte por la ventana, hice una voltereta y entre por la ventana del pasillo de arriba.

El cuarto del pequeño jefe era fácil de reconocer, ya que era la que tenía grabados más extravagantes, así que sin pensármelo dos veces, patee aquella puerta y entre rápidamente, dispuesto a abalanzarme a cualquier miserable que se le haya ocurrido la tontería de atacar a ese castaño que había sido muy amable con nosotros pero...

No había nadie... o ¿será que se escondía?

Imposible, yo soy un ninja y nadie puede ganarme en el juego de las escondidas, dattebayo.

Pase mi mirada por toda la habitación, más no note nada extraño.

Solo había una cama deshecha y un Tsunayoshi a medio desvestir. Al parecer entre cuando se estaba cambiando, dattebayo.

/// POV de Tsuna ///

Sentía que me iba a dar un infarto...

Naruto-san solo traía puesta una toalla alrededor de su cintura y esta le quedaba cinco centímetro arriba de su rodilla... gracias a eso pude ver sus perfectas y torneadas piernas...

Ni se diga de su abdomen, este estaba completamente marcado, pero sin rayar a lo exagerado...

Mirara por donde mirara, ese era un cuerpo cincelado por los mismo dioses... Sus facciones tan maduras y delicadas resaltaban más con su cabello pegado a su frente, gracias a la humedad de su cabello...

Casi me siento celoso de esas gotas de agua que recorren su cuerpo sin restricción alguna...

/// POV de Naruto ///

Tsunayoshi estaba completamente rojo y sus piernas temblaban...

¿Estará enfermo?, dattebayo.

Me acerque a él con paso tranquilo, pero él no parecía hacerme caso, eso me preocupo más.

Una vez frente a él, pegue mi frente con la de él para tomarle la temperatura. Pero no lo sentía caliente, es más, diría yo que estaba frío. Aunque tomando en cuenta que estamos en invierno es normal, siendo así, el sonrojo y temblores en su cuerpo están justificados, pero...

-¿Por qué gritaste?, dattebayo- le pregunté al fin, con un poco de preocupación en mis palabras.

Pero como respuesta solo obtuve un sonrojo mayor y que agachara la cabeza, huyendo de mi mirada.

Supongo que no quería hablar, así que simplemente lo deje ser, al final, si no confiaba en mi para contarme lo que le pasa, nada se podía hacer, dattebayo.

/// POV de Tsuna ///

Vi como el amor de mi vida se daba la vuelta y se iba cerrando la puerta…

-Soy tan idiota...- me dije al saberme solo en mi habitación.

La primera vez que Naruto-san me hablo por cuenta propia le reclame, diciéndole que me había asustado y se fue enojado.

Y ahora que vino porque estaba preocupado por mí, sólo pude quedarme en silencio haciendo que se volviera a enojar conmigo.

Soy un tonto, idiota, estúpido, Dame-Tsuna...

Si merezco ser llamado Inútil, pensaba completamente triste.

/// Fin de los POV'S ///

Luego de eso, un rubio se dirigió a su habitación para cambiarse y un castaño se recostó de nuevo en su cama, completamente desanimado y sin ganas de hacer nada.

_ En el Comedor _

Todos se encontraban sentados en la mesa, esperando que llegaran los dos faltantes y de paso, admirando el nuevo estilo de los dos ninjas.

Konohamaru vestía una camisa gris a la medida y con un estampado de panda, un pesquero de color blanco muy, MUY ajustado en la retaguardia y unos sandalias cafés. Claro, sin olvidar su ya típica bufanda azul y el protector de Konoha en su frente.

Por otro lado, Sai usaba su representativo top en el pecho, pero esta vez de color blanco, unos pantalones de piel, color negro, con varios cierres y súper ajustados, junto a unas botas del mismo material y color, con un tacón de 3 cm. El cuervo también usaba su protector.

Los mafiosos los veían ligeramente sorprendidos, más a Sai, si antes parecía de esos que bailaban en burdeles... ahora se parecía a esos que se venden en las esquinas por horas.

Pero cierto pelirrojo y azabache no se quejaban.

-¿Cuándo compraron la ropa-Kora?- preguntaba el militar.

Los ninjas sonrieron.

-Ayer, cuando se estaba organizando la fiesta de Chrome-chan...- explicaba el menor.

-Vaya, debo admitir que les sienta muy bien- halagaba Aria, guiñándoles un ojo.

-Jeje, gracias- respondía Konohamaru, ligeramente sonrojado.

-Pues yo creo que nuestro chef parece un prostituto- comentaba Aldeid sin emoción.

-¡Eh!, no… no digas eso- regañaba el pelirrojo a su querida amiga, más esta no le hizo caso y observo fijamente al pintor.

Y este también la miraba fijamente, causando que todos se tensaran.

Pero el ninja solo sonrió luego de unos minutos.

-¿Será que compré las botas que a usted le gustaba Aldeid-san?- preguntaba con ligera burla el cuervo.

Ante esas palabras todos giraron a ver a la mano derecha de Shimon, y notaron que su rostro se encontraba rojo, lo malo es que no sabían si era de ira o vergüenza.

-¡Maldito idiota!, ¡No te hagas el tonto, yo las deje apartadas con el trabajador, esas botas son mías!- reclamaba la mujer como una niña pequeña, ocasionando que todo el comedor estallara en risas, hasta que…

-¡HIEEEEEE!

Después de eso se escucharon fuertes pasos y una puerta abierta por la fuerza.

Sai y Konohamaru estaban dispuestos a lanzarse a cualquier cosa pero…

-Kufufufu, tranquilos, no pasa nada- decía una divertida niebla.

-Pero… Tsunayoshi acaba de gritar, ¿Y si está en peligro?- decía preocupado el Neko.

-Esto… el Boss suele gritar mucho, así que no se preocupen- decía una jovencita con cabello de piña.

-¿Están seguros?- preguntaba ahora el pintor.

-Jajaja, por supuesto, Tsuna siempre es así- comentaba un divertido Yamamoto.

-¡Si!, ¡Tsuna-nii es un gritón!- decía una Vaquita.

-¡Callate mocoso, ni que tú fueras más callado que el Décimo!- vociferaba la tormenta.

-¡USTEDES DOS GRITAN AL EXTREMO!- se unía el sol.

-Nufufufu, el burro hablando de orejas- comentaba bajito el de ojos violetas.

-Ciertamente- apoyaba Gamma.

-Todos son unos herbívoros inútiles- insultaba la nube.

Después de eso pudieron escuchar como unos pasos se acercaban y todos pusieron especial atención.

Los mafiosos esperando ver la nueva apariencia del kitsune rubio y los ninjas esperando ver un enemigo.

Al final la puerta del comedor se abrió y dejo ver a los mafiosos lo que tanto habían estado esperando.

Naruto tenía puesto un pantalón de mezclilla ligeramente entubado de color negro, una camisa blanca, casi transparente que dejaba ver sus músculos marcados y una chamarra negra, con ligeros toques de naranja y blanco, junto a unos Converse negros con naranja. Al igual que sus amigos, él también traía puesto su protector.

Varios se quedaron asombrados con el rubio, ya que parecía un gamberro o un delincuente de las calles con ese aspecto, pero siendo sinceros, ese tipo de ropa le favorecía e iba acorde con su personalidad.

O al menos, eso pensaban todos.

-¿Sabes que fue aquel grito, Jefe?- preguntó Konohamaru al ver que su querido maestro se sentaba a la mesa con el resto.

El nombrado solo se encogió de hombros.

-Fui a ver lo que le pasaba, pero no me quiso decir, dattebayo- comentaba tranquilamente el kitsune.

No entendía por qué el pequeño no le tenía confianza, ¿Acaso le había hecho algo malo?, que él recordara no había hecho nada así.

“Tal vez es porque casi no hablamos... mañana lo invitare a algún lugar, dattebayo” pensaba feliz el rubio.

Después de eso, el día transcurrió normal. A excepción por un capo que se la paso encerrado en su cuarto, totalmente deprimido.

_ A la Media Noche _

Todos se encontraban en la oficina del Hitman, exceptuando a los ninjas, los dos capos y al prefecto.

-Tío Reborn… ¿Qué quieres?- hablaba una somnolienta Yuni en brazos de su padre.

-Apresúrate, ¿quieres?, mi pequeña tiene que ir a dormir- hablaba de forma paternal Gamma.

-Hay~… tan lindo mi amor…- decía una enternecida Aria, mientras besaba la mejilla de su esposo.

-Nufufufu, dejen eso para después, veamos lo que quiere el Ex-Arcobaleno- decía un alvino a medio dormir.

-Oya oya, ¿No aguantas hasta la noche Byaku-chan~?- se burlaba un heterocromático, ocasionando que el alvino lo viera con lujuria.

-Nufufufu, no el por eso Muku-chan, te aguanto todo lo que quieras, préstame tu cuerpo y te lo compruebo… y de paso… te lo pruebo Nufufufu- respondía con lascivia.

El peli-piña solo se relamió los labios, ocasionando la vergüenza de su alumna.

-Mukuro-sama… por favor, no diga esas cosas…- comentaba la avergonzada niebla.

-Apoyo a Chrome-nee… le dan miedo a Lambo…- decía la pequeña vaquita, escondiéndose detrás del matrimonio.

-Estoy con la vaca estúpida, ya deténganse…- acotaba una asqueada tormenta.

-Yo no le veo ningún problema, por mí que sigan- comentaba una desinteresada Aldeid.

-Ma ma, solo déjenlos con su asunto y que Reborn nos diga para qué nos llamó- comentaba una nerviosa tormenta.

-¡ES….!

¡#PIU#! (Si, mis efectos de sonido son malos XD)

El sol iba a empezar con sus típicos gritos “Extremos”, pero para suerte de todos, el Hitman le había disparado con su pistola verde y silenciador, antes de que pudiera hacer un alboroto que despertara a todos… o al menos a los que aún dormían.

-Bien, como todos quieren saber porque los cite aquí y a esta hora, se lo diré claro- decía el Hitman, escondiendo la mirada bajo su fedora y captando la atención de todos- Tres idiotas de la familia están enamorados y ustedes lo saben muy bien, y también saben, que las personas de las que están enamoradas, no les hacen ni el más mini no caso.

-Se refiere al Décimo, Enma-san y la novia de la disciplina, ¿verdad?- comentaba la tormenta tranquilamente.

El hitman solo asintió.

-Oya oya, ¿Y qué quieres hacer Ex-Arcobaleno?- preguntaba una divertida piña.

El hitman solo sonrió malicioso.

-¿No les gustaría ayudar a sus jefes y de paso ayudar a la hambruna de culos del carnívoro?- comento con diversión.

Muchos sonrieron animados con la idea de ayudar a sus amigos, otros lo hicieron de forma maliciosa con la idea de divertirse o vengarse un poquito, y otras más, sonreían de la forma que solo una fujoshi lo hace, cuando sabe que pasara algo bueno.

-Nufufufu, ¿Y qué propones Ex-Arcobaleno?- preguntaba un animado hombre de ojos violetas.

El de patillas solo ensancho su sonrisa, y mostro una caja transparente con varios papelitos.

-En esta caja hay varios papeles con números, que será el orden en el que cada uno va a participar. El chiste de todo esto, es que cada uno tiene que idear un plan para que esos ninjas despistados se enamoren de nuestro “queridos amigos”. Cada uno tendrá una oportunidad cada semana y se llevaran a cabo cada lunes- explicaba.

Todos asintieron.

-Pero… mañana es lunes-kora…-comentaba el militar.

-Si, empezamos desde mañana, ahora tomen un papel- ordenaba el mayor.

Todos se acercaron con hasta el hitman e hicieron lo que este les decía. Varios rogaron por no ser los primeros, ya que todos querían ayudar a sus amigos, pero mañana no podrían tener listo nada.

Al final todos tomaron su papelito y los abrieron con mucho miedo.

-¿Quién es el primero?- preguntaba una alegre tormenta al ver su número.

-Yo soy el primero, al extremo…- susurraba bajito el boxeador, haciendo que todos se sorprendieran y asustaran, ya que no sabían que el alvino se encontraba despierto.

-¿Cuándo despertaste?- pregunto un asustado Yamamoto.

-Hace unos segundos Extremos…- volvía a decir en el mismo tono, sabía que si gritaba el asesino le dispararía de nuevo y la verdad… ya le estaba doliendo las balas del azabache.

El hitman solo sonrió malicioso.

-…Te lo encargamos…- susurro el de patillas con parsimonia, mientras salía de la oficina con total satisfacción en su rostro.

“Menos mal que Dame-Tsuna tiene seguro médico” pensaba el de patillas con diversión.

_ En Otra Habitación _

Un castaño se levantó de su cama sobresaltado.

-¿Qué pasa?...- se preguntó a sí mismo con sudor en la frente.

Luego de eso cerro los ojos y se concentró en sentir algo anormal fuera de la cabaña, como en un enemigo o Reborn tratando de dispararle mientras dormía.

Pero al no sentir nada extraño, se volvió a recostar en su cama… pero con un semblante muy preocupado y ojos llorosos.

-¿Por qué mi instinto me dice que tal vez mañana no salga con vida? TTnTT- pensaba totalmente deprimido.

_ Y en Otra Habitación _

Cierto rubio se encontraba sentado al filo de la cama, recargado en la cabecera de esta y con una libreta en mano, la que veía con mucha atención… igual que la noche anterior.

Con la diferencia, que la nota tenía otra cosa escrita, la cual decía:

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~
06 de Diciembre del año 4.

Puedo sentir como mi cuerpo se desgarra desde dentro. Mi cuerpo ya no puede soportar más el chakra de Kurama, si él no despierta, de verdad será nuestro fin…

A lo máximo, tengo tres meses y una semana para despertarlo… y sino, tengo que encontrar un buen lugar donde los chicos no me vean morir.

A partir de hoy… tengo los días contados, dattebayo

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Después de so las luces se apagaron… y la oscuridad reino.

Continuara…
Notas finales:

Espero les haya gustado, y no olviden sus RW 

^^

Chaos!


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