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La ironía de una apuesta II (sobrevivir sin ti) por Phantomrider89

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Notas del fanfic:

II parte de "La ironía de una apuesta"

By Andreas.

 

El invierno finalmente abrazó a Alemania es una época sin duda muy fría pero también hermosa gracias al blanco paisaje que nos ofrece la nieve al cubrir los enormes árboles y las amplias y hasta medievales construcciones o por lo menos aquí en Hamburgo lo es.

Me saqué un guante para poder agarrar con firmeza el cigarrillo que acababa de llevar a mis labios y miré al frente. Faltaban al menos unos 20 minutos antes del inicio de la primer clase. Siempre que usaba transporte público llegaba muy temprano pero no me quedaba opción pues hace una semana que Bill había dejado de pasar a mi casa por mí. En esa semana sin embargo, sólo lo había visto en clases 3 veces y en más de una ocasión había intentado abordarlo para preguntarle qué le ocurría pero no tenía éxito; parecía de pronto ajeno a este mundo, completamente aislado y hermético en sus sentimientos pues no sólo yo sino todos sus amigos habían dejado de tener contacto con él. Me sentía preocupado y sin embargo no podía hacer nada al respecto sí él no lo deseaba.

Hundí la punta de mi bota derecha en la nieve que rodeaba la banca en la que me encontraba sentado y comencé a garabatear en ella cosas sin forma. De pronto una conocida voz me envolvió y me hizo girar en automático. -Hola ...Andy -justamente era Bill, solté el humo por la nariz y le hice espacio en la banca, se sentó y apagué el filtro- Habías estado muy perdido últimamente, estaba preocupado. -Lo... Siento.

Había algo diferente en él... No se trataba de que llevara el cabello planchado y bajo un gorro de estambre ni de que apenas tuviera un ligero toque de maquillaje. Era más bien algo en su actitud, parecía que le hubieran sellado la boca algo (y sin exagerar) verdaderamente extraño en él.

Necesitaba tiempo a solas -habló al fin retomando el tema después de unos eternos segundos- No preguntaré más porque seguramente ya lo sé, el pelinegro soltó un prolongado suspiro asintiendo- oye ya no pienses en eso, ¡te invito un café! -Estoy mejor ahora Andreas, no te preocupes. Y acepto el café aunque no tomemos la primer clase.

Ambos nos pusimos de pie y comenzamos a caminar hacia la cafetería que quedaba a sólo una cuadra pero al dar vuelta a la calle casi se estrella contra nosotros un chico que corría en sentido contrario. -¡mierda! -exclamó y cuando nos miró se quedó petrificado al igual que nosotros- ...Lo siento -artículo Tom casi inaudible, miré en automático a Bill el cual retrocedió unos pasos con la cara completamente desconcertada- No... No deberían estar aquí -advirtió Tom pero Bill que pareció recobrar la postura avanzó con firmeza dispuesto a pasarlo de largo al igual que a su advertencia. Miré a Tom sin saber que hacer y entonces volvió a hablar- Alejense de aquí ya mismo o entren a la escuela pero no se queden aquí. -¿Qué pasa? -pregunté al tiempo en que sostenía a Bill por el brazo para que no continuara avanzando- Regresó... él, él regresó... - El... Alfa? -Andreas por favor quedense en la escuela y no salgan hasta pasadas las 10 de la mañana. -La expresión de Bill volvió a cambiar parecía asustado. -cogí su brazo y corrí con él de vuelta a la preparatoria sin ver que sucedió con Tom luego de haberse quedado atrás.

 

¿Y ahora qué? -estábamos sentados en una banca de los jardines traseros de la escuela, a pesar de los guantes Bill frotaba sus manos y tiritaba de frío- ¿más porros? -volvió a preguntar -Sí.. -Esta vez era más que eso pero no lo quería alarmar, mucho menos por cómo se encontraba ahora.

¿Por qué nos avisó? Es un idiota que se preocupa sólo por él mismo. -mordí mi labio- quería hablar pero no podía; cada uno vivía su propia mentira y yo era el único testigo de la verdad.

 

-Flash back-

Bill tomó la mochila de mala gana y se levantó, sin decir más caminó hacia el estacionamiento. -¡Bill regresa! No es nada pertinente que lo busques justo ahora. -A pesar de que lo seguía a sólo unos cuantos metros él parecía no escucharme o simplemente me ignoraba. Corrí hasta un bus que acababa de hacer parada frente a la escuela. Llegué al centro, bajé del bus y corrí unas 3 calles más hasta situarme frente a la puerta de la casa de Tom, mi respiración estaba acelerada pero tenía que anticiparme a Bill para que Tom no malinterpretaera las cosas.

Tom abrió la puerta y me miró -Andreas?! Qué coño haces aquí? -quiero... -Bill -Qué? pregunte a Tom pero en lugar de recibir alguna respuesta me jaló del brazo haciéndome entrar en su casa- ¿qué diablos fue eso? -pregunte más que desconcertado- Bill viene hacia acá. -¡oh sí! Justamente vengo a hablarte algo respecto a... -el timbre sonó y Tom frunció el ceño- será después, ahora ve a la cocina. -Pero Tom... -¡ya mismo joder!

 

Desde donde estaba no se escuchaba gran cosa pero ya sabía de antemano todo lo que venía.

Tom volvió a la cocina y de inmediato lo interrogué. -Entonces... ya sabes de la apuesta. -ASí es. -¿Y Bill, sabe de la tuya? -Se acaba de enterar. -Pero... ¡Tu no aceptaste hacerlo! -Es mejor que piense que el patán soy yo. -Sé que no eres malo Tom... -¡Escucha Andreas! Tu no dirás ni una palabra de esto; por tu bien, sólo dejalo pasar. -Ustedes podrían... -Tom comenzó a juguetar con la punta de su navaja de bolsillo al tiempo en que mencionaba- te lo pondré más fácil... Bill no lo sabe pero yo aún no olvido que eras un león. ¿Que pensaría Bill si... Si sólo supiera que fuiste su amigo por conveniencia? -tragué en seco- además tu me conoces Andreas -deslizo la fría hoja de la navaja por mi cuello sin cortar- soy capaz de mucho porque la muerte no me asusta, de hecho la encuentro fascinante al no tener nada en la vida por lo cual vivir.

Me tenía en la palma de su mano. -¡Vete de mi casa ahora! -guardó su navaja y avancé hacia la salida- Ambos están en un error -mencioné antes de salir.

 

-Fin del Flashback-

 

¿En qué tanto piensas? -preguntó Bill- Eh... Nada. Vamos a clases.

 

Tomamos con normalidad las 4 primeras clases aunque mi amigo parecía encontrarse divagando en algún otro lugar.

¿Qué pasa Bill? -él me miró con los ojos entrecerrados y susurró- Necesito un café o acabaré frito en plena clase de literatura. -Pero se supone que no debíamos salir hasta pasadas las 10. -¡vamos Andreas no pasará nada! Además ya son las 10:30.

 

Durante el cambio de clase salimos de la escuela y caminamos una vez más en dirección a la cafetería; para nuestra mala suerte estaba cerrada. ¿Ahora qué? -Vamos aunque sea por uno de máquina sugirió Bill.

Escogí un capuccino y Bill optó por uno expreso sin azúcar. Caminamos hacia el parque y nos sentamos en la banca en la que nos habíamos encontrado esa misma mañana. De pronto pasaron frente a nosotros un par de chicos que llevaban cargando a un tercero. -¿Quién es? -exclamó Bill un tanto preocupado- ¡Príncipe! -mencionó otro de los sujetos (el cual no reconocí) mientras se aproximaba a nosotros dándonos total visión al hombre inconsciente.... Era Tom.

¿Pete? ¿Qué sucedió? -interrogó Bill pero fue interrumpido por Samantha- ¡Pete muevete! te necesitamos aquí. -Voy en un segundo. -El casi rapado volvió a mirar a Bill- Mejor dicho ¿qué sucedió contigo príncipe? No nos visitas hace mucho -Bill se mantenía callado, absorto mirando al Tom desmayado y golpeado que llevaban cargando así que hablé por él- ¿Qué sucedió con Tom? -Pete soltó un prolongado suspiro.

Notas finales:

Hola ¿qué tal? Hace mucho no nos leíamos x3 les traigo la segunda parte de "La ironía de una apuesta" porque note que muchos se quedaron como de: WTF!! ese es el final? Bueno tengo algo mejor preparado para esta segunda parte, de principio a fin así que espero con ansias sus comentarios (:


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