Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Momento indicado por Megane Michiru-chan

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Otro experimento super crack, como la mayoría de lo que hago esoeri kes guste

Notas del capitulo:

Otro crack que fue inspirado hace tiempo cuando estaba leyendo una de las historias de mi querida Yuusei, por fin me dí el tiempo de desarrollarlo y ha quedado esta primera parte espero lo disfruten.

Ya saben Kuroko no basket y sus personajes pertenecen a Tadatoshi Fujimaki yo solo los visualice en otro papel sino imagínense que trauma, puro drama conmigo.

Mal momento

Abría los ojos lento, veía la luminosa y desconocida habitación, paredes blancas, aunque con algunas líneas en diseños que simple vista parecían no tener forma pero que le daban un toque decorativo y elegante a la habitación. Un ventanal enorme, era el que dejaba pasar tan intensa luz sin que esta fuera directa del sol, era luz del día solamente, le dolía la cabeza, aunque más que doler, le punzaba y sentía algo de nauseas producto de la resaca

Se removió bajo las sabanas, dándose cuenta del detalle que hasta este momento había pasado por alto: estaba desnudo. Volteó alrededor, no vio su ropa en ninguna parte, no sabía dónde se encontraba ni recordaba cómo llegó ahí.

Se levanta enrollado en la sabana, espera sentir el lacerante dolor en su espalda baja que normalmente viene después de haber tenido sexo, pero el dolor nunca llega ni siquiera siente incomodidad, lo que indica que no hubo tal cosa y le hace intrigarse aún más, desnudo en una habitación que no conoce, cualquiera pensaría que se acostó con alguien en esa alcoba, no recuerda mucho de la noche anterior pero si lo suficiente, la tristeza le llega de golpe al recordar aquello que le orillo a embriagarse hasta perder la conciencia.

.

.

.

.

.

Su representante lo convenció de modelar aquella ropa casual debido a que el contrato se lo darían única y exclusivamente al joven modelo de veinticinco años, Kise Ryouta, no querían otro modelo. La persona que lo había pedido hizo el negocio por medio de su abogado sin presentarse directamente como siempre. La marca era una muy reconocida internacionalmente hablando y eran muy populares, cualquier modelo mataría por uno de sus contratos y a pesar de que también contrataban modelos de otras agencias en una que otra ocasión, Ryouta siempre era quien más aparecía en sus catálogos de temporada, ya sea con trajes, ropa casual e incluso trajes de baño.

Esa línea de ropa contaba con varios diseñadores y era uno de ellos el que exigía que sus diseños fueran modelados únicamente por el Rubio, el contrato se firmaba por adelantado y de una a dos semanas después era que se realizaba la sesión con el mismo fotógrafo igualmente contratado por exigencias de la misma persona.

Kise entraba al camerino exclusivo que le proporcionaban cada que se presentaba a una de esas sesiones.

- Hola Mibuchi-san – saludó el rubio a su maquillista, serio, como solo en algunas ocasiones lo era, ya que, si había en algún lugar del mundo algo que le intimidara, eso era la inmensa belleza de Mibuchi Reo, su cabello negro, sus largas pestañas, su porte, todo de él. Y Reo era siempre el maquillista que la empresa proporcionaba para esos contratos especiales.

- No me llames tan formal Ryouta-chan, ya tiene tiempo de que nos conocemos, por favor solo dime Reo – Le contestó con una sonrisa, amable como solo el podía serlo

- No puedo, no sé por qué – y es que se le hacía prácticamente imposible, si lo intentaba se le atoraban las palabras

Una vez terminó de arreglarle, salieron al set para que iniciara la sesión. Ya en el set con cámara lista y todo estaba su gran amigo y fotógrafo para estos casos, Takao Kazunari.

- Hola Takaocchi tenía tiempo sin verte – dijo mientras atrapaba a su amigo en un fuerte abrazo

- Si, generalmente solo nos vemos para estos trabajos – contestó el de ojos azules con una sonrisa mientras correspondía el abrazo

- Mooo, es tu culpa por irte del otro lado del país a seguir a tu novio

- No puedes culparme, Shin-chan fue el que decidió hacer el proyecto del hospital hasta allá –contestó Takao ya una vez siendo liberado de los brazos del rubio mientras Mibuchi los miraba a una distancia considerable, le encantaba la felicidad que Ryouta irradiaba cada vez que veía a sus amigos y sabía del afecto especial que le tenía a Kazunari.

- Te perdono pero sólo porque nunca pensé que Midorimacchi fuera tan altruista como para construir un hospital en medio de la nada para personas de escasos recursos

- Si, mi Shin-chan tiene un corazón enorme aunque lo disimula muy bien con su tsunderismo – decía Takao riendo mientras se alistaban para comenzar a trabajar.

Comenzaron la toma de fotografías que a Ryouta le salían más naturales que de costumbre, se notaba su felicidad a kilómetros de distancia. Platicaban y reían mientras en la sesión las fotos fluían como agua, Kise ya tenía años de experiencia y en estas condiciones se sentía al mil por ciento de su capacidad.

Tras una buena cantidad de fotografías tomadas, muchas risas y varias horas de trabajo, se dieron un pequeño descanso.

- Kise-chan estas más alegre de lo normal, ¿hay alguna buena noticia que quieras compartir conmigo? – Le preguntó Takao mientras le picaba las costillas al rubio que solo se retorcía y alejaba entre risas, parecían aun estar en preparatoria aunque ya hacía mucho tiempo de eso.

- Bueno Takaocchi - el rubio se sonrojo, Reo se acercaba a ellos, había ido por sus cosas para retocar el maquillaje de Ryouta – es solo que por fin Aominecchi y yo nos mudamos juntos

Apenas hubo pronunciado esas palabras se escuchó un gran estruendo traes ellos, ambos voltearon debido al ruido y vieron a Reo recogiendo sus cosas del piso, ambos chicos se pararon para ayudarle pero algo en su semblante había cambiado, terminado de recoger pudieron terminar de arreglar al rubio para continuar con la sesión de fotos terminando con la misma una hora antes de lo planeado.

Ryota recogió sus cosas y salió corriendo, agradeciendo por el esfuerzo, salir una hora mas temprano implicaba ver a su novio más tiempo antes de ir a la cama como todas las noches desde hace dos meses que vivía con él.

Salió disparado del set a tomar un Taxi para llegar aún más rápido a su casa, necesitaba verle, necesitaba estar con él. Pero su mundo se vino abajo cuando llegó a su apartamento. La puerta no tenía seguro, entró y vio unos zapatos que no reconoció junto a los del oficial – ¿tenemos visitas? – Pensó para sí mismo dejando sus zapatos y entrando al lugar, no había rastro del moreno ni en la sala, ni en la cocina, ni en el comedor, un ruido extraño llamo su atención, siguió el sonido hasta la entrada de su habitación donde lo escuchó más claro y no solo los jadeos y gemidos tras la puerta, sino también el sonido de su corazón rompiéndose al reconocer de quien era la otra voz que escuchaba. Estuvo ahí un par de minutos en shock, ¿Cuándo había regresado¡? ¿desde hace cuánto Aomine le ponía el cuerno con él? ¿Desde hace cuánto le veían la cara? Volvió a la realidad sólo tras escuchar a su novio hablar - ¡Ah! Ryou – esa fue la gota que derramó el vaso, esas palabras que tantas veces habían sido dirigidas a él, nunca entendió por que solo en la cama le llamaba de aquella forma o tal vez no quería verlo, no quería saberse llamado por otro nombre mientras el se entregaba por completo a su pareja. Abrió la puerta de golpe sólo para que el moreno no pudiera decir o insinuar que estaba alucinando, como lo había hecho antes para salir del problema. Como cuando después de que empezaron a salir vio a su novio tratando de besar al castaño, o dos años después en el cumpleaños del moreno cuando lo encontró metiendole mano en la cocina durante la fiesta, siempre fue así hasta que el castaño se fue a estudiar gastronomía al extranjero

- No se detengan por mí – dijo molesto – solo vine por unas cosas que olvidé – tras decir esto se dirigió al armario de dónde sacó una maleta, siempre la tenía hecha por que a veces le hacían viajar sin avisarle con anticipación, tomó la maleta y salió a toda prisa de la habitación, del apartamento y de su vida.

Estaba tomando un taxi a las afueras del edificio, cuando sacó su teléfono para hacer esa llamada – Takaocchi ¿aun estás en la ciudad?

- Si, Kise-chan, ¿pasó algo?

- Necesito hablar con alguien

.

.

.

- Aomine-san ¿no deberías ir tras él? - Habló el castaño que seguía en la cama mientras Aomine veía por la ventana

El de ojos azules lo miró a los ojos, a lo que Sakurai comenzó a disculparse una y otra vez por sus comentarios.

- No Ryou, así está bien, debía enterarse de todos modos, tal vez fue mejor así; de todas formas yo prefiero que seas tú quien este junto a mí – el moreno susurró en su oído mientras volvía a la cama con él de ojos chocolate

No sabía si lo del rubio había sido bueno o malo, por fin Sakurai había vuelto y después de mucho rogarle había logrado convencerlo de que la diera una oportunidad y llega el modelo a encontrarlos en esa situación, era un momento de lo más inoportuno, de todos modos pensaba terminar su relación con él ahora que tenía al amor de su vida de vuelta, pero no era su intensión que terminara de ese modo

.

.

.

.

.

Del otro lado del teléfono dos chicos de cabello negro se miraban algo impresionados.

- Al parecer tendremos compañía Reo-chan – habló el de ojos azules

- ¿Quién más viene? – preguntó el de cabello negro y ojos verdes

- Kise-chan – fue su respuesta

- Pero Kazu-chan. No creo que sea buena idea, yo no…

- Lo siento Reo-chan, se lo que sientes por él pero de verdad no lo escuche muy bien, y dijo que necesitaba hablar con alguien y yo me voy a primera hora de la mañana y... por favor - ojos de cachorro bajo la lluvia, el arma letal de Takao Kazunari, nadie podía negarle nada, si ni su novio lo hacía mucho menos podría hacerlo Reo

Reo suspiró, Kazunari era el único que sabía de sus sentimientos por Kise, además de la identidad detrás del maquillista que el modelo conocía como Mibuchi Reo

- Esta bien Kazu-chan, sabes, a veces te envidio

- ¿por qué?

- Te llevas tan bien con él, y te llama en momento difíciles, y te cuenta todo, a mí después de estos años aun me llama por mi apellido

Takao sonrió, si Reo supiera que eso era por que admiraba su belleza tanto que se sentía irrespetuoso llamándolo de otra manera, seguro desmaya.

- Vamos al bar y ahí lo esperamos – Habló Takao para después tomar a Reo por la muñeca y esperar al rubio ya con un trago listo

.

.

.

.

.

Horas después e incontables tragos encima

- Kise-chan ¿no crees que has bebido demasiado? Además aun no me dices que es lo que te tiene así

- Me engaña, Takaocchi – Dijo el rubio mientras recargaba su frente en el mesa con los dos azabaches observándolo

- Como que te engaña, ¿Quién? No me digas que…

- Aominecchi... él volvió... yo los encontré en la cama... en nuestra cama – las lágrimas del modelo comenzaban a salir

- Kazu-chan creo que es mejor seguir esto en mi casa, aquí Kise esta llamando mucho la atención – Reo notó las miradas curiosas sobre ellos, si alguien reconocía al modelo, podría causar un problema en su carrera

- Tienes razón Reo-chan, vamos Kise-chan levántate – dijo mientras pasaba un brazo por la cintura del rubio y lo obligaba a apoyarse de él para levantarse, a su vez Reo hacía lo mismo del otro lado del chico, ellos habían bebido pero no a tal extremo.

Afuera mientras Takao llamaba al sitio de taxis, Reo sostenía al rubio por su cuenta

- Ryouta-chan agárrate de mí sino esto es más difícil – Reo batallaba recargado a la pared para poder sostener al rubio, hasta que por fin éste le hizo caso y paso uno de sus brazos por sobre sus hombros

- Reo-san eres hermoso – Hablo el rubio viéndolo a los ojos, sorprendiéndolo ya que por una vez en la vida, había escuchado su nombre salir de sus labios, y lo que vino después lo dejó en shock. Y como no estarlo, estaba enamorado de ese chico desde hacía años y de un momento a otro lo estaba besando, y no cualquier beso, era uno intenso uno que le hacía perderse en el sabor dulce de sus labios y ligeramente amargo de su saliva por la enorme cantidad de alcohol ingerido, pero no por ello menos delicioso de lo que jamás había soñado.

Kazunari los veía con la boca abierta, entre sorprendido y emocionado, sorprendido por como se devoraban ese par y emocionado por que ese beso era sensualidad pura, la belleza de ambos, el movimiento, sus ojos cerrados, esa imagen valía oro, tomó discretamente una foto con su celular antes de despegar… perdón separar a sus amigos que parecían querer comerse.

Subieron los tres al taxi indicando la única dirección a la que podían ir a eras horas de la noche, la casa de Reo, o una de ellas, la que más le gustaba. De camino el rubio calló dormido prácticamente inconsciente.

.

.

.

.

.

- Kazu-chan tus cosas están en la habitación a fondo como siempre, mañana tienes que tomar el tren a primera hora y ya es casi media noche, Midorima me golpearía si te mando todo agotado

- No te preocupes Reo-chan pero tú… ¿estarás bien? – dijo dirigiendo su mirada al rubio que se encontraba profundamente dormido en los brazos de Mibuchi

- Tranquilo yo me encargo de cuidar a Ryouta-chan y en unas horas te despierto para llevarte a la estación, de todos modos tu maleta ya estaba lista ¿no?

- Si, ya había dejado todo preparado, me gustaría poder quedarme más días – volteo de nuevo a ver al rubio - ¿Qué diría Kise-chan si supiera que cada que vengo a trabajar me quedo en tu casa?

- No sé, tal vez lo mismo que dirá cuando se entere de que yo soy el diseñador que siempre los reúne en ese trabajo – dijo mientras se acercaba a la habitación para recostar al modelo en la cama, siendo seguido por Takao

- Eso es algo que te agradezco mucho, de no ser por estos trabajos, no sé cuándo tendría oportunidad de verlo

- No me agradezcas, ustedes hacen un trabajo excepcional para mi línea de ropa, las sonrisas de Ryota-chan son genuinas contigo cerca además de que tus fotografías son hermosas, siempre capturas el lado correcto, la emoción adecuada, los efectos en tus fotografías magnifican mi trabajo - dijo mientras acariciaba los cabellos del modelo antes de salir de la habitación con su otro amigo. Kazunari sonreía nada en toda su carrera se comparaba con la foto que acababa de tomar.

- Y cuando planeas decirle

- Pronto, pero no hoy ni mañana, está pasando por un momento difícil, no puedo creer que ese animal haya…

- No te enojes, Kise ya lo sabía desde antes

- ¿A qué te refieres?

- La historia te la tiene que contar él, yo solo puedo decirte que era de su conocimiento el hecho de que Aomine estaba enamorado de alguien más, él ya se lo había dicho cuando Kise-chan le confeso sus sentimientos pero no le importó, Kise-chan creía que podría hacer que Aomine se enamorara de él.

- Pero ¿Por qué? ¿Por qué alguien como Ryouta tendría que limitarse a vivir con las migajas de alguien? Esa relación lleva años

- Esa fue la decisión de Kise-chan, cuando me lo dijo yo traté de convencerlo de que terminara con ello pero se negaba a hacerlo y fue por eso que nos distanciamos, de no haber sido porque tú nos reuniste en esa primera sesión antes de graduarte como diseñador, tal vez nunca hubiéramos hablado de nuevo

Reo abrazó a su amigo, recordaba ese que sería su proyecto final.

: : : : : Flashback : : : : :

Tenía sus diseños pero necesitaba presentarlos además de hacer un catálogo donde los mostrara eso era lo que le pidieron para graduarse, tenía talento, por eso la beca que le habían ofrecido en para estudiar en Milán desde preparatoria, abandonando al equipo de basket y a sus amigos en su tercer año y hasta la universidad. En ese momento al contactar a Seijuurou para que le recomendara que hacer no se imaginó que casualmente el pelirrojo fuera amigo de un modelo y mucho menos que el mejor amigo del pelirrojo fuera novio de un chico que estudiaba fotografía en la universidad, después de resolver el lio que se armó para que los tres pudieran coincidir por fin se realizó esa primera sesión, Reo no quiso ningún maquillista externo, él quería encargarse personalmente de esos detalles para asegurar que su trabajo saliera como él lo esperaba. Cuando conoció a Ryouta inmediatamente quedó asombrado ante su hermosura, sus cabellos rubios, ojos ambarinos, pestañas largas, su complexión perfecta y lo recordó, de aquella época en la que jugaba basket dejando el alma en la cancha, pero al parecer el chico no tenía idea de quien era él, un poco decepcionante. Las fotografías de Kazunari fueron en éxito, su catálogo fue una maravilla que invitaba a ver los diseños físicamente para poder creer tan maravilloso trabajo, las texturas y él movimiento parecían salir de la imagen tras cada fotografía y el porte de Kise hacía que cada diseño reluciera en todo su esplendor.

A finales de ese año Reo se graduó iniciando en una famosa línea de ropa para seis meses después comenzar con la propia, en la cual ayudaba a otros diseñadores talentosos a impulsar sus carreras y dándose el lujo de escoger a su modelo predilecto y al mejor fotógrafo para que su línea de ropa prosperara.

Uno de sus anteriores amigos se había convertido en un excelente abogado y era el que se hacía cargo de que pudiera realizar contratos con el rubio y su empresa manteniéndose en el anonimato y participando como maquillista más que nada para asegurarse de que todo marchaba como él quería, nunca creyó que se enamoraría del modelo rubio, pero es que tras conocerlo mejor vio la sencillez que le acompañaba, la sinceridad con la que se expresaba y la honestidad de su persona, su belleza interna magnificando su belleza física y cayó ante él, un golpe grande saber que tenía pareja, agradeciendo hasta el infinito haberle preguntado a Kazunari su opinión antes de declarársele, los había escuchado hablar constantemente del joven policía, pero no fue hasta que le consultó a Kazunari acerca de sus posibilidades con el rubio, que este le había contado que ellos dos eran pareja. Así decidió quedarse en silencio pero manteniendo sus contratos con ellos para no solo verle de vez en cuando, sino también, para que su pasión y su empresa no se viera afectado por motivos personales.

: : : : : Fin del Flashback : : : : :

- Vamos Kazu-chan a dormir, yo me encargo del resto

- Sabes Reo-chan, estoy seguro de que él se fijará en ti, solo dale tiempo, cuando menos lo esperes será el momento

Reo le regaló una sonrisa a su amigo antes de mandarlo a la cama y volver con el rubio con una jarra de agua y un vaso a la mano, sabía que la sed que acompaña la ingesta de alcohol no tardaría en presentarse.

 

Notas finales:

Bueno esta es la primera mitad, alguna opinion, ¿alguien quiere saber el final?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).