-Anoche me besaste -dijo Jonghyun cuando estaba empezando a beberme un vaso de leche.
Abrí los ojos como platos y casi me ahogo al escucharle, al toser deseé haber escuchado mal.
Jonghyun no pudo haber dicho que le besé mientras estaba borracho. Y desde luego lo que me sorprendió no fue el hecho de besarle en sí, sino porque no recordaba nada.
-¿Qué? -pregunté intentando ganar tiempo mientras pensaba en que excusa darle.
Tenía toda una lista, ya había pensado que algo así podía suceder algún día y había preferido estar preparado.
Empecé a hacer la lista un día que estaba hablando con él de un tema completamente trivial, cuando de repente no pude dejar de pensar en las ganas que tenía de saltarle encima y besarle -y algo más-. Desde entonces cada vez que hablaba con él pensaba en como sería el tacto de sus labios. Por lo que empecé a idear excusas de emergencia, por si algún día no me era posible controlarme.
-Que me besaste en la boca -especificó.
Levanté una ceja y sonreí de lado. Como me gustaría poder acordarme de eso. Habría amado si alguien lo hubiera grabado.
-Estaba borracho -dije, y demasiado borracho, al parecer, porque ni siquiera recordaba haber regresado a casa.
-¿Y los borrachos no dicen siempre la verdad? Porque eso significa que te gusto, Key.
Y con una sonrisa que parecía ser de satisfacción se acercó a paso lento a mi.
Esa sonrisa me hizo fruncir el ceño, si realmente le hubiera besado dudo que estuviera tan feliz.
-Estás bromeando -lo entendí por fin.
Se sentó en la silla que tenía a mi lado mientras me penetraba con la mirada.
-Yo nunca bromeo con estas cosas.
Parpadeé un par de veces, confundido.
-¿Estás así de feliz porque te he besado? -pregunté con una semi sonrisa. -Entonces eso significa que soy un maravilloso besador -sonreí.
No sabía si era verdad o no, pero él no era el único que podía jugar a este juego. Por ello mi corazón se aceleró, Jjong había empezado a acercarse a mi, y yo ya podía sentir su maravilloso olor inundándome.
-Desde luego -concordó -. Pero creo que el que más impresionado quedó aquí fuiste tú, porque inmediatamente después del beso te desmayaste -se rió.
Bufé. Aunque realmente estaba feliz. Podía ir este fin de semana a emborracharme otra vez -sin pasarme -y volver a besarle con la misma excusa. Pero esta vez me quedaría lo suficientemente sobrio para recordarlo.
A pesar de que eso fuera bastante masoquista por mi parte.
-¿Desmayarme? -Pregunté antes de reírme, divertido -. Entonces tendremos que repetirlo, pero esta vez quien se desmayará serás tú -le guiñé un ojo.
Intentaba no parecer avergonzado, pero estaba seguro que el color de mi cara se asemejaba más a un tomate que a otra cosa.
Abrió la boca para decir algo y sentí como mi corazón se paralizaba un segundo, pero no supe lo que iba a decir puesto que Taemin apareció en la sala en ese momento.
-¡Buenos días Hyungs! -saludó.
-Buenos días -saludé sin apartar los ojos de Jjong, y él tampoco los apartaba de mi.
-¿Tienes grabación hoy? -pregunté.
Tae había hecho su debut en solitario y se pasaba la mayor parte del día fuera, grabando y promocionando Ace.
Jonghyun sonrió y lentamente se fue levantando del asiento.
-Sí -me respondió el maknae, logrando que por fin llevara mi vista hacia él.
Se encontraba en el otro lado de la mesa pelando una naranja. Al parecer no tenía ni idea de que nos había interrumpido ni de cómo nos estábamos mirando hasta hace un momento el dino y yo.
Jjong llegó hasta él y le abrazó por la espalda.
-¡Estoy muy orgulloso de ti! -dijo con una sonrisa -realmente soy el presidente de tu club de fans, no lo olvides.
Tae se giró en su silla y se levantó, abrazandole enérgicamente. En otras circunstancias no me habría importado, pero después de como nuestras miradas se habían conectado solo un rato antes, ese abrazo me dió a entender que Jonghyun solo tenía ganas de jugar con todos hoy.
Por lo que, totalmente celoso, me fui a mi habitación.
Cogí mi móvil y me dispuse a jugar un rato al primer juego que encontré. Para mi desgracia no pude matar ni un solo zombie dado que mi estúpida mente no dejaba de pensar en Kim Jonghyun alias el dinosaurio enano.
Suspiré frustrado mientras escuchaba la puerta abrirse.
-Vete -dije a quienquiera que estuviera entrando.
-Esta también en mi habitación -se defendió Minho. -Además de eso, tengo que hablar contigo.
Le miré de reojo mientras disparaba con un dedo intentando matar al menos un dichoso zombie, sin conseguir nada, obviamente.
Minho, quien normalmente se tiraba a su cama nada más entrar o se cruzaba de brazos con actitud arrogante mientras me contaba cuantas idols se le habían declarado esa semana, esta vez al sentarse en el borde de su cama, apoyó su antebrazo en las piernas, quedando así inclinado hacia mi. Su cara era bastante seria, como pocas veces se le veía dentro del dormitorio.
-No puedo, tengo algo importante entre manos -levanté mi móvil para enfatizarlo.
Levantó una ceja.
-A ver si adivino.... Estás jugando a algo con lo que puedas matar o romper cosas para liberar estrés. -sonrió con satisfacción, sabiendo que había acertado.
Bufé enfadado.
-Entonces déjame liberar estrés en paz -ordené.
-Sé quien te gusta -soltó de repente ¿Por qué de repente todos sabían cosas de mi? Fruncí el ceño -, sueles declararte en sueños y siempre dices su nombre -explicó -. Y si mi consejo te sirve de algo.... Declárate, pero esta vez en la vida real, no en tus fantasías. Sabes que a él le gustan las personas directas.
Me quedé en silencio ¿Realmente lo sabía?
-¿Qu-Quien crees que es?
Hizo una mueca
-No quiero decirlo en voz alta porque se por experiencia que aquí las paredes tienen oídos, pero sé que su estatura es así -puso su mano casi al nivel del suelo. El enano. Sabía que me gustaba el dichoso y malditamente perfecto enano-. Eso debería dejártelo claro -se rió y por un momento casi se me contagia.
-Pero es hetero -me quejé.
Por un momento me odié a mi mismo por no ser capaz de mantener mis sentimientos en secreto.
-¿Te ha dicho alguna vez que lo sea? -preguntó
-¿Le has visto alguna vez con un hombre? Porque, que yo sepa, todas sus relaciones han sido con mujeres. -Contraataque.
Relajó su postura, como si eso fuera fácil de responder.
-Tu podrías ser el primero. -Nos quedamos un rato en silencio, hasta que él volvió a hablar - Kibum, tu siempre has sido un maestro en esto de las parejas, no entiendo porque te cuesta tanto con él.
Claro que me costaba. Era un miembro de un grupo del que no podría separarme nunca, ni aunque dejáramos de pertenecer a “SHINee”. Siempre estaríamos los cinco, y si me declaraba siempre habría un ambiente incómodo entre los dos.
-Porque se que cuando a él le gusta alguien, no duda en decírselo, aunque sepa que va a ser rechazado -hice una pausa-. Y Minho, cuando él me dice o hace algo remotamente parecido a una declaración, es solo cuando hacemos fanservice.
Minho se levantó y dijo:
-¿Estás seguro de eso? -e inmediatamente se dirigió a la salida.
Pero antes de cruzar la puerta, se detuvo un momento y se giró a mi.
-Y si estás así por celos debido a Taemin, no tienes que preocuparte, está saliendo conmigo -me sonrió antes de cerrar la puerta a sus espaldas.
Dejé el móvil en mi cama y salí yo también.
Agua fría, siempre me venía bien un vaso cuando estaba celoso o estresado -o hambriento por la dieta-.
Malditos celos, maldito Lee Taemin y su maravilloso pelo rubio, maldito Kim Jonghyun y su afán por el skinship.
-¿Quieres acabar con el agua del planeta? -preguntó el centro de mis problemas.
Su voz no sonó muy lejos de donde yo me encontraba, a pesar de eso, no quise girarme.
-El agua va bien para la resaca -expliqué a Jonghyun mientras llenaba otro vaso.
-Ahh, sí, anoche bebiste tanto que me dijiste que te gustaba alguien de SHINee.
Suerte que en ese momento ya había acabado de beberme el vaso, porque no tengo duda que de no ser así me habría atragantado.
-¿Te dije algo más? -pregunté sin querer mirarle.
-Nada más aparte del beso. -se acercó a mi por la espalda y con sus brazos a los lados de mi cuerpo, me dejó atrapado entre su cuerpo y la encimera.
Odié esa postura, la odié porque mi corazón empezó a bombardear demasiado rápido, mi respiración se aceleró y de repente hacía demasiado calor.
-Kibum -susurró-, necesito saber quien es -hizo una pausa -, por favor, necesito saber si me besaste porque estabas tan borracho que confundiste con alguien o si....
Dejo las palabras en el aire, pero sabía lo que quería decir: "o si soy yo"
-¿Por qué quieres saberlo? -pregunté.
Su pecho pegado a mi espalda no me permitía pensar. Su respiración en mi cuello hacia que mi cordura se encontrara en una cuerda floja.
-Por favor. -Se limitó a decir.
-¿Por qué? -volví a preguntar.
Me giró delicadamente, y pronto tuve su cara a escasos milímetros de la mía.
-Porque te he escuchado hablar con Minho, así que le he descartado a él. Quedamos 3: Jinki Taemin y yo ¿Quien es?
-¿¡Estabas escuchando!? -pregunté enfadado.
Le empujé y salí de ahí.
No porque estuviera realmente ofendido porque lo escuchara -yo mismo muchas veces escuchaba a hurtadillas las conversaciones de los demás por puro aburrimiento, además no solíamos guardarnos secretos -si no porque no quería responder a su pregunta.
Lee Jinki era mi confidente, la persona a la que acudía cuando tenía algo que no le podía contar a Jonghyun, como que estaba enamorado de él, por ejemplo.
Lee Taemin era mi hijo, ese que acababa de debutar en solitario y ya era todo un hombre, pero que yo siempre vería con cariño como si continuase teniendo 13 años de edad.
Kim Jonghyun, por otra parte… podría decir diez mil cosas buenas acerca de él. Como que amaba la libertad que tenía para expresar lo que sentía. Él era perfecto y ese era el problema.
****
Pasó una semana y yo seguía evitando tanto como podía a JongHyun, durante ese tiempo tuve suerte porque nuestros horarios no coincidían, por lo que fue relativamente fácil. Lo difícil llegó el miércoles, día de ensayo
Con un poco de suerte podría estar con Jinki y pasar desapercibido.
Antes de entrar me di cuenta de que el líder se encontraba en el marco de la puerta, esperándome ¿Se había enfadado porque era el último el llegar?
Me hizo un gesto con la cabeza para que le siguiera, no nos alejamos mucho pero sí lo suficiente como para que no nos escucharan.
-JongHyun ha hablado con Kai -informó -me lo ha dicho MinHo esta mañana.
Fruncí el ceño ¿Por qué iba a importarme si el dinosaurio había hablado con el mejor amigo de TaeMin?
-¿Y me cuentas eso porque... ?
Sonrió.
-Porque le ha dicho lo enamorado que está Taemin de Minho y viceversa -Me miró, esperando. Pero yo seguía sin entenderlo ¿Que Taemin fuera homosexual me afectaba en alguna cosa? Onew puso los ojos en blanco - Jonghyun escuchó parte de la conversación que tuviste con Minho. Por lo tanto, no puedes estar enamorado del maknae.
Abrí la boca en una expresión de terror.
Jjong estaba demasiado cerca de la verdad.
-Solo me quedas tú -susurré -¿Podría… ?
Jinki se mordió el labio inferior, sabía lo que pensaba pedirle.
-Sé que ahora mismo me vas a odiar pero… -hizo una pausa -no pienso ayudarte -¿Onew me estaba traicionando ahora mismo? Antes de que pudiera preguntar algo, él siguió hablando -Tienes que ser sincero Kim KiBum, no puedes mentirle más, lo he entendido todo este tiempo porque en realidad nunca le dijiste nada que no fuera verdad, y él no estaba tan interesado en saber sobre tus asuntos amorosos, pero ahora lo está. Realmente no sé porque, no sé si siente lo mismo que tu o si sólo es curiosidad. Pero siento que si no liberas ya tus sentimientos, las cosas no acabarán bien para ti -me mordí el labio inferior, aunque me costara admitirlo, sabía que el líder tenía la razón -. Por lo tanto ni se te ocurra decirle que estás enamorado de mi, porque si no seré yo quien le diga la verdad.
No puedo decir que en ese momento estaba del todo de acuerdo con él, porque la verdad es que el miedo no me dejaba pensar con claridad.
Tenía miedo al rechazo, a que Jjong me mirara con asco, a que todo el mundo se pusiera en mi contra si se daba cuenta de que estaba enamorado de un hombre.
-¿Y si solo le dejo hasta que lo averigüe por sí mismo? Así no tendré que pasar por la humillación de que me rechace y él decide qué hacer con esa información.
El castaño se encogió de hombros.
-Haz lo que creas conveniente, pero no le mientas. Ahora vamos, tenemos un ensayo de tres horas pendiente -me dedicó una de esas sonrisas tan características suyas, en las que sus ojos se veían sustituidos por unas lunas sonrientes.
Cuando entramos en la sala sentí sus ojos clavados en mí, por supuesto no pensaba quedarme con la duda y, aunque sentí como mi corazón se salía de mi pecho, le miré yo también.
Ahí estaban sus oscuros y penetrantes ojos, mirándome como si quisiera decirme veinte mil cosas a la vez.
-Hola -saludé secamente mientras apartaba la mirada.
La primera canción que ensayamos fue Hello. Para mi desgracia.
En esta canción había dos momentos en los que tenía que estar enfrente de Jonghyun y tocar sus antebrazos con los míos.
Cuando el momento llegó, Jjong me susurró lo suficiente bajo como para que nadie más escuchara.
-Taemin, descartado -y seguidamente me guiñó un ojo.