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Something por Jessica Uchiha

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Notas del fanfic:

EUHEUHEUEHUEHUEHUEHEUHEUE.

Logré vencer mi Onew centric. Al final pude meter a MinHo, yes.

Notas del capitulo:

Bueno... Esto lo escribí porque si. Iba a ser un Onew-centric como mis anteriores cosas que he subido pero MinHo the loser se metió y lo agradezco de corazón porque hacía rato quería algo OnHo.

 

Ellie, esto es para ti, porque es por tu culpa que MinHo esta aqui, like, pls, he's a loser. Espero te guste, y si te gusto, puedo estar escribiendo más cositas de estos dos, no sé... Seguir este AU, no sé, piensalo *cejitas*

 

Se llama Something por la canción de Girl's Day. No tiene nada que ver con este fic, le puse así porque fue la última canción que escuché al terminar esto.

 

¡A leer!

Este es el final para nosotros.

 


1.

JinKi dio una calada a su cuarto cigarrillo de la noche y expulsó el dañoso humo, estirando levemente sus labios, creando una leve espiral, que terminó difuminándose segundos después. Mientras su mano derecha, la cual sostenía el cigarrillo, descansaba en el barandal, su mano izquierda se alzaba hasta posarse sobre sus secos labios, una clara posición de concentración total.

¿Qué pensaba ese chico que fumaba su cuarto cigarro mientras miraba fijamente hacia la ciudad, sin moverse de su puesto? ¿Acaso no le dolía su espalda de estar inclinado sobre la baranda?

JinKi se hacía esas cuestiones, vagas y distractoras cuestiones para alejarse de algo que pensaba anteriormente y provocaba que su cuerpo se entumeciera de dolor. Pensaba en eso, mientras miraba a un lado y comprobaba que ahí seguía ese desconocido de ojos demasiado grandes y para su mala suerte, demasiado curiosos.

Cuando terminó su cuarto cigarrillo, palpó su caja y se dio cuenta que el cuarto se convertiría en el último, lo que provocó un arranque de furia, haciendo trizas la cajetilla, lanzándola hacia el otro lado de la baranda, soltando un gruñido que raspó su garganta. Sentía los grandes y curiosos ojos sobre sí y eso le impulsó a comunicarse con el desconocido.

—¡¿Que mierda me miras tú, eh?!

Su voz fue ronca, rota, un tanto lastimera para su propio gusto y el desconocido se levantó de su puesto, sacando algo de su bolsillo. JinKi se puso alerta, enderezándose en su puesto de inmediato y para cuando pudo ver que había en la mano del desconocido, soltó un suspiro aliviado. La caja le fue ofrecida y JinKi tomó un cigarro, alzó su mirada unos momentos y tomó otro, comprobando que el extraño no parecía importarle el robo de un cigarro más.

—Gracias.

Estaba algo curioso, tenía que reconocerlo, el desconocido se movió, volvió a su puesto en la banca del lugar y por primera vez, le escuchó, algo bajo, voz suave y masculina, un “es nada” y su vista vuelta a la ciudad. 
No se permitió indagar más, volvió a sus oscuros pensamientos, el porque estaba allí rompiendo su promesa de no fumar, sintiendo sus ojos más hinchados de lo normal, el negro narcótico calando profundo en su blanco cuerpo. Olvido por completo al desconocido, prendió el cigarro entre sus labios e inhaló fuerte, una sonrisa placentera curvando sus esponjosos labios.

No supo cuánto tiempo estuvo allí, el cigarrillo esfumándose con ayuda del frío viento, sus manos entrelazadas, levantándose de vez en cuando para borrar la lágrima que se escapaba de sus ojos almendrados, hundido en sus pensamientos autocompasivos, sus enormes celos, su acaparante posesividad, su débil forma de expresar todo eso. De pronto, se dejó caer sobre el barandal, la plana superficie cortando su respiración, apretando más su estómago contra el frío metal para luego levantarse nuevamente, cuando escuchó pasos hacia él.

—¿Estás bien?

Su mirada excepcionó al desconocido una vez más y lo encontró guapo. Bajó su mirada y la volvió a la ciudad que ya se cubría de luces, encogiéndose de hombros, sacando el cilindro de sus labios, exhalando el humo del narcótico.

—Claro, perfectamente ¿Por qué?

Observó de reojo como el desconocido le imitaba y se inclinaba en el barandal, con una sonrisa simple en sus labios.

—Bueno, quizá es porque estás llorando.

JinKi le regaló una mueca de disgusto y se encogió de hombros, volvió a calar su cigarro hondamente, terminando sonriendo y exhalando el humo.

—Nah, es solo que fumar me hace daño, pero estoy perfectamente.

—Luces como si hubieras descubierto a tu novia engañándote, la verdad.

—¿La tuya lo hizo? ¿O solo vienes aquí a mirar a las personas con esos enormes ojos?

No lo observó pero podía sentir la pequeña aura de molestia del extraño, bueno, no era su culpa, fue él quien se metió primero.

JinKi termino girando su cuerpo hacia el desconocido, escuchando y respondiendo a sus preguntas, encendiendo el otro cigarrillo que le quedaba, sonriendo y gruñendo cuando correspondía, limpiando sus mejillas cuando algunas lágrimas se escapaban y echándose hacia adelante cuando se mareaba, producto de la patética resignación que lo carcomía.

 

 

2.

No sabe en qué momento —pero en algún momento—, terminó en casa del desconocido, este encima suyo, succionando la piel de su cuello con tanta fuerza que sintió su piel arder como protesta. El desconocido también olía a cigarrillo y JinKi odiaba ese olor en otras personas, irónicamente. Este abrió sus piernas y JinKi dejó que se posicionara entre ellas, los dedos impacientes del desconocido desabrochando su ajustado pantalón negro, deslizando de forma brusca la tela por sus blancos muslos. Siente que debió sonrojarse cuando el desconocido halagó sus buenos formados muslos pero esto simplemente lo hizo reír secamente, ojos llenándose de agua por la forma tan parecida en que el halago resonó en su cabeza, con otra voz reproduciéndose.

Decidió que era mejor girarse y así lo hizo, recogiendo sus piernas, escapando por la cama y girando su cuerpo, alzando su culo ya desnudo, sintiendo las manos grandes y calientes del desconocido amasar sus glúteos, provocando un ramalazo de placer que, a partir de ese momento, lo hizo olvidar del porque estaba fumando, del porque estaba en ese balcón, del porque un desconocido estaba metiendo su polla dentro de su cuerpo, haciéndole gemir dulcemente, su voz burbujeando de placer y dolor.

¿Un poco de placer carnal haría que su corazón se calmara de ese dolor emocional?

Oh mierda, si lo haría, porque en esos momentos JinKi olvido por completo por qué estaba llorando en aquel sucio balcón con vista a la fría ciudad.

 

 

3.

Cuando JinKi abrió sus ojos, observó un techo desconocido, y eso le hizo bufar confundido. Se giró hacia su izquierda y encontró un par de ojos demasiado grandes, y para su mala suerte, demasiado curiosos. Aquello le hizo fruncir sus labios, en una mueca serena pero llena de sentimientos.

—Mi nombre es MinHo, por cierto. Mi novia no me dejo, y tampoco acoso con mis grandes ojos a las personas.

JinKi en esos momentos no sabía muy bien que pensar. Agradecía de cierta manera saber el nombre del tipo que lo había follado hacia… ¿Dos horas? —Si, digamos dos horas— porque algún se preguntaría sobre ello.
Se volvió lentamente sobre su espalda otra vez y parpadeó, mirando al techo desconocido.

—Bueno, tienes unos grandes ojos acosadores, lo siento.

Espero que el ya no tan desconocido riera y cuando lo hizo, sonrió, relajando su expresión serena.

—¿Cuál es tu nombre?

Lo pensó por un largo, de verdad, largo momento y decidió que ¿Por qué no?

—Mi nombre es JinKi y mi novia no me dejó, la verdad, me gustan más las pollas.

Ese nombrado MinHo soltó una carcajada y se giró, dándole la espalda.

—Bueno JinKi, cuando estés preparado para decirme porque llorabas, estaré aquí, a tu lado, dispuesto a escucharte y observarte con mis acosadores ojos.

Y JinKi por ese momento, después de tanto, se sintió liberado, y agradecido de escuchar algo así, tan lleno de compromisos y libre de mandatos.

Susurró un gracias y se giró, dando su espalda a la otra espalda.

 

 

Notas finales:

¿Que tal? 

Si les gustó, un rw no esta mal, me encantaría saber que tal les pareció.

La próxima volveré con otra cosa de JinKi, hé.

¡Gracias por leer!

Ahi se ven.

 

P E A C E


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