Una vez más se encontraba mirando la ventana que daba hacia el patio de la escuela, no se encontraba nadie allí, se supone que todos deberían estar en clases concentrados estudiando...se supone.
No era de extrañar que Takao Kazukari no preste atención a la clase de química, ya que principalmente odiaba dichosa materia y por lo mismo se dió por vencida, al fin y al cabo estudie o no estudie igual sacará menos de 30 puntos en los exámenes.
Lentamente se le iban cerrando los ojos cuando escucha su nombre en medio del silencio de la sala, provocando un pequeño sobresalto en el moreno que lo hizo sentarse derecho en su asiento en un segundo.
-¡Oi Takao, presta atención cuando hablo maldito mocoso!
No era de esperarse menos del peliverde, profesor de química y la peor pesadilla de Takao desde que llegó hace 5 meses en reemplazo, todas las clases le llamaba la atención por no hacer prácticamente nada en sus dos horas de charla. Pero a estas alturas Takao no le tenía medio al de lentes ni por más insultado que fuera, al contrario, se lo tomaba con calma y con humor, cosa que hacía sacar de sus casillas al peliverde.
- Moo, no estoy molestando a nadie Shin-chan.
- No me llames así mocoso.
Así es, aparte de no tomarlo seriamente, se daba el lujo de tratar a su profesor como si fuera un chico de su edad, sólo para molestarlo más y verlo con el ceño fruncido, cosa que sólo él hace ya que todos le tienen miedo y respeto, con sólo una mirada es suficiente para callar a alguien que interrumpe su clase, con eso basta decir que su genio es un poco irritante.
Takao solo sonrió y recostó su cabeza en la mesa en dirección a Midorima sin cerrar sus ojos, aunque no lo escuchaba realmente, había algo en él que le llamaba la atención aunque no le tomaba tanta importancia.
Sonó el timbre para salir al receso, como de costumbre iba a salir de la sala cuando siente nuevamente esa voz llamandolo
- Takao, ven un momento
Sus amigos se retiraron cerrando la puerta del aula, dejando a los dos solos en un silencio incómodo, Midorima hojeaba el libro de notas de la clase con su semblante serio mientras Takao tomó una silla y se sentó al frente de este jugueteando con las manos sin saber que hacer o que decir, hasta que el ojiverde rompió el silencio.
- Takao, veo que tus notas son las mas bajas de tu clase, si sigues así repetirás este año, y espero que esta vez no te lo tomes como un chiste -carraspeó- falta poco para que termine el primer semestre y con estos resultados dudo que apruebes...asi que toma conciencia de esto y estudia.
Takao sólo se limitó a mirarlo, al ver su cara seria no le dieron las ganas de gastarle una broma o molestarlo, era lógico que se preocupara después de todo él quedaría mal como profesor...
- Si Midorima sensei-dijo casi en un susurro.
- Eso es todo-se levantó de su asiento y salió del aula.
El moreno se quedó un rato procesando en lo que dijo Midorima, mirando fijamente a la pared, parecía que su buen ánimo quedó en el piso. Soltó un suspiro y se levantó de la silla, deteniendose repentinamente en una billetera que había en el asiento contrario.
- Seguramente es de Midorima sensei, se lo llevaré antes que se me olvide.
Agarró la cartera y con la curiosidad de todo chico adolescente, lentamente la abrió mirando qué tenía adentro. Un par de billetes, tarjetas de créditos y boletas, nada en especial.
Estaba por cerrar la billetera cuando unas fotos cayeron al piso, esparciendose por todo el área. Takao un poco molesto recogió las fotos llamandole la atención el contenido.
Eran fotos playboy, si, playboy, pero eso no era lo mas extraño, si no que eran hombres, si, hombres; vestidos de enfermero, policía, bombero, pero que no dejaban mucho a la imaginación debido a sus trajes un tanto indecentes.
- Moo Shin-chan asi que tienes un fetiche de este tipo-rió-no me lo esperaba...
Guardó las fotos en su bolsillo del pantalón, cerró la billetera y salió en busca de Midorima, recorriendo la cafetería, el patio, la sala de profesores y nada...hasta que vió a Akashi sensei
- ¡Oh! Akashi sensei...
- Takao, ¿que pasó?- dijo serio-
- Estoy buscando a Shin....Midorima sensei, ¿lo ha visto?
- Ah si, está en la sala de ciencias, al parecer anda buscando algo, lo vi un poco alterado.
- Gracias Akashi sensei.
Salió corriendo por los pasillos, siendo retado por más de un profesor que se econtraba por ahí. Llegó a la sala de ciencias deslizando la puerta encontrandose con Midorima agachado buscando algo debajo de las mesas de trabajo, soltando una que otra grosería...al parecer no había escuchado que el moreno entró.
- ¿Shin-chan.....?
De un saltó se paró y arregló su bata blanca de laboratorio, pudiendo ver una gota de sudor que se deslizaba por su frente.
- Ah...ah si Takao ¿qué necesitas?
- ¿ Estaba buscando algo?-igonoró la pregunta del mayor.
- ¿Ah? ah si....de casualidad no dejé algo en tu sala de clases?
- Mmmm ¿esto?-mostró la billetera-
- Si-si eso mismo-su cara palideció-
- Toma-le entregó la cartera.
Midorima con desesperación la abrió viendo que todo estuviera en su lugar, pero notó que algo faltaba...
- Takao-dijo serio- yo...tenía unas fotos aquí..
- ¿Éstas? - las sacó de su bolsillo-
Vió como su cara se iba poniendo de todos colores, era tan divertido verlo así. Se acercó al moreno dispuesto a quitarle las susodichas fotos, pero Takao más rápido las guardo nuevamente en su bolsillo.
- Moo Shin-chan ¿qué diría el director si viera estas fotos?
- No te atrevas Takao-levantó la voz-
Justo como lo quería, tenía al mayor en la palma de su mano suplicandole que no le mostrara las fotos al director, eso le dió una idea muy buena para molestarlo aún más.
- Está bien no lo haré.....pero sólo quiero algo a cambio.
- ¿Qué es?
- Enséñame la materia para pasar de grado.
- ¿Sólo eso?-lo miró extraño-
- Y...haré los cosplays que salen en las fotos-sonrió.
- ¿¡Qué!?
- Eso, o de lo contrario iré a decirle al director...tu decides.
- ¡ Maldito mocoso! eso es chantaje
- Si, lo es, pero yo sólo quiero satisfacerte Shin-chan-hizo mohín-
- E-está bien-suspiró- de todos modos no hay forma que me cause algo un niñato como tú- se ajustó los lentes.
- Sólo espera Shin-chan, no estoy bromeando-sonrió de lado- en verdad voy a atacarte asi que prepárate.
Dió media vuelta y salió de la sala deslizando la puerta tras de él, dejando al cuatro ojos sin habla ante la determinación del moreno, al parecer se iba haciendo una idea de lo que sería capaz Takao.
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