Aquel chico notó que alguien lo estaba mirando y bajó rápidamente la cabeza. Se veía débil. Tenía el pelo y los ojos castaños y se veía más bajo que él. ¿Porqué le había llamado la atención el chico que no resaltaba?, ¿Porqué se había quedado mirándolo?.
-No creas que te aceptaré tan fácil, enano- dijo Aomine dándole un empujón
Akashi iba a golpearlo cuando se dio cuenta que el menor lo estaba mirando asustado. Se detuvo y se dirigió donde él.
-Kouki ¿no?- dijo secamente
-S-S-S-Si…- el pobrecito tartamudeaba de tanto temblar
-¿Porqué tiemblas?-
-P-Porque…- no supo que contestar
-Mh, ya veo…-
-¿Quién te crees que eres?- dijo el peliverde poniéndose de pie.
-Shin-chan no…- le rogó el pelinegro jalándolo del brazo
-Suéltame Bakao-
Midorima se dirigió donde Akashi
-¿Qué buscas aquí?- dijo ajustando sus lentes
-Tomaré el lugar de el- dijo indicando a Aomine
-¿Asi?-
-¿Lo olvidas?, “Siempre gano, y siempre tengo razón." - dijo fríamente
-Eso no lo sé aún- dijo volteando a la barra
Akashi inspeccionaba el lugar solo moviendo los ojos, hasta que su vista se posó en Furihata. Este al notar que Akashi lo miraba, se levantó y rápidamente se dirigió al baño. Grave error. Akashi lo siguió.
-¡A-A-A-Akashi!, este, emh, señor ¿q-que hace aquí?- dijo el chico volteando apoyado en el lavamanos
-Nada, solo inspeccionaba el lugar- dijo Akashi. -¿Señor?, solo mis empleados me llaman así. - dijo riendo sarcásticamente
-No s-se como… como d-decirle…- decía el pobre chico acorralado
-Tú solo llámame Seijuurou - dijo acercándose al oído de Furihata. -Yo te diré, Kouki-
-S-S-S-Seij-j-j-uurou…- Akashi reía divertido al ver al menor temblar cuando este acercaba su boca a su oído
-¿Porqué tiemblas?- repitió la pregunta de hace un rato
-U-Usted se… se ve intimidante- dijo el castaño tratando de liberarse de los brazos de Akashi que lo tenían encerrado
-¿Enserio?-
-S-Si…-
Akashi se acercó a la boca del menor, y este logró soltarse del agarre de Akashi y se corrió hacia otro lado.
-No sacas nada con arrancar… Yo siempre consigo lo que quiero- Akashi volteó y tras darle la última mirada, se fue.
-¿Siempre consigue lo que quiere?, D-Dios… ¿porqué yo?, claro, a el no le importa que sea virgen de todos lados. Solo quiere jugar conmigo y después votarme. Pero no lo va a conseguir- se convencía el menor, aunque sabía que el solo hecho de que Akashi lo mirara, hacía que se le pusiera la piel de gallina. Pero bueno… Se vale soñar.
-¿Furihata-kun?- dijo el peliceleste entrando al baño de repente, haciendo que el pobre quedara pegado al techo del susto
-¡Kuroko-san!- dijo después de calmarse. -¿Qué haces aquí?
-Bueno, no salías, y vine a verte. Pensé que Akashi-kun te había matado- dijo tranquilamente con su típica cara de poker
-¿¡Ma-ma-ma-matado!?- dijo el Furihata temblando
-Solo bromeo, no puedes quedarte aquí para siempre-
-P-Pero, no quiero salir- dijo el chico retrocediendo
-Mh, puedes acompañar a Midorima y a Takao-
-¿¡A esos dos!?, no gracias, no quiero quedar con trauma…- dijo oponiéndose
-¿Murasakibara y Himuro?-
-¡Tampoco!-
-¿Aomine y Kise?-
-¡Menos!-
-¿Kagami y y….-
-No no no no no, gracias- dijo saliendo del baño. -prefiero ir a dar una vuelta-
-Bueno- dijo para luego ir donde Kagami
Furihata salió del lugar, y comenzó a dar vueltas en las cercanías, hasta que sintió un ruido extraño. Se le erizó la piel y se quedó congelado.
-¿Q-q-q-q-q-quien a-a-anda ahí?- decía tratando de calmarse
-“Siempre consigo lo que quiero”-
-No, no ahora, no él-
-¿Q-Qué buscas?- decía con la respiración agitada
De pronto sintió que alguien lo abrazaba por detrás, y pegó un grito, haciendo que todos salieran del lugar a donde estaba.
-¡Furihata!, ¿Qué paso?- decía Kagami tratando de calmarlo
-Y-Y-Y-Yo…- De pronto vió a Akashi entre los demás con una tijera entre las manos. -P-perdón, creí que había alguien y s-solo… s-solo fue mi imaginación. -tras decir esto, vio que Akashi reía y desparecía entre los demás. Prefería mentir a que Akashi le cortara algo con esas tijeras.
-¿Seguro?- dijo Aomine mirando alrededor
-S-Si, creo que es, es mejor que me vaya a acostar- se dirigió al local y subió al segundo piso. Todos tenían sus habitaciones, bueno, las compartían con su pareja, y era el único que dormía solo. Se dirigió al baño, y se comenzó a tomar una ducha. Sentía que lo observaban. No podía dejar de temblar. Cada vez que sacaba la cabeza no veía a nadie, pero sentía que lo observaban.
-Solo debe ser mi imaginación… sí, es eso…- decía tratando de autocalmarse.
Se puso el pijama y se fue a su pieza. Puso llave por dentro. Estaba a salvo. Dejó sus cosas sobre un viejo escritorio de madera y de acostó. No habían pasado ni 10 minutos y se sintió raro. Sintió peso encima. Volteó y vio a Akashi sobre él.
-¡A-A-A-Akashi-san!- dijo pegando un salto
-Te dije que me dijeras Seijuurou- dijo acercándose a el
-N-No puede-
-¿Por qué no?- Akashi notaba que el chico temblaba, por lo que le era más divertido
-Porque soy…- se tapó la boca con las dos manos antes de terminar la frase. Akashi rió.
-Te dije que siempre conseguía lo que quería- dijo montándose sobre el. -Ahora… sssshht- dijo poniendo un dedo sobre su boca.