Escena Quinta. Guerra de modas
Agosto de 1918, Nueva York, Estados Unidos.
En una de las grandes avenidas de la ciudad neoyorquina, se alzaba el majestuoso Edificio Chrysler, sede de la mayor competencia hacia la marca Amazon Lily. Allí se encontraba la prestigiosa marca de moda Crimin, con un gran número de años en el mercado, muchos más que la reciente empresa de la gran emperatriz. La moda de toda la ciudad estaba disputada por estas dos grandes industrias del tejido. En primer lugar, Crimin era la marca que portaba más tradición desde antaño, pero con los últimos cambios revolucionarios ha tenido que adoptar un modelo mucho más moderno para seguir con sus clientes habituales. En segundo lugar, estaba Amazon Lily, la cadena de moda surgida en los últimos años de la mano de la emperatriz Boa Hancock; su toque innovador y nuevo supuso un encanto al que muchos jóvenes no pudieron resistir, y estamos hablando de la ropa, no de la dueña. Por tanto, la rivalidad entre estas dos grandes empresas siempre está palpitante en la moda neoyorquina.
El Edificio Chrysler contenía las oficinas donde trabajaban centenares de empleados de la marca Crimin. Su dueña, Madam Shyarly más conocida como la pitonisa que todo lo ve, era respetada y admirada por sus compañeros y trabajadores. Aunque era incapaz de tener odio hacia la marca rival y su jefa, le gustaba competir en el mercado para ver quien recibía mejores ganancias. Pocas personas sabían de la gran amistad entre las dos grandes jefas, Boa Hancock y Madam Shyarly, amigas desde infancia pero rivales a causa de su trabajo.
Shyarly era una antigua modelo ya retirada debido a un problema en las piernas tras un accidente acuático y esto le impedía desfilar sobre la pasarela. Aunque su pasión por la moda nunca disminuyó. Su apariencia era bella y esbelta, con facciones en el rostro bien remarcadas pero sutiles. Cabellos oscuros y cortos, de gran altura pero con el cuerpo algo escondido debido a su afición por los trajes oscuros. Se dice que de pequeña su abuela era una bruja que veía el futuro y que le enseñó a verlo a través de una bola de cristal, aunque todo esto son simples leyendas alrededor de la figura de aquella retirada modelo. A su cargo estaban los grandes estrellas de la marca Crimin: Diamante, el héroe de la pasarela y Alvida, de la mujer de hierro. Aunque también desfilaban otros modelos menos conocidos.
Justo en ese momento, los tres estaban teniendo una conversación en el despacho de la jefa, para buscar una solución para poder remontar la marca, y ganarle mercado a Amazon Lily.
-Debemos encontrar una manera de volver a resaltar la marca Crimin como la número uno para todo Nueva York- dice Madam Shyarly quién no veía un afortunado futuro para su negocio- Hay que innovar y atreverse.
-Madam Shyarly, usted sabe que la marca ha tenido a su clientela fija durante gran cantidad de años. Un cambio podría suponer la pérdida de nuestros valores y la desconfianza por parte de los consumidores- responde Diamante, el gran modelo de la agencia, a quien le gustaba la tranquilidad, y los cambios no llegaban a eso- ¿No sería mejor mantenernos tal y como estamos?
-No. El deber de un negocio como el nuestro es ofrecer nuevos productos a su público con el fin de que ellos mejoren su calidad de vida y se adaptan a las nuevas innovaciones- dice seriamente la dueña callando los argumentos de Diamante, a quien no le hacía ni pizca de gracia esto- Ya es hora de quitarnos la fachada de anticuados.
-Así se habla, jefa- responde Alvida emocionada por la propuesta de su superior- Podríamos sacar nuestros diseños con nuevos estampados más atrevidos, y desfilar por los aires con cables o montar un restaurante para los espectadores mientras se desfila. Entretener al cliente.
-¿y qué más? Zombis de animales revividos bailando con luz de noche de fondo mientras nosotros desfilando. Nosotros somos modelos no feriantes- contesta de forma sarcástica el modelo con el ceño fruncido.
-Pues no es tan mala idea- dice Madam Shyarly ante la cara descabellada que muestra Diamante tras decir estas palabras.
-¿En serio? No me esperaba esto de usted, jefa- dice el hombre anonadado- Yo me niego a bailar por un puñado de clientes.
-No seas estúpido. No vamos a hacer nada de eso. Me refiero a lo de entretener al cliente, o más bien, acercarse mucho más a él- dice la dueña con cierta idea en la cabeza- Os voy a contar lo que tengo pensando.
Tras varios minutos de conversación, donde Shyarly les habló de la forma que había pensado para mejorar el negocio de Crimin, los dos modelos se quedaron asombrados por la idea tan espléndida y novedosa.
Por una parte, Diamante se había quedado perplejo por el proyecto, y a pesar de reconocer que era una gran idea, no tenía muchas ganas de llevarlo a cabo. Se trataba de un hombre excéntrico sobre todo por su aspecto y su forma de decir las cosas, pero en realidad era bastante vago y le encantaba estar tranquilo, sin ningún jaleo ni preocupación alrededor, sobretodo, lo que más odiaba era estar ante el público durante mucho rato. A él le sería imposible haber sido el héroe del coliseo, es decir, el centro de las miradas ajenas durante mucho más rato que el que tardaba en desfilar.
Por otra parte, a la modelo Alvida le había encantado la idea. Además estaba muy emocionada. Por fin podría cumplir su sueño de toda la vida, y lucharía para conseguir a lo que ella quería aspirar. Tomaría el trono que tanto anhelaba y cobraría venganza.
La dueña y los dos modelos continuaron un rato en el despacho planificando aquel gran proyecto.
-Ahora debo irme. Tengo que ver a alguien- contesta Madam Shyarly cogiendo su bolso- Es necesario para el proyecto.
Mientras, en otra parte del edificio se encontraba la sala de costura y confección. Allí estaban una panda de sujetos que trabajaban en distintas secciones de la empresa Crimin. En primer lugar estaba Lao G, el hombre más mayor que es incapaz de jubilarse y dejar de trabajar, y el encargado principal del taller de confección de la empresa.
-¡Mira que bien trabajan mis queridas nietas! Hay que ver el espíritu de la nueva generación, creo que es momento de que me retire del negocio. O, mejor no, aún puedo aguantar unos años más- dice el señor mayor mientras tejía un traje con la máquina de coser.
-Abuelo, que yo no soy tu nieta, haber cuando te enteras- contesta una chica joven encargada del diseño de los colores y texturas para las nuevas colecciones, además de realizar los bocetos. Su nombre era Miss Goldenweek.
-Que yo también soy familia tuya- reniega una chica de cabellos verdes azulados mientras comía una uva, fruta que era su debilidad. Se llamaba Sugar y estaba terminando un diseño colocado sobre un maniquí.
-Pero como me quieren mis nietas. Son el orgullo de la familia- dice Lao G mientras le cae una lágrima por los ojos, de emoción.
-Este viejo está loco- dice Sugar con la boca llena de uvas, mientras cosía a mano el vestido del maniquí.
-Y que lo digas- responde Miss Goldenweek quien miraba y diseñaba el catálogo para la siguiente temporada.
En otra parte de la sala, más exactamente en los probadores estaban los otros modelos de la marca, probándose los nuevos vestidos y trajes.
-Creo que este vestido me hace gorda. ¿A ti que te parece Wiper?- dice una chica de cabellos oscuros llamada Laki, quien parece estar muy apegada al chico- Seguro que no te gusta.
-A mí me da igual, yo te veo igual que siempre- responde el hombre de piel oscura y con tatuajes, de nombre Wiper. Era otro modelo de la marca- Los vestidos son todos iguales. Total mientras el público lo mire y los compre, a mí el resto me importa cero.
-Hombres- reniega una chica de cabellos cortos y verdosos, de actitud tranquila y dulce y cuyo nombre era Keimi- Solo les importa el dinero, la comida y estar con una buena mujer y que les consiga todo lo anterior.
-Hombres no, dirás Wiper. EL muy idiota no se entera de la mitad de las cosas- dice Laki enfadada por la actitud de indiferencia que mostraba el hombre.
-¿A quién está llamando idiota? Tú eres la que se preocupa por cosas sin importancia como la apariencia- empieza a discutir Wiper bastante cabreado.
-¿Cosas sin importancia? Gracias a este cuerpo puedo salir adelante, así que no digas que no es importante, baka- continúa la discusión la chica de cabellos oscuros.
-¿Baka? Tú eres una bruja estirada y superficial- dice Wiper aumentando la intensidad del enfrentamiento.
-¿Qué me has llamado? Esto no te lo pienso perdonar en la vida- contesta Laki completamente convertida en una furia, acojonando al pobre Wiper.
-Los que se pelean se desean- interviene Keimi para calmar los nervios de aquellos dos- Total, dentro de poco estaréis casados, ya tendréis tiempo de discutir sobre estas cosas.
-¿Casados?- contesta los dos al unísono.
-El tiempo lo dirá, jajaja- contesta Keimi mientras se termina de probar el vestido.
En conclusión, ni la marca Crimin ni la marca Amazon Lily tenían miembros normales. Pero eso era lo que las hacia únicas y especiales, y eso lo sabían muy bien sus dos dueñas, las cuales se encontraban juntas en una reunión un tanto extraoficial.
-Hancock, te he pedido que vengas para pedirte tu ayuda y colaboración- dice Madam Shyarly ante su vieja amiga.
-Pues la próxima vez que quieras invitarme a algún sitio, que no sea a un antro tan vulgar como este- contesta la chica de gran belleza un poco asqueada por el sitio donde se encontraban tomándose un café.
-El Bar Family Franky lo conozco desde hace un par de años y sirven el mejor martini de toda la ciudad de Nueva York, confía en mí- dice la chica de cabellos cortos- Además tengo un gran amigo aquí.
-¿Con que un gran amigo? Querías venir a verle y no sabías que excusa poner. Esto me recuerda a nuestros años de infancia con los chicos del barrio- dice Boa Hancock entre risas, haciendo enfadar a la otra chica.
-No estoy hablando de ese tipo de amigo. Simplemente es un buen amigo con el que poder conversar de forma sencilla- intenta aclarar Shyarly a pesar de no quedar muy convincente.
-Sí, sí, claro...- dice Hancock haciendo enfadar aún más a su amiga de la infancia.
-Señoritas, aquí tienen su martini, espero que lo disfruten- dice un hombre de cabellos azulados sirviendo a aquellas dos bellezas que tanto imponían.
-Con que tú eres el amigo de Shyarly. La verdad es que es tu tipo, buena elección- dice la emperatriz sacando los nervios a su amiga, tal y como si se tratara de una escena sucedida en la adolescencia.
-Franky, por favor, no le hagas caso- intenta aclarar las la pitonisa.
-No te preocupes, los dos sois unas mujeres bellísimas- contesta Franky retirándose de la mesa donde estaban las dos chicas.
-Ves, siempre quedan petrificados con tu belleza- regaña Shyarly a su amiga.
-Pero si ha dicho a las dos- responde Boa Hancock entre risas por la actitud que estaba mostrando su normalmente “seria” amiga.
-Bueno, eso ahora no importa. Hablemos del proyecto- intentar volver a hilar la conversación Shyarly- El caso es que había pensado que podíamos hacer...
Una exhaustiva y completa conversación se mantuvo en aquella mesa de bar para contar todos los detalles del gran proyecto que estaban montando. Hancock escuchaba atentamente la idea que su amiga le explicaba. Como ya sabía, Shyarly siempre tuvo grandes ideas, y esta no era menos.
-Creo que es una buena idea. Hagámoslo. Además, la ciudad de Nueva York está muy aburrida durante estos años de guerra- dice la emperatriz Boa Hancock aceptando la idea que le proponía su amiga- Será un avance para ambas marcas.
-Estaba segura de que aceptarías, Hancock. Tenemos que empezar ya a organizar todo- contesta satisfecha Shyarly gracias a la respuesta dada por su otra rival.
-Además tengo ganas de probar una nueva adquisición que he obtenido hace poco- dice Boa Hancock con cierto tono de misterio.
-No has cambiado para nada, jajaja- dice Shyarly riéndose y recordando tiempos de antaño.
Las dos chicas siguieron durante toda la tarde e aquel bar tan excéntrico y vulgar, aunque después de varias copas, a la emperatriz no le importaba en absoluto esas condiciones. Debía reconocer que el martini estaba de lujo. La noche se extendía por toda la ciudad neoyorquina y las dos chicas volvieron a sus respectivos hogares, aunque les costó controlar su estado.
A las pocas semanas, la ciudad estaba completamente empapelada de carteles promocionales del gran evento que paralizaría las vidas de todos los neoyorquinos durante un día.. Lo que se conoce como el gran evento del año, organizado por las grandes marcas Crimin y Amazon Lily. Esos mismos carteles se colgaron en las empresas de los edificios Le Home Insurence Building y Chrysler, conduciendo a todos sus empleados para mirarlo a su alrededor.
Street Fashion
Evento benéfico de recaudación de fondos para las personas
afectadas por la gran guerra mundial. Desfile en parejas.
Dirigido y patrocinado por las marcas:
AMAZON LILY y CRIMIN
Estrellas
Eustass Kid y Diamante
Jewelry Bonney y Wiper
Baby 5 y Laki
Miss Valentine y Keimi
Monkey D. Luffy y Alvida
Por esta ocasión especial:
Boa Hancock y Madam Shyarly
15 de Septiembre. 20:00 p.m.
Fifth Avenue
La moda más benéfica. No te pierdas el evento del año.
Comienzan a hablar los distintos modelos de las marcas, pero cada uno en su edificio correspondiente, aunque se entrelacen las conversaciones.
-¿Pero a quién se le ha ocurrido semejante disparate?, juntar a dos marcas enemigas en un evento benéfico es de todo menos una herramienta para hacer publicidad- dice Kid disgustado por esa idea del Street Fashion- Y encima me toca con el surrealista de Diamante.
-Al final lo ha llevado a cabo. Estas jefas están completamente locas- dice Diamante mirando poco sorprendido el cartel ya que conocía de donde venía- Aunque mi pareja no me llegue ni a la suela de los talones, desfilaré por el honor de la marca.
-¿Me toca desfilar con esa mujer? Es la persona más impulsiva y loca que he conocido en el mundo de la moda- dice Wiper algo horrorizado por la idea de desfilar con la Glotona- Es incluso peor que tú, Laki.
-Pienso poner al estúpido de Wiper besando mis pies. ¿Gala benéfica? Esto es una pelea a vida o muerte- explica Bonney con ganas de empezar el juego que les habían preparado sus jefas- El vencedor se lleva la gloria y el perdedor baja a segunda categoría.
-¿Qué acabas de decir Wiper? Ojito con lo que haces con esa fulana de Bonney- responde Laki con tono amenazante hacia su compañero- Pero creo que dos mujeres de armas tomar como somos Baby 5 y yo, combinan a la perfección.
-Me ha tocado con una mujer. Bueno, es no importa- interviene Baby 5 con la cara llena de ilusión con el evento- No sé.. no sé.. si pedirle matrimonio. Haremos una promesa de amor eterno encima de la pasarela y ella necesitará mi ayuda durante toda su vida.
-Hace tiempo que no veo a Miss Valentine. Tengo ganas de estar junto a ella encima de la pasarela. Seguro que será divertido- dice Keimi con la dulzura que la caracteriza- Eso sí, no aceptaré ninguna dieta suya.
-Será el turno de lucir mi gran tipo ante miles de personas. Giraré y giraré mi paraguas bajo el sol. Pero antes tendré que empezar la dieta de no comer nada- dice la energética Miss Valentine siempre con sus toques obsesivos por su cuerpo- ¡Hey Luffy! Por fin participarás en un desfile.
-Sí, espero estar a la altura. Después de tantas clases impartidas por Nyon y la emperatriz, espero no defraudarlas- dice el risueño Luffy, ilusionado por su iniciación y nervioso a la vez- Estoy deseando invitar a Torao al desfile. Mierda, no puedo decir Torao, menos mal que no está aquí.
-Pero ¿quién narices es ese Monkey D. Luffy? En mi vida había oído hablar de él. Que guay, será un novato, que mejor para triunfar subida a la pasarela- dice Alvida con tono sarcástico- Buah, me da igual mientras pueda llevar a cabo mi venganza.
-Empieza un gran desafío para nuestros modelos y para el futuro de las marcas. Espero no arrepentirme de aceptar está oferta- dice Boa Hancock algo preocupada por lo que pueda pasar ese día- Todo sea por verlo a él.
-Nunca he tenido una idea tan buena como esta. Ni mi bola de cristal puede predecir lo que pueda ocurrir ese día- dice Madam Shyarly con ganas de que llegue el gran evento- Por fin renacerá Crimin y Amazon Lily. Dará comienzo la guerra de modas.
Todo estaba preparado para ese gran día, del que quedaba menos de un mes. Pero esa misma noche, un chico, un joven príncipe inglés estaba deseando llegar a casa. Fue andando a paso ligero, casi corriendo, pero no se detuvo. Tenía muchas ganas de ver a cierta persona y decirle algo importante. Al llegar a la casa, el joven sirviente ya había preparado la cena y le estaba esperando.
-Ya he llegado Law, siento haber tardado hoy más de lo normal, pero ha sido un día algo ajetreado- dice Luffy agonizando por ir tan rápido hasta su casa- Tengo algo que contarte, aunque a lo mejor ya lo has visto en algún cartel por la calle.
-No he visto nada. Después de salir del trabajo he venido directo aquí y no me he fijado. ¿Qué pasa? ¿Es algo malo?- dice Law con cierto tono preocupado.
-¡Voy a hacer mi debut como modelo en el gran evento de la Street Fashion ante miles de personas!- grito Luffy eufórico.
-¿En serio? Es una gran noticia, esto lo tenemos que celebrar- contesta Law emocionado por los grandes logros de su compañero.
-Bueno, yo... la verdad es que... yo quería que … vinieras a ver mi primer desfile. Me haría mucha ilusión y me daría mucho apoyo- dice el ruborizado príncipe dejando atónito de alegría al joven Law.
-Nada me haría más fácil que poder asistir- contesta Law he impulsivamente le da un fuerte abrazo seguido de un tierno beso en la mejilla. Después de esto, ambos se quedaron un poco parados pero actuaron sin darle mayor importancia.
Los días pasando poco a poco, y la Fifth Avenue estaba siendo preparada para montar la pasarela por la cual desfilarían estas grandes estrellas de la moda. Y entre nervios, ensayos, vestidos y preparativos, llegó el día del desfile.
15 de Septiembre de 1918, Nuevo York, Estados Unidos.
Era casi la hora de empezar el gran evento que paralizó las vidas de los neoyorquinos, la Street Fashion. Todos los preparativos estaban acabados, los vestidos confeccionados, la pasarela finalizada y la calle repleta de personas esperaban los últimos minutos para ver el gran espectáculo. En uno de los lugares con mejores vistas hacia la pasarela ya que se encontraba cerca de la puerta por donde salían los modelos, estaba esperando el joven Law. Entre la multitud de las personas, observó como una especie de barullo. Al poco rato, una señora con bastante prisa se chocó con él y casi lo tira del golpe.
-Señora, mire usted por donde va, y no vaya tan de prisa, eso es malo para su salud- grita Law enfadado con aquella mujer.
-Nunca se va demasiado rápido cuando se trata de salvar una vida. Eso no debería saber un buen médico- contesta la anciana marchándose de ese lugar.
-Pero yo no soy médico...- dice Law algo intrigado por aquella situación, aunque tampoco le da mayor importancia, sobretodo en aquel día tan especial.
La orquesta comenzó a sonar para dar inicio al desfile. De la puerta a la pasarela, entraron dos bellas damas, las más importantes de toda Nueva York y las organizadoras de semejante evento: la emperatriz Boa Hancock de Amazon Lily y la pitonisa Madam Shyarly de Crimin. Desfilaron hasta el centro de la plataforma y comenzaron a hablar.
-Bienvenidos, damas y caballeros a este evento tan importante sobre todo para la industria de la moda. Espero que con esta celebración podamos conseguir recaudar beneficios para ayudar a esa pobre gente que está extasiada a causa de las batallas- comienza el discurso de inauguración Boa Hancock- Además, es un honor para nuestras dos grandes marcas poder proporcionar una labor así de importante y necesaria.
-Muy bien dicho, mí querida Hancock. Como bien sabéis, nos azotan tiempos difíciles, y aunque penséis que estamos a salvo ya que nos estamos en Europa, no tenemos que olvidarnos de esa pobre gente que sufre- dice Madam Shyarly con palabras desde su más profundo corazón- Es hora de presentar a nuestras estrellas de la noche. Con nosotros tenemos a Diamante y Eustass Kid.
-Además, la pareja formada por Jewelry Bonney y Wiper- dice Boa Hancock anunciando a otra pareja.
-Las mujeres Baby 5 y Laki. Sin olvidar a la pareja formada por Miss Valentine y Keimi- interviene ahora Boa Hancock.
-Y una de las parejas inesperadas, Monkey D. Luffy y Alvida- dice Hancock con cierto toque de emoción y sonrojo en sus mejillas, notado por Shyarly, quien suelta una disimulada carcajada.
Justo al escuchar el nombre de Luffy, el corazón de Law comenzó a palpitar intensamente, y sin poder controlarlo. En él se removía un sentimiento de alegría y emoción pero a la vez de querer protegerlo y atesorarlo. Sin querer no pudo evitar cierto rubor en su rostro que fue percibido por una persona.
-Como te pones por solo escuchar el nombre de tu novia- dice un chico de cabellos rojos con cierto tono sarcástico y desagradable- Será mejor que controles tus sentimientos si no quieres que se enteren los demás.
-Yo no tengo novia, y además eso a ti no te importa- responde bruscamente Law enfadado con la actitud de ese hombre- Será mejor que no se meta en los asuntos de los demás.
-Puede que no tenga novia, pero lo quiero con locura. Casi se podían escuchar los latidos del corazón que salían de tu interior al oír el nombre de Monkey D. Luffy- contesta el chico intentando provocar a su compañero.
-¿Cómo? A mí... a mí no me gusta ese hombre, además es un chico, como podría... gustarme- intenta aclarar Law de alguna manera convincente para que no se note la verdad, aunque no lo conseguía. Estaba pensando en cómo podría haber adivinado eso.
-A mí no me importa que te gustan los hombres, soy muy liberal con esas cosas. Digamos que me muevo en un mundillo donde eso suele ser común- dice el chico de rojos cabellos intentando calmar al otro- Por cierto, mi nombre es Kid.
-¿Y eso a mí que me importa?- Ahora vete y déjame ver el desfile tranquilo- contesta de forma bastante seria Law sobre todo por la mala actitud que mostraba la otra persona.
-La verdad es que no pensaba que me podría ocurrir a mí esto- dice Kid de forma muy sincera ante el otro chico.
-¿A qué te refieres con esto?- pregunta Law algo desconcertado con la respuesta tan sincera y ambigua que mostraba aquel sujeto.
-Esto- dice Kid acercándose hacia Law lentamente hasta tenerlo cara a cara, dándole un tierno y apasionado beso en la boca que duró unos segundos y el cuál dejó perplejo al joven siervo.
En el escenario, en la puerta trasera, un joven de cabellos negros llamado Luffy se había asomado para ver cuanta gente había asistido al evento. Aunque no le gustaba mucho la idea de asomarse, porque posiblemente le aumentaría los nervios, la curiosidad ganó. Pero lo que descubrió fue algo mucho más importante. ¡Law se está besando con otro hombre!
Justo en ese momento, en la pasarela, las presentadoras iban a introducir a un personaje inesperado en la Street Fashion.
-Antes de dar comienzo al gran desfile, debemos presentar al maestro de ceremonias que estará con nosotras comentando el desarrollo del desfile- dice Boa Hancock con cierto tono de crear expectación.
-Se trata, nada más y nada menos, de la persona más influyente e importante de la ciudad de Nueva York, la persona que hay tras una gran empresa y una gran carrera. El magnate de los negocios, Donquixote Doflamingo- presenta Madam Shyarly como mucha emoción mientras un hombre entra a la pasarela.
-¡Buenas noches a todos! Muchísimas gracias por haberme invitado a este gran evento cultural y benéfico. Es un honor para mí poder ejercer como maestro de ceremonias- dice el hombre apodado como el Flamenco Rosa- Bueno, ya es hora de que dé comienzo el espectáculo.
Entre el público, aparece un gatillo de un arma apuntando a un objetivo y se acciona.