Me despierto alarmado, con mis ojos abiertos como platos, rápidamente trato de incorporarme con mi cuerpo temblando y los nervios dominándome por completo ,pero por alguna extraña razón no puedo mover mis extremidades ,doy un rápido vistazo a mi cuerpo…no puede ser, estoy amarrado, el miedo se apodera por completo de mí en tan solo segundos, mi respiración se agita, repentinamente recuerdos que creía muertos empiezan a darse presente en mi mente, de las épocas de guerras, cuando yo tan solo me dedicaba a ser una repugnante máquina de matar. Cierro fuertemente los ojos y trato de repetir con voz temblorosa la terapia que me enseño mi psicólogo para mantener mi segunda personalidad oculta. “Me llamo Flippy ,militar retirado, sobreviviente en una guerra que realmente desde el principio, muy al fondo de mí, sabía que no solucionaría nada, hice muchas cosas en las cuales perdí mi dignidad y también el derecho de ser llamado ser humano…”…mis pensamientos son interrumpidos al ver hacia al frente dos chicos iguales, con una edad muy corta, no pasada de veinte años, mi respiración se agita, simplemente ya no lo puedo contener, ya no puedo controlar nada de mi…tan solo…quiero…quiero deshacerme de… Esos malditos mocosos ausentes de disciplina, dejo de vacilar y me deshago fácilmente de la cuerda que me impide movilizarme para después envolverla en mis manos y ponerme de pie de, no puedo evitarlo y doy carcajadas entre dientes tratando de guardar silencio, un paso en falso podría arruinar por completo mis planes…
Me muevo rápida y ágilmente, no los dejare escapar, no tan fácilmente, alcanzo tomar a uno de ellos por el cuello, lo miro fría y salvajemente para después golpearlo fuertemente en el rostro, haciendo que caiga inconsciente al suelo en tan solo segundos. Puedo sentir el miedo del segundo, sin vacilar lo persigo con todas mis fuerzas y logro alcanzarlo, tumbándolo al suelo, quedando encima de él, lo miro por unos segundos con las comisuras de mis labios elevadas y mis ojos bien abiertos para después repetir el mismo procedimiento que con el anterior: Lo golpeo sin piedad, a la primera no queda inconsciente, así que no dudo en volverlo a hacer, a la segunda lo logro, y no puedo evitar reír de orgullo. Lo jalo desde el cuello de su camiseta, arrastrándolo por el suelo, en el camino, tomo al otro tipo con mi mano restante y lo arrastro de igual manera, así hasta llegar al sótano de mi casa , dejo sus cuerpos en el suelo por un segundo para mirar a mi alrededor, varias cosas que creí olvidadas, como mis antiguas armas y placas de reconocimiento y muy apartado de eso, un montón de sillas amontonadas ,perfecto .Amarro a cada uno en una respectiva silla con la misma cuerda que utilizaron para amarrarme ,que ironía ,al verlos fijamente me doy cuenta de que son completamente iguales, a diferencia de que uno de ellos lleva un sombrero ,es lo único que los diferencia. Una vez que ambos estuvieran atados, rebusco entre mis antiguas armas, sé que estaba entre una de estas cosas, por aquí…perfecto, encuentro mi navaja aun manchada con la sangre de algún desconocido, la lamo levemente, probando el excitante sabor metálico de la sangre, creo tener un fin distinto para ellos, además, yo también quiero divertirme…
-Despierten…-les ordeno con voz serena mientras aun sostengo la navaja entre mis largos y finos dedos.
Ambos despiertan de forma aturdida en un principio para después verme a mí no evitar grita levemente, con sus rostros llenos de miedo, es realmente excitante.
Me pongo de rodillas en rente a uno de ellos, él que parece ser el mayor, sosteniéndole la mirada, la suya esta ahogada en miedo, que conmovedor. Desabrocho su pantalón lentamente y me encuentro con su miembro, el cual parece ser algo grande, es completamente seguro de que él es el mayor.
-P-Pero… ¿Qué haces?- me pregunta uno de ellos tartamudeando y con voz ronca.
Empiezo a masturbarlo, teniendo una excelente vista de su rostro, el cual esta sonrojado hasta cierto punto, al principio lo hago despacio para después aumentar mis movimientos. Era predecible, sus gemidos se empiezan a hacer presentes.
-Mmm…- trata de evitar sus gemidos, es realmente lindo.
-No creí que fueras capaz de hacer ese tipo de sonido, fue realmente lindo…-le digo aumentando aún más el movimiento de mi mano, por un segundo miro a su compañero, el cual también esta sonrojado y no dice ninguna palabra, tan solo muerde su labio inferior y no desprende su mirada de mí, una mirada con una combinación rara, excitación y odio, me enciende para ser sincero.
-T-tu…- me dice entrecortado el menor, lo miro sin ocultar mi excitación.
No lo tomo en cuenta, tan solo presiono la punta del miembro del mayor, previniendo su orgasmo, sin aparar la vista de él.
-A-Ahhh- gime el mayor de ellos, lo estoy dominando por completo con tan solo mis manos, que orgulloso me siento. Aparto la mirada de el por un momento para deshacerme de mis pesados pantalones de guerras y desabrochando mi chaqueta sin sacármela, esto será realmente divertido…
Lentamente tomo el miembro del mayor y lo empiezo a introducir levemente dentro de mí, es algo grande, así que me cuesta algo de trabajo, y hasta en cierto punto dejo escapar un gemido de mis labios, me doy media vuelta, sin sacarlo de mí, para ver sus ojos llenos de rencor, lo miro con mi desgarradora sonrisa y empiezo a moverme. Veo como sus ojos se abren y su boca empieza a soltar vergonzosos gemidos, por lo menos más que los anteriores.
-¡Whaa!...tu zorra…- me dice entre jadeos.
-Gime más para mi maldito niñato- le ordeno para después mover mis caderas sin pudor, brusca y salvajemente, nunca creí que dar placer podría ser tan satisfactorio. Siento como llega a su orgasmo, soltando un espeso liquido dentro de mí, el cual siento que me llena por completo, empiezo a babear mientras mi lengua yace fuera de mis labios.
-Jajaja... ¿Tan pronto te corres? Novato…- saco mi entrada de él y miro al menor.
-Veo que pretendes ser muy serio ¿Eh?- le digo con voz burlona para después acercarme de forma de pervertida a él.
-¡Aléjate de mí, maldito cerdo y enfermo pervertido!- me dice con un tono de voz elevada, sonrío, que tonto…
Meto lentamente su miembro en mi estrecha entrada, para después mover mis caderas lentamente.
-Vaya…no puedes contener tus gemidos… ¿No es así?- digo mientras lo torturo –Solo si lo ruegas…tal vez podría hacerlo mejor para ti…- abre la boca para respirar mejor, parece esta asfixiándose de placer.
-P-por favor…-
-¿Hum?...-
-M-muévete normalmente, hazme correr y dejar tu sucio culo de puta lleno de mi- suplica con pequeñas lagrimas saliendo de él. Satisfecho, muevo mis caderas aún más lento, sintiendo como cada parte de su miembro entra y sale de mí, no me gusta jugar limpio…
-A-Ahhg…-
Arqueo el cuerpo hacia el mayor el cual no se encuentra muy lejos y tomo su miembro sin dejar de darle placer al idiota que acaba de perder su dignidad por nada hace unos instantes.
-Llamándome pervertido cuando tú estás listo de nuevo para la acción, estúpido niñato- digo mientras mi dedo índice recorre cada milímetro de su erección, sin excepción, al pasar por la punta bajo mi cabeza y engullo por completo el enorme miembro del mayor, babeándolo por completo mientras lo miro de forma dominante, al parecer no puede abrir sus ojos, está demasiado excitado. Siento que el menor de ellos se corre dentro de mí mientras sigo chupando.
-Deja de chupar, ¿acaso no sientes algo de vergüenza por estas cosas puto?- me pregunta el dueño del miembro al cual le doy placer. Lo saco de mis labios.
-Dices eso mientras disfrutas y gimes de esa forma tan satisfactoria para mí…-digo mientras presiono la punta de su miembro para después sentir nuevamente su cálido líquido, esta vez en mi rostro, lamo mi mejilla la cual tiene una gran cantidad del mismo de una forma pervertida.
-Eso fue rápido…- digo mientras me limpio la cara con las mangas de mi chaqueta de militar.
-¿No has tenido suficiente?...- me pregunta el menor, casi murmurando.
No puedo evitar las carcajadas y empiezo a reír como lo que verdaderamente soy, un demente y pervertido adicto al sexo.
-No me subestimes ladrón de mierda- ordeno para después sacar mi entrada de su miembro y acercar las sillas un poco más, ambos me miran desconcertados y mordiéndose los labios de coraje. Sin apartar mí vista de ellos tomo sus dos miembros y hago que entren a mí lentamente, por fin me siento satisfecho, se podría decir que estoy completamente lleno, ambos miembros están dentro de mí, destrozándome por completo y dilatando mi entrada como nunca antes, ambos empiezan a gemir desesperadamente, y hasta yo lo hago un poco para después decir:
-Jaja sucios ladrones, ¿Qué se siente ser humillados de esta forma?-
Muevo mis caderas mientras babeo de placer con mis ojos bien abiertos y mi sonrisa más extendida que nunca. Escucho un largo gemido de parte de ambos para después sentir como la semilla de ambos explota dentro de mí, no puedo evitarlo, me corro yo también con un gemido sordo. Una vez ya satisfecho hago que ambos miembros salgan de mí para después ponerme mis pantalones, los miro con repugnancia, aún siguen gimiendo, tratando de recuperar su reparación.
Los tomo a ambos, aún amarrados, y los saco de mi casa.
-Fue divertido… ¿No?- pregunto en tono burlón para después cerrar la puerta.