El día estaba lluviosos, casi parecía que se fuese a inundar, un alto pelirojo caminaba bajo la lluvia como si nada, había llegado a Japón hace una semana, luego de la ruptura con su novio, llevaban juntos años, pero al parecer a este ultimo nada le importo al momento de ver por computador a una montaña morada...
Este tipo, con llamativo color morado en ojos y pelo en tan solo un mes le quito a su pareja de años...
Autocompadeciendose como pocas veces, caminada bajo la lluvia como si esta ni existiera, mirando hacia abajo cuando vio a un gato de llamativo color celeste... ¿o era un bebé?...
Bueno, lo que vio fue a un pequeño bulto en una caja de cartón a un costado del camino, lo que explica porque no pudo reconocer a un bebé con orejas de gato dentro... ¡¿un bebé con orejas de gato?!... ¡¿y eso era una cola?!
Se agacho y tomo al pequeño... ¿bebé? ¿o gato?, lo que sea, lo tomo en brazos con extremo cuidado y sintió cuan frío estaba...
Lo arropo, no sabe por que, en su chaqueta y se lo lleva devolviendose hacia su departamento.
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Al llegar lo deja con una frazada de polar en el sillon, suavente envuelto y va a la cosina a calentar leche... Independientemente de si fuera un animal o una persona, era un bebé, y los bebés toman leche... Ese fue su brillante pensamiento.
Revolviendo la cacerola con leche, hasta que la siente lo bastante templada como para dársela a comer, busca en el maletín de auxilios una pequeña jeringa... No tiene.
Chista contrariado y escucha un pequeño quejido, un maullido luego...
Sale del departamento y va en busca de sus vecinos, una pareja homosexual y toca en la puerta.
-hola, Kagamicchi-saluda un rubio alegre.
-ho-hola Kise-dice rascándose la cabeza-¿t-tu tienes una jeringa... O un biberón?-
-¿y para que quieres un biberón, Taiga?-dice un peliazul abrazando la cintura del rubio.
-encontre un... Un bebé con orejas de gato en la calle... Y se estaba helando-dice mirando hacia abajo.
-no me digas que te lo quedaras, Kagamicchi-dice con brillitos a su alrededor-que suerte.
-¿e-eh?, ¿suerte?-dice aun más intrigado y confundido.
-esos son donceles, pero no normales... Son sumamente delicados, crecen en poco tiempo y de excelente calidad-dice el moreno desinteresado.
-¿por que hablas de la criatura como si fuese una cosa?-dice enojado el pelirrojo.
-por que así los tratan, no me agrada, pero es costumbre-
-Kagamicchi, a ellos los comercian, son para aquellos que necesitan un heredero o...-se calla avergonzado-o pervertidos, estos siempre los obedecerán, pero hay un problema con ellos, o así lo ven los demás-
-¿qué?-dice intrigado.
-como es normal en los bebes, que estos saquen características de ambos... Pero es ilegal mantener con vida a los hijos de estos que saquen características como orejas y colas, no se pueden comerciar tampoco...-
-osea, que los deben matar-dice Daiki y por primera vez se escucha triste y furioso.
-es ilegal... ¿como se castiga?-dice.
-no te preocupes, a ti no te harán nada, es ilegal mantenerlos por que no se pueden tener a dos de ellos en un mismo lugar-dice Kise-pero si regalar o eso, es raro que lo hayan botado... Pobre-dice triste-pero es bueno que lo hayas encontrado... Demorara un mes por cada año, hasta los doce y un mes y medio a partir de allí hasta los dieciséis-le explica.
-guau-dice él-espera, ¿eso quiere decir que lo tendré que criar yo?-dice asustado.
-claro... ¿o lo botaras, Kagamicchi?-dice triste de nuevo Kise.
-no te preocupes, Bakagami-dice el de azul-nosotros te ayudaremos, no tenemos mamadera, pero la iremos a comprar-le informa-cuida del mequetrefe por ahora.
-no le digas asi-dice el pelirojo furioso de la nada.
Luego de unos cuantos insultos por parte del pelirrojo y peliazul, se marcha a su departamento, notando al bultito en el sillón removerse inquieto, lo toma y nota por primera vez en él doncel, piel lechosa, cabellos celeste como el cielo de verano, y boquita rosa, bello... Al este notar como lo toman abre sus grandes ojos y el oelirojo suelta un jadeo, asombrado... Se siente perdido al ver esos grandes y puros ojos celeste, al igual que su cabello... Sabe que no podrá dejarlo... Lo cuidara, y protegera, por que quedo prendado de esa mirada inocente de un bebé. Aunque suene demente, lo quiere, no de forma lujuriosa, sino que lo sintió al ver esos ojos y sentir como su corazón palpito fuerte. Aunque no se dio cuenta... Allí, en ese sofá, el penso que simplemente, lo quiso proteger de ese mundo que lo trataría como un objeto.
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-aqui tienes, Kagamicchi-le tiende el rubio el biberón.
-gracias Kise-dice, tomándolo.
-¿tengo al pequeñin?-pregunta.
-como quieras, pero cuidado-dice pasándoselo y dejando que lo tenga mientras calienta de nuevo un poco la leche, de nuevo remueve lentamente a baja llama.
-¿y sabes como se llama el mequetrefe o le renombraras?pregunta el moreno viendo a su pareja jugar con el pequeño-¿cuanto tendrá?, no parece recién nacido-
-Ahominecchi-dice el rubio-se nota que no has estado en Japón los últimos meses, ahora no los dejan botados a penas nacen, todos tienen un plazo para encontrarles un propietario hasta que cumplan un año-dice aun jugando con el bebé.
El moreno le mira de mala forma...
-aún así, ¿sabes o no su nombre?-insiste.
-no, ¿debería?-pregunta, llenando la mamadera.
-¿donde venia, Kagamicchi?-
El pelirrojo apunta a una esquina, donde se ve una totalmente mojada ropa.
-la caja no tenia nada-les informa-así que la deje tirada, pero pase a una tienda en cuando note que tenía su ropa empapada para comprarle más, la dependiwntanme ayudo-dice adelantándose a las preguntas de ambos.
El moreno le hace un gesto a su pareja y rebusca entre el poilucho hasta que los encuentra.
-he aquí los papeles del mequetrefe-dice levantando victorioso los antes nombrados.
El pelirrojo le pide en muda señal al rubio el pequeño y lo sostiene haciendo media cuna con uno de sus brazos para con el otro poder alimentarle.
-el pequeño se llama Kuroko Tetsuya, tiene un año recién cumplido ayer-lee el rubio-es correcto, Kagamicchi-dice él-lo habrán tenido en su casa hasta hoy en la mañana.
-aquí también esta el papeleo de 'adopción'-dice el moreno-solo debes anotar tu nombre ante testigos, nada más tiene la firma del anterior propietario-
-hay un lápiz en la repisa-indica meciendo al pequeño luego de sacarle los eructos-y ustedes serán mis testigos-
-de verdad planeas quedartelo-dicen ambos.
-claro-
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El pelirrojo tuvo que aprender a vivir con el pequeño, sus vecinos que ya no estudiaban, pues los dos habían terminado de estudiar por sus carreras, uno modelo y el otro bssquetbolista profecional, eran quienes lo cuidaban, por que a sus quince años, no podía, este había tenido una infancia muy dificil, vivía emancipado, pies sus padres tenían problemas y no podían cuidarlo, y le dieron sus firmas para tal trámite, este ya sin mentalidad de pequeño, vivía con el dinero que estos le daban, y gracias a Kise y Aomine podía criar al pequeño Tetsuya.
En diez días ya no podía dormir las ocho horas, si no seis, con el pequeño a su lado, le tenia que alimentar y cantarle nanas para que durmiera...
A los quince, el pequeño en un fin de semana... Dijo su primera palabra.
Era día sábado, y el planeo llevarlo se paseo, Aomine y Kise los acompañarían a ambos.
Con el pequeño gateando se un lado para otro siguiendo una coloridas pelota; cortesía del rubio, cuando de repente un pelinegro corre casi aplastando al pequeño.
-¡hey idiota!-grita el moreno furioso-ten cuidado.
Al verlo se dan cuenta de sus ojos llenos de lágrimas.
-disculpen-susurra con voz tomada.
-hey, ¿que te pasa?-dice el pelirrojo, abrazándole.
-hey idiota, suelta a mi novio-dice un peliverde furioso.
-andate, Midorima-le dice el pelinegro aferrándose a Kagami quien lo bpabraza al notar como cálidas lágrimas mojan su polera-vete con el enano de pelo fresa-apreta sus menos furioso-y dejame aqui-llora aun más, pero ellos notan como sujeta su vientre-dejanos aquí-susurra.
-nosotros no tenemos nada-dice llegando un joven bajo, saliendo detrás del peliverde.
-largense de aquí-dice sollozando ahogadamente.
-sueltalo-gruñe de nuevo Midorima, tomandolo del brazo, tironeandolo.
-sueltalo, idiota-dicen de nuevo, pero esta vez el moreno.
-K...kaaa...¡¡kahami!!-dice una voz dulce-aaa...¡¡amine!!-
-Kurokocchi... Kurokocchi hablo-dice el rubio.
Todos quedan sorprendidos, hasta los que no conocían al peliazul, pero ellos por ver al bebé doncel.
El pelirrojo se agacha con el pelinegro detrás, el pelifresa y el peliverde se acercan poco a poco y quedan a distancia prudente, mientras que el moreno ve detrás del pelinegro, protegiendo al pelirrojo y al pelinegro.
-Takao, de verdad que no somos nada-dice el peliverde viendo al pequeño fascinado.
-en realidad, el estaba tratando conmigo sobre su próximo matrimonio-dice el pelifresa.
-Shin-chan-susurra, acercándose a abrazarlo.
Ambos se quedan a acompañarlos, también Akashi, y se presentan, desde allí no se separan de ambos, mientras que el pequeño Tetsuya hizo tres nuevos amigos, los cuales le enseñan nuevas palabras, y poco a poco lle corriguen las que ya saben.
A los veinte, el pequeño camina a recibir luego de una pesada tarde de clases a Kagami, quien solo supo que todo el día estuvo intentándolo...
Así el pequeño mequetrefe, como lo llamo Aomine hasta los cinco días de conocerlo, fue logrando pequeños logros.
*****un mes después *****
-feliz cumpleaños Kurokocchi/Kuroko/Tetsu/Tet-chan/Tetsuya-dicen seis chicos.
-ahahahh-ríe un pequeño peliazul.
-ya tienes dos añitos, Kuroko-dice el peliazul.
-Kagami-kun-dice el niño con voz dulce-gracias.
-owww, Tetsu-chan es tan tierno-dice un pelinegro tomándolo en brazos delante del pelirrojo y dándole besos en los mofletes.
-tío Takao-rie el pequeño.
-ow, eres un tesoro, Kurokocchi-dice el rubio quitandolo al pelinegro, apretándolo.
-no tan fuerte tío Kise-dice el pequeño.
-ya dejenlo, tenemos que seguir-dice el peliazul.
Ambos lo dejan en el suelo, el treinta y uno de cada mes, le celebran los cumpleaños, aunque en realidad ese es el primero que lo pasan con él.
-Oto... Kagami-oto-dice, pero el pelirrojo lo toma en brazos.
-te he dicho que me digas Kagami-kun, no Kagami-otosan, ni otosan-le regaña dulce, pero se sonroja al sentir los labios del pequeño en su mejilla, y sonríe enternecido; como todos los demás, al sentir el agarre del pequeño a su espalda ocultando sus calientes mejillas en la piel de cuello-te quiero, Tetsuya-susurra bajo, nadie le escucha.
-yo también, Kagami-kun-dice Kuroko, siempre le escucha, ventajas de ser mitad gato, se dice sonriendo, y a él nadie le escucha nadie.
-ya, deja de robarnoslo Kagamicchi-dice el rubio, pucheando.
-si, si Tai-chan, Tet-chan es de todos-dice apoyandole el pelinegro.
Sonriendo le baja, y el corre a buscar los regalos, es niño aun, después de todo, todos rien, y le plauden... El día pasa feliz.
Los dias del pelirrojo son entretenidos, llenos de sorpresas, risas, ternura, y varias cosas... Ya ni recordaba a Himuro y su nueva pareja...
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Ya había pasado el año, ese día era el cumpleaños nro doce de Kuroko...
-Kagami-kun-dice el pequeño tomándole la mano al pelirrojo, tirandole hacia la puerta-vamos, quedamos con jugar basquet con los tios Aomine-kun y Kise-kun... Además nos llamaron el tío Takao-kun y Midorima-kun... Akashi-kun igual ira-dice tironeandolo más fuerte.
-espera Kuroko, deja buscar el balón-dice, nombrando al fin el motivo de su demora.
-Bakagami-kun-dice, desde que tuvo nueve años copio el sobrenombre que le decían Midorima, Aomine y Akashi, solo lo decía cuando se enojaba con él-yo tengo el balón, ¡anda, vamos!-
-teme, debías habérmelo dicho-lo reta.
-gomen, pero tenia orisa, y te demorarias buscando todo, te quise ayudar-dice bajito.
-ya, vamos-
Ambos van corriendo a la cancha cercana y al llegar ven a los cinco dentro.
-gomen, me demore buscando unas cosas-dice el pequeño nada más llegar, cubriendo al mayor, sabe que armaran menos lío si dice que el se demoro a que se demoro el pelirrojo.
-moo, juguemos-dice el rubio, los demás asienten.
Los equipos estaban dispares...
-¿no vendrá Furihata?-pregunta el pelirrojo.
-en realidad, fue al baño un momento-dice Akashi.
Se ve entrar al castaño, pero no solo... Lo acompañaban un pelimorado y un pelinegro.
-Himuro-dice el pelirrojo, sorprendido.
-Atsushi-dice el pelifresa.
Todos miran soprendidos a los que van llegando, y miran interrogativos al castaño.
-ellos me preguntaron por una cancha y yo les invite al juego-dice excusándose.
-Aka-chin-dice el grande pelimorado.
-Taiga-dice el pelinegro.
Todos ven como se miran los cuatros, con la mirada dolida los dos que conocían, y la sorprendida en los recien llegados.
-se puede saber... ¿como es que se conocen?-dicen todos.
Aunque el rubio junto al moreno saben más o menos quien es el pelinegro, mientras que el peliverde tenía su sospecha de quien era el pelivioleta, el castaño junto al peliceleste no sabia quienes eran...
-él es mi ex-dicen los cuatro.
De un momento de silencio, el pelinegro suelta la mano del gigante y se dirije al pelirrojo, mientras el gigante toma al pelifresa y lo separa, todos tensos miran dutativamente a ambas parejas, cuando escuchan al pequeño.
-Kagami-kun-llama el pequeño mirando al pelirrojo.
-Kurokocchi, esta ocupado-le dice, es la primera vez que tiene que decirle, pues el era inteligente.
-Kagami-kun-dice y esta vez se dirije a él, enojado por que no le tomaba en cuenta, todos en la cacha que conocían el carácter apacible del peliceleste quedaron impactados... El pequeño enojado toma el pantalón del más grande, tironeandolo.
-¿eh?, Kuroko, ¿que haces?-dice contrariado, mira a los demás y estos le devuelven la mirada como diciéndole 'no pudimos hacer nada', y mira al pequeño, con su mirada enojada, rabiosa y su puño cerrado apretando el pantalón-he y, ¿que te pasa, chibi?-
El pequeño le extiende los brazos, diciéndole con los gestos 'tomame en brazos'.
-hey, estoy conversando, luego, ¿si?-le dice.
Kuroko se enoja aun más, dejando salir una oscura aura enrededor de él, su ceño se frunce aun más, y estira aun más sus brazos, el mayor bufa y lo toma en brazos... Este pequeño le lanza una mirada al pelinegro dejándole sorprendido de su brillo posesivo.
-¿quien es él, Darín?-pregunta el pequeño, usando el sufijo que ocupaba Kise cuando había otras personas cerca del moreno.
-¿eh?-dice el pelirrojo.
-hola, pequeñin, soy Himuro Tatsuya, ex de tu 'darin'-dice el pelinegro con normalidad.
-hey, Kuroko, ¿quien te enseño esonde darín?-pregunta el tigre.
-asi que eres el ex de Darin, ¿no que estabas en USA, con quien le engañaste?-dice quitado de pena.
-woa, sabes mucho para ser tan pequeño-dice sin molestia alguna, todos quienes escuchaban al pequeño estaban estupefactos, ni ellos sabian que el nene estaba al tanto de ello-vine a Japón por él.
-¿y ahora que quieres con Taiga-darin?-
-queria pedirle perdón-dice, mirando al de rojo-por ser tan frío, y por dejarte de esa manera.
-bien-dice al ver que ninguno de los dos tenían sentimientos por el otro-bajame.
El pelirrojo lo baja aun sin creer lo que paso, el pelinegro solo río discreto, los demás estaban en shock.
'Acaso esos fueron celos'-pensaban todos menos...
'Si, esos son celos'-ríe el pelinegro.
Luego, todos mejores, más calmados notaron la ausencia del pequeño.
-¡¿donde esta Kuroko/Tetsuya/Tetsu-chan/Tetsu/Kurokocchi?!-
-aqui estoy... ¿puedo quedarmelo?-dice abrazando a un pequeño perro, negro con blanco y unos ojos pasmosamente parecidos a los del pequeño-onegai, como regalo de cumpleaños... ¿si~?
Todos asintieron, el pequeño feliz salto y se quedo con el can, a quien llamo, 'Tetsuya nro dos'...
Luego de esa escena, esas dos personas se unieron al grupo de familiares de Kuroko Tetsuya.
Murasakibara llamándole: Kuro-chin~
Y Himuro: Kuroko.
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Kuroko tenia ya quince años, y Kagami estaba casi seguro de que le estaba evitando, si, su lindo Kuroko le estaba evitando, pasaba todo el día en el apartamento de Kise y Aomine, o si no en loa de los demás 'familiares'... ¿porque?...
'Era un día normal, Kuroko asistía a su misma escuela, y tenia muchos amigos, los que eran los mismos que los suyos.
Y debido a ser doncel avanzaba cada mes y medio de curso, pues su intelectual era tan avanzado como su cuerpo.
Kiyoshi, Izuki, Hyuga, Aida, Fukuda y otros más eran sus amigos...
Y él al ver como el primero tomo de las manos muy intima y delicadamente a SU Kuroko no pudo evitar sus celos, quienes los cegaron, solo regreso en si cuando estaba arriba de su sempai luego de haberlo golpeado mínimo diez veces, Kuroko asustado, se retiro temprano de el colegio... Y no lo había vuelto a ver.'
-ya, basta ya-dice y va hasta el apartamento de al lado.
-K... Kagami-kun-ve al peliceleste frente a él...
-yo... Lo siento-dice y le abraza fuerte al tenerlo frente...
-no... Disculpame a mi... De verdad no debí dejar que me tomara de esa forma...-dice el mitad neko.
-vamos, hace frío aqui-
Ambos entran al hogar y siguen abrazados.
Pasa la medianoche y el de ojos color cielo mira directamente al de ojos fuego.
-Kagami-kun, ese día sempai se me declaró-le dice y Kagami siente su corazón dejar de palpitar...
-¿y tú que le respondiste?-
-que yo te amo a ti-dice al sonar el celular de ambos y el de los demás 'familiares' habían do que Kuroko acaba de cumplir dieciséis y terminar con su anormal crecimiento.
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Ya de ese día pasaron veinte años, y a su alrededor los frutos de su unión corrían, nuevamente era su cumpleaños nro treinta y seis, su familia tenia a los retoños corriendo junto con los de ellos...
-¿sabes Tetsuya?, no me arrepiento de nada
-yo menos, Taiga-darin-le dice sonriendo.
Si, no había nada de que arrenpentirse, sus hijos, Taiko heredo su cabello y los ojos del tigre, su tranquilidad y intelegencia, mientras que Tatsu heredo la fiereza de su padre y su pelo, los ojos reflejaban el cielo... Ambos ya eran mayores de edad, y habian sido criados por ellos...
Descubrieron que las leyes de los donceles neko no regían si ellos se unían en matrimonio, como lo hicieron a sus dieciocho años.