''No creo en el amor, y no comenzaré a creer en eso por ti.''
Esa fue su devastadora respuesta. Esa corta y siniestra oración me hizo caer en un profundo abismo y oír cada una de las crueles palabras que la componían era como como sentir afilados cuchillos clavándose lenta y dolorosamente en mi cuerpo hasta mis entrañas. Mientras caía, caía y caía... ¿Cuándo me detendré? Es mejor no saberlo, cuando me detenga tocaré suelo y moriré del brutal golpe de seguro.
-Te declaré todo, ¡Absolutamente todo! Kyuhyun entiéndeme, ponte en mi lugar solo una vez, te lo pido con lágrimas en los ojos, mostrándote mi debilidad, todo de mi ser y mostrándote cuánto es que te necesito a mi lado.
-No, calla. ¡Que te calles! Te explicaré lenta y detalladamente, por los buenos tiempos. Tú no me quieres. Si me quisieras de verdad quizás podrías tocar una insignificante célula de mi corazón con tu patética actuación. Tú no me quieres y yo... yo solo te utilicé. Está bien, perdón. No creí que ésto resultará así pero... Sé honesto contigo mismo, Donghae. Eres tan patético ¿Soy tu primera y perfecta historia de amor? ¡Por favor! Ni una noche ¡Ni una sola noche la pasamos juntos! Eres como una mujer que espera por su verdadero amor y yo, perdóname que te lo diga pero no estoy interesado en eso. Eres guapo y todo, no lo niego, no te he mentido ni una sola vez ya que tampoco nunca dije que te quería y ¡Por favor, salimos unos meses y te pones así! no seas penoso. Bueno, bueno no te pongas así, no llores tanto, seamos amigos ¿Vale? Amigos y ahí queda todo. No te pongas pesado Donghae.
No me lo podía creer, realmente no me lo podía creer. Todo lo que dijo era la puta verdad y yo, y yo estaba destrozado por dentro y, por como Kyuhyun trataba de hacerme sentir mejor vanamente, también lo estaba por fuera. Sentado de rodillas con ambas manos cubriendo mi cara entre sollozos, como una maricona.
Y sí, con Kyuhyun había salido del closet, me había decidido a empezar mi perfecta y hermosa vida homosexual. Pero ese imbécil sin sentimientos me ha devastado, me mató de un golpe y yo lo sigo queriendo locamente, que es lo peor.
Miré de reojo como desaparecía tras el umbral y cerraba la puerta, como solía hacerlo, sin demasiado ruido pero haciéndose notar, como siempre. Eso dolió, actuar normal en una situación como ésta solo quiere decir una cosa: No le afecta en lo más mínimo.
Por su actitud, por mi actitud, por mi amor, porque lo nuestro se acabó... Me emborraché como nunca, solo en mi apartamento, tomándome todo de todo. A ver si amanecía muerto el día siguiente, a ver si olvidaba, a ver si... a ver si Kyuhyun volvía, a ver si camino a su casa conduciendo en su coche pensaba en todo lo que hice por él. Mi madre, mi padre, oh Dios mi padre... la expresión de su cara cuando les hable de mi homosexualidad, que tenia novio, que dejaba la casa. Aunque no fue necesario decir lo ultimo ya que el homofóbico de mi padre o me sacaba a patadas o me sacaba a patadas. Dejé todo atrás y me mudé a la ciudad, pude rentar un apartamento cómodo con un dinero que me envía mi madre a escondidas de mi padre y con el que consigo con trabajos que hago por aquí y por allá...
Creí que podíamos ser felices, que viviríamos juntos por siempre, que me quería.
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Tengo un dolor de cabeza infernal, unas ojeras que me llegan a la mitad de las mejillas. Mi aspecto es horripilante y ¿Qué mas da? me han roto el corazón. Y estúpidamente me emocionaba el hecho de estar sintiendo esto por primera vez, me emocionaba el hecho de contárselo a algún amigo y seguir sufriendo. Soy un maldito masoca hipócrita. Comienzo a creer que ese estúpido de Kyuhyun no se merecía la patética escena que monté anoche, es decir, salíamos regularmente a algún Pub gay de los buenos, nos comíamos la boca y no llegábamos a nada más, maldita sea ¿Armé el tremendo escándalo para pensar estas cosas al día siguiente? siento un poco de verguenza pero bueno, es que yo lo quiero...
¿Lo quiero?
Me duele, si, lo que me duele es no haber descubierto más en el mundo Gay junto a mi 'pareja', me duele su actitud arrogante, la mala pasada que me dejó... ¿Todos los hombres somos así? No, yo no.
Lo peor de todo es que lo tendré que ver en la universidad en media hora, cuando entre a clase y esté él, sentado en el puesto junto al mío. No quiero ser su amigo, no quiero nada de él, no quiero decepcionarme aun más del camino que elegí.
Suspiré, voy camino al enfrentamiento cruel que consistirá en ignorarnos mutuamente. Si no me ignora, juro, ¡pero juro! que le pego una patada en los huevos, por cínico.
Entro al salón y varias compañeras me quedan mirando, seguramente por mi aspecto algo descuidado y mis ojeras de resaca. Camine hacia mi puesto tratando de no desviar mi mirada por nada del mundo y... ¿que encuentro a mi lado derecho?
-¡Hola mi fishy!- a-acaba de decir "mi". Pronombre posesivo, posesivo, posesivo, mío, mi fishy, que yo soy suyo, que aun soy suyo siendo que nunca lo fui... ¿QUE?
Eso definitivamente fue un knock out.
Se cree muy galán, con su buen porte y cara de niño bueno, maldito desgraciado, bastardo, imbécil, ¡hijo de puta!. Se lo hubiera gritado a la cara, lo quería gritar, ¡iba a hacerlo por Dios, gritaría eso completamente convencido! Pero no lo hice, no lo hice porque el puto de Kyuhyun me seguía mirando con su sonrisa encantadora que me derretía por dentro, esos labios que me moría por besar y esos dientes tan perfectos y ese chupón en su cuello que no intenta disimular... ¿Chupón? ¿Qué mierda? Ayer no lo tenía y yo obviamente no se lo hice por razones obvias... ¡pero si será hijo de... !
No le hablé, no le dirigí la palabra, solo me di media vuelta bien digno, y comencé a tomar nota. Ya se las verá, se está riendo de mi ¡Y en mi cara! Rompí la hoja del cuaderno con tanta presión que ejercía mi bolígrafo en ella, Kyuhyun lo notó a lo lejos y tragó saliva. Jamás me había mostrado así frente a él, con éste cabreo matutino, mi cara roja y mis dientes chirriantes. Y no es que quisiera mostrarme así, era algo incontenible, me venia de muy adentro de verdad.
Ya no siento dolor, ni pesar, ni mucho menos arrepentimiento. Solo siento deseos de venganza y de restregarle en la cara lo que se perdió. Solo tengo que descubrir como diantres le hago para que se arrepienta de haberme humillado de esta forma. ¿Cómo le hago si ni siquiera me quiso un poco como para sentir celos o algo?
Fácil, volviéndome una perra de las que le gustan a él.
Pero no haré eso por ningún motivo, yo me mantendré puro hasta que llegue mi hombre soñado y... no hace falta venganza, ya para qué si, el debe hacer su vida y yo la mía y todos felices, quizás hasta intente ser su amigo.
Pensaba esto, mi ángel bueno se asomó a mi cerebro haciéndome tener esa clase de pensamientos casi bíblicos y dignos del papa Benedicto XVI hasta que sentí la gran mano de mi ex novio en mi muslo. Casi me da un paro y lo miré con los ojos abiertos de par en par. Y él, el maldito galán me guiñó un ojo como puto que es, esto yo no lo soporto. No le soporté a Kyuhyun ni una caricia insinuante mientras estuvimos juntos y ahora que rompimos me toca como un descarado. Éste maldito que se cree John Travolta me está sacando de quicio, me está reventando la vena de paciencia en mi cien. Y para vengarme, nada más que le devolví el toque, le toqué también el muslo, él quedó perplejo y cuando sonrío lujuriosamente pensando quizás en qué cochinadas dirigí mi mano a su entrepierna y se la apreté, se la apreté tan fuerte que yo creo que lo dejé estéril. Dio un grito bruto, seco, de los que da la gente cuando está agónica, con su boca abierta y ojos medio salidos me miró, y pude comprobar triunfante que no siempre es verdad lo del dicho que la venganza es un plato que se sirve frío, yo no estaba en mis cabales y eso me hizo disfrutarla aun más. No me vengan con cosas porque lo acabo de comprobar al ver la mirada suplicante de Kyuhyun para que le soltara los huevos del fuerte agarre con mi mano. Aflojé un poco y le volví a apretar, aunque no tan brutalmente como la primera vez, me acerqué a él y a escasos centímetro de su boca le susurré para que nadie mas pudiera oírme.
-La tienes del porte de un paquetito de Nuts4Nuts, ¿con qué cara te haces pasar por un galán? Kyuhyun, conmigo no se juega, me veré debilucho, llorica, maricón, todo lo que quieras. Pero no intentes jugar conmigo de nuevo, porque te dolerá tanto como duele ahora.
Se la solté, no replicó y bajó la mirada como el cobarde, mentiroso y charlatán que era. Y yo me reía solo. Disfrutaba mientras podía mi independencia... porque me duraría poco.