Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pierrot por MallowSJ

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Había dejado de actualizar por razones personales, perdón, de verdad...

Acabo de actualizar PARADISE, les pido que le den una oportunidad también.

 

Eso, saluditos

 

By DongHae

Amber, la chica que me había presentado RyeoWook, y yo nos estábamos llevando de maravilla, se podría decir que me agradaba y bastante. No era la típica chica que quería siempre verse bonita para un hombre. Ella era atractiva porque sacaba a flote mucha masculinidad, pero en el fondo seguía siendo una mujer y yo lo pude notar cuando la tomé de la cintura y se ruborizó. Aunque intento disimularlo con una sonrisa pícara, yo me podía dar cuenta fácilmente de esas cosas. Maldita sensibilidad.

Se podría decir que ella estaba intentando ligar conmigo, y ¿Por qué no tentarlo? Primera vez que me enfrentaba a este tipo de chica y me parecía de lo más atrayente.

Sin embargo, no puedo negar que me sorprendí cuando ella se acercó en forma lenta, pero sin vacilar para besarme. Quedé en blanco y no alcancé a reaccionar por lo que me plantó un pico y se rio como solo una chica podía hacerlo.

Amber aún no retiraba sus labios de los míos por lo que  intuí que quería profundizar el beso, sin embargo, de pronto alguien me agarró fuertemente del brazo  separándonos por completo. No alcancé a procesar lo que sucedía y pude ver la cara de “wtf” de ella a la distancia mientras me alejaba siendo conducido por un extraño.

Pero no, no se trataba de ningún extraño, solté el agarre de HyukJae con fuerza cuando nos encontrábamos lejos de la muchedumbre que bailaba. Le dediqué la peor cara que pude poner y él también. Nos quedamos mirándonos a los ojos con el ceño fruncido, creí ver chispas saltar.

—     Que mierda acabas de hacer— Le dije controlando mi enojo, me sentía mal por Amber ya que  era muy descortés de mi parte dejarla sola. Le debía una disculpa —Volveré con Amber— Agregué y salí rápidamente de su lado. Pero él no me dejó. Otra vez me agarró fuerte el brazo casi haciéndome daño y  dejándome sin escapatoria.

—     Tú—Me dedicó una mirada tan profunda que me hizo tragar saliva al instante. —Tú vienes conmigo— Su voz era grave, su mirada desafiante, y no apartaba sus ojos de los míos, sentí mis piernas flojear y mi pulso acelerarse.

—     ¡Mierda suéltame! — Casi chillé, varias de las personas que se encontraban cerca se dieron vuelta a mirarnos, pero yo estaba tan cabreado que no bajé el volumen mi voz— Has sido tú el que me ha dejado atrás, me invitas y luego me ignoras ¡Que pasa por tu cabeza! — Nuestras miradas transmitían demasiadas emociones, pude notar mis ojos impregnándose súbitamente de lágrimas debido al nerviosismo de iniciar una discusión fuerte con HyukJae. Seguramente el Alcohol era culpable en gran parte de la escenita que estaba montando.

—     Sí. Pero tú vienes conmigo— Pestañeé varias veces no ocultando para nada mi incomodidad.

—     ¡Ya dijiste eso idiota! —Con sus manos sujetándome, como pude le di unos manotazos en el pecho, estaba eufórico y su presencia no ayudaba mucho.

—     ¡Eh! Ya cálmate que todos nos están mirando— Oí la ola de murmullos alrededor de nosotros y avergonzado miré hacia abajo con los ojos pesados en lágrimas de impotencia. HyukJae era más fuerte que yo y no podía zafarme de su agarre lo que me hizo  sentir humillado.

Rendido y respirando hondo para calmarme advertí que HyukJae disminuía la fuerza con que sostenía mis muñecas, levanté mi cabeza esperando que me dijera algo, que me mandara la mierda rápido para irme de la maldita fiesta. Pero de nuevo, y como siempre, me sorprendió.

—     Se acabó la fiesta, nos vamos—

—     ¿Nos vamos? Yo me voy solo—  Otra vez intensificó su agarre y me sentí arrastrar por él hacia las afueras del recinto. Llegamos al auto y de un empujón caí dentro del asiento del copiloto. Cerró la puerta con fuerza, haciendo un gran estruendo.

Antes de entrar al auto HyukJae hizo una llamada rápida que no pude escuchar con claridad ya que me encontraba demasiado conmocionado por lo que estaba ocurriendo. El hombre amable que ayudó a los chicos del instituto a aprender matemáticas se había esfumado por completo, dando lugar a alguien que asustaba. Ya no era capaz de hacerle frente y opté por quedarme en el asiento a punto de ponerme a temblar, sin saber lo que podría pasarme.

Cuando entró al auto, se sentó y respiró hondo, yo ni lo miré.

—Llévame a casa de SungMin— Le ordené, y aunque traté de parecer firme, me temblaba la voz.

—No DongHae, no— Me respondió tranquilo, lo miré por fin, aún más cabreado si cabía. —Nos vamos a mi casa— Pero no protesté, me ruboricé al instante mordiéndome el labio.

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda. Repetía en mi mente cuando el auto ya se había puesto en marcha porque ya podía adivinar lo que venía y mi entrepierna empezaba a despertar.

Cuando llegamos a la gran mansión de su familia, HyukJae salió del auto y esta vez me esperó, estaba siendo amable el muy puto, después de hacerme parecer un imbécil delante de todos los pijos.

Nos acercábamos a la gran puerta y la tensión crecía en cada paso. Tensión sexual, emociones reprimidas, el deseo…

Con mi corazón acelerado a más no poder lo seguí a través del gigantesco hall de entrada, la casa parecía otra, estaba casi desierta ya que aun quedaban unas pocas empleadas que al ver a HyukJae se inclinaban cortésmente. Las paredes y el piso, todo completamente pulcro. Caminé tras él alrededor de cinco minutos cuando llegamos a una sala que al instante reconocí. Era el lugar VIP de la fiesta del cumpleaños de HyukJae, Ahora lucía muy diferente gracias a la clara iluminación, pude observar grandes cuadros  y fotos familiares en las paredes blancas.

Él se dirigió a uno de los sillones y se sentó cómodamente, yo esta vez no lo seguí, me quedé parado a cinco metros sin saber qué hacer, sin querer pensar tampoco en las consecuencias.

 

 

 

 

***

A veces las cosas no son como  las imaginamos, de una situación específica pueden surgir apreciaciones totalmente diferentes. Ninguna persona piensa igual a la otra. Mientras para ti, tal situación es feliz, para otra persona puede significar recordar un gran dolor, recordar…

 

­—HyukJae…— Emití un gemido con su nombre, estábamos mirándonos a los ojos, él encima de mí, sobre la cama, desnudos.

—Grita mi nombre— Ordenó

—¡HYUKJAE! — Obedecí sumiso, ninguno apartaba la vista del otro. Mierda, estaba demasiado caliente y HyukJae se negaba a empezar la acción, de momento

—Te gusta ehh, te gusta que te domine Donghae… te gusta — Sus palabras me encendieron aún más, como siempre. HyukJae debía tenía un magister en excitar a las personas. Me reí porque sabía que él no podría soportar estar encima de mí mucho tiempo sin hacerme nada.

—¿Te gusta o no? — me desafió, y yo no podía articular nada coherente, así que lo callé con un piquito, acariciándole la espalda descubierta. De pronto nos inundamos en caricias y besos profundos. De pronto HyukJae se detuvo.

  —Es increíble que no lo puedas aceptar—Dijo entre jadeos. Nuestros miembros a veces se rozaban y nos recorría una ola eléctrica de puro placer.

Lo empujé hacia atrás, se sentó en la cama y yo también, nuestras piernas permanecían enredadas, ya parecíamos uno solo.

—¡Ya cállate! — Me reí, parecía un puto loco. Él alzó una ceja, extrañado pero divertido también, y no tardó mucho en dibujarse en sus labios una sonrisa que daba un poco de miedo.

—Esta noche Donghae, esta noche eres mi prisionero— Tragué saliva, a juzgar por su seriedad me estaba imaginando algo muy, muy guarro.

Su cara pasó de malvada a una seria sepulcral, parecía concentrado mientras entre su ropa tirada hace un rato al suelo, buscaba algo. Sacó del montón  unas cadenas doradas, su blingbling carísimo. Tragué saliva mientras se acercaba a mí con las cadenas en sus manos.

—Tus manos— Entendiendo perfectamente lo que haría, le pasé  mis manos lentamente. —Buen chico— Yo asentía sin responder nada, supongo que eso le hizo ser más bestia. El juego se estaba poniendo peligroso.

Ató fuertemente mis muñecas con la cadena en mi espalda, sentí que me cortaba la circulación el agarre, sin embargo me mordí la lengua y no me quejé, sentía que si lo hacía alimentaría su perversión.

Quería verme como un rival digno, no un maricón que solo llora y se queja en el sexo, yo quería verme igual de hombre que él. Porque eso es lo que éramos después de todo.

—Date vuelta, de espalda— Mi cabeza completamente hundida en su perfumada almohada, aunque la verdad era que toda la habitación olía a una sola cosa: sexo. Mi entrada estaba completamente expuesta a él, era todo suyo.

—Todo mío…— me dio en una nalga con su mano, un sonido fuerte inundó la habitación junto con un gemido que solté yo. —Hoy te portaste muy mal ¿Sabes?, te tengo que castigar—

Tragué saliva cerrando mis ojos con fuerza, mañana me sentiría horriblemente humillado recordando esto, pero ahora era diferente, la calentura, la maldita calentura.

— ¡Mierda! — Introdujo de golpe un dedo en mí, sin preparación ni nada, hasta el fondo. Era tan bestia cuando se lo proponía. Siguió con otro dedo, dos dedos más. Tenía tres de sus dedos dentro y me dolía a horrores. Apreté más los ojos conteniéndome, agradecí tener la cara hundida en la almohada, así él no podía ver mi expresión.

Lo peor de todo es que, al fin y al cabo, lo estaba disfrutando demasiado.

Sentí su mano en mi cabeza y agarró mi pelo con el propósito de elevarme, ya había sacado los dedos de mi entrada y yo sabía que preparaba su polla para metérmela de golpe, como la otra vez.

Pero no, con una mano me alzaba y con la otra apuntaba su miembro lentamente hacia mi entrada, desesperándome por completo. Mi pene ya empezaba a palpitar y no duraría mucho tiempo. ¡Puto hyukjae! Me castiga de esta forma, no con dolor físico.

—Deja de torturarme— Fue lo más vergonzoso que dije esa noche, él soltó una carcajada. Solo había introducido la punta y se quedó unos minutos en esa posición, mientras me masturbaba. No entendía cómo es que podía tener autocontrol en un momento así, en que yo estaba casi ido de puro placer.

Y sin previo aviso, me la metió. Grité tan fuerte que de seguro se había escuchado en las habitaciones cercanas. Pero me importó una mierda. HyukJae me había llenado por completo en una dolorosa y agradable penetración hasta el fondo.

— ¡AH MIERDA!— Chillé cuando se comenzó a mover bestialmente dentro de mí, estábamos como verdaderos conejos. Tan rápido, tan profundo, que me hacía ver estrellitas, estaba seguro que ponía mis ojos en blanco de vez en cuando. Su mano sujetaba mi cabello con fuerza y mis manos atadas chocaban con mi espalda al ritmo de las embestidas de HyukJae.

—NO, NO— Lo introdujo completo y dejó de moverse. Estaba tocando mi punto sensible y yo me derretía por dentro. Agarró mi miembro con fuerza con su otra mano libre, me lo estrujó  y cuando presentía que me venía, paraba. Yo casi soltaba las lágrimas.

—Eres un maldito— Dije entre dientes

—Es tu castigo por ligar con una puta— Me soltó de lo más tranquilo, pero igualmente de sus palabras asomaba un atisbo de desdén, realmente le había molestado ¿eh?

  Sin intención de moverse dentro de mí, seguía con el jueguito de matarme de placer parando de repente, estaba a punto de estallar, iba a gritar ¡Mierda no soportaba más!

—HyukJae rómpeme—  Le supliqué, ¡Supliqué! A punto de llorar, lo que había evitado toda la noche, pero el muy puto lo estaba logrando. Oí una carcajada atrás mío, y esta vez no paró de estrujar mi pene, ni un segundo se detuvo y cuando por fin, maldita será ¡POR FIN! Me iba a venir, él dio un golpe final. Sacó la polla completamente y la metía de un golpe mientras me venía en su mano. Al mismo tiempo dio cortas estocadas y pude sentir su semen llenando todo de mí. Fueron demasiadas sensaciones. Mi amarre, el agarre del pelo, la posición expuesta, su miembro llenándome, ambos estallando. De un grito llegué a Júpiter.

Estaba temblando completamente, mi cuerpo envuelto en espasmos y mi mente incapaz de pensar. Mis piernas parecían gelatinas y me caí rendido en la cama, encogiéndome. HyukJae se tumbó a mi lado de espalda, exhausto y brillante por el sudor.

Estaba tan cansado, habían pasado demasiadas cosas hoy pero siempre tuve la esperanza de terminar así, de alguna manera esto debía suceder. Mis parpados se cerraban solos  y la temperatura corporal estaba empezando a disminuir, sentí frío por estar  desnudo  sobre la cama, pero mi cuerpo era incapaz de moverse. Rendido, me entregué al sueño y no supe si fue una impresión mía o un efecto del adormilamiento que pude sentir un brazo rodeándome.

“No, no, imposible” Y me dormí.

 

—Te quiero— Le dije sin pensarlo mucho, aferrándome a la caja de chocolates que me había regalado  en nuestro tercer ‘‘cumple mes’’. Kyuhyun solo sonrió, sin intención de decir un “Yo también”. Pero no me importó porque yo sabía que para él era difícil expresar sus sentimientos. Él era mejor demostrándolos con acciones, así deberíamos ser todos.

 

 ­Estábamos de vacaciones en un balneario muy concurrido, pero no había mucho movimiento en la playa ya que había comenzado a atardecer. Se veían parejas por doquier, abrazadas y con sus dedos entrelazados. Esperé un momento para que Kyuhyun me abrazara, pero como siempre no lo hizo, realmente él no era esa clase de persona pero igualmente lo amaba, así tal y como era.

—Y si vamos a la cabaña…— Dijo al aire, como que no quiere la cosa. Pero yo estaba demasiado emocionado con ver el atardecer en el mar.

—Está bien, pero después de ver el atardecer, aparte aún nos queda la feria y ¡podríamos ir al casino! — Noté como rodó los ojos, quizás estaba cansado. Me sentí culpable porque no era capaz de comprender a Kyuhyun, pero ya me hacía una idea de lo que quería

— ¡Cenaremos en un restaurant frente al mar! — Solté emocionadísimo, en realidad esa idea me encantaba más a mí que a cualquiera. Pero nosotros éramos muy compatibles así que de seguro le encantaba la idea.

—No sé, preferiría ir a la cabaña en serio. Además, Quiero darme una ducha— Bufé completamente decepcionado, entre tanto, por la conversación se nos pasó la puesta de sol. ¡Era nuestro cumple mes! ¿Qué no podía ser un poco más agradable? Obviamente, no le dije lo que estaba pensando.

—Bien, iremos donde tú quieras mi amor. — Sonreí, yo lo único que quería era que él estuviera a gusto conmigo. No podría soportar que se aburriera de mí así que traté con todas mis fuerzas de complacerle.

“¿Me amará Kyuhyun?”

Pensaba constantemente en eso, ni un te quiero, ni un te amo en tres meses era como mucho ¿o no? Pero no tenía ni puta idea, nunca había tenido un chico de novio. Supongo que es diferente porque generalmente las chicas son las sentimentales de la relación. ¿Entre dos hombres no cabe eso?

Además, tres meses era relativamente poco, con el tiempo Kyuhyun me llegará a amar mucho, solo tengo que ser paciente y ser el novio perfecto para él, jamás le haré pasar un disgusto.

Pensaba en todo esto mientras hacía zapping recostado en la cama, esperando que KyuHyun saliera del baño. Me sonrojé cuando abrió la puerta y salió solo con una toalla rodeando su cintura. Desvié mi mirada rápidamente, no quería arruinar el momento.

—Donghae mírame— Dijo con voz ronca, se acercaba a paso lento hacia mí. Cerré los ojos.

—N- no, prepararé algo para cenar— me levanté corriendo de la cama, evitando mirar su pecho. En realidad yo solo me hacía el tonto, sabía muy bien lo que KyuHyun pretendía hacer esa noche, pero realmente yo no quería, no estaba jugando para nada con él. Simplemente no estaba listo, y era incapaz de decírselo, solo huía como un cobarde. Nuestra comunicación era realmente mala.

La cena fue en silencio, después vimos una película otra vez callados. Yo me mantenía a un metro de KyuHyun y él no me hablaba por que estaba molesto.

Él se fue a acostar pero no le seguí, no podía, estaba muy asustado. Él no comprendió eso… no comprendió nada. Esa noche sentí que entre nosotros las cosas no iban bien y yo era el principal problema. Subí mis piernas al sillón y rodeé mis rodillas con los brazos. Hundí mi cabeza en ellas y lloré.

Nuestro cumple mes había sido horrible, siempre eran horribles y me desesperaba no saber cómo arreglarlo. Nuestra relación se iba por la borda pero yo no lo aceptaría, yo tenía que mejorar, yo era el problema.

Quizás nuestra relación se basó en eso, en mis intentos constantes por agradarle, en mis planes para ser un mejor novio y  darlo todo por él. Una relación en donde estaba todo pauteado pero que claro, tenía una intención totalmente noble y desinteresada.

Pero precisamente eso fue lo que la destruyó. Aprendí que a veces es bueno ser egoísta y eso no quiere decir ser precisamente un hijo de puta.

 

 

Sentí el calor envolver mi rostro, la luminosidad de los rayos de sol penetrar entre mis pestañas. Abrí mis ojos pesadamente, me sentía molido y mi cuerpo pesaba. No fui capaz de levantarme en el primer intento. Al segundo tampoco y me estaba empezando a asustar pensando que con  todo lo que había hecho anoche quizás había quedado invalido ¿Sería eso posible?

No, no era eso, solo era que estaba entre los brazos de HyukJae y eso impedía que me levantara. ¿Qué? Mi corazón dio un vuelco poco sano para esas horas de la mañana.

Ok, era un estúpido por no haberme dado cuenta apenas desperté, pero es que esto era jodidamente imposible. ¿Él abrazándome? Ya lo había deseado muchas veces pero me había dado cuenta que con él, lo que yo quisiera francamente no importaba. Bueno, hasta ahora.

HyukJae abrió sus ojos notando mi cara de pocker. Joder estábamos demasiado cerca.

— ¿Que…?— Dije, sin terminar la oración, la verdad es que no sabía que más decirle.

—Te dije que eras mi prisionero, estas enjaulado— 

—Enjaulado— Asentí con la cabeza. Me pellizqué disimuladamente un muslo, peor seguíamos así.

—Deberías darme las gracias, estabas temblando y yo solo lo hice por tu bien, te puedes enfermar ¿Quién escribiría mis artículos? —

Definitivamente no estaba acostumbrado a las muestras de afecto ¿Cuándo me volví así? Lo único que atiné a hacer fue a zafarme de su agarre rápidamente. Nervioso.

— ¿Puedo tomar una ducha? — Pregunté, desviando la mirada. Otra vez huyendo pero ahora sí que no entendía bien la razón. Esta era la única vez que él tenía  un gesto bonito, conmigo pero yo me erizaba, desconfiado como yo mismo.

HyukJae alzó una ceja con cara de “que mierda te pasa a ti ahora”

—Jo- joder, es que me estabas abrazando y me pareció muy raro…— Le dije al fin, primera vez en la vida que era tan sincero, pero la cara de Hyuk no cambió.

—No te hagas, te he hecho cosas muuucho peores que solo abrazarte— Mi cara se puso roja recordando todo lo de anoche, había sido fantástico y no podía negarlo.

— ¿Te gusto ahora? — Preguntó de pronto, sorprendiéndome. Yo estaba hirviendo nuevamente, solo recordando. Mi cara ruborizada y mi hombría comenzaban a despertar. ¡Me estaba volviendo insaciable! Un puto adicto.

Lo gracioso de todo esto es que yo era reacio a los gestos de afecto o incluso amabilidad provenientes de HyukJae. Pero con la más mínima insinuación sexual me convertía en otro, en un guarro perdido.

—Me gusta… eso— Apunté hacia su cintura baja, cubierta con la sábana. Estaba deseándolo ahora mismo, quería que se levantara y me comiera de desayuno, que me reventara otra vez…

—Eres muy sucio Donghae, muy sucio— Se levantó tal y como me lo había imaginado, me tomó de los hombros y los acarició, una de sus manos subió a mi cuello  rozándolo suavemente con su pulgar. Cerré mis ojos y respiré profundo, HyukJae me volvía loco.

—Te ves muy bonito así— Su aliento chocó contra mi oído, ya no podía aguantar más este juego previo. Agarré su cara con mis manos y le planté un beso, esta vez yo, sin ningún permiso introduje mi lengua hasta el final, le rodeé toda la cavidad con ella y simulé una penetración llegando hasta el fondo, muy el fondo. HyukJae se separó de mí entre jadeos.

—Joder Donghae, no me dejas opción— Rápidamente me tomó de mi estrecha cintura y me alzó, le rodeé con mis piernas a la altura de su formado trasero y mis brazos en su cuello.

Nos fuimos a la ducha y lo hicimos unas cinco veces. Hasta no poder movernos.

Yo simplemente no pensaba en nada más que no fuera HyukJae. Mis días y noches se estaban reduciendo a él. Entendía que mi corazón y mi mente se volvían locos. Entendía que el sexo era insuperable. Entendía muchas cosas, pero había algo que no. Lo nunca iba a entender era su corazón cerrado bajo siete llaves, esto me hacía un completo desconfiado, la mayoría de las cosas que le decía me las pensaba demasiado… porque yo no quería ser herido nuevamente.

Sin embargo, algo tan intenso como lo que estaba naciendo entre HyukJae y yo solo podía tener un tipo de final, uno muy amargo y triste. Eso era lo que mi subconsciente estaba tratando de advertirme, mis arranques de desconfianza no eran más que un modo de defensa ante cualquier eventual suceso que me deje decepcionado y destrozado.

Cuando uno se tira a ‘los leones’ sin medir riesgos, sin pensar en nadie ni siquiera en sí mismo, al menos debe estar preparado para posibles consecuencias, y quizás arrepentimientos. Porque los resultados de un juego nacido por el impulso eran considerablemente más peligrosos que los de un juego planeado. No se puede pretender ganar una carrera en zapatos de tacón porque tus pies se pueden romper. Yo me podía romper por completo, era consciente. Pero HyukJae me atraía a él como un imán.

 Hasta ayer había vuelta atrás, podía retractarme y olvidarlo, mandarme a cambiar. Pero hoy ya no podía, realmente  no podría irme de su lado nunca más porque si lo hacía, moriría.

Notas finales:

Les ha gustado? Mañana subo el siguiente!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).