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Pierrot por MallowSJ

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Notas del capitulo:

Lo prometido es deuda y ¡tadan! He llegado con actu dos días seguidos ¿Sorrpendente? jajaja

 

Bueno, a quienes han leído ¡Muchas gracias! Y les debo uan explicación a todo esto, La verdad es que éste último mes he estado sin clases por varias razones. Lo importante es que puedo escribir y actualizar tranquilamente.

 

Espero de todo corazón que les guste el capitulo ¡y aquí va!

“Maravilloso, ha sido maravilloso”

Me repetía una y otra vez tratando de regular la intensa respiración que hacía subir y bajar mi pecho a un ritmo acelerado. Cerré los ojos disfrutando del chorro de agua tibia que me empapaba desde arriba, completamente de la cabeza a los pies.  Mi mente estaba concentrada en relajar mis músculos aun tensos, y en apaciguar el calor que recorría cada rincón de mi cuerpo.

Y si, HyukJae me había hecho suyo un total de seis veces desde la fiesta en que casi me enrollé con Amber. Las últimas cinco veces fueron hace un rato, en este mismo lugar y de muchas formas diferentes. Pensé que aquello no tendría fin, estaba tan extasiado que ni siquiera me había detenido a descansar un momento. Fue una vez tras otra, arrojando deseo por mis poros.

Podría asegurar que HyukJae se había rendido antes que yo, ¿quién lo diría? Salí de la ducha tomando una toalla que él mismo había dejado para mí unos minutos antes.

Aun no terminaba de creérmelo, estaba siendo realmente amable conmigo, y ya no era si ligue de una noche, si no que de dos noches (y una mañana), por ende todo lo que había pensado la semana pasada sobre cómo deberíamos seguir nuestra relación jefe-empleado ya no era válido, todo se había ido a la mierda y configurado de una nueva e inevitable forma. ¿Qué vendría ahora? ¿Cerdos volando?

Suspiré aliviado cuando salí del cuarto de baño y lo encontré ordenando parte del desastre que había quedado anoche. Curioso, muy curioso.

— ¿No tienes como cien empleadas? — Pregunté al aire mientras caminaba hacia una mesita donde se encontraba mi ropa cuidadosa y perfectamente doblada.

—Solo me gusta ordenar— Dijo sin dedicarme una mirada de vuelta. Me encogí de hombros y vestí rápidamente, sin hablar. De pronto sentí la necesidad de conversar de lo que habíamos pasado pero no me atreví a abrir la boca. No quería enfrentarme a la realidad, había sido demasiado bueno como para joderlo con preguntas fuera de lugar.

En el momento que terminé de vestirme, HyukJae dejó de ordenar y me señaló que lo siguiera fuera de la habitación, estaba muy serio, casi pensativo, lo que me asustó un poco. De nuevo lo mismo, la maravillosa sensación de sus manos sobre mi piel, sus caricias y sus besos se había esfumado, era como un recuerdo lejano y solo acababa de ocurrir, fruncí el ceño, dolido, viendo como caminaba muy chulamente unos pasos delante de mí.

—Desayunaremos fuera— Dijo secamente, cuando me di cuenta que nos dirigíamos a la salida de su mansión.

Subí al auto con una sonrisa torcida en el rostro, queriendo con todas mis fuerzas ocultar mi incomodidad ¿Cómo era posible que después de tanto sexo no nos dijéramos ni los buenos días? Maldición, no se me ocurría como empezar una conversación casual.

Nos dirigimos hacia el centro de la ciudad y se detuvo frente a un Starbucks, agradecí que no fuera nada tan extravagante porque aún me ponía de los nervios todo aquello y lo que más necesitaba era relajarme.

—Un americano— Ordenó y enseguida me miró para que me apresurara en ordenar.

—Un vanilla latte y dos medias lunas, por favor— No saqué dinero la verdad porque no tenía ya que había estado viviendo a expensas de SungMin y aun no recibía mi paga del mes. Pero por supuesto, el niño rico tenía que pagar. El que follaba pagaba ¿Así era o no? Me reí ante mi pensamiento hasta que recibí un codazo de Hyuk para espabilara  y  recibiera mi orden.

Apenas llegamos a la pequeña mesa le di un sorbo a mi café, sabía tan bien.

— ¿No vas a decir nada? — Preguntó de repente, todo lo que hacía HyukJae era inoportuno e imprudente. Casi doy vuelta la taza de café por la impresión.

— ¿Sobre? — Fingí serenidad mientras le daba un mordisco a la media luna.

—Ah, qué bien, solo fue que pensé que me ibas a venir con el rollo de las explicaciones y todo eso.

Pensé alrededor de treinta segundos lo que debería decir a continuación, porque esa era mi oportunidad de aclarar todo, pero no podía hacerlo si ni siquiera yo estaba claro de lo que quería. Está bien, HyukJae me ponía demasiado y no quería perderlo, pero tampoco me agradaba la idea de mantener una relación solo a base de polvos.

—La tregua se fue a la mierda­— Le di un sorbo largo a mi café mirando a Hyuk todo el tiempo.

—No es como si te hubiera importado mucho mandarla a la mierda ¿o sí?

—No, la verdad es que no, lo que me importa ahora es…—Vacilé antes de soltar las siguientes palabras, le di otro sorbo a mi café que ya estaba a punto de acabarse y llené mi boca con una gran mascada a mi segunda media luna.

Esto parecía una conversación seria, y era la primera vez que mantenía una con Hyukjae, que no fuera sobre trabajo. La verdad de todo es que yo estaba sin palabras.

—Hagamos un trato. Empecemos a salir— Tosí violentamente ya que un trozo de media luna se había atorado en mi garganta, no me lo podía creer. Salir, ¿Salir había dicho? ¿Estaba queriendo salir con su juguete sexual?

Todo parecía descabellado, hermosamente descabellado. Cuando ya calmé mi impresión y la gente que se había dado vuelta a mirarme por el gran alboroto que hice al levantar mis manos y toser como condenado sin medir la intensidad del sonido que emitía, dije.

— ¿Estas de coña?, es decir, viniendo de ti…— Se hizo el ofendido y a mí no me hizo gracia.

—No DongHae, tienes una boca increíble y estoy comenzando a sospechar que eres adicto a mí— se detuvo para dar un sorbo a su café. Mierda, me había descubierto. Lo miré con los ojos muy abiertos y pestañee varias veces, tenía que salvar mi dignidad de alguna forma.

—¿Adicto a ti? JA, te mandaría a la mierda si no estuviera sospechando lo mismo, pero de ti. HyukJae  habla por ti. — No sé de donde saqué valor para soltarle aquello, pero él se rio a carcajada limpia, lo que me irritó más.

—Es gracioso que no aceptes nada, pequeño— Me guiñó un ojo el muy puto. Yo estaba casi que moría de la vergüenza, por un momento sentí que él podía adivinar todo lo que pensaba y que me tenía bajo su control, no quería ser su juguete, en serio no quería…

—Está bien, vamos a salir.

 

 

Me llevó a casa de Sungmin, pero ni siquiera nos despedimos como lo hacen dos personas que están saliendo. Fue un frío “te veo mañana” de su parte, y un asentir con la cabeza de parte mía. Pero ya estaba acostumbrado a ese trato y si se pusiera cariñoso de repente creo que no reaccionaría de la mejor forma.

Estaba exhausto y aún tenía que arreglar unos asuntos para la publicación del artículo sobre la generosidad e HyukJae, pero eso me ayudaría a no pensar en todo esto de empezar a salir, que me revolvía las tripas con un sentimiento de ‘’no sé qué’’ pero era bastante molesto. No pude distinguir si se trataba de una mala espina o de emoción y felicidad contenida. Mi estado de ánimo no reflejaba ni preocupación ni alegría, solo estaba cansado.

Pero cuando llegué al salón donde se suponía estaría Sungmin y me recibiría con una sonrisa –de la cual ya no me fiaba demasiado- Me encontré con dos personas que me miraron y se levantaron de su asiento en cuanto me vieron aparecer. Casi doy media vuelta y salgo corriendo.

—Eh ¿Donghae? — Me llamó Amber, acercándose a mí decididamente.

— ¿Q-qué hacen ustedes aquí? — Pregunté mirando a Siwon, que se rascó la cabeza en señal de nerviosismo. Yo estaba atónito.

—Quería hablar contigo sobre un asunto… pero veo que tienes otra visita— Siwon miró a Amber de la cabeza a los pies, iba vestida en forma parecida a la noche de la fiesta, parecía un chico con sus pescadores anchos y una camisa a cuadros.

—Pues yo también vengo a hablar con Donghae así que sé breve en la mierda que tengas que decirle— Abrí los ojos sorprendido por la forma en cómo se expresaba, quizás este tiempo con los pijos me había vuelto más delicado, pero no estaba acostumbrado a oir a las chicas hablar así.

Amber desvió su trayectoria y se fue hacia el muro para apoyar su espalda  en él, sacó unos audifinos y tranquilamente se puso a escuchar música, ignorando todo lo que pasaba a su alrededor, pero claro, intermitentemente dando vistazos hacia donde me encontraba yo, como diciendo que me apurara, que estaba harta de esperarme.

Joder, me sudaban las manos, creo que esta mañana ya hacia tenido SUFICIENTES emociones, empezando pro la monumental follada que me monté con HyukJae en el baño de su habitación, luego su proposición de ‘’salir’’ que aun no acababa de asimilar en un 100%  y ahora tenía a Siwon en frente de mi, a punto de decirme algo que supongo era importante, y a amber a unos metros de nosotros también esperándome. Definitivamente si pasaba un cerdo volando ya no me sorprendería para nada.

 

—DongHae-ssi, supe que te fuiste de la fiesta anoche, que pena… yo te quería saludar— Desvié mi mirada hacia cualquier punto de la sala, ya me estaba haciendo una idea de adonde quería ir a parar éste.

—Bueno, ¿has venido hasta acá solo para saludarme?

—Donghae, veo que has cambiado un poco desde la primera vez que te vi— ¿En serio? Puto payaso, yo sabía bien lo que se traía entre manos, seguramente ha apostado en la fiesta de ayer y yo le he arruinado los planes.

—Pero ¿Por qué HyukJae? ¿Por qué precisamente él?. Donghae, por favor ten cuidado, y si no cuidas de ti mismo… yo podría cuidarte— Me quede completamente en blanco, Siwon hablaba de HyukJae como de un criminal en serie condenado a cadena perpetua que se había fugado de la cárcel, tragué saliva fuertemente. Pero no estaba asustado, HyukJae me había mostrado una parte de él que seguramente pocos conocían, no quería defenderlo tampoco, pero solo dejaría en claro que me la sudaba lo que Siwon pensara, después de todo no tenía derecho de reprocharle nada a Hyuk, ya que él era igualito.

—N-no necesito que nadie me cuide— Sentí un calor viajar hasta mi pecho, era de enojo, furia contenida. Yo no era ningún débil, había podido manejar a HyukJae de lo más bien, hasta me había pedido salir. Creo que le gusto bastante. Y puede sonar petulante de mi parte, pero soy bastante sensible cuando se trata de sentimientos y definitivamente HyukJae no había fingido nada, no. No, no, no, por favor que no.

Cuando me di cuenta una enorme angustia me inundaba, junto con rabia y frustración, esos eran los sentimientos que ya me estaba acostumbrando a sentir, junto con desilusión. De nada servía tratar de engañarme, HyukJae me tenía tan desequilibrado desde que le conocí.

Miré al suelo mordiéndome el labio inferior, olvidando que Amber se encontraba a unos metros de mí, seguramente cabreadísima. En su impaciencia se parecía bastante a HyukJae.

Me sorprendí cuando sentí los pulgares de Siwon posarse e nmi barbilla, y alzarme la cabeza suavemente hacia arriba, para que le mirase. Me sonrió amablemente pero aquello no me tranquilizó nada de nada.

—Así que ya lo sabes, Donghae. Lo que necesites… yo te protegeré— Y se fue, pasando por mi lado, mirando de reojo a Amber y dedicándole una pequeña y casi imperceptible reverencia, solo por cortesía.

Ella rápidamente se quitó los audífonos y se acercó enérgicamente hacia mí.

—Vaya que eres popular ¿Te acuerdas de mí? — Bromeó saludándome de un veloz beso en la mejilla. — Solo pescas los peces más gordos Donghae, ¡tú sí que sabes! ¡Los millonarios de los millonarios! — Se rio fuertemente, pero agradecí que su risa fuera sincera, sin malicia. Hasta a mí me dieron ganas de reír con su mal chiste solo por las carcajadas que ella daba.

Esta chica-chico realmente era agradable, me estaba sintiendo culpable por dejar que HyukJae hablara de ella como si fuera una puta, realmente sentía que no se lo merecía.

—Amber…—

—Sip, que bien que recuerdes mi nombre y más ahora que eres popular ¡Que honor! — La miré sin comprender ¿Famoso? ¿Yo?.

—A Siwon lo conocí en la fiesta del cumpleaños de HyukJae.

—Lo sé, ya todos se han enterado de ti, Ryeowook es más cotilla de lo que parece ¿eh? No te fíes de él.

— ¿Todos? — Le pregunté aun sin entender de qué mierda me estaba hablando, y me di cuenta que, mágicamente la sensación de angustia que hace un momento reinaba dentro de mí se había esfumado  gracias a Amber.

—Joder, ¿no me digas que n ote has enterado?, todo el mundo en la fiesta te vió desaparecer junto a HyukJae, tuvieron una discusión después que él te viera conmigo y te arrastró dentro de su auto, ¡fue lo único de lo que se habló en toda la noche! — Casi sentí que me iba a desmayar, entonces era esa la razón de la visita de Siwon, ¿Qué diría HyukJae de todo eso? ¿Se molestaría?.

—Mierda.

—No es para tanto, piensa que ahora tendras muchas solicitudes en todas tus redes sociales, y que mucha gente querrá acostarse contigo. Dicen que si el prince actuó de esa forma por ti, debes ser realmente bueno en la cama. JAJAJA— Otra vez su estruendosa risa llenado la sala, calmándome. Pero no del todo ya que esta vez en serio me estaba preocupando.

—Y tú, ¿has venido para eso? — Le pregunté algo enfadado, a mi no me hacía gracia todo lo que estaba pasando, pero al parecer a ella tampoco le agradó mi pregunta. Dejó de reírse enseguida y su semblante se tornó serio.

—No, yo te conocí antes que todo esto pasara, y creo que sería una pena si perdemos contacto. — No lo había tirado como broma ni nada, así que le creí. Pero no pude evitar rodar un poco los ojos.

—Me enteré que no eres pijito como los demás, bueno, yo tampoco lo soy. De hecho estoy cagada de hambre porque no he tenido nada que desayunar.

Vaya, con que eso.

Le sonreí comprendiendo por qué habíamos conectado tan bien cuando bailamos y casi nos enrollamos. Quizás HyukJae sabía aquello y la veía como amenaza, no pue evitar emocionarme al pensar eso. ¡En realidad estaba celoso!

 Le pedí que me acompañara a la gran cocina para ver qué podíamos hacer con su estómago que rugía como un animal agonizando, al darme cuenta que Amber no sabía preparar ni un huevo frito, tuve que dejar e evidencia mis casi nulas aptitudes culinarias y prepararle yo mismo un desayuno comestible. Pude haberle pedido a las sirvientas pero no me sentía con la autoridad de dar órdenes en una casa que no era la mía, así que por primera vez me porté como todo un caballero. -Aunque la ‘’dama’’ fuera una machorra-

Creo que tengo un imán para atraer a gente rara. Primero Sungmin y su rara y vergonzosa forma de vestir. Luego HyukJae, el sexy rapero que iba a una universidad para genios y que bailaba como los dioses en su oficina de trabajo. Y ahora Amber, una chica que vestía como hombre, con cabello corto y todo, que además era pobretona como yo.

—¡Jo! Cocinas bien, es verdad que los maric… los chicos un poco delicados cocinan de maravilla— Un tic casi se forma en mi ojo, pero se lo perdoné. Me caía muy bien.

—¡No soy delicado! —Le dije con la voz más grave que pude poner, ella rio.

Se veía realmente adorable comiendo rápido, totalmente diferente a como lo hacía la gente de esta clase alta. Por un momento me sentí en Mokpo, en mi antiguo colegio compartiendo el almuerzo con mis amigos de ese entonces.

 

 —¿No vas a preguntarme nada sobre HyukJae? —Dejó de comer y levantó la cabeza para mirarme sin ninguna expresión aparente en su rostro.

—La verdad no, ya sé qué clase de persona es él. —Dicho esto, siguió devorando su desayuno.

“qué clase de persona es”

Era como si todos quisieran advertirme que no era buena idea involucrarme con él ¡Pero es que yo no podía estar más involucrado! Las advertencias habían tardado mucho, yo ya no podía retractarme aunque quisiera.

Apenas acabó de comer, Amber dijo que se tenía que ir, sin más. Se paró de su asiento y me plantó un piquito en los labios, frente al cual yo ni siquiera pude reaccionar

 

—Cuídate.

Fue lo último que me dijo antes de desaparecer saliendo rápidamente por una puerta que daba de la cocina hasta un patio trasero.

La angustia volvió para quedarse.

 

A la mañana siguiente me odié por no haber avanzado suficiente en lo del artículo ¡pero es que no podía pensar!. Nervioso, me dirigí a mi oficina pensando todo el camino en cómo debería enfrentar a HyukJae nuevamente.

—Buenos días Sr. Lee— Me saludó animadamente la secretaria Park.

—Buenos días— Me acerqué bastante a ella —Gracias por lo del otro día— le guiñé un ojo amistosamente. Pude notar un ligero rubor en sus mejillas, era adorable.

—D-de nada, lo último que quiero es que usted t-tenga problemas.

Ante eso último solo sonreí y fui hacia mi oficina, pero me sorprendí al escuchar voces desde la slaa contigua, la que era la oficina de HyukJae. Presioné mi oído sobre la puerta para tener más claridad de la conversación.

—Aun no lo creo…¿Saliendo? ¿Ustedes? Mira, no conozco de nada al niñato ese, pero ya siento pena por él— Al instante supe que estaban hablando de mí, sentí miedo pensando que las cosas terminarían como aquella vez en la casa de HyukJae, era sabido que escuchar conversaciones ajenas solo me traía dolores de cabeza. Pero como cualquier personas normal reaccionaría, o eso creo, me apresuré a girar cuidadosamente el pomo la puerta y dejarla entreabierta. Por suerte nadie lo notó.

—¡Aja! ¿Alguna vez he sido malo contigo? —Por supuesto, HyukJae no mantenía una conversación seria, al contrario que la otra persona que lo acompañaba, que se encontraba  muy serio.

—Conmigo no, pero Taemin, esa machorra amiga de RyeoWook ¿Amber?, Lee Ji Eun, por Dios ¡A Ji Eun la tienes comiendo de tus pies! — HyukJae cambió su expresión a una muy seria, miró hacia abajo y se mordió levemente el labio inferior.

—Ji Eun está a los pies de mi padre, comiéndole la polla— De la nada, una sonrisa sarcástica se formó en su rostro— Shindong Hyung, si yo no les he hecho nada— agregó, su mirada me hizo tragar saliva, realmente daba un poco de miedo. Sin embargo noté como su voz se quebraba, algo que no coincidía para nada con su intimidante semblante.

—Y Sungmin…— Agregó Shindong, en seguida dirigí mi mirada a HyukJae, quien se sobresaltó al instante en que fue nombrado el rubio.

—Sungmin hizo lo correcto, no como los otros estúpidos.

—A veces eres demasiado frio ¿te has dado cuenta? — Shindong no agregó nada más y se giró en dirección a la puerta. Yo me quedé paralizado, y supongo me puse azul cuando la abrió  con fuerza dejándome al descubierto. Él pareció no sorprenderse para nada, me dio unas palmadas en la espalda sin voltearse a mirar a HyukJae. Y se fue, dejándome ahí solo, con el lobo.

HyukJae si se había sorprendido, abrió la boca al verme, ¿el muy idiota se había olvidad que trabajaba a su lado?

—No sabes que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas? — Se sentó sobre su escritorio, cruzando las piernas, aparentando serenidad.

—Estaban… estaban hablando sobre mí— Le reté, mis ojos estaban a punto de estallar en lágrimas. NECESITABA EXPLICACIONES.

— ¡Vete! Rápido, Vete— HyukJae estaba furioso, aunque no estaba seguro si era yo la razón de su enojo, más bien parecía enfadado consigo miso.

— ¡Que te vayas! ¡Mierda! — Me paralicé ante sus gritos. HyukJae aporvechó para arrojarme a la cabeza lo primero que encontró, un pequeño recipiente para guardar clips. Lo tiró con tanta fuerza que pensé que había tirado una piedra. Sorprendido y frustrado, en acto de defensa le lancé un control remoto que estaba cerca de donde yo me encontraba, al parecer era del equipo de música que utilizaba para ensayar sus pasos, pero me importó una mierda, había mucha adrenalina contenida en mí y necesitaba estallar. Se lo lancé, pude hacerle mucho daño con eso, ya que era bastante pesado, aun más que el recipiente lleno de clips, pero por alguna razón fallén y le dí en una pierna. Aun así noté la expresión enfurecida en la cara de HyukJae incrementarse unas cien veces más. Nadie le lanzaba nada al niño rico.

Se paró enojadísimo con la cara rojay eso hizo que realmente me asustada, ¡el hijo de puta me pegaba y ahora se enojaba! Cuando él dio un solo paso hacia mi, corrí literalmente hacia la puerta que daba a mi oficina, cerrando con seguro y apoyando todo mi peso en ella.

— ¡Imbécil!— Gritó, dándole fuertes patadas para que abriera.

Pero antes muerto que abrir y seguir soportando su puto temperamento ¡Si el confundido y dolido era yo! ¿Qué había significado esa conversación?

Suspiré aliviado cuando por fin cesaron los golpes y gritos del otro lado de la puerta. Caí al suelo exhausto, apoyando mi espalda en la puerta para descansar un poco. Pensaba que HyukJae quizás se había ido o que estaba haciendo guardia afuera para cuando me dieran ganas de ir al baño. Hasta que recordé un importante detalle: mi oficina tenía dos puertas.  Horrorizado me levanté de un salto pero ya era demasiado  tarde. HyukJae estaba dentro y su expresión no decía nada bueno.

Me agarró violentamente del cuello de la camisa casi alzándome.

— Idiota — Él tenía los ojos rojos, pensé que me iba a golpear, a dar un puñetazo tan fuerte que me rompería la nariz. Pero no lo hizo. Obviamente no lo hizo.

—No tienes idea de lo que pasa…— Dijo en voz tan baja que apenas le pude oír.

—No, no tengo idea ¿Me quieres explicar? No soy un puto adivino, HyukJae. No sé todo lo que pasa. ¿Amber? ¿Taemin? ¿Ji Eun? ¡¿SUNGMIN?! — Ok estaba histérico. Sentí que explotaba todo lo contenido desde ayer. Las advertencias de Siwon y Amber, la petición de ser novios. Todo, Necesitaba descargar todo.

HyukJae cesó lentamente su agarre y me miró preocupado. Sí, me miró amargamente y me arrepentí de haberle exigido respuestas. Un miedo enorme inundó mi cuerpo porque el fuerte y ‘’tengo todo controlado’’ HyukJae me estaba mirando casi con angustia. Y sentí miedo.

 Autentico miedo.

Le tomó largos minutos volver a hablar, como si estuviera luchando contra algo dentro de sí.

— ¿Rechazarías mi petición de salir si te dijera…si te dijera que le he cagado la vida a cada persona que se  ha involucrado conmigo?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

ñeñeñe dejenme un comentario ;D


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