Seguí a sungmin un poco atemorizado, por los alrededores no se veía nadie a excepción de autos aparcados en forma desordenada por la calle y también por le jardín. A lo lejos se escuchaba un 'punchi punchi' monumental. Suspiré, seguramente se la están pasando genial en aquella fiesta y yo acá en una de ricos ¿escucharán música clásica con pianos, violines y todo eso? ¿Cómo es que bailan?...
-¿Listo?- me preguntó Sungmin antes de abrir la puerta, él tiene ese don de oler el nerviosismo en las personas y apaciguarle solo con una amable sonrisa.
-Claro Hyung, por qué no he de estarlo ja...ja- mentí.
Pero en cuando el rubio entró casi me voy se boca ¡¿QUE PASA?! lo primero que sucedió fue que me cegaron las luces brillantes y lacers que provenían de unos modernos focos ubicados en cada esquina de la casa y sus reflejos en la gran bola ubicada en el techo justo al medio del gigantesco hall de entrada.
-Vaya... Heechul hyung hizo un buen trabajo- comentó el rubio casi gritando ya que la musica estaba jodidamente fuerte... ¿de aquí provenía aquel punchi punchi?. No sé si peco de iluso e ignorante de las juventudes pijas, ¡pero eso si que era una fiesta! y había gente normal como yo o como tú querida lectora, claro que todas y todos con sus mejores ropas, vestidos cortos, chaquetas, ropa de marca, etc. En fin, la casa completa estaba convertida en una disco lujosa con sillones de cuero y mesa en cada esquina acompañado de un mini bar, al centro la pista de baile donde se encontraban por doquier chichos y chicas magreándose de todas formas posibles, es decir; chicho por chicho, chica por chica, chico por chica por chico, etc. Todo lo que significara distorcion estaba presente en aquella fiesta... quien lo diría.
-Sigueme- ordenó mi amable acompañante. Tomó de mi mano y me condujo a travez de la multitud que bailaba sin control, sentí mis mejillas arder cuando manosearon, nalguearon, estrujaron y apretaron mi trasero innumerables manos desconocidas. Jamás me habian tocado ahí y esa multitud de reventados lo hacía y no podía negarme, pero mi salvador Sungmin tiró fuerte de mi y me sacó del meollo siempre sonriendo.
-No te apenes Donghae jaja, después de todo ¡ésto es una fiesta!- No dije nada y lo seguí a punto de llorar, conteniendo mis lagrimas de vergüenza y frustración.
Seguimos a lo largo del salón iluminado solo por las luces parpadeantes, hasta llegar a una escalera alfombrada color vino, yo seguía a Sungmin mientras éste subía calmadamente. Las escaleras nos dirigieron a una especie de balcón que tenia dos vistas, una hacia la pista de baile y otra con grandes vidrios hacia una piscina ubicada en el patio. Aun la música estaba muy fuerte sin embargo ahora podía oír con mayor claridad lo que decía el rubio.
Me había quedado mirando la pista de baile apoyado en la baranda a ver si encontraba algún chico guapo, cuando de pronto veo a Sungmin correr y abrazar a un ¿hombre? que estaba sentado en un sillón.
-Heechul Hyuung~ - pronunció con un aegyo increíble que hasta a mi me dejo un poco baboso.
-No te me acerques- dijo en tono cortante y aparentemente cabreado el tal Heechul.
-¡Hyung estás ebrio!- le gritó el rosado muerto de la risa. -No te podré presentar al Fishy...- finalizó haciendo un puchero de los de siempre.
Me acerqué un poco para poder observar al chico ebrio que aparentemente era amigo de Sungmin, y como lo sospeché, era de la clase de Sungmin... tan lindo como una chica.
-Él es nuestro cinderella- comentó el rubio tratando de recostar a Heechul sobre el sofá.- No siempre está ebrio, no creas que es así... debió estar muy cabreado conmigo, aigo...-
No sabía que hacer en una situación así, el rubio hablando con un ebrio y yo parado en medio del balcón durante el cumpleaños de un completo desconocido. Incómodo, me senté en uno de los sillones individuales y comencé a beber como condenado (por suerte tengo tolerancia al alcohol, o eso creo)
-Tranquilo Donghae! no te vayas a curar antes de mojar jajajaj- se bufó el rosado... ¿pero había escuchado bien? ¿había dicho 'mojar'?
-¿Perdón...?- no pudo contestarme ya que justo en ese momento llegaban 5 chicos por el mismo lugar en el que nosotros dos habíamos entrado, hablaban estupideces y reían escandalosamente aplaudiendo y gritando, uno me llamó especialmente la atención, si no huera bebido no estaría tan mareado, ¡mierda!. No podía distinguir bien pero me parecía sumamente familiar, un chico que vestía como un rapero... todos reían menos él.
-¡Eh! ¡Sungmin!- Gritó un chico regordete muy animado.- Creímos que ya no veías- y dejando atrás al grupo se acercó bastante al rubio y murmuró a su oído. -No te imaginas lo cabreado que está HyukJae en su fiesta, ¡Si está furioso!- Con que Hyukjae se llamaba...
-¡Shindong hyung!, me lo imaginada...- Desvió la mirada muy apenado rascándose la cabeza con la mano.
No sé por qué pero encuentro muy rara esa actitud en Sungmin, ¿por qué perder tiempo yéndome a buscar al departamento y llevándome a su mansión siendo un día tan importante para su 'mejor amigo'?.Cosas de ricos.
-¿Quién es éste? jajaja ¿eres un niñato que se perdió verdad? mira, si sigues por ese camino encuentras la pista de baile, ve ahí, tírate a una mujer y hazte hombre.- Me paré y di media vuelta bruscamente para ver al imbécil que se acababa de burlar de mi y sin querer, pero al voltearme enojado le mandé un tremendo empujón, todo mi enojo se esfumó en el instante en que pude enfocar bien mi visión para darme cuenta, primero que el chico tenía un aspecto de matón que no se lo sacaba nadie, segundo que lo había empujado y tercero que estaba poniéndose rojo de la furia porque con el impacto le había hecho tirar su trago en toda la ropa que llevaba puesta.
-¡YAH IMBÉCIL!- me insultó, tiró el vaso ya vacío por algún lugar haciéndolo pedazos y se puso demasiado desafiante, joder me estoy asustando. Cuando finalmente se dispuso a golpearme de verdad con su puño enorme solo cerré fuertemente mis ojos rezando porque que alguien pudiera detenerlo a tiempo o algo asi... y sucedió.
-¡Kangin-hyung para!, no uses la violencia-
Abrí mis ojos lentamente aún paralizado y asustado. Lo primero que vi a un chico muy, pero muy apuesto que detenía el brazo de mi agresor con una de sus manos, el agarre era fuerte pero sin intención de hacerle daño. Se miraron unos instantes con ojos entre cerrados hasta que el mas bajo (mi agresor) se soltó del agarre y bufando se mandó a cambiar.
-Gracias Hyung por entender....- dijo mi defensor.
-¿Estás bien?- preguntó, ¡Que como voy a estarlo si un hijo de puta casi se me tira encima a darme de puñetazos!.
-Ehm, sí... gracias- susurré avergonzado desviando mis ojos de su cuerpo, que comenzaba a mirar muy bien desde hace un rato. Este chico me ponía nervioso de verdad...yo diría que sobrepasa el 1m 80 cms de estatura, la camisa blanca apretada que lleva puesta hace notar su desarrollada musculatura y sonríe para hacerme sentir mejor. ¡Qué lindo!
-Deberías saber que solo algunos invitados pueden subir al balcon...- sonrió sin malicia.
-¡Oh! pero si a mi me ha traído Sungmin-
¿Acaso éste es el sector VIP de la fiesta? solo veo chicos por acá, es decir, estamos Heechul, Sungmin, los 5 chichos resien llegados y yo
-¿Por qué no hay chicas acá?- Pregunté por lo bajo casi para mi mismo.
-Porque HyukJae ha dicho que no entren chicas, verás... nosotros somos bastante populares y tener muchas chicas merodeando cerca suyo le molesta- me sonrío, parece que no lo he dicho tan bajo.
-¡Ah! pero que tonto soy, Choi Siwon es mi nombre- y me tendió su mano, dudé en darle el apretón, eso era demasiado formal para una fiesta pero ¡que le voy a hacer! si yo no se nada del mundo de los ricos, quizás para ellos sea normal (?). Le tendí mi mano y él esbozó una sonrisa radiante que me hizo ruborizar un poco... pero qué guapo es.
-Lee...Lee DongHae- Correspondí el apretón de manos.
Estaba tan embobado por ese chico que había olvidado lo extraña de la situación de Sungmin, miré hacia los sofás donde se encontraban los demás de los recién llegados aparte de Sungmin y su hyung ebrio. Definitivamente el ambiente estaba muy tenso ahí.
-¿Te vienes a bailar conmigo?- me preguntó Siwon, a lo que no me negaría por supuesto. -te veo un tanto incomodo acá- y rió ¡pero que hombre! ¿acaso adivina mis pensamientos?, Siwon eres maravilloso.
-Pero claro que voy... contigo.- Me ruboricé y el rió por mi actitud.
Tomó de mi mano y nos dirigimos animados a la pista, pasamos frente a los sofás en donde se encontraban los demás pijos bebiendo alcohol y discutiendo algo que no quería saber ni me interesaba, porque estaba con Siwon, el más cuerdo entre tanto estúpido.
-¡EH DONGHAE! ¿Dónde coño vas?.- Me gritó Sungmin desde su asiento, me cago en la puta.
-A bailar- respondí sin detenerme un instante
-¡Que nos vamos a bailar todos! ¡vamos chicos, vamos a bailar!.-
-¡Si, si vamos a bailar!.- Le animaron algunos de los presentes.
Siwon me miro encogido de hombros riendo como siempre y me soltó del brazo para irnos en grupo a bailar ¡Maldito Sungmin!.
-¿ Y HyukJae?- preguntó el regordete.
-Dijo que se queda cuidando a Heechul Hyung- le respondió otro, más bajo y con apariencia un tanto femenina muy parecida a la de Sungmin, ¡que mono era!.
Pero estás enojado Donghae así que no te distraigas... ¡Puto Sungmin!, si me ha quitado la oportunidad de estar con Siwon bailando... en la pista... cosas desenfrenadas.
Ni yo me creía las guarradas en las que estaba pensando, de pronto me entró un calor insoportable, suspiré y comencé a tirarme aire con la mano.
Todos voltearon para dirigirle una ultima mirada triste a HyukJae, el de cumpleaños y que por alguna extraña razón estaba enojado y terco como mula. Lo miré y distinguí algo muy familiar en él, tenía una apariencia rebelde a juzgar por su vestimenta rapera-hiphopera o qué se yo. Dios si usaba demasiado blingbling además de ropa de marca, zapatillas doradas con cristales ¡Con cristales! Llevaba una chaqueta roja de las abultadas y una remera como de basketbolista que dejaba ver su pecho... mh.
¡Donghae cálmate!
-Buenas- oí decir de pronto a mis espaldas, provenían esas palabras de una voz muy pero muy conocida, pero no tuve las ganas de descubrir (o reafirmar) su proveniencia.
-Así que viniste- Le oí responder a Sungmin ¿Aliviado?
No podía apartar mi vista de los músculos tan bien marcados de HyukJae hasta que para mí sorpresa, el chico desvió su vista y atención de la consola portátil con la que jugaba para dirigirla hacia mí, pensé. Pero no, porque la dirigió especialmente al grupo que se encontraba tras de mí.
Yo también volteé pero no debería haberlo hecho, ya que me encontré con… ¡adivinen!, nada más y nada menos que con Cho Kyuhyun, mi querido ex novio.
Él abrió los ojos de par en par cuando me vio, obviamente sorprendido e inmediatamente miró a Sungmin pidiéndole alguna explicación que el rosado le negó desviando la mirada.
-D...Donghae-
-Si, soy yo ¡Hola!- le dije con todo el sarcasmo y mala leche que pude acumular, apretando mis puños.
Los demás chicos miraban extrañados pero no prestaban especial atención, ya que la tenían ocupada observando con preocupación al de cumpleaños quien se acercaba caminando hacia nosotros lentamente, con una mirada que lo decía todo: ''qué hace él en mi fiesta''. Lo miré extrañado sin entender ni pizca de lo que ocurría.
-¡Eh! Hyukjae, ¡que es tu fiesta hombre, no te pongas así!- le agarró del brazó el fortachón que estuvo a punto de golpearme minutos atrás.
-Suéltame KangIn, esto no te incumbe- con que se llamaba KangIn el muy puerco.
Y para mi sorpresa el gigantón ni replicó y le soltó del brazo inmediatamente. ¡Wow! con que el tal cumpleañerito tenia poder entre los pijos.
HyukJae siguió caminando a paso lento, elegante y muy seguro, con la mirada fija en Kyuhyun quien, muy chulo y creído lo observaba de la cabeza a los pies con una ceja alzada, viéndolo como poca cosa. Yo conocía muy bien esa mirada...y también sabía que por dentro estaba muy asustado.
-Asi que tú eres el tal Kyuhyun... Sungmin me ha hablado de ti-
-Y tu... ¿quien eres?- vi como Sungmin le pegaba un codazo a Kyuhyun y lo miraba enojadisimo, y no era para menos, si se notaba a leguas que Kyuhyun buscaba cabrear al tal Hyukjae.
-Ehm, digamos que soy el dueño de esta casa, de la fiesta y de lo que estas bebiendo ahora-
-Hyukjae ya basta...por favor- le suplicó en voz baja Sungmin
-Que es tu fiesta, ¡no la jodas!- seguía diciendo el grandulón. Su personalidad ahora era totalmente opuesta a la de hace un momento cuando intento golpearme, hasta lo admiré por dentro ya que el ambiente se estaba tensando bastante y alguien debía calmarlo.
-Que Sungmin la ha cagado trayendo a este...
Se detuvo en la ultima palabra que supongo no habría sido nada de cortés, solo porque Sungmin lo miró de una forma tan hiriente que todos en el lugar se percataron, pero yo no entendía nada de nada.
A ver, primero Sungmin llega a mi apartamento como un ángel caído a resolver todos mis problemas financieros, entre tanto me dice que ha hablado con Kyuhyun sobre mi y que extrañamente terminaron liándose, hasta ahí todo bien. Después me invita al cumpleaños de su mejor amigo que de hecho había olvidado por completo. Llego llegamos al cumpleaños y todos me manosean el culo sin pudor. Después subimos a una especie de palco vip donde yacía totalmente borracho un tal Heechul, en ese mismo momento llegan 5 chicos, entre ellos el cumpleañero que me resulta extrañamente familiar y atrayente. En ese mismo momento un amigo de Sungmin intenta agredirme pero su acto fue frustrado por el segundo angel caído del dia, Siwon, el que después de charlar me invita a la pista de baile pero Sungmin me jodió todo el plan invitando también a toda la manada que tenia por amigos y en ese momento llega Kyuhyun y... ¡AH! ¡explotaré!
No sé como ni cuando pasó, pero lo que sucedió fue que quede solo en un sofá bebiendo wisky, mirando en pista de baile a mi ex novio casi teniendo sexo sobre la ropa con Sungmin ¡Que vista! Y lo peor de todo es que no la podía despegar, ¡yo no soy como el puto Sungmin! ¿Por eso nunca le gusté? ¿Porque no soy fácil no me toma en serio? que ironía... Le di el ultimo sorbo al baso y agité el hielo molesto, irritado, la música a todo volumen me daba dolor de cabeza y por lo que ya me había bebido estaba algo ebrio, solo quería irme de la maldita fiesta.
Dejé mi cabeza caer hacia atrás, para que reposara sobre el espaldar del sofá, cuando de pronto instintivamente volteo y me doy cuenta que el de cumpleaños está al lado mio, ¡Cabreadisimo! miraba fijamente a la pista de baile sosteniendo su copa con firmeza, mordiéndose los labios, furioso... ¿Cuándo pasó ésto? ni siquiera puedo pensar con claridad, no se como he llegado a sentarme junto a Hyukjae sin haberlo visto ni el a mi.
-Romperás la copa si sigues sosteniéndola así- ni me miró, y por lo mismo me dirigí simplemente a observar el techo sin esperar una respuesta suya.
-¿Que la quebraré dices?- me corrigió poniendo especial enfasis en la palabra 'quebraré'
-Ehm...-
-Y tu, ¿no tenías tantas ganas de bailar eh?- dejó la copa en la pequeña mesa de centro tan fino como el mismo, sin hacer ningún ruido.
-Si, pero estoy cabreado y se me han quitado
-Con que tu también ¿y por qué?
-¿Y por qué tu?- No estaba de humor para que viniera a hablarme con su singular e irónico tono de voz, así que le respondí con otra pregunta para que obviamente callara y se fuera.
-¿Que por qué? estoy viendo magrear a mi ex ahora mismo con alguien que no soy yo, obviamente.- Pero me respondió, sorprendiéndome.
-¿T...t...tu ex?- tartamudeé.
-¿Y tú por qué?
-Pues... lo mismo que tú
Le solté sin pensar, era muy extraña la situación, y yo iba ebrio.
Cuando acabamos dándonos cuenta de lo que cada uno había dicho nos sentamos bien al mismo tiempo y giramos la cabeza para mirarnos descolocados.
-Con que eso.- Me dijo él, y sonrió ¡Sonrió! como solo un estúpido puede sonreír en una situación así. Le miré incrédulo y él se volvió a poner serio y melancólico. Le dio otro sorbo a su copa.
-Yo no se que mierda hago acá ¿sabes? se supone que es mi fiesta pero no la he pasado más mal en mi vida ¡por la mierda!
Que mal se la pasaban los pijos en sus fiestas...
-¿Si? pues yo no sé, lo de mi ex era agua pasada pero al verlo ahi con Sungmin se me revuelven las tripas.- Me miró mas que sorprendido, con la boca abierta sin olograr gesticular palabra.
-¡No me digas que Kyuhyun es tu Ex!- Se sorprendió tanto que casi se le salían los ojos de tanto que los abrió, y eso que los tenía tanto o mas peques que yo. Yo no entendía por qué tanta sorpresa, bueno, hay que decir que la situación era bastante curiosa ya que los dos estábamos en la misma situación, pero que fuera Kyuhyun mi ex o cualquiera de la fiesta no tendría importancia alguna para él ¿O si?
-Pues si, ¿ustedes de donde se conocen?- Se quedó callado como tumba y bebió el contenido de su copa de una, sin preámbulos.
-Digamos que...no, olvídalo.- Esbozó una sonrisa de esas de: ''ni te imaginas'' y contuvo una carcajada.
No quise seguir preguntándole simplemente porque odio a ese tipo de personas que busca hacerse el interesante frente a los demás, aunque yo fui el estúpido que le contó tan fácilmente cosas que no le incumben y que tengo tan escondidas dentro de mi. Porque a pesar de haber pasado el mal rollo inicial de la ruptura del 'compromiso', una pateadura en el trasero es algo que afecta, que duele y mucho. No sirve tratar de hacerse el fuerte y decir que has olvidado todo y que no te interesa, ya que seguirás aumentando el dolor en tu interior... en éste juego el que gana es aquel que se resigna, que sonríe a la adversidad, aquel que no esconde sus sentimientos, que no esconde cuando sufre o cuando ama, aquel que no transforma los sentimientos bellos en odio.
-Ven, vamos a bailar- Lo miré frunciendo el ceño ¿está jugando conmigo?
-¿Nosotros?
-¿Y quienes más si no nosotros? olvidemos a nuestros exs por esta noche. ¡Vamos, que es mi cumpleaños!...- Ok, estaba claro que Hyukjae ya iba pasado de copas y que yo comenzaba a sentirme feliz y eufórico por efecto de el alcohol, pero todo esto me daba mala espina... él es un tío muy raro. Mentiría si dijera que no me da un poco de temor, digo... viste como tipo malo y eso... los pijos mandan a asesinar a personas ¿no?.
-Estoy mareado
-Mareado estarás por la mañana cuando recuerdes esta noche...
-¿Los rico asesinan o comen personas?
-Ambas
-No entiendo- me entró la risa floja, no sabía si por lo estúpido de mi pregunta, o por el doble sentido de su respuesta.
Decíamos todas estas idioteces caminando hacia la pista, no sé cuando fue que HyukJae posó uno de sus brazos por mi cintura, ni menos cuando yo pasé uno sobre sus hombros, y no me importó que fuera un completo desconocido solo por el hecho de que se sentía bien que alguien te confortara, aunque sea para no perder el equilibrio en estado de ebriedad... se sentía de maravilla.
-¡Llegamos!
Alcancé a oirle decir, y luego se puso a bailar naturalmente, a solo dejarse llevar por la musica. Yo bailaba pero en una fiesta de este tipo ponerse a bailar con un chico era para terminar... bueno quizás besándose(?) (si claro). Mi parte cuerda me decía que no entrara a bailar y que me fuera dejando el pecado, mi otra parte desconocida hasta ahora solo logró ponerme a 100 por lo que estaba pensando, por lo que estaba viendo ahí mismo... chicos y chicas por todos lados desenfrenados... yo también podía hacerlo ¡E iba a hacerlo!
Me tiré, literalmente dentro de la pista donde me esperaba HyukJae con los brazos abiertos, caí en su pecho duro, pero obviamente no tan duro como el suelo del metro aquella vez que iba tarde a la Uni. Y como un flash las imágenes cruzaron mi mente, por primera vez en una semana me había acordado otra vez del chico que me calentó hasta las uñas cuando me observaba de esa manera morbosa desde el andén. Lo imaginé, imaginé que HyukJae era él, estaba bailando con el chico del perro.
-Tu pecho es durito
-¿Te gusta?
-Si..
Fue en ese preciso instante, después de ese 'Si' en el que comenzamos a bailar, a reaccionar químicamente hormona con hormona, a quemarnos calor con calor. Como si ese 'Si' hubiera dado paso a todo lo demás.
Fue la aceptación de un juego que nunca quise comenzar.