Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pierrot por MallowSJ

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Enjoy!!

Those feelings…

Mi cabeza me pedía a gritos que le empujara, que me separara de él. Pero mi cuerpo reaccionaba  de forma contraria, no le detuve ni por un segundo entregándome por completo, otra vez.

Abrí mi boca y no esperó para introducir dentro su lengua, rápida, violenta. El propio peso de su cuerpo me empujó hacia atrás. Di pasos cortos retrocediendo e intentando no perder el equilibrio hasta que choqué de espalda con mi escritorio y apoyé mis manos en él. HyukJae posó una mano en mi cuello y la otra en mi nuca, con la que ejercía cierto tirón en mi cabello, pero que no llegaba a hacerme daño.

De un empujón logró que me sentara sobre el escritorio, quedando él entre mis piernas. Yo estaba anonadado, no atinaba a hacer nada y tenía mis brazos paralizados apoyándose en la mesa. De pronto se detuvo,  abrí mis ojos asustado, presintiendo que nada bueno vendría después de aquello.

— Creo que negarse no va contigo — Sonrió malicioso, separándose bruscamente de mí y dejándome ahí con la calentura viva ¿estaba jugando conmigo? Me sonrojé y sentí completamente apenado y ridículo porque había vuelto a caer tan fácilmente a pesar que hace unos minutos yo me había hecho el duro y actuado genial frente a él cuando me pidió que aceptara que me gustaba, no lo hice, a decir verdad ni siquiera había pensado mucho en eso, es decir, ¿no era obvio?, pero él me lo estaba preguntando y no quería darle en el gusto y subirle el ego- que por cierto ya tenía por las nubes. Pero el cielo estaba en contra mío y había dejado en evidencia todo lo que me pasaba con él al no negarme a sus besos, al corresponderle. Si HyukJae hubiera seguido yo me habría fundido completamente en él, igual que la otra noche, de eso estaba seguro.

—Me has tomado por sorpresa —Bajé el rostro para ocultar mi cara, no quería que me mirara triunfante y se burlara  por mi debilidad. Me bajé del escritorio rápidamente, quería huir de ahí, de él. Mañana mismo renunciaría al puesto. Hablaré con Sungmin, sí, eso debo hacer. Trabajaré en otra cosa, me buscaré un piso, pero antes iré a visitar a mis padres, viviré un tiempo con ellos mientras consigo dinero y…

—No te vayas — Me dijo cuando yo estaba a punto de girar el pomo de la puerta y largarme. Extrañamente no sonó autoritario. De nuevo se acercó a mí, lentamente, como cuando te vas acercando a un gato que temes que huya de ti. Me tomó de los hombros con ambas manos lo que hizo que una corriente eléctrica me recorriera de la cabeza a los pies. —No hemos terminado — Y rio nuevamente. Yo me sentí hervir y abrí mis ojos más si cabía. No me estaba creyendo esto, HyukJae se estaba divirtiendo montones pero para mí se estaba volviendo una tortura  soportar a este loco, y sus arranques de pasión y de ira. Sin embargo, ese día descubrí algo muy importante, algo que con Kyuhyun jamás había ocurrido. Resulta que yo era completamente incapaz de negarme a  HyukJae, aunque gracias a la conversación que escuché por accidente en su casa tuviera asumido que yo no era más que su juguete, su títere de diversión, al que tenía cuando le daba la gana. Quizá hasta ha apostado por acostarse conmigo otra vez. No obstante, debo admitir que cuando él me toca me convierto en otro, me pasa algo extraño que no logro descifrar y quizá sea esa la respuesta que necesito para saber, el por qué diantres no puedo negarme a sus caricias. Cuando él comienza yo quiero más y más y maaaas, quiero que me haga de todo. ¡Por dios!

Y así fue como me consiguió nuevamente, en menos de cinco minutos un nuevo round, ésta vez más candente ya que contaba con mi completa ayuda y disposición. Esta vez no era solo él quien me acariciaba, ahora pude sentir por un momento que yo llevé el control de las cosas. Mientras nos besábamos yo le desabotonaba la camisa, luego el cinturón, luego los pantalones…

Me separé de él, lo miré a los ojos y me mordí los labios instintivamente mientras le terminaba de abrir el pantalón. Comenzaba a creer que su saliva tenía una extraña sustancia química que me convertía en un completo guarro. Bajé por su cuello, pecho y abdomen esparciendo besos sin detenerme en alguna zona específica, y cuando llegué hasta donde tenía planeado, me senté sobre mis rodillas y lo miré hacia arriba. Hyukjae cerró los ojos  imaginándose lo que iba a hacer. Estoy seguro que no se esperaba nada de esto, aunque la verdad yo tampoco. Se me estaba contagiando su enfermedad.

Le saqué la polla curioso, impaciente desde nuestro último encuentro. Y al verla completa y erecta me sonroje pero la vergüenza era algo que había perdido aquella noche –junto con mi castidad- y ya no había vuelta atrás. Metí la punta en mi boca, succionando poco a poco… Me importó una mierda que no supiera hacer aquello, estaba cachondo a más no poder y eso me dio confianza para seguir. Le chupé bien chupado, como si el mundo dependiera de ello, sin pensar en nada ni en nadie. Por primera vez en la vida estaba haciendo algo que consideraba tan tabú por puro complacerme a MÍ mismo, ni siquiera a HyukJae –aunque se viera malditamente sexy con esa cara placentera- Era algo que me nacía desde dentro como un volcán en erupción, algo que tenía reprimido y que gracias a Hyukjae yo he podido sacar explosivamente, algo así como mi lado oscuro…

Hyuk estaba llegando a su fin y yo estaba dispuesto a todo, que acabara en mi boca, en mi ojo, o en mi oreja me daba igual. Sin embargo él no me dejó, me dio un empujón hacia atrás y acabó sobre mí, en el piso de la oficina. Yo aún no salía de mi trance y me quedé embobado viéndole, me sentí un pervertido.

HyukJae me observaba con un signo enorme de interrogación en el rostro, además del cansancio pero yo solo me reí, estaba como drogado.

—¡Pero que guarro!­— Por fin habló, estaba sorprendido. Yo abrí los ojos cuando acabé de procesar lo que había hecho hace unos segundos y sentí como el color rojo inundaba mi rostro. Ladeé mi cara hacia un lado para evitar mirarle, pero él, posó sus suaves manos a cada la do de mi cara y la puso frente a la suya con una delicadeza poco usual. Si bien él no había sido especialmente violento conmigo, nunca había sido tan ‘’delicado’’ al tratarme, lo que lógicamente me hacía sentir más como la mierda.

Pero ahora era diferente.  

—Hagamos una tregua- Me dijo poniendo la cara más seria que tenía. Yo lo miré incrédulo

— ¿Qué tipo de tregua? — Era claro que debía saber a qué se estaba refiriendo, porque  las veces que nos habíamos visto solo hacíamos dos cosas, o discutir y tratarnos mal o tener encuentros desenfrenados de pasión.

—Quiero decir, que si vamos a trabajar juntos y tú vas a ser el mentiroso más grande de la nación solo por escribir artículos que me defiendan ante los medios, debemos llevar la fiesta en paz, ¿entiendes? — Acá algo me olía muy pero muy mal. Había que ser estúpido para no darse cuenta que HyukJae se pasaba por el culo la opinión de la gente.

—Creo que podrías comenzar por pedirme disculpas— Dije sin pensarlo, porque yo sabía que realmente no había nada de lo que disculparse *o había llegado a esa conclusión tras comerme los sesos varios días*.

— ¿Disculpas? ¿Por qué? — Me miró con cara de realmente no acordarse, lo que me dio risa pero al mismo tiempo me hizo sentir un estúpido. Me quedé en silencio mirándolo con el ceño fruncido, tras pensárselo un buen rato su rostro se iluminó, seguramente había encontrado la respuesta.

—Ah, que te afecto el “incidente” de mi fiesta porque que escuchaste la conversación con los putos de mis amigos— Yo asentí lentamente, esperándome un reproche, un grito de enojo, que se apartara de mí y me dejara tirado en el suelo como un bobo. Pero no

—Está bien. Acepto que no fue la mejor forma de conocernos y que después en adelante todo haya ido malditamente mal entre nosotros lo empeora. Pero eso no quita que nos hayamos enrollado hace apenas diez minutos y que tú te hayas puesto tan pornográfico de pronto…— Por culpa de sus palabras mi cara se puso más roja si cabía. Todo se había vuelto malditamente raro. Me hubiera gustado mirarme al espejo para ver la cara de desconfianza con la que miraba a HyukJae.

—Ehm, supongo que tienes razón. Entonces partamos de cero y olvidemos todo lo desagradable que haya pasado entre nosotros y también…— Sentí como mi corazón se aceleró al tocar el tema de nuestros ‘’encuentros’’, si bien habían sido solo dos –y solo uno completo- habían sido jodidamente intensos, al menos para mí. Una experiencia única y difícil de olvidar. Por primera vez, desee que Hyukaje me dijera que no. Que eso no, que no podría olvidar mis besos. Me miró serio y yo sabía que se tardaba en responder ya que estaba analizando la situación que ninguno de los dos se había molestado en explicar.

 

—Te tengo ganas Donghae— Dijo eso mirándome a los ojos. Él estaba con todo su peso sobre mí, me era imposible escapar y rehuir tal declaración. Aunque pensándolo bien, aquello era más que evidente.

—Esto es una locura— Respondí tratando de parecer calmado, rodando los ojos.

— ¿Por qué?­

­—Hace nada estabas diciendo que yo era un polvo de una noche y nada más

— ¿…Y? Donghae, Te tengo ganas desde el primer momento en que te vi. — Sentí algo revolverse dentro de mí con sus palabras, de pronto  tuve ganas de revolcarme como una adolescente. Por alguna razón sus palabras me parecieron dulces e hicieron que me sintiera emocionado, aunque no tuvieran nada de dulces. Su ‘te tengo ganas’ no era nada más que un: me gusta follarte.

En ese momento no supe que hacer, necesitaba ordenar mis ideas, necesitaba dejar mi desconfianza de lado ¿o no? ¿Sería bueno bajar la guardia?

—A la mierda la guardia— Hablé sin pensar y levanté mi cabeza en un rápido movimiento para plantarle un beso en la boca, él se rio sin malicia. Algo dentro de mí me decía que saldría herido, pero a me empezaba a importar una mierda salir herido. Era un jodido masoca.

De un momento a otro el arrogante niño rico se había convertido en alguien especial para mí, de un momento a otro yo lo comencé a ver con otros ojos y todo sin querer. Yo aborrecía la actitud que había tenido conmigo después de aquella noche, lo odiaba. Pero contra todo pronóstico las cosas resultaron de esta forma, estábamos los dos tendidos en el suelo de mi oficina, besándonos sin intención de parar de hacerlo por un buen rato.

 

 

By HyukJae

Desde mi cumpleaños me he quedado a dormir en la oficina, lo había hecho ya muchas veces desde que Sungmin y yo dejamos de llevarnos ¿bien? Como sea, Ahora tenía una odiosa compañía al lado de mi puesto de trabajo. A decir verdad No me gustaba para nada tenerlo tan cerca, me ponía nervioso su comportamiento impredecible.  Desde que me vio bailando me siento vulnerable al si quiera intentar bailar, no quiero que él, precisamente él, se entere de mi pasión.

En el pasado, tampoco quería que mi padre lo hiciera, de hecho intenté con todas mis fuerzas esconderlo y bailar mientras él no estuviera  o encerrado en mi cuarto utilizando audífonos para que no pudiera oír la música. Pero tarde o temprano tendría que enterarse. Pasó el tiempo y yo me volví jodidamente bueno en el baile, y tenía el sueño de dar la audición en SMent. Me enteré que mi padre había adquirido una importante parte de sus acciones lo que me puso muy feliz ya que pensé que estaba interesado en el entretenimiento… error.

Me mandó a la gran mierda cuando le dije. Me gritó y obligó a dejar todo lo relacionado con el ‘’baile de maricones’’. Me frustre tanto con el puto viejo, tanto… que no le hablé en meses, me encerré a estudiar como loco para lograr entrar a un buen instituto y darle en el gusto. Si, suena raro pero era mi forma de hacerle ver que no era un inútil maricón que lo único que podía hacer bien era bailar.

Y mi madre, mi madre… tan ausente pero a la vez tan buena. Nunca me juzgó, tampoco me apoyó, pero era mejor que ser completamente rechazado.

Después de meses sin bailar, mi ansiedad crecía y decidí que lo mejor era pasarme por el culo la opinión de mi padre sobre el baile y seguir haciéndolo, pero al mismo tiempo mantener mis notas altas. Si lograba aquello ya no habría problema mientras él  no se enterara de nada. Resultó que me pilló varias veces, y me corría de casa furioso. Era en esos casos en los que yo acudía a Sungmin, mi gran ayuda en ese tiempo, era algo así como un ángel que llegó a auxiliarme de mi malvado padre.

No sé cómo pasó que, con el tiempo, llegué a obsesionarme con Sungmin de una manera loca, lo necesitaba para bailar, para sentirme bien, para vivir. Me di cuenta que quizás me había enamorado de él. Sin embargo, escondí lo que sentía por mucho tiempo, lapso en el que nuestra amistad se hizo más estrecha. Hasta que me traicionó, y todo se derrumbó.

—Por favor hyung, prométeme que estarás conmigo para siempre— Le dije con mis ojos inundados en lágrimas, rodeándole con mis brazos en un cálido y enérgico abrazo

—Lo prometo…—   Acercó su rostro lentamente hacia mí y me besó, estuvimos largo rato así, en su habitación, en su hermosa habitación…

________________________________________________________________-

—¿E-estás seguro de esto hyung? — Pregunté asustado mientras le desabotonaba la camisa del instituto.

­—Sí, probemos… olvídate de todo HyukJae, esta noche soy tuyo— Y con esa frase, nos inundamos en un mar de besos y caricias inexpertas de las que solo su habitación fue testigo y la cama circular, nuestro diario de los secretos.

 

No tenía una explicación lógica sobre por qué justo cuando me encontraba besando a Donghae, todos esos recuerdos se colaron en mi mente, era como si me quisieran advertir que me separara, que nada bueno resultaría de la estupidez que estaba haciendo, que se repetiría la historia y las consecuencias serías nefastas.

Pero era yo quien precisamente había dado pie a todo lo que había ocurrido entre nosotros, era yo quien se podría decir “tenía la culpa”. Porque solo estaba jugando con él ¿verdad?. Me separé lentamente de su boca, y sin pensar mucho las cosas le solté una burrada.

—Un Hyung de los que estaban conmigo en mi cumpleaños me ha invitado el fin de semana a, ya sabes, otra de las fiestecitas, ¿Vas conmigo? — A decir verdad, eso no  era para nada una buena  jugada, no sabía lo que ocurriría cuando llevara uno de mis ligues de una noche a una fiesta como mi acompañante. Nunca había hecho eso, nadie había tenido tal privilegio. Donghae me miró horrorizado, y a mí me hizo tanta gracia su mirada. —Si no te va a pasar nada ehh— dije conteniendo mi risa para no avergonzarlo tanto.

—Todos tus amigos son una banda de idiotas, y tú también por invitarme a eso. — Se había cabreado conmigo. Suspiré hecho un lío, ¡En serio, no había planeado nada malo! Él trató de sacarme de encima suyo utilizando sus manos, pero yo no lo dejé,  le agarré ambos brazos con fuerza y los mantuve a ambos costados de su cabeza, para que se quedara quieto.

—¡Suéltame! No entiendo para qué quieres llevarme, sabes que aborrezco su puto comportamiento—

—Si vas conmigo, te prometo, que nadie te hará nada— Oh, me estaba volviendo un bobo con éste. Realmente estaba siendo demasiado amable y sin saber por qué, me estaba poniendo impaciente por su respuesta. Poco a poco las expresiones de asco y enojo desaparecieron de su cara y cuando finalmente se dispuso a responder, yo rápidamente y como siempre  sin medir mis palabras, agregué

—Nadie que no sea yo te podrá tocar—.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Tenía planeado actualizar ayer per omequedé dormida como un bebé ants de encender la compu xDD ...

Espero me dejen comentario~~ Saludoss


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).