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SAKURA GAKUEN por Karenlauren

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Notas del capitulo:

HOLIIIS!!!!!!!!!!!

SE LO QUE ESTÁN PENSANDO.... ¿POR QUÉ NO HAY COMIDA PARA GATOS CON SABOR A RATÓN? PUES.... NI PUNYETERA IDEA! ;)
PERO SI LES PUEDO DECIR QUE EL SÁBADO NO PODRÉ ACTUALIZAR ASÍ QUE HOY LES TRAIGO EL CAP DEL SÁBADO ;P

ESPERO QUE LES GUSTE!!!!!!!!!!

 

K. <3

Cuando llegué al lugar dónde había ocurrido el accidente me sorprendió ver que estaba vacío y ni tan siquiera el suelo estaba sucio con la sangre que había escupido La Presidenta Del Club De Fans De Sasuke.

Supongo que ya se la habrán llevado al hospital, pensé con remordimientos. 

Miré la hora, ahora tocaba ciencias. Seguramente el director estaría en su despacho, tenía algo que hablar con él.

Caminé tranquilamente hasta que entré en la Dirección. Al entrar todas las personas presentes dirigieron sus miradas acusadoras hacia mí. A medida que iba avanzando hasta el mostrador se oían susurros.

No permití que me afectaran.

Llegué al mostrador, y la secretaria alzó la cabeza:

-¿Qué puedo hacer por ti?- dijo amablemente.

Seguramente ella aún no lo sabía, aunque la noticia había corrido cómo la pólvora.- ¿Está el director?

-Sí, le diré que tiene una visita. Espera aquí.- Ella abrió una puerta donde ponía grabado en la madera: “DIRECTOR”. Se oyeron unas voces dentro de la sala, ella salió y me dijo:

- Puedes entrar, te está esperando.

- Gracias.- dije serio.

Iba a entrar cuando ella, de pronto, me cogió de la muñeca y me detuvo. Me giré y vi que sostenía un pañuelo de cuello en alto:

- Antes de entrar ponte esto, él no lo sabe.- me guiñó el ojo a la vez que enrojecía.

Me puse el suave pañuelo de color lavanda alrededor del cuello y entré: la sala era espaciosa y tenía una ventana enorme. El suelo era de moqueta y había una mesa enorme al fondo con una silla de empresario. Encima de la mesa había varios papeles y un ordenador. Al lado había varios archivadores y a la pared opuesta un par de estanterías de roble que ocupaban toda la pared.

El director estaba trabajando en el ordenador. Alzó la vista para mirarme con una mirada fría y acusadora, muy distinta a la mirada cálida del primer día.

- Estoy enterado de su… - hizo una pausa y dijo- “accidente”.

- Bien, entonces escúcheme por favor.- hice una pausa para tomar aire y preguntarme a mí mism o si estaba segura de eso, pero ya no había marcha atrás:- Admito que agredí a esa chica.

Miré a los ojos al director y muy serio le dije:

- Sin embargo, quiero hacerle una propuesta…

 

UNAS HORAS DESPUÉS…

 

Estaba saliendo del despacho del Director, me había castigado con un mes de expulsión y además había aceptado mi propuesta así que ya no sería más la pareja de Sasuke. Antes de salir me giré y le pregunté con indiferencia:

- Una última cosa: ¿Dónde está mi cartera?

- En su pupitre, puede ir a buscarla, y ya que está comuníquele a Sasuke que su emparejamiento queda calificado cómo nulo.

- Gracias por todo, me voy.

- Que pase un buen día, le veo dentro de un mes.

- Hasta entonces- susurré tan bajo que tan sólo yo lo oí.

Me giré y dirigí hasta la puerta. Al salir vi que la secretaria estaba atendiendo a una mujer, le devolvería el pañuelo cuando me fuera. Salí de la Dirección y caminé hasta las escaleras. Las subí tranquilamente.

Es irónico, pensé, tan sólo he estado aquí dos días y ya me vuelven a calificar de “especial”. Sonreí para mí mismo, sí que es irónico, sí. Solté un suspiro cansado y me di cuenta que ya estaba delante de la puerta de mi futura antigua clase.

Abrí la puerta sin llamar y entré, el profesor me miró con mala cara diciendo:

- Señorito Uzumaki, es de mala educación entrar sin llamar.

- ¿Acaso usted lo ha hecho al entrar?- me giré y me dirigí hasta mi pupitre.

- Es de mala educación darle la espalda a la gente cuando le están hablando.- dijo él enfadado.

Me giré hacia él y dije:

- Usted no es nadie para decirme eso.- Le dije muy tranquilo. Me volví a girar y seguí caminando lentamente hacia mi mesa. Al llegar, cogí la cartera y la puse sobre la silla. La abrí y puse todos los libros y el móvil mientras el profesor decía:

-¿Cómo dice? ¡Soy su profesor!- me dedicó una mirada desafiante- ¿acaso sus padres le educaron cómo a un salvaje o ellos también son así?

¿Cómo se atrevía a insultar la memoria de mis padres?, pensé mientras una rabia muy peligrosa crecía en mi interior ocupando mi dolorido corazón.

Me volví lentamente hacia él con una mirada oscura y penetrante. Todos los de la clase se pusieron tensos de golpe y bajaron la cabeza tratando de pasar desapercibidos.

-¿Acaso… - dije lentamente clavando mis ojos en él- te has atrevido a insultar a mis padres?

Él se quedó helado de terror. Me acerqué lentamente hacia la pizarra donde estaba el profesor, con un movimiento tan rápido que los ojos del profesor no pudieron tan siquiera verlo, cogí la corbata del profesor y tiré ajustándola a su cuello para que se ahogara. Antes de poder dar el golpe de gracia, alguien puso su mano en mi hombro. Dejé ir la corbata y me giré bruscamente. 

Me pareció ver el rostro de Sai.

Eso me sorprendió tanto que abrí los ojos desmesuradamente y me olvidé completamente del profesor, y un sentimiento de nostalgia ocultó la rabia desenfrenada de mi corazón.

Susurré en voz muy baja:

- Sai…

Me fijé más, y me di cuenta que en realidad era Sasuke.

- Ya basta.- me dijo él serio.

Sonreí melancólicamente y le dije:

- Tranquilo, tú ya no te tienes que ocupar de mí… ya no somos pareja.

Todos los de la clase se quedaron muy sorprendidos al oír eso, y Sasuke dijo:

- Eso es imposible, aquí cuando se hace una pareja se hace para siempre.

Negué con la cabeza y le dije:

-He hablado con el director, me voy a cambiar de clase y no voy a tener pareja porque, por lo que sé, soy el único que está en esa clase. 

- No puede ser…- dijo él intentando ocultar un grave tono de preocupación.

 Me di la vuelta y me despedí:

- Adiós, ha sido poco tiempo, pero ha estado bien.

Salí por la puerta y la cerré de espaldas. Me llevé una mano al pecho y la apoyé.

¿Porque duele tanto?, me pregunté a  mi mismo confuso mientras una lágrima bajaba por mi rostro seguida de otra y, sin poder contenerme más, me eche a llorar en silencio. ¿Realmente esperaba que alguien fuera a buscarme? ¿Cómo podía ser tan estúpido? ¿Acaso no había decidido estar solo por siempre más?

Sacudí la cabeza intentando quitarme ese pensamiento, como si sólo por hacer un simple gesto una sensación tan fuerte pudiera desaparecer.

Salí corriendo rápidamente por el pasillo hasta la Dirección. Desde allí salí al patio sin acordarme de devolverle el pañuelo a la chica de secretaría. Corrí lo más rápido que pude hasta casa.

 

 

********************************************************

 

 

POV. SASUKE (HARÉ UN SALTO EN EL TIEMPO, ES DES DE QUE TRATó DE "MARCAR" A NARU EN LA SALA DE MÚSICA)

 

Naruto se levantó rápidamente del suelo y salió de la clase corriendo; se paró bruscamente en el marco de la puerta, cómo si se le hubiera olvidado algo. Miró por encima de mi cabeza y fuera lo que fuese no debía ser muy importante por qué se giró y rápidamente huyó de allí.

Pasó un buen rato, y mi rubio no regresaba...estaba preocupado por él.

Mi límite era de un par de horas… y ya habían pasado. Ahora cualquiera le podría marcar.

Mierda, pensé cabreado.

De pronto, llegó un chico. Me vio tirado en el suelo y con fuertes dolores en la entrepierna y gritó sorprendido:

-¡Es verdad! ¿Dónde estarán los extraterrestres? Se lo tengo que decir a lo demás y que vengan a ver esto.

Salió disparado, otra vez.

Mierda, seguro que va a buscar a los demás. No puedo permitir que me vean así.

Seguramente se burlarían de mí hasta después de mi graduación. Me levanté con dificultades y tropecé con algo que había en el suelo.

Traspillé, pero pude lograr recuperar el equilibrio a tiempo.

Le di una patada a lo que parecía una cartera. Caminé apoyado en la pared hasta la salida.

Empecé a recuperarme lentamente, y para cuando llegaron un montón de chicos ruidosos yo ya estaba en la parte trasera exterior del edificio.

“Mierda, se me ha escapado.”, pensé con rabia. “Pero… Es un doncel interesante”.

Volví a la clase aparentando estar bien. Él no podría escapar esta vez, estaré vigilándole las veinticuatro horas del día hasta que le marque… y la próxima vez le sujetaré las piernas.

Sonreí para mí mismo y me senté en el pupitre.

Sonó el timbre que indicaba el inicio de la primera clase y él no apareció. ¿Dónde demonios se había metido?

Pasó la primera clase y siguió sin aparecer. Seguramente se había ido a casa.

No puedes huir de mí, pensé molesto.

Intenté fingir ante el profesor que estaba enfermo, pero no coló y me castigó: después de clase tenía que ayudarle a corregir los exámenes.

Vaya mierda de día.

Al salir del castigo, estaba cansado, había sido un día muy largo: había conocido a Naruto, le había hecho mi pareja, le intenté marcar, la patada, el chico que fue a avisar a los demás, como huí hasta la parte exterior…

Aún le tenía que marcar. Recordé que Naruto se había ido a casa. Tendría que ir hasta allí. Llamé a mi mayordomo y le pedí su dirección.

A los cinco minutos de haber hecho la llamada me llegó un mensaje con información sobre mi rubio:

 

<69325673>; <Suigetsu, mayordomo>Mensaje de texto:

------------------------------------------------------------------

Nombre: Daika Nevada.

Edad: 16

Dirección: Shinjuku.

Número: 127

Domicilio Dúplex. 

 

Shinjuku era un barrio residencial muy tranquilo a las afueras de Tokio. Llegar hasta allí me tomaría veinte minutos andando a paso lento.

Miré el reloj, eran las siete, seguramente él estaría en casa ya que era muy tarde.

Empecé a caminar. Salí del colegio y tomé la dirección hasta Shinjuku. Me fijé en que las calles estaban llenas de familias que se dirigían al parque más cercano, también había escolares y estudiantes de secundaria. Estaba cerca cuando oí algo que me llamó la atención:

- Oye Kiba, me han dicho que tienes un nuevo vecino.

- Si, es de nuestra edad. – Eran un grupo de unos cinco chicos, estudiantes de preparatoria, primer año seguramente.

- ¿Está bueno?

- Si - el chico sacó el móvil del bolsillo y le enseñó una imagen a los demás.

La vi de lejos: pude distinguir a Naruto, estaba en la puerta de su casa. Los demás lanzaron silbidos de admiración.

- ¡Que suerte tienes!- dijo uno.

-Oye Kiba, me he dejado la cartera en tu casa luego me pasaré para ir a buscarla.

- Si, yo también.- dijeron los demás.

Me enfurecí, nadie debía tocarle hasta que YO le marcar

 


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