Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Los mejores papás del mundo por Reiga

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola aquí he vuelto de nuevo, espero les guste, no se espanten por la muerte de un personaje. Inicialmente un Drabble… -_- pero ya ven no salió, se me alargo un poquito, espero les guste y disfruten la lectura. 

Dedicado especialmente a dashi-chan!! *w* 

 


Kagami se encontraba en la cocina, dándole lo último de su malteada al retoño en sus brazos cuando escucha un portazo  y la voz de una pequeña bastante conocida, le limpia la boquita al infante risueño y sale a ver.


–Ey, ¿qué paso? ­–pregunta riendo, al ver el berrinche de la menor en el sillón, se notaba que llego y dejo caer su mochila en cualquier  parte.


–Nada                                                 


–yuki… algo te paso para que llegues de mal humor y ni siquiera me hayas saludado – la menor lo miro arrepentida y se levantó depositando un pequeño beso en la mejilla de su padre, un beso en la frente del menor en sus brazos y luego volvió a su asiento suspirando.


–Es que hoy en clases el tío tetsu… digo el profesor kuroko – kagami rio ante eso – dijo que por el día del padre haríamos una exposición y hablaremos de ellos al curso y cuando  la clase término esa idiota de sakura se acercó a mi diciéndome que como haría el trabajo si yo era adoptada.


Kagami suspiro, no era la primera vez que le decían algo así  a su adoración sobre todo esa compañerita que le había agarrado maña a su hija. Aun recordaba cuando su pequeña a los cinco añitos llego llorando preguntándole que significaba esa palabra, ahora ya contaba con ocho añitos y pensaba que ese tema había quedado claro, pero al parecer no.


–yuki…


–No pienses mal to-chan, yo se que no soy adoptada, lo que me molesta es que hable de ignorante, ya verás que con mi exposición jamás volverá a decirme que soy adoptada – decía con total determinación.


Kagami sonrió más tranquilo y rio cuando vio al menor en sus brazos que al igual que su hermana tenía el ceño fruncido, yuki se acercó al pequeño y lo estrujo en sus brazos.


–Cierto Nao, le daremos su merecido a la fea esa – le decía al pequeño haciéndole cosquillas mientras el menor se retorcía en sus brazos.


Kagami los miraba con adoración, yuki era su hija mayor, una hermosa niña de piel clara, cabello verde largo amarrado en dos coletas, ojos verde claro  y gafas finas de color morado, de personalidad extrovertida, madura y alegre, una chica bella he intelectual a la vista.


Su hijo menor de dos añitos y medio piel clara, cabello azulino y ojos del mismo color, de mirada picara y juguetona con energías redobladas para su edad, la copia viva de su padre, Pareja y esposo.


Era por esa razón que ha yuki la molestaban, porque no se parecía a ninguno de sus padres, pero la menor sabia y estaba orgullosa de ser idéntica al que fue su verdadero padre. Aquel hombre que dio la vida por ellos cuando la menor contaba con apenas año y medio de edad,  un conductor ebrio no respeto la señales de tránsito y el hombre hizo todo lo humanamente posible por proteger a su familia.


–To-chan  – dijo la menor buscando entre los muebles aquel cuadro que siempre miraba y le hablaba cuando regresaba de la escuela, lo tomo y fue a sentarse a la lado de kagami – to-chan, cuéntame cuando le contaste que me esperabas a mí.


Kagami sonrió tranquilo, pero a la ves con nostalgia, a su hija le encantaba escuchar  historias que involucraran a su padre y el estaría siempre dispuesto a contárselas.


En el cuadro se podia ver un pelirrojo sonriente con una pequeña peliverde de tan solo un año de edad en sus brazos y a su lado un peliverde que abrasaba al mayor y con su otra mano tomaba la manito de la pequeña.


~*~


Caminaba de un lado para otro comiéndome la uñas de lo nervioso que estaba, había  sido irresponsable sabía que esto podía pasar, pero nos dejamos llevar por la pasión  y aquella ves se nos olvidó cuidarnos  y ahora estaban las consecuencias, ¿Cómo se lo diría? Llevábamos un año de relación, comenzamos  a los 16 aun éramos muy jóvenes, para pasar por esto ahora, nuestros padres no apoyaban nuestra relación y menos ahora.


A pesar de que había hombres que podían procrear la relación entre hombres nos era bien vista, pero eso poco nos importaba”.


–¿Kagami que paso?… tu llamada me dejo preocupado – se acercó a su pareja y le deposito un pequeño beso en sus labios


–Lo siento midorima, no es nada malo… o si… no se … ósea depende –midorima le sonrió y lo tomo de la mano para ir a sentarse  juntos al  sofá –es… espera será mejor que tú te sientes


–¿taiga que pasa? 


–yo lo siento tanto, no quería que esto pasara, no ahora… no… no planee, pero paso


–oye…oye – midorima le hablo tiernamente y se levantó para besar los labios de  kagami, adentrando su lengua y lamiendo todo a su paso – ¿ya estas más tranquilo? – asintió – ahora dime que pasa y sin rodeos.


–es que estoy en estado– dijo rápidamente y midorima  se separó un poco


–¿estado?


–si ya sabes – kagami retrocedió y se tocó el estómago – estado – le avergonzaba decir embarazado.


–Estado – repetía fuera de si


–si


–un… un ¿bebe? – pregunto alzando un ceja, tal parecía que kagami le hablaba en chino.


–si


Midorima comprendió el “estado y la situación” se sentía feliz pero no tenía idea de cómo expresarlo, encontraba que era una felicidad pronta he irreal – ¿es enserio?, ¿estás seguro? – kagami asintió para luego sentirse estrujado en un fuerte abrazo – ¿y ya sabes qué es? – el pelirrojo rio


–Tonto, es imposible que lo sepa solo tengo dos mesesambos se miraron con amor, comprensión compañerismo, felicidad, algo nuevo pero hermoso se les avecinaba a sus vidas.


Luego de eso pasaron tres días y midorima llego con un regalo, cuando lo abrió miró extrañado, eran unos zapatitos de color rosado.


–oha-asa dijo que mi primer hijo seria niña así que fui  por su primer regalito – kagami suspiro, con el tiempo había aprendido a no discutir con midorima en cuanto a su horóscopo se tratara.


 ~*~


–Y tenía razón – dijo la menor interrumpiendo la historia y kagami rio


–si, ese mismo día dijo que querías que te llamaras Yuki, Midorima Yuki – la peliverde  sonrió mirando la foto – pasaba el tiempo  y mi barriga empezó a crecer y efectivamente supimos que eras una niña, comencé a llamarte por tu nombre, midorima siempre decía que iba a cuidarte mucho y que no dejaría que nadie te lastimara… que… – kagami había empezado a titubear – que viviría para nosotros o moriría por nosotros.


Yuki conocía el peso de aquellas palabras y le dolía la tristeza que provocaba en su padre.


–Cuéntame, cuando se llevó tus balones – menciono la pequeña cambiando de tema ocasionando una sonrisa instantánea en los labios de kagami


~*~


Kagami tenía cinco meses de embarazo y su pancita ya era bastante notoria, había ido a buscar sus balones de basquetbol, pero grande fue su sorpresa al no encontrar ninguno.


–¿qué tienes?


–shintaro, los balones… no encuentro ninguno – decía alterado el pelirrojo dejando la casa patas para arriba buscado los dichosos balones.


–¿para que los buscas? el doctor dijo que nada de basquetbol – midorima hablaba calmado sabía que el pelirrojo se enojaría


–si… pero un poco no le hará nada de… – kagami se dio vuelta encarándolo – ¿dónde están?


–en la casa no… no te daré ninguno hasta que nazca yuki


–¡MIDORIMA SHINTARO SERA MEJOR QUE ME TRAIGAS MIS BALONES AHORA SI NO QUIERES MORIR! – gritaba el pelirrojo


–KAGAMI TAIGA, ¡TE TRANQUILIZAS AHORA O TE JURO QUE PINCHARE TUS BALONES Y JAMAS LOS VOLVERAS A VER! ­–le grito aun mas fuerte arrepintiéndose después al ver terror y luego un puchero en la cara de su amor –lo siento no quise gritarte, pero eres muy testarudo el doctor dijo que era riesgoso y sabía que no le harías caso así que no me dejaste de otra… ven gastemos esas energías que tienes de otra manera – le sonrió pícaramente dirigiendo al calmado pelirrojo a la habitación.


~*~       


La menor sonreía cada vez que se imaginaba semejante discusión.


–¿to-chan algunas ves tuvieron una discusión grave?


–mmm– kagami parecía pensarlo –realmente no recuerdo que alguna vez hallamos discutido, midorima era muy condescendiente conmigo – hablaba con ternura  – una que otra pelea por celos pero nada que se diga grave nunca llegamos a terminar o distanciarnos por ello.


–Adivino que por culpa del tío himura,  a daiki-otosan tampoco le gusta que estés a solas con el – reía la pequeña al recordar las escenas de celos que montaba aomine cuando himura venía a la casa – ¿era algo similar? – kagami rio.


¿Que si eran similares?... como dos gotas de agua, los dos igual de celopatas.


Cuando midorima conoció a himura fue un total desastre, el pelirrojo estaba feliz de poder presentarle  al amor de su vida a su amigo del alma, pero cuando dicho amigo se presenta y dice que era el exnovio ardió Troya. Rayos, relámpagos y centellas  se formaron entre el peliverde y el pelinegro y el pelirrojo con una pequeña gotita en su frente.


Luego de eso y aclarar que fue un broma, todo quedo un poco más calmado, pero aun así midorima seguía con los celos y evitaba por todos los medios dejar a kagami solo con himura, kagami por otro lado solo tenía paciencia, le gustaba el lado infantil y celoso de su peliverde y su amigo parecía divertirse con eso.


Con daiki fue una poco más diferente, tres años pasaron desde el accidente, en los cuales himura se auto proclamo el hermano, amigo y padre de kagami, kise y kuroko se mantuvieron a su lado y por sobretodo aomine quien en el último tiempo logro entrar en el corazón cerrado y herido del pelirrojo.


Himura al darse cuenta de esto  le hizo la vida cuadritos al peli azul, no dejaría a kagami con cualquiera y lo hicieran sufrir, menos con alguien que encontraba antipático y agresivo, hacia todo lo posible para sacarlo de sus casillas pero nada resultaba, por otro lado aomine sabía  lo que hacía himura y si tenía que ganarse al pelinegro para llegar a kagami lo haría.


Por que ni hablar de yuki, los dos se habían ganado el corazón del otro con cálidas miradas de añoranza.           


    Al ver que su amigo comenzaba a sonreír mas y a Salir de ese oyó en el que se había metido se dio por vencido, kagami comenzaba a creer  que el amor podía ser parte de su vida nuevamente y no hizo nada mejor que darle su apoyo. Pero siempre disfrutando de hacer enojar al peli azul, mal que mal siempre estaría en su vida pues era el padrino de yuki.


–Entiendo a mi padrino es divertido ver  a oto-san, murmurando y tratando de no destriparlo – reía la pequeña –to-chan nao se quedó dormido


Kagami vio al menor y efectivamente estaba plácidamente dormido en sus brazos, lo acomodo y se levantó para ir  a su habitación, dejándolo en su corral, lo miro con amor y deposito un pequeño beso en su frente y luego la menor hizo lo mismo pero en su mejilla.   


–Se ve tan tranquilo cuando duerme… ¿to-chan no te da pena que ninguno de los dos se parezca a ti?– pregunto la pequeña mirando a su padre viendo inmediatamente como una sonrisa afloraba en el rostro del pelirrojo


–Para nada, los dos  se parecen a las personas que más amo en este mundo – kagami miro a su hija y pudo vislumbrar un tierno puchero en sus labios, pero no demostraría aquello que ella llamaba debilidad… la menor no tenía idea de cuánto se parecía a su padre, kagami camino a su lado – eres igualita a midorima, desde que supimos de ti te volviste lo más preciado para nosotros – yuki lo abrazo y lloro aunque no lo aparentara ni ella misma quisiera era muy sentimental.


Paso un momento y se separaron kagami le seco la carita a su hija  y le sonrió –¿mejor? – Asintió –¿ven quieres ayudarme  a preparar la cena? – volvió a asentir


–Deberían tener otro hijo – dijo la menor mientras picaba o intentaba picar una zanahoria


–¿si?... ¿quieres otro hermanito? – pregunto curioso kagami mientras pelaba papas.


–sí creo que seria lindo, quiero una hermanita, me la imagino como tu pelirroja de cabello largo y ojos fuego como los tuyos, ahhhh quiero vestirla, hacerle moñitos –grito la peliverde feliz  al hacerse una imagen y taiga rio


–lo que tú quieres no es una hermanita si no una muñeca   – rieron los dos – yuki… te contare un secreto – se  acercó a ella y le susurró al oído.


–¡¿enserio?!


–Si – kagami sonreía al ver la alegría y asombro en su pequeña.


–waa pero estas seguro to-chan –asintió –  ¿y daiki oto-san  ya lo sabe?


–No, quiero decirle hoy, así que no se te vaya a salir eh  


La preparación de la cena siguió con normalidad entre risas y más mientras esperaban la llegada del jefe de hogar. Cuando sintieron la puerta yuki corrió a ver a su padre y se lanzó a los brazos de daiki.


–¿Cómo está mi princesita? – le pregunto soltando su bolso y tomándola en brazos.


–Bien hoy nos entregaron la prueba de historia y obtuve el puntaje  mayor


–Que bien y que vas a querer por eso – le pregunto inmediatamente sabía que tal noticia tenía su segunda 


–hehe quiero que este fin de semana salgamos al cine los cuatro.


–Hecho entonces – le sonrió y camino con la menor en brazos y a kagami  le dio un beso en los labios. – ¿y naoki?


–Está durmiendo, to-san tienes que pedir permiso para ir a verme al colegio, daremos un acto por el día del padre y el discurso lo daré yo, también hare una exposición sobre los dos mejores papas del mundo así que tienes que ir a verme.


La menor se había bajado  de los brazos de daiki y había empezado a caminar a la escalera mientras hablaba efusivamente.


–Ahí estaré entonces – le respondió alegre –¿oye para dónde vas? vamos a cenar ahora –  le dijo daiki al ver que la menor subía las escaleras.


–Ah~ es que to-chan tiene que decirte algo yo iré a ver a nao ¡adiós! – grito ya perdiéndole el rastro, aomine quedo un poco confundido, kagami rio y  movió la cabeza ahora comprendía por que la menor había puesto solo dos arreglos en la mesa.


–¿Paso algo? – pregunto mientras se sentaba


–mmm nada malo – le dijo seductoramente mientras se sentaba en sus piernas – tuvo un problemita en la escuela, pero lo solucionara a su manera.


–¿Que problema? – pregunto con un tono más grave y kagami rio              


–Nada  malo, enserio – decía dándole besos por todo el cuello –¿sabes?... yuki quiere una hermanita – le dijo coquetamente mientras desabrochaba la camisa de aomine, este sonrió y la manos que yacían en la cintura de kagami las dejo vagar por su abdomen  y espalda, atrapando sus labios con su boca en  un beso pasional  y deseoso de más.


–Pues hay que darle en el gusto ¿no? – dijo el peli azul comenzando a sacar la polera de kagami pero este le detuvo


–Oye… oye espera, aquí no


–Tu empezaste – le dijo aomine  mordiendo su labio inferior y retirando la prenda por completo, tomo con fuerza el cuerpo de kagami y lo llevo a la cocina cerrándola en el paso.


Ambos aun eran muy jóvenes contaban con veintiséis años  y no perdían momentos a la hora de demostrarse su amor.


–es… espera daiki… yuki puede bajar en cualquier momento – decía con algo de racionalismo, ya se sentía caliente y con claros problemas pero era imposible que algo pasara con la menor despierta, mientras él pensaba que no se podía, aomine seguía recorriendo su cuerpo con sus labios, volvió en si  al sentir que sus pantalones abandonaban su lugar – espera daiki hay algo que debo decirte – le dijo alejándolo de su cuerpo y abrochando sus pantalones nuevamente.


–¡¿to-chan  ya le contaste?! – Entro yuki dejando a los mayores de una pieza, la menor no se percató de la situación, solo miro a daiki y este asintió –¿ y estas feliz?


–Claro que sí – le respondió mirándola y llamando su atención mientras kagami iba al comedor por su polera


–Oto-san puedo colocarles el nombre yo, el niño quiero que se llame  yoru y la otra porque estoy segura de que será niñita  quiero que se llame haruki, creo que yoru la esta cuidado desde adentro


–¿eh?... cariño no te entiendo nada – dijo el peli azul y en eso veía entrando kagami.


–Mis hermanitos, la doctora dijo que estaban en una posición  en la que parecía que uno estuviera abrasando al otro –kagami quería golpearse la cabeza  y reírse al mismo tiempo, aomine estaba confundido pero su mente hizo clic.


–Taiga… ¿estas embarazado?


–ahh~ – suspiro –  supongo que tengo que contártelo ya que cierta niñita se me adelanto  –yuki hiso un “ups” rio apenada y se fue corriendo de la cocina


–¿Que… que fue eso, taiga estas…?


–Tengo dos meses y medio,  son mellizos, aun no se sabe  que son, pero yuki cree que son un niño y un niña.


–Taiga – se acercó a él y le dio un tierno beso –dos pequeñitos – decía con ternura   


–¿Estas contento?


–Claro que si, te amo – le decía dándole varios besos por todo su rostro, mientras lo sujetaba de su cintura  y tocaba su estómago–ojala alguno salga con tu cabello – le decía acariciándole la cabeza y dándole un beso en su frente – kagami rio


–Yuki dijo lo mismo, pero a mi realmente me da igual, yo seré feliz si se perecen a ti, ¿no crees que naoki es lindo?.


–Claro, es mi hijo –kagami rio y le pego un codazo   


–No sabes el significado de la modestia verdad – una sonrisa para nada humilde lo hizo suspirar – ya ven mejor, la comida se enfriara.


Los dos menores se encontraban plácidamente dormidos, en sus respectivas camas y ahora la pareja se encontraba recostada en la cama después de haberse amado, aomine sentado y apoyado en el respaldo de la cama con kagami de espalda apoyado en él.


–Yoru y Haruki –murmuraba daiki acariciando con sus labios el cabello de kagami.


–Oye, ni siquiera sabemos que son todavía.


–Taiga si yuki lo dice le creo, tiene esa seguridad de midorima cuando hablaba de su horóscopo  – dijo con gracia y kagami sonrió al recordar.


Los tres fueron amigos en su tiempo, para aomine no era incomodo hablar de midorima ni nada por el estilo, sabia el lugar que ocupaba y ocuparía siempre  en el corazón de su pelirrojo, así como también estaba seguro de sus sentimientos hacia él.


El peli azul sintió la respiración calmada de su amado y sonrió con ternura al verlo dormido. Salió de su espalda y lo recostó en la cama con cuidado de no despertarlo.


Se puso una polera y unos short para ir a ver a los menores, una maña que tenía antes de dormirse, el primero en visitar fue a su pequeño, lo encontró plácidamente dormido, hoy no había tenido la oportunidad de verlo ya que había llegado tarde, pero al día siguiente tenía libre, así que aprovecharía todo el día para estar con él, acaricio su cabecita y sonrió ante el ligero ceño fruncido en respuesta.


Luego fue a la habitación de su princesita y lo que vio no lo dejo asustado, pero si sorprendido, era la segunda vez que veía a midorima, la primera vez fue cuando, taiga y daiki se dieron cuenta de los sentimientos hacia el otro y sufrían por el sentimiento de traición y deslealtad, fue gracias a shintaro  que aomine soltó las cadenas que lo ataban y lucho con todo para soltar las de taiga.


“Sé que tus sentimientos por taiga son sinceros y jamás pensante en el de otra forma  mientras estuvo conmigo, no tienes nada de que arrepentirte, eres la mejor persona para él y para yuki… Por favor cuídalos”


Aquellas palabras fueron liberación, paz y tranquilidad para su corazón.


Ahora veía a midorima sonreír mientras contemplaba el sueño de su hija, acaricio sus cabellos y una sonrisa se dejo ver en los tiernos labios de la menor. Luego se dio vuelta y  miro al peli  azul…


Gracias


Le dijo antes de que su presencia desapareciera  por completo. Aomine algo le preocupo inmediatamente se preguntó si la visita de midorima se debía al problema que le menciono kagami, se despidió la menor con un beso en su frente y se encontró con kagami esperándolo despierto.


–¿Todo bien?


–Si, pero sabes me surgió una duda –camino y sentó en la cama al lado de taiga –¿que fue lo que le paso a yuki hoy en la escuela?  –kagami suspiro


­–Su compañía sakura… ¿la recuerdas?


–Como no es la niña más pesada que he conocido en mi vida– kagami rodo los ojos


–Hoy le dijo a yuki que como haría su trabajo del día del padre si ella era


–Adoptada –término la oración –maldita mocosa… me tiene arto, mañana iré a hablar al colegio quiero una cita con sus padres…


–¡Ves! por eso no te dije no es tan grave, eres un exagerado


–¡Cómo quieres que no exagere si se está metiendo con mi niña! 


–Baja la voz daiki – kagami se sentó en la cama, lo tomo de la quijada  y  obligo a mirarlo, sonrió al ver el ceño fruncido y lo beso – ya estas más calmado confía en ella, es nuestra hija después de todo. 


Una semana había pasado y llego el día de la exposición del día del padre. Estaban todos los padres al fondo de la sala, y ahora era el turno de yuki. El reproductor proyectaba una imagen que decía “los mejores papas del mundo”


“Buenos días, se que muchos tienen el mal pensamiento de que soy adoptada por que no me perezco a to-san ni oto-chan –apunto a kagami y daiki, -quiero presentarles a mis verdaderos padres –ahora salía una foto de kagami, midorima y yuki, en donde la menor apenas y podía sostener una pelota de basquetbol – él es Midorima shintaro mi padre, alguien de quien estoy muy orgullosa de ser su hija, lamentablemente no recuerdo nada de él pues murió cuando tenía año y medio de edad por protegernos a oto-chan y a mí  de un conductor ebrio”


Todos miraban atentos la seguridad y convicción con la que hablaba la pequeña, otros con algo de vergüenza y arrepentimiento.     


“luego… apareció él – salió una foto de aomine con yuki de tan solo cuatro años ambos sonreían hermosamente en la foto –aomine daiki… mi padre, quien me ha dado todas las felicidades posibles que podría desear una niña, gracias por aceptarme como tu hija, soy muy feliz de que estés con nosotros… Te amo papá”


Aomine a estas alturas quería llorar, el labio le tembló y una lagrima oso escapársele pero nada más, kagami lo tomo de la mano para darle apoyo, conocía las inseguridades que este tenía con respecto a yuki y ahora con las palabras de la pequeña estaba seguro que se sentiría completo.


Fin 

Notas finales:

Waa~ realmente espero que les haya gustado esta pequeña cosita.

bye bye muy buena semana!!!          


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).