-Hey Kuroko, quieres salir algun lado?
El peliceleste se encontraba en el departamento de su luz sentado comodamente en el sofa leyendo su libro favorito cuando la pregunta le llego de repente.
-Porque?- pregunto dejando la lectura y mirando a su compañero.
-Porque no? Hoy no hay clases ni entrenamiento- respondio simplemente el otro al lado suyo, apagando la tele sin nada mas que ver.
-Es cierto... supongo que esta bien-
-Perfecto! A donde quieres ir?
-Puedo decidir?
-Claro-
-Entonces...- lo pensó unos segundos- al Magi Burger
-Te dejo elegir y mira con que sales- le regaño suavemente
-Que tiene de malo? Ademas quiero mi batido de vainilla.- dijo sin darle mucha importancia.
-Haa~-suspiro- Iremos al Magi por tu batido y luego yo decido, bien?
-Bien. Tambien llevemos a Nigou.
Salieron diez minutos despues con la correa en manos de Kuroko porque aunque halla aceptado, Kagami no se prestaria a llevar al pequeño can por su cuenta.
Caminaron por las calles tranquilas y con el viento cálido rozando sus rostros. Se sentia tan bien ese pequeño momento para ellos. Luego de estar en silencio todo ese tiempo Kuroko hablo.
-Kagami-kun- le llamo
-Que pasa?
-Podemos tomarnos de la mano?
-He!? P-Porque??- volteo a verlo salgo desconcertado y avergonzado por la peculiar peticion.
-Porque quiero.- respondio con su típica cara de póquer.
-Y porque no lo haces sin preguntar, no es como si fuera a molestarme o algo-
-No es eso, es que quiero que tu me tomes de la mano.
-Tch, no tiene sentido si me lo pides de todas formas no crees?
-Lo tiene para mi.
-Bien.- tomo la mano que no sostenía la correa y sintió como el otro la apretaba un poco
-Gracias- dijo con su mirada baja.
-No agradezcas.
Caminaron hasta el local y salieron con el batido del peliceleste y algunas hamburgesas para el pelirrojo.
-Que raro de ti que solo hayas pedido cinco hamburgesas
-Ah, si.... solo digamos que algo me cayo mal en la mañana...
-Mmm... Y a donde vamos ahora?
-Estaba pensando en ir al parque
-No es muy original, pero esta bien.
-Mira quien lo dice. Pero antes quiero que pasemos por un lugar
-De acuerdo.
Caminaron un par de calles mas hasta que el pelirrojo se detuvo frente a uno de los locales.
-Es aqui.
-Una joyeria?
-Si.
Entraron al lugar y enseguida una señora de unos 25 años los recibió y puso una por demás alegre expresión al ver al mas alto.
-Aah!! Kagami-kun, que bueno volver a verlo
-Hola, Any.-
La chica poso su mirada sobre Kuroko que aun estaba de la mano con Kagami
-Viene por el encargo que hizo a mi abuelo?
-Si, esta listo?
-Por supuesto que lo esta! En un segundo se lo alcanzo.
Ven como desaparece tras unas cortinas y al rato vuelve con una pequeña caja en la mano.
-Aqui esta.- se la entrega sonriendo feliz
-Ah! Muchas gracias. Aqui esta el resto del pago.
-Muy bien. Que tengas suerte y espero que vuelvas por aquí.
-Lo hare! Adios.
Los chicos salen del locar y Kagami se guarda la cajita en su bolsillo por lo que Kuroko le pregunta curioso.
-Compraste un anillo.
-No es eso, vamos. - responde casi evasivamente y siguen su camino.
Llegaron a un bello parque con muchos arboles y un gran lago. Soltaron a Nigou para que pueda jugar en el cesped y se sentaron bajo un arbol disfrutando de la vista.
-Kagami-kun- se escucha la voz del peliceleste.
-Dime-
-Gracias por todo-
-No tienes nada que agradecer. Además esto no es todo.
-Hay mas?
-Si. Pero sera mas a la noche.
-A la noche?- pregunta con un raro tono de voz mirándolo.
-Si porque??
-...Por nada- suspira rendido. Era imposible que su pelirrojo dijera algo en doble sentido. A veces se pasa de inocente.
Kuroko entonces se mueve un poco y se sienta entre las piernas de Kagami, apoyando la cabeza en su pecho, sacando un leve sonrojo a las mejillas del mas alto.
-Mucho mejor.-susurra.
Kagami lo deja hacer y hablan de cosas cotidianas como basquet, comida o sus amigos.
Permanecieron en ese lugar hasta el atardecer. Nigou ya se había cansado de jugar y dormía echado al lado del árbol donde se encontraba su dueño.
En ese tranquilo y agradable ambiente, Kagami rodeaba con sus brazos el cuerpo de Kuroko, que también se había quedado dormido, y acariciaba su mejilla con el pulgar inspirando el aroma fresco de su cabello.
Aun medio en sueños, Kuroko deja de sentir las caricias y se lamenta porque realmente se sentian bien. Pero luego siente como algo rodea su cuello y lo hace abrir los ojos. Kagami estaba colocandole un colgante.
-Esto es...
-Si, lo compre para tí- termina de cerrarlo.
Kuroko toma el dije del colgante en sus manos y lo observa. Era un pequeño balon de basquet pintado muy bonito, pero en el reverso podia leerse
"Siempre sere tu luz"
Kuroko queda sorprendido y no sabe que decir. Mueve un poco su cabeza para ver el rostro de Kagami que esta mirando hacia otro lado, claramente sonrojado.
-Muchas gracias, Kagami-kun. Lo atesorare mucho.
-D-de nada. Creo que ya es hora de volver.
-Tienes razon.
Enprendieron camino al departamento del pelirrojo siempre tomados de la mano. Ninguno hablo por unos minutos, hasta que el mas alto escucho una pequeña risa de parte del otro, por lo que volvio su mirada al peliceleste que tenia una sonrisa adornando su rostro.
-Que ocurre?
-He?
-Estabas sonriendo
-De verdad?
-...-
-Bueno, solo recordaba la vez que te me confesaste.
-Oh!...
*Flash Back*
Kagami y Kuroko acababan de terminar el entrenamiento del club de basquet y se dirigieron al Magi como de costumbre. Llegaron pidieron el batido de vainilla y las hamburgesas. Asi pasaron la tarde de manera normal. Al salir siguieron su camino hasta el punto donde debian separar su destino para volver a sus respectivos hogares. El peliceleste se dio cuenta de que el mas alto estaba caminando mas lento de lo normal y se detuvo para preguntarle si ocurría algo malo, pero al parecer el pelirrojo estaba tan metido en su mente que no se dio cuenta de cuando este paro, por lo que previsiblemente choco con él, quien logro mantenerse en pie a pesar de que el golpe lo saco de equilibrio.
-Que haces Kuroko? Porque paras tan de repente?- pregunto cuando parecio volver a la realidad
-Eso debería preguntarte yo, Kagami -kun Que te tiene tan distraído??
-He? Pues...nada- dijo volteando su mirada lejos de los celestes que lo miraban tan fijamente
-Mn... de acuerdo... - se dio la vuelta para seguir pero fue detenido por el otro del brazo.
-Espera... Kuroko...
-Que ocurre Kagami-kun? Estas actuando raro.
-Bueno yo... Hay algo quiero quiero decirte-
-Dime.- Kuroko noto como evitaba mirarlo y se veía sumamente nervioso.
-Y-yo... Tu.. me...- balbuceo.
-Si...
-Bueno... tu ...me... tu me gustas, Kuroko.
-...-
Kagami que habia soltado esa importante confesion miraba hacia cualquier lado lejos de Kuroko terriblemente avergonzado y en algun punto asustado, pero al no escuchar palabra alguna decidio por fin encararle.
-Oi, di al— - Sopresivamente sus labios se vieron sellados por los ajenos que se posaban sobre los suyos con un suave toque digno del chico fantasma. Este estaba casi de puntitas con sus manos apoyadas en los hombros del mas alto.
Al separarse y mirarse a los ojos, Kuroko solo pudo sonreir ante la graciosa expresion en la cara del otro y con simpleza comento
-Lo siento, no me resisti...
Sintiendo un enorme peso menos en su corazón, Kagami solo atino a abrazarlo fuerte contra su pecho escondiendo de su vista su roja cara y alegre sonrisa.
*Flash back*
-Lo recuerdo, estaba tan nervioso
-Por un momento crei que saldrias corriendo.
-No podia evitarlo y tener tu cara mirandome fijamente no ayudaba mucho tampoco...
-Que tiene mi cara?
-Pues que es... tsk.- chisto sin terminar la frase.
-Que es que?- insistio
-No importa. -
-Mmm... Tu rostro se ve lindo cuando te sonrojas.- soltó de la nada.
-A que viene eso?
-Solo dije lo que sentí.
-Pues no digas cosas tan vergonsosas porque si!!
Definitivamente eso nunca cambiaría en el peliceleste y Kagami jamas podría acostumbrarse a sus repentinos comentarios.- Y porque estabas recordando eso?- pregunto curioso.
-Por que estoy feliz.
-Solo por un paseo y un colgante?
-No... estoy feliz porque estas conmigo
-...-
Kuroko no entendía que ocurría cuando el pelirrojo solo lo miro serio y luego volteo la vista a todos lados al rededor.
-Que ocurr—
Intento preguntar, pero fue súbitamente interrumpido por los labios de su compañero quien profundizo el ligero toque tomando el rostro del celeste entre sus manos y acercándolo un poco. Con una pequeña lamida en sus aun dulces labios, se separo del mas bajo sin soltarlo y con una sonrisa en sus labios expresó.
-Yo... tambien estoy feliz de poder estar contigo hoy... Feliz Cumpleaños, Kuroko.
Y Kuroko pudo ver en esos ojos rojos llenos de amor que Kagami decía sus verdaderos sentimientos, sentimientos que el también compartía.