Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Memory of Colors por Shana A

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El capi de hoy es especial C: porque yo tambien tengo un perro :v lol (?)

Camine hasta llegar a otro parque, lo único que lograba ver eran perros, los cuales se me acercaban con intensión de jugar conmigo.

– ¡No! Fuera, shu shu, no quiero jugar con ustedes ahora – hacia movimientos con las manos para indicar a los perros que se vayan.

– ¿Qué te han hecho los pobres perros? – escuche como alguien se burlaba, perfecto, esto era perfecto, para mejorar mi día y mi estado de ánimo, Koichi apareció junto a su perro pit bull terrier de color blanco con grandes manchas color marrón, al cual por suerte sostenía de una correa.

– ¿Qué te he hecho yo para que vengas a hablar conmigo? – pregunte con cierta incomodidad, su perro estaba en estado de alerta mirándome a mí, juraría que si Koichi no lo estuviera sujetando de su correa saltaría sobre mí ahora mismo.

– Lo dices como si fuera una maldición hablar conmigo – se burló sosteniendo aquella sonrisa burlona de lado.

– Lo es un poco – rodee los ojos. El pit bull me mostro en ese momento los dientes, retrocedí por reflejo, no es que le tuviera miedo a los perros ni nada por el estilo, pero tener a un perro pit bull con intenciones de atacarte frente a ti puede causar ciertos nervios, en especial que sí que te ataque o no está en manos de un tipo como Koichi.

– Vamos, mi perrito solo quiere jugar contigo.

– Yo no quiero jugar con él, seguro es igual al dueño.

– Tomare eso como un gran cumplido – sonrió alegre.

– Como sea, yo me voy – comencé a alejarme de él.

– Si yo fuera tú, no iría por allá – se mostró serio. No le hice caso, como si fuera a hacerle caso a un tipo como él.

Mientras caminaba sentí como empezaba a marearme, e incluso juro que veía como el espacio a mí alrededor se volvía oscuro.

– ¿Qué está pasando ahora? – intente ponerme alerta, no era una alucinación, realmente el espacio a mi alrededor se volvía sombrío, una versión macabra y deteriorada de donde estaba antes.

Antes de que pudiera hacer algo, sentía como me tomaban del tobillo para alzarme de cabeza, estaba a unos cuantos metros del suelo.

– ¿Qué mierda? – gruñí por lo que pasaba, era una especie de tentáculo el que me tomo por el tobillo, me sujetaba con fuerza – ¡Suéltame! – exigí, solo podía ver el tentáculo, pero no podía ver la criatura a la que le pertenecía, aunque seguramente era un pulpo gigante. 

– Quizás si lo pidieras por favor, esa cosa podría soltarte – esa era la voz de Koichi, intente buscarle con la mirada pero no lograba verlo en ningún lado – Además de bobo eres ciego – soltó una carcajada de burla.

– ¡Ya te vi! – dije al ver que estaba frente a mí, parado a unos metros – ¿Por qué no podía verte?

– Porque esta oscuro y eres ciego – se siguió burlando.

– ¡No me refiero a eso! Es como si hubieras desaparecido o te hubieras mezclados con el ambiente de sombras… ¡HIIIII! – solté lo último con nervios, sentía como el tentáculo se colaba bajo mi ropa, arrastrándose por mi pierna, se sentía pegajoso y extraño.

– Si así chillas por un toquecito,  ¿Cómo será cuando esa cosa te viole?

–… ¿EH?

– ¿Eres sordo?... Esa cosa es un incubo.

– No tengo mucho conocimiento pero… Un incubo… ¿no es acaso un demonio masculino que se acuesta con mujeres para robar su energía? – pregunte con cierto desconcierto, esa cosa pegajosa me empezaba a poner los nervios de punta.

– Sí, correcto, no eres tan idiota como pensé – se seguía burlando.

– ¡Pero soy un hombre! – empecé a balancearme para intentar librarme, esa cosa estaba demasiado cerca de mi entrepierna para mi gusto.

– ¿Y? – pregunto él como si no fuera importante este hecho.

– ¡Que no soy una mujer! ¡Además esta cosa tiene un tentáculo! – pateaba con mi otro pie el tentáculo que me sostenía, pero era inútil, no me soltaba.

– Ahh… Eso solo una representación, su forma real no la ha mostrado pero sin duda está aquí, pero quizás pensó que un solo tentáculo sería suficiente para doblegar a un virgen como tú.

– ¡Tú también eres virgen! – reclame aun intentando soltarme. Koichi desvió la mirada por lo que dije, él también es virgen, así que no sé porque se burla de mí por eso – ¡Eres virgen! ¡Virgen! ¡Virgen! ¡Virgo! – me burlaba mientras aún me balanceaba y pateaba el tentáculo, él es el nuevo líder de la Legión Amarillo, si tengo suerte, me atacara pero esquivare eso y le dará al tentáculo, dejándome libre para caer de cara a unos cuantos metros del suelo, no era el mejor plan, pero era el único que tenía.

– ¡Ya cállate! – soltó Koichi con una sonrisa forzara, bien, estaba molesto.

– ¡No quiero! ¿Qué harás? – seguía intentando librarme pero sin éxito.

Koichi me miro por unos segundos, su expresión era seria, pero luego volvió a mostrar su sonrisa arrogante y burlona de siempre – Dejare que esa cosa te viole – declaro alegre.

– ¡¿EH?! – me queje, mi cuerpo se tensó, esa cosa me empezaba a acariciar mi pierna, bien, eso era asqueroso, pero como odio que se sienta en parte bien.

– Mira me di cuenta de tu plan, querías que me molestara para que te librara de esa cosa, pero mejor te dejo sufrir – se burló.

– Puto – susurre con molestia.

– Insultarme no te sacara de esa situación… ¡Ya sé! Si me lo pides lambisconamente te ayudare.

– ¡Como si me fuera a humillar! – sentía una corriente eléctrica recorrer mi columna vertebral, el tentáculo comenzaba a tocarme sobre la ropa interior. Tenía que librarme solo, la vez pasada active mi poder cuando el ciempiés me ataco, allí sentí peligro, pero ahora siento asco.

– Sera divertido ver como te viola – se burló aun sin hacer nada.

– ¡¿Y por qué a ti no te ataca?! – me queje mientras con mis manos intentaba apartarlo, se sentía pegajoso y resbaladizo.

– Pues porque… Realmente no sé porque, supongo que tú eres su tipo de chico.

– ¡Si no vas a ayudar entonces ni hables! – me queje molesto, dónde rayos esta Sachi, ella debería estar cerca, pero no puedo depender siempre de ella.

Quizás sí había una manera de librarme, recordé que hoy tuvimos clase de arte, en mi mochila traía un cutter y una tijera, no sé que tanto daño le pueda causar con esto, pero algo debía de hacer, no iba a dejar que esta cosa me siguiera tocando, me empezaba a gustar y eso era malo. Saque como pude los dos objetos de mi mochila, me doble intentando alcanzar lo más que pude mi tobillo, la que allí es de donde me sujetaba el tentáculo. Primero clave las tijeras hasta hundirlas lo más que pude, esto lo hizo detenerse, antes de que pudiera reaccionar y continuar con lo que hacía, hundí también la hoja del cutter pero con esta comencé a cortarlo. Me soltó finalmente, iba a caer directo contra el suelo e iba a dolerme mucho, de eso no tenía duda, así que solo cerré los ojos esperando que a me rompiera solo un brazo.

¿Eh? No sentí el dolor del impacto, de hecho me sentía cómodo – Quizás no sea una niña miedica como creí – hablo Koichi, al abrir los ojos lentamente, lo primero que vi fue a Koichi, estaba en sus brazos, al parecer me había salvado de darme el golpazo de mi vida.

– ¿Qué crees que haces? – me queje al ver que me cargaba de manera nupcial.

– Haces mucho ruido – me soltó  de repente, caí al suelo pero no dolió tanto a como hubiese dolido si no me hubiera atrapado.

– Pensé que los humanos tenían más unidad entre sí, solidaridad y compañerismo – escuche una voz masculina, el tono era profundo y grave, como si intentara seducirte con cada palabra, pero no veía a nadie, me pare rápido por si algo más pasaba – Pero no ayudaste a tu compañero humano de inmediato, ¿Por qué? – se presentó frente a nosotros, era un joven alto, de tez pálida, cabello negro, orbes color amatista, sus facciones del rostro era finas, su presencia era embriagadora, era como si tuviera un hechizo, el cual te atraía hacia él.

– ¿Ayudarlo?... ¿Por qué iba a hacer eso? – fue directo, su expresión era seria.

– Ya veo, ese humano no tenía nada que ver contigo… Entonces cambiar mis planes, te matare directamente.

– ¿Seguro de que un incubo debería decir esas cosas? – sonrió con burla – Conmigo tus truquitos sexuales no funcionan.

– No son los únicos que tengo – declaro serio.

– Sería interesante ver otras habilidades – sonrió de lado. Esto era malo, empezarían a pelear, obviamente Koichi no iba a preocuparse por mi seguridad, debía encontrar forma de salir de aquí; lo mire al darme cuenta que me veía de reojo, sentí esa sensación de superioridad viniendo de él – Sera mejor que no me estorbes, vete de aquí – fue directo.

– Sí supiera como irme lo habría hecho hace mucho – declare directo también.

– Tsk, al final solo eres peso muerto – se burló.

– ¡Yo no pedí estar aquí! – me queje, era claro que el incubo iba tras él – Oye, tú – le hable al incubo, quien me miro de manera fría pero al mismo tiempo aquella mirada era muy atrayente y cautivadora – No tengo nada que ver con esto.

– Llamémoslo daños colaterales, esperaba que te ayudara, pero como no es así, serás mi bocadillo cuando todo esto termine.

– Hablas como si ya estuviera muerto – sonrió de lado Koichi, una sonrisa burlona y arrogante.

Antes de que pudiera seguirme quejando Koichi hizo un movimiento ligero con su mano derecha apuntando al incubo, no pude ver bien aquello que lanzo hacia él, pero vi claramente como dos tentáculos salían detrás de incubo para desviar aquello que lanzo, aun así los tentáculos fueron cortados a la mitad, cayendo al suelo donde se retorcieron por algunos segundos, esto causo una ligera mueca de molestia en el incubo.

– Estoy casi seguro de que desvió eso – susurre.

– Eres un ciego – hablo con expresión seria ahora, fruncí ligeramente el ceño al escucharle – Lance dos veces, uno tras el otro, de esa manera no vería el segundo par – sonrió con burla – Pero que te cuento si ni vas a entender – se burló.

Un tentáculo se acercó rápido hacia él, parecía que lo iba a tomar el cuello, pero Koichi solo levanto su mano su mano, como si pidiera que parara, así fue, el tentáculo se detuvo, pero esto parecía haber sido de manera forzosa, se notaba como temblaba y parecía querer librarse, pero no veía que fuera sostenido por nada, al fijarme mejor, note como delgados hilos oscuros los aprisionaban, eso era lo que no le permitía moverse. El incubo de nuevo mostro una expresión de molestia.

– Sera qué – susurre, ¿Por qué pelea? Es obvio que Koichi tiene más poder que él, solo se me ocurre una razón – Sera que… ¿tú eras simpatizante del anterior líder de la Legión Amarillo? – pregunte de repente, la expresión de Koichi fue de sorpresa, entonces él no sabía que yo estaba enterado de la situación real.

Koichi fue tomado del cuello por uno de los tentáculos, lo levanto a unos metros del suelo para luego azotarlo con fuerza hacia el suelo.

– Exacto – sonrió de manera macabra y enigmática, mientras el tentáculo volvía a repetir la misma acción una y otra vez, una y otra vez volvía hacer lo mismo, pero había algo que me hacía creer que aquello no era cierto – Tú eres de Crime Scarlet, ¿Qué haces con el actual líder de la Legión Amarillo? – pregunto serió, me sorprendí un poco de la afirmación del otro.

– Primero dime que te llevo a decir que soy de Crime Scarlet – fui directo.

– Tus ojos, ojos color escarlata y esclerótica color negro, todos los miembros tienen los ojos así – sonrió de lado – Entonces te comeré y absorberé tu poder, junto con el del Líder Amarillo – declaro como si ya hubiera ganado.

– Pero… Si aún no has vencido al líder amarillo – fue directo, antes de que pudiera decir algo continúe – Esa escena de tu tentáculo golpeándolo contra el suelo  una y otra vez… se ve muy falsa.

– Supongo que no tiene sentido seguir ocultándolo, te has dado cuenta y el jodido incubo ya revelo porque estaba aquí – se escuchó la voz de Koichi.

La escena de él siendo azotado contra el suelo por el tentáculo desapareció, ahora la escena era la siguiente, el tentáculo estaba partido en varias partes, al igual que muchos otros, Koichi estaba sentando en el pasto, mirándonos como si fuéramos algún tipo de espectáculo callejero.

– ¿Pero cómo? – el incubo parecía confundido.

– Oh vamos, el novato se dio cuenta rápido, fue solo una ilusión creada por mi mente – se burló mientras se levantaba, limpio un poco su pantalón de manera despreocupada antes de mirarnos – Déjame adivinar, tú fuiste uno de los que vieron mi pelea contra el anterior líder, ¿o quizás te lo contaron?, como sea, no te dejes engañar por tus ojos.

– ¿Qué fue lo que hiciste? Tú magia causa explosiones – declaro rápido el incubo, parecía alterado.

– Por eso dije que no te dejes engañar por tus ojos – sonrió, esa sonrisa llena de burla y arrogancia, aun si solo soy un novato como él dice, puedo ver claramente que esta pelea nunca inicio, porque el incubo nunca pudo atacar a Koichi – Cometiste un grave error al creer que me derrotarías, pero cometiste un erro más grande al atraparme en este lugar lleno de oscuridad.

Ahora entiendo un poco mejor, Koichi debe poseer dos tipos de magia, una dada por su contratista, una debe ser de elemento oscuridad por lo que dijo, la otra debe ser capaz de crear explosiones, según lo que dijo el incubo, ya que la magia que genera explosiones fue usada contra el anterior líder, esta debe ser el poder otorgado por su contratista.

– Necesito energía – de inmediato el incubo me miro a mí, sus tentáculos se acercaron a mí rápidamente con intensión de tomarme.

Según me dijeron, mi poder es la magia mental, quizás pueda emplearla, quizás si me concentro lo suficiente, pueda convertirlo en cenizas.

Los tentáculos que iban dirigidos a mí se encendieron en llamas, obligando al incubo a retroceder.

– No quema – se dio cuenta de mi truco a los segundos, así que volvió a acercarse. Debí suponer que no funcionaría a la primera, aunque ahora tengo una mejor idea de mi poder.

– No está nada mal, pero la idea es que se lo crea – se burló Koichi – Me aburrí… Xerbeth, dale el mismo trato que le dimos al líder que tanto apreciaba.

– Como ordene, yo me encargare a partir de ahora – se escuchó una voz femenina, pero no lograba ver a nadie más.

El fuerte sonido de varias explosiones comenzó a resonar, me tape los oídos por todo el estruendo que causaban, antes de cerrar los ojos pude observar como el incubo explotaba en varias partes. Todo se volvió silencio luego de unos segundos, abrí mis ojos para comprobar lo sucedido, allí estaba, el cuerpo desmembrado y destrozado del incubo, estaba lleno de quemaduras graves, no quedo ni sombra de aquel joven atractivo, ahora solo es solo carne.

Las sombras se dispersaron poco a poco, dejando ver el paisaje en donde estaba antes, el parque, un hermoso día, personas caminando, mascotas jugando, no había ni rastro de lo que paso allí.

– Entonces – hablo Koichi, su expresión ahora era seria – Has vuelto a la normalidad – cuando dijo eso supuse que mis ojos volvieron a su tono rosa – No esperaba que fueras miembro de Crime Scarlet, por lo que dijiste en ese momento, también parece que estas bien informado, además ahora ambos hemos descubierto algo interesante – surco una sonrisa en su rostro, aquella sonrisa burlona y arrogante – He descubierto que hay alguien con magia de tipo mental, lo cual me hará querer matarte lo más pronto posible.

– Y yo he descubierto que el tipo de magia que obtuviste por tu contratista es un tipo explosivo – no me deje intimidar por lo que dijo.

– Eso no será suficiente para intimidarme – sonrió con burla – Dile a Aoi que más le vale cuidarse, la próxima vez no solo le romperé un brazo – al decir esto su expresión fue seria. Él dio un silbido, su mascona vino corriendo hacia él, moviendo su cola alegre, no parecía estar agresivo como antes – Más vale que te cuides Kaito, si no lo haces… quizás sea yo quien te devore la próxima vez – aquella sonrisa burlona surco de nuevo sus labios, sin decir nada más ninguno, él se fue de allí.

Me quede allí algunos minutos más, viendo a mi alrededor, asegurándome de que todo fuera normal, no quería caer en alguna ilusión. Le dije a Koichi que descubrí que el tipo de magia que obtuvo por su contratista es de tipo explosivo, pero sé que también tiene el poder de crear ilusiones, no sé si esto sea por su contratista, también sé que tiene un poder relacionado con las sombras, este lo más seguro es que sea propio.

Ahora él sabe que también estoy involucrado, ya tengo bien en claro que no lo agrada que tenga este tipo de magia, debe ser por lo inusual que me han dicho que es, aun así no se utilizarla, a lo mucho puedo hacer una ilusión y darme cuenta de estas, pero me gustaría poder desarrollarme más, poder llegar a descubrir mis límites.

Mientras estaba metido en mis pensamientos camine de regreso a casa – Regrese – dije esperando a que alguien me contestara en la morada vacía – Aun falta para que regresen – bufe con aburrimiento, cualquier chico estaría feliz en mi lugar, yo no. Mi hermana menor Alicia había vuelto a su internado ayer por la tarde, me dio algo de pena no prestarle mucha atención, ya que no pasamos mucho tiempo juntos por que ella va a ese internado normalmente cuando viene de visita por un par de días le presto mucha atención pero ahora con todo lo que me ha pasado, apenas y le dirigí la palabra, la próxima vez la recompensaría.

Termine con mi rutina diaria de todos los días, hacer la tarea, ver televisión, usar el internet, lo que es común. Me recosté cuando tenía mucho sueño, lo único que quería era dormir, poder descansar de lo pesado que fue el día de hoy.

Al abrir mis ojos estaba en aquel cuarto que Daniela me mostro – Esto debe ser una broma de mal gusto – bufe, me levante de la cama, camine hasta la puerta y la abrí un poco, vi que no había nadie en el largo corredor, así que salí siendo lo más sigiloso que pude, avance un tramo quedando cerca a la salida. El sonido de varios pasos acercándose me hizo poner nervioso, di varias vueltas sobre mí eje, mire a los lados intentando buscar esconderme, corrí alejándome de la puerta de salida, mire nuevamente a los lados para asegurarme de que no hubiera nadie cerca, por algún motivo no quería ver a nadie y tampoco quería que me viera nadie, debe ser porque no quería hablar de mi asquerosa experiencia con el incubo.

Abrí cualquier puerta que vi, me metí rápido y cerré la puerta detrás de mí, escuchaba como afuera los pasos disminuían, quizás habían entrado a alguna habitación.

– Uff eso estuvo cerca – suspire aliviado.

– ¿Por qué estás aquí? – aquella voz la conocía, la conocía perfectamente, solo para comprobar me gire a ver si él estaba allí.

Sentado en la cama estaba Aoi, al parecer se cambiaba ya que la camisa negra la tenía desabrochada.

– Yo… bueno…yo…

– Tranquilo, solo dime que paso.

– ¡Primero termina de cambiarte!

Notas finales:

No pos incubo :v lel pero nadie toca a Kaito :T nadie (?)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).