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Memory of Colors por Shana A

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Notas del capitulo:

Notas iniciales: iba a subir más temprano el capi pero bueno pasaron cosas u.u en fin, espero les guste C:

Estaba cansado, había dormido muy poco anoche por lo sucedido, además estaba hambriento, ayer no fue a cenar con Sapphire, solo le llame para disculparme y decirle que no iría, y hoy no tuve ni ganas para prepararme algo en el desayuno.

Es la hora de receso, me muero de hambre y sueño, sin contar de curiosidad, al menos esperaba ver algún cambio en Aoi, pero no, él sigue siendo el mismo de siempre.

– Kaito, ¿por qué traes esa cara? – Vi a Sachi, estaba a mi lado – Ah, cierto solo tienes esa – sonrió alegre.

– Que graciosa – solté con poco sarcasmo.

– Ya hablando en serio – se sentó en el pupitre que estaba frente a mí – ¿Qué te pasa?

– No me pasa nada – suspire.

– A mí no me engañas, de hecho en ese estado no engañas a nadie, ¿Acaso estas triste porque tus padres se fueron de viaje para revivir la pasión de su matrimonio? – debí esperara que ella dijera algo así – ¡te sientes solo! Debe ser eso, no te preocupes haremos una fiesta – parecía muy decidida y animada.

– ¡Alto ahí! Ni de chiste harán una fiesta en mi casa.

– ¿Por qué? – pregunto agitando sus brazos.

– Si tú y Marshall hacen una fiesta literalmente tirarían la casa por la ventana y quien tendría que limpiar todo sería yo.

– Pero eso es obvio, porque es una fiesssta~ y tú como el anfitrión debes limpiar todo.

– Eso nunca me ha parecido justo – suspire.

– Entonces si no estás así por estar solito sin hacer fiesta, ¿Qué es lo que pasa?

– No sé lo que pasa – me recosté sobre mi pupitre – No lo sé, no sé, todo es culpa de Aoi.

– Sera qué… no puede ser – susurro Sachi. Me levante para ver su rostro de asombro, quizás, quizás ella sabía algo, tome la posibilidad de que otra persona pudiera saber algo, pero no quise comentar nada porque podrían tomarme por loco, además de que podría involucrar a más personas de que lo que debería.

– Sachi… ¿Sabes algo?

– La razón por la que estés así es por Aoi, ¿Cierto?

– Sí… algo así… es, complicado.

– ¡No puede ser! Entonces, entonces, mi sueño se ha hecho realidad.

– ¿Qué? – eso me dejo totalmente confundido.

– ¡Mi sueño de tenerte como un personaje BL!

– …. ¡¿Ahh?! – esto me dejo aún más confundido.

– Siempre supe que tenías madera para ser un pasivo.

Me quede sin saber cómo responder a eso, ni siquiera sabía que significaba pasivo, aunque creo que algunas veces Sachi le llamaba así a Marshall y este se molestaba. ¿Debería molestarme?

– Tú y Aoi, definitivamente harían una gran pareja – al escuchar esto empecé a comprender lo que me quería decir.

– Sachi te estas confundiendo, no dije que la culpa fuera de Aoi porque estoy enamorado de él – suspire.

– Pero yo creo que esa es la razón, después de todo Aoi es algo… muy dominante, así que es normal que él sea el culpable de tus desvelos, tus suspiros y su futura boda.

Muy bien, Sachi empezaba a asustarme con sus ilusiones BL, debí recordar que ella es fan de ese género. Curiosamente no me fue difícil imaginarme a mí vistiendo un vestido de novia, atado con una cuerda, a Aoi vistiendo un traje de novio y apuntándome con un rifle, ambos en el altar. Negué con la cabeza para borrar este pensamiento.

– ¿Acabas de imaginar que te llevaba al altar a punta de escopeta? – pregunto con burla y diversión. Me preguntaba sin tan predecible era para todos.

– De hecho era un rifle… ¡Ese no es el punto!, además en sí el problema no es Aoi… el problema es… –  no supe como continuar la frase, no quería involucrar a Sachi en esto – Nada, solo me molesta que él me moleste.

– Esa es su forma de quererte seguro.

– No creo, dejemos de hablar de eso, a todo esto ¿por qué estás aquí?, sé que es hora del receso pero aun así…

– Me aburría en mi salón y como Marshall está ya en preparatoria tengo ahora todo mi amorsh para ti – me abrazo alegre.

– Eso me suena más a que soy tu segunda opción – bromee.

– Es que es más divertido molestar al estúpido vampiro, en cambio Kaito es Kaito, es un lindo amante del helado, me da más ganas de jalarte las mejillas que te joderte – me jalo una mejilla suavemente.

– Gracias… creo – dije sobándome mi mejilla.

– Entonces ¿Cuál es la verdadera razón por la cual estas así? – me pregunto con una sonrisa alegre – No creo que sea porque Aoi te moleste, es decir siempre lo hace y nunca te has quejado, además son solo pequeñas bromas nunca ha hecho algo realmente malo.

– No es nada, digamos que anoche tuve una pesadilla – suspire. De cierta forma esto era cierto, para mí lo que paso anoche era una pesadilla, aquella sensación de miedo era nueva, jamás me había sentido así, pero cuando Aoi me salvo, todo ese malestar se fue.

– Calma, los sueños, sueños son – respondió alegre.

– Alguien ha estado estudiando literatura – le bromee.

– No puedo evitarlo, amo ese curso.

Reí al escucharla – ¿Qué harás después de clases?

– ¿Me estas invitando a salir? – bromeo.

– Seguro, iremos a un lugar mágico de donde sale helado a montones – bromee también.

– Suena estupendo – dio un par de aplausos – Pero no puedo, hoy tengo planes con el estúpido vampiro – soltó un bufido.

– Siempre me he preguntado… ¿No son pareja?

Sachi me miró fijamente, una sonrisa alegre se formó en su rostro, a los segundos estallo en carcajadas – ¿Yo? – Seguía riendo – ¿Y él?... ¿Pareja? – se reía ahora más fuerte.

– Ya entendí, ya entendí, no dije nada – suspire. Al menos ahora sabía que no eran pareja, pero es que pasan juntos mucho tiempo y viven cerca uno del otro, eso hace que uno pueda llegar a conclusiones equivocadas. El tema de parejas me trajo a la mente la escena que vi ayer.

– Mientras lo hayas entendido está bien – sonrió alegre, ya dejando de reírse.

– ¿Tú eres muy amiga de Kaze? – no sabía cómo hacer introducir el tema sutilmente así que decidí ser directo.

– Sip, sip, somos mejores amigos por toda la vida o hasta que el mundo explote – respondió alegre.

– Lo capto, lo capto, pero en fin… ¿Qué sabes de su relación con Luis?

Sachi me miró fijamente durante algunos segundos – ¿Seguro que no eres gay?

– ¿A qué viene esa pregunta? – pregunte sorprendido.

– Bueno es que… tú no hablas mucho con Luis, menos con Kaze, así que no sé me ocurre otra explicación para que preguntes eso, amas secretamente a uno de los dos – explico de una manera tan alegre, que de cierta forma me fue imposible molestarme con ella.

– No es eso, es que ayer yo… bueno los vi sin querer… en un momento… ¿intimo? – no sabía cómo explicarlo, es decir, quizás Kaze no le había dicho nada a Sachi, sería incomodo si yo le digo algo, además como es Sachi, armaría un escándalo por esto.

– ¿Qué clase de momento intimo?

– No, ya nada, nada – suspire, como pensaba no podría decirle – Mejor vete a tu salón, que la hora de receso se va a acabar.

– Sí, tienes razón, además aún no he dejado que me copien la tarea.

– No entiendo porque dejas que te copien la tarea.

– Eso es simple, pero aun eres un niño como para comprenderlo – soltó una ligera risita. No soy un niño, más bien ella es la niña, tenemos un grado de diferencia, pero mejor me quedaba callado, o quizás Sachi seguiría interrogándome sobre lo que le dije al principio.

La hora de receso me parecía eterna, todos a mi alrededor estaban igual que siempre, hablando alegremente sin preocupaciones, algunos jugando, algunos riendo, en algún punto todo eso me pareció tan vacío, tan falso.

Decidí ya no seguir con aquella duda, me levante de mi asiento para buscar a Aoi, sabía que él estaba en el patio trasero, seguramente estaría leyendo.

Al llegar al patio trasero lo vi, sentado en una banca, el lugar estaba desierto a excepción de su presencia, no muchas personas vienen al patio trasero por ser un poco más pequeño que el delantero, además que no les llama la atención estar sentados entre tanto verdor.

– ¿Seguirás observándome desde allí como algún acosador o vendrás a decirme que es lo que quieres? – la voz de Aoi me hizo sentir algo nervioso, ni siquiera había despegado la mirada de su libro, aun así había notado mi presencia.

– Lo siento, no quería parecer un acosador, es solo que no sabía cómo abordar el tema – me acercaba a paso tranquilo, hasta que estuve frente a él – Seré directo, ¿Qué fue lo que paso ayer?

Aoi arqueo una ceja, por fin me estaba mirando – No sé de qué estás hablando – su tono era tan tranquilo como siempre, lo cual me molestaba un poco dada la situación.

– Escucha, muy a pesar de lo que crees, no soy tan idiota como para pensar que lo de ayer no fue nada, algo extraño está pasando, podemos ahorrarnos muchas cosas si decides decirme que sucede aquí.

– ¿Por qué?

– Porque fui involucrado, esa cosa estaba persiguiéndome.

– Eres demasiado egocéntrico, solo eras una víctima cualquiera, no iba específicamente detrás de ti, solo digamos que cuando tienes hambre vas detrás de cualquier alimento hasta poder satisfacerte.

– Aun así, esa cosa pudo matarme ayer como lo hizo con otras personas.

– Esa cosa tiene un nombre.

– ¿Cuál es su nombre? – la curiosidad empezaba a aumentar en mí, me sorprendía que Aoi hablara más de lo normal, usualmente me esperaba que rechazara hablar del tema.

– No tienes que saberlo, no fuiste afectado directamente – se levantó de su asiento, me sentí algo intimidado, estaba demasiado cerca, además él es más alto que yo, aquella mirada llena de frialdad y superioridad me hacía querer flaquear, pero no me iría sin una explicación.

– Pero pude ser afectado.

– No lo fuiste, fin del tema, no tienes que saber de estos asuntos.

– ¿Por qué no?

La mirada de Aoi indicaba algo que nunca vi antes, irritación, era la primera vez que lo veía así, aunque me parece que se controlaba para no demostrarlo.

– Disculparas mi descortesía, pero te responderé con otra pregunta – volvió a su mirada tan fría y calmada de siempre – ¿Qué harás luego de saber la verdad?

Aquella pregunta me tomo por sorpresa, no había pensado en eso, ¿Qué haría luego de saber la verdad?, no lo había pensado, esa criatura está muerta, lo vi con mis propios, ¿Qué razón tengo para pedirle que me explique todo?

– ¿Te das cuenta? Solo buscas satisfacer tu propia curiosidad, esa criatura te ataco, es cierto, pero yo mismo la mate, la razón por la cual te hubieras involucrado no existe.

– …Tienes razón… – baje la mirada, me sentía frustrado, no sabía la razón exacta del motivo para sentirme así, pero era un sentimiento desagradable y extraño, no recordaba haberme sentido antes así – Pero aun así quiero saber, quiero saber la verdad, desde ayer me he puesto a pensar tantas cosas, ¿Por qué existe una criatura así?, no lo sé, ¿Existen más?, seguramente sí, ¿Cuántas personas murieron por su culpa?, no lo sé…. ¿Por qué me salvaste?, eso tampoco lo sé.

– Existe una criatura así porque debe existir, así como existen más, los humanos no son los únicos que existen en este mundo. La razón de que te salvara es algo circunstancial.

Me di cuenta de algo en ese momento, fue lo que dijo Aoi, “Los humanos no son los únicos que existen en este mundo”, no habrá querido decir: “no somos”, sé que quizás podría ser considerado para muchos un error pequeño, pero, con Aoi es algo distinto.

– ¿Qué eres? – sin saber cómo esas palabras escaparon de mis labios. Levante la mirada para ver su expresión.

En los ojos azul claro de Aoi, vi aquel sentimiento de sorpresa. Hace mucho que no veía aquella expresión en su rostro.

– ¿Qué soy?... Es una buena pregunta… lo siento, tampoco sé la respuesta – su expresión volvió a ser imperturbable, su mirada indiferente, su tono tranquilo.

– Es extraño, siempre pensé que Aoi lo sabía todo – susurre, logrando que él me mire arqueando una ceja, por esto – Aun si no sé nada, hay algo que sé, Aoi es Aoi, no importa que… cierto, lo dije ayer pero lo volveré a decir hoy, gracias por salvarme… aun si solo fui una víctima circunstancial – sonreí alegre, no tenía motivos para estarlo, él no respondió ninguna de mis preguntas, seguía lleno de dudas y ahora acompañándolas de un sentimiento de frustración, pero sentía la necesidad de mostrarle a él una alegre sonrisa.

– No salgas de noche, es muy peligroso – en su tono se notaba como si fuera un pedido importante aun si no lo parecía.

– Esta bien, tratare – asentí.

– No, no digas eso, di que no saldrás de noche – se puso serio, ahora su tono era autoritario.

– Ya te dije que tratare de no salir de noche, en serio lo tratare, pero no sé si por alguna razón deba salir quizás algún día… Lo sabía hay más de esas cosas, e incluso diferentes y peores – susurre lo último.

– Es cierto, hay cosas diferentes e incluso aún peores, más te vale no salir de noche  – al parecer Aoi me escucho fuerte y claro.

– Lo sé, lo sé – suspire algo cansado, no quería seguir con este tema, solo me daba vueltas la cabeza y al final no llegaba a ninguna respuesta – ¿Puedo hacerte una pregunta? – le mire con algo de timidez, ya que probablemente se hartó de tanto cuestionario.

– Sí puedes, puedes hacerme todas las preguntas que quieras – respondió tranquilo.

Podría ser que Aoi por fin me dirá la verdad, de manera inconsciente forma una sonrisa amplia y alegre.

– Pero eso no significa que te tenga que responder.

Y así de esa manera tan simple me destruye las ilusiones de saber cualquier cosa sobre el asunto.

– No hagas eso, comienza entonces por la última parte o al menos no hagas una pausa innecesaria para darme falsas esperanzas – me queje mientras gesticulaba molesto con mis manos.

Aoi me miro tan inmutable como siempre, seguro va a burlarse de nuevo. Escuche una suave risita, sonaba alegre, risueña y sobre todo sincera.

Esa era la risa de Aoi, no recuerdo la última vez que la oí, aunque seguramente fue en nuestra infancia, antes de que ese hecho sucediera.

– Aoi… tú…

– Lo siento, lo siento… no pude evitarlo, te viste tan feliz cuando dije lo primero, debiste esperar a que terminar la oración, fue demasiado gracioso como reaccionaste – se disculpaba aun riendo.

Quizás muchos se molestarían aún más porque se está riendo. No me siento así, me siento extrañamente feliz, debe ser porque pude escucharlo reír.

– Que bueno, al parecer Aoi también se ríe – sonreí alegre.

Aoi dejo de reírse, note como me observaba fijamente. Jalo mi mejilla, pero fue de manera suave, extrañamente se sintió más como una caricia.

– Claro que me rio, idiota – soltó mi mejilla – ¿Acaso crees que no puedo reírme?

– No, no es eso – sonreí algo nervioso – Es solo que no es común que te rías, así que… ah, mira la hora, debemos volver a clases.

– Sí de hecho ahora tenemos educación física.

– ¿Educación física? – me puse algo nervioso. Me gustan los deportes, es divertido practicarlos pero no soy bueno en aquellos en los que se tiene que lanzar un balón, así Aoi ha recibido muchas veces un pelotazo de mi parte, me pregunto si me guardara rencor por eso.

– Sí, creo que hoy será otra persona la que reciba los pelotazos.

– Entonces si estas molesto por lo que dije.

Me empezaba a poner nervioso, esto era algo muy malo.

– No, lo dije porque esta vez esquivare los pelotazos… quizás los devuelva…

La hora de educación física paso rápido, al estar más nervioso que de costumbre al no querer darle a nadie, termine dándole como diez pelotazos a Aoi, aunque el ultimo me lo devolvió, sí que dolió, y mucho, no entiendo como él soporta eso o será que no tengo fuerza, quizás.

Tocaba mi frente aun adolorida por el pelotazo. Caminaba de regreso a casa, todo parecía normal pero debía estar alerta, aunque no creo que pase algo extraño en el día.

Detuve mi andar al ver quien estaba frente a mí, abrí los ojos por la sorpresa.

Parada sobre un charco de sangre estaba Sachi, quien sostenía una espada color blanco, la hoja estaba manchada de sangre. En el piso estaba un cuerpo descuartizado cubierto de sangre.

Deje caer mi mochila sin querer, ocasionando que ella se voltee a verme.

– ¿Sa- ¿Sachi?

– ¿Kaito? – note en sus ojos la sorpresa al verme allí.

Notas finales:

Notas Finales: les he dicho que amo a Sachi? :v no? pues ya lo saben XD, hasta el proximo viernes owó!!


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