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Un encuentro inesperado por falyx

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Notas del capitulo:

Bueno hace poco empeze las clases devuelta así que no me será tan facil actualizar, agradesco a quienes me dejaron su review y les pido que si algo les gusta o no, sea el argumento o la manera de escribir comentemenlo ya que es mi primer fic y busco mejorar todo lo posible.

Habían pasado ya 4 horas de viaje, y en realidad no tenía la menor idea en donde estaba, había puesto tal empeño en conducir que ignoraba los carteles, las indicaciones o cualquier cosa que podría darle una pequeña estimación de en donde se había metido y tampoco cuando se detendría , este auto estaba modificado para que pudiera tener un tanque de gasolina mayor para tener más autonomía para estos casos, podría estar unas 4 horas más sin la necesidad de parar para cargar más combustible, pero sentía que sería un error detenerse en un lugar así.

Kurapika balbuceo algo incomprensible, mientras se revolvía débilmente en el asiento trasero.

-          ¿estás despierto? – pregunto kuroro.

-          Gracias a ti ahora si- contesto de un evidente malhumor el menor mientras se frotaba los ojos.

-          ¿Alguien despierta de mal humor por las mañanas?- le dijo de manera burlona como si fuera un niño.

-          No es eso, es que aun me siento cansado, y ahora no podre conciliar el sueño- se justifico el rubio un tanto avergonzado por lo sucedido.

-          Cambiado de tema, ¿te sientes bien? – pregunto seriamente el pelinegro.

Pero el kuruta esta vez no contesto, solo dejo escapar un gemido ahogado y se volvió a acostar en el asiento, mientras se abrazaba su estomago, acababa de sentir un fuerte dolor.

-          Pará – dijo de manera casi inaudible pero  eso resonó en la mente de kuroro  más que un grito así que dejo el auto a un costado del camino y antes de que llegara a abrir la puerta trasera, esta fue abierta por Kurapika que vomito sangre. Cuando kuroro levanto su rostro y le hablo se sintió demasiado mareado como para comprender que decía, intento de tapar su boca pero eso no evito que vomitara más sangre y esta vez sobre kuroro.

-          Estoy … - fue lo único que pudo decir kurapika antes de caer en el pecho de kuroro, sentía como su cuerpo llegaba al límite.

Mientras tanto el pelinegro limpio con su mano la cara del otro, en ese momento el pelinegro supo que debía detenerse en algún lugar  pero no estaba seguro donde encontraría uno.

Pero solo necesito levantar la mirada para encontrar a lo lejos una vivienda o tal vez algo más grande puede que fuera un hotel de paso para los viajeros, debía admitir que él no tendía actuar de manera tan precipitada pero la ocasión lo demandaba así que no tenía opción debía ir a ese lugar y si era necesario mataría a quien estuviera ahí, aunque en esta situación significaría una verdadera molestia.

Solo  subió al auto al rubio y en unos minutos llegaron al lugar, en realidad se encontraba más lejos de lo que parecía, en verdad no era un lugar tan pequeño lo cual en este momento no era bueno.

No presto mucha atención a como era el lugar solo ingreso a este, no se dio cuenta de la terrible imagen que le estaba regalando a la recepcionista, que se dedicaba tranquilamente a leer una revista cuando estos dos personajes  ingresaron a la recepción, ahí estaba un joven de cabellos negros , bastante desaliñado, con un fuerte olor a tabaco y con una camisa manchada con sangre mientras llevaba a “una muchacha” en brazos que estaba totalmente pálida, sin contar las pequeñas gotas de sangre que estaban en su rostro.

Kuroro no necesito más que una mirada para notar lo mal que se veía la situación, pero tal vez pudiera hacer algo para evitar tener que acabar con ella y los otros huéspedes pero no tardaría en notarse la falta de estas personas y en el estado de su acompañante no podría resistir como fugitivo, con sinceridad que sobreviviera esta semana no sería tarea fácil, así que no le quedo otra cosa que usar toda su inventiva para crear una buena explicación.

-          Necesito una habitación por favor es una emergencia – dijo entre jadeos, mi entras miraba a Kurapika, y pensaba que es lo que podía hacer para dar una explicación lógica a esto.

-          Claro, venga por aquí – dijo la muchacha mientras le indicaba una puerta que se hallaba a unos metros de la entrada, una vez en la habitación recostaron al Kuruta en una cama y el pelinegro puso su mano en la frente para ver que tan afiebrado estaba, aunque en realidad no había mucho que pudiera hacer, la realidad era que no tenía idea que es lo que había provocado que vomitara sangre, era un síntoma que podría ser consecuencia de algo grave.

-          ¿quiere que llame  a un doctor?– pregunto  la joven  que no comprendía lo que estaba pasando pero supo que algo andaba muy mal como para pedir explicaciones.

-          No lo hagas- dijo el pelinegro, con un tono de voz baja – es inútil, no hay nada que un doctor pueda hacer-  su voz sonaba desolada.

-          ¿por qué? – pregunto  desconcertada por la respuesta.

-          Es que tiene leucemia en una etapa terminal- realmente la leucemia podía provocar ese síntoma, en ese instante no recordaba si realmente era así, su mente estaba analizando demasiadas cosas para recordar los síntomas comunes de la enfermedad pero no tenía otra alternativa que mostrarse  seguro de aquella afirmación- ah luchado con la enfermedad desde hace mucho, pero desde este punto los médicos dijeron que no había nada más que se pudiera hacer, por eso antes que fuera muy tarde quise cumplirle una promesa de ir a un lugar -  dijo mientras cerraba sus puños y bajaba la mirada.

-          Perdón, yo solo quería ayudar, ¿hay algo que pueda hacer?- pregunto la muchacha que se preguntaba a donde se dirigían después de todo en estas rutas no hay lugares turísticos ni muy habitados tampoco pero no era el momento de preguntar estupideces, después de todo una chica se estaba muriendo antes sus ojos.

-          No, está bien.  No hay mucho más que se pueda hacer – contesto el pelinegro buscando la manera que la chica se retire, le preocupaba que kurapika abriera sus ojos y estos estuvieran escarlatas, eso complicaría mucho las cosas.

-          Bueno tengo que hacer el almuerzo, se los traeré cuando lo termine ¿está bien?- dijo la joven que sentía impotente ante  la triste realidad que estaba presenciando.

-          Claro, eso ayudaría mucho- contesto después de todo Kurapika seguía estando famélico.

-          Cualquier cosa que necesites avisa por el teléfono – dijo la chica mientras dejaba la habitación, sin darle tiempo de contestar al pelinegro, ni bien se cerró la puerta  el kuruta abrió sus ojos escarlatas.

-           No deberías hacer eso, nos meterás en problemas si alguien más se da cuenta – le dijo kuroro.

-          No es como si no supiera cuando abrir los ojos, aunque no puedo controlarlos en este estado-  contesto Kurapika mientras en vano intentaba de sentarse ya que al mínimo esfuerzo todo comenzaba a girar.

-          ¿tienes la remota idea de cuál es la causa de que vomites sangre?- pregunto mientras pensaba que iba hacer con el chico después de todo, sabía un poco sobre curaciones y demás pero en el estado en que su acompañante se encontraba no sabía cómo obrar, no podía pedir ayuda a sus arañas y no iba a permitir que le viera un medico porque no tardaría mucho en descubrir que era un kuruta y ese no era un riesgo que quería correr y tenía la certeza que cierta persona no le dejaría asesinar al médico en caso que descubriera el secreto, y cuanto menos problemas  mejor. Debía actuar con la mayor precaución posible porque en este estado kurapika solo es un estorbo y los deja a ambos en una posición muy vulnerable. Así que no le quedaba otra opción que asegurarse que él no muera en los primeros días, después de eso el tiempo debería encargarse de su recuperación, además debía recordar que era quien había acabado con dos de sus arañas, no era como si fuera tan débil como aparentaba.

-          No  es la primera vez que vomito sangre, ya me ha pasado desde hace un tiempo supongo que es porque vomitaba cada vez que me daban pastillas- contesto kurapika.

-          Yo también hice lo mismo por un tiempo  hasta que me descubrieron-  contesto el otro percatándose de que había dicho algo de más- bueno, creo que tendré que bañarte – dijo apresurado por cambiar el tema no tenía el menor deseo de explicar sobre aquello que acababa de mencionar.

Ignorando cualquier tipo de queja que podría efectuar el kuruta, este lo levanto en brazos lo llevo al baño, para poder encargarse de limpiar la sangre y bajar un poco la fiebre que tenía, lo dejo recostado contra la bañera para después dejar que el agua comenzara a llenarla, se encargo de buscar las toallas y una bata, cuando acabo con esto se dirigió a kurapika  para desvestirlo.

El rubio tenía los ojos cerrados, mientras se quejaba de lo humillante de la situación, además de lo frustrante que era tener que callarse y soportar esto, sin contar el hecho que no podía hacer nada. Debía estar feliz por como salieron las cosas, esto le permitiría sobrevivir que era lo que quería pero no estaba seguro que beneficio sacaba su enemigo de esto, tal vez solo quería matarlo de una manera lenta y dolorosa cosa que no podía hacer por lo débil que se encontraba su cuerpo, o esperaba a que lo ayudaran sus otras arañas.

Fue en ese momento cuando noto la repentina cercanía del otro, este se poso sobre él sin tocarlo y rodeo su cintura buscando deshacer el nudo del cinto del kimono, lo hizo con la mayor delicadeza como lo hacía con los tesoros más frágiles que había tenido en sus manos, hacía esto para evitar moverlo y que esto le cause mareos ya que se había percatado de esto cuando intento levantarse de la cama hace unos momento y no podía evitarlo la fragilidad con la que se veía él otro, le hacía sentir que un movimiento brusco era lo único necesario para que se rompiera.

Intento evitar lo pero su voluntad también le flaqueaba así que abrió sus ojos para encontrarse con aquellos orbes negros que estaban mucho más cerca de lo que pensaba.

-          Solo preocúpate por recuperarte, después yo veré que haremos ¿sí?  - le dijo mientras le sonreía de manera gentil.

Kurapika se dio cuenta de lo obvio que era, pero eso no le molesto sino que aquellas palabras le habían llegado a reconfortar, como era eso posible, era verdad que hace años que nadie se hacía cargo de su vida porque le parecía agradable que lo hiciera quien había acabado su tranquila vida en un principio, además no era un niño ni nada, pero pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por los leves roces de las manos frías del mayor, este lo estaba desnudando con mucha delicadeza, es como si lo disfrutara, pensó con enojo.

 Pero la mirada de este aunque siguiera todo su cuerpo era más bien como si lo analizara.

Lo único que atino hacer fue asesinarlo con la mirada, sabía que no estaba en situación de hacer nada y este tipo de actitudes no le llevarían a nada bueno pero con la fuerza había perdido su autocontrol y se dejaba llevar con demasiada facilidad esa es la razón por la cual estaba dando tantas vueltas a lo que le producían esas palabras , concluyo satisfecho preocupándose solo por la cuestión que se estaba desarrollando en ese instante.

-          No es necesario que me mires de esa manera, solo estoy viendo las heridas que te hicieron y descubriendo en qué consiste la habilidad nen que utilizaron – dijo mientras seguía examinándolo con una expresión seria.

Cuando la bañera ya estaba lo suficientemente llena, levanto al afiebrado kurapika y lo puso dentro de esta, aún con lo débil que estaba podía sentir como el cuerpo del otro se tensaba aun antes de que empezara a bañarlo propiamente dicho.

-          Esta helada – reprocho no era como si pudiera hacer algo más- me congelare

-          ¿Congelarte tú?, aún si te enterrara en nieve la derretirías, aunque no lo sientas estas levantando mucha temperatura así que un poco de frío te hará bien.

El otro no contesto se sentía molesto por no poder contradecirlo y le desagradaba que lo dejara en ridículo sistemáticamente , así que cerró los ojos en señal de disgusto pero en realidad el gesto se veía más infantil de lo que el Kuruta podría pensar, esto hizo que el pelinegro soltara una sonrisa y continuara con su labor.

Esto hacía que el pelirrubio se sintiera inquieto, mientras Kuroro se dedicaba a lavar sus cabellos no podía evitar sentir cosquillas y aunque reprimiera sus risas, su rostro estaba bastante lejos de esconder su disfrute, pronto se percato de esto e intento esconderlo pero esta tarea no parecía fácil, tal vez abrir los ojos podría ayudar a distraerse.

-          No abras los ojos – kuroro ordeno sin levantar la voz pero mostrando su autoridad en el tono, era fácil predecir que pensaba el Kuruta desde que cerró sus ojos había olvidado como esconder sus pensamientos ya que se podían leer todas las sensaciones o peleas internas que se provocaban, era verdad que el estudio mucho sobre el lenguaje corporal pero estaba seguro que en pocas personas podrían ser más expresivas con sus gestos, esto le divertía así que decidió disfrutar un poco más del espectáculo.

Kurapika se sintió raro al recibir la orden pero ese tono le dejo bien en claro quien llevaba las de ganar si desobedecia,  siguiendo la orden se limito a continuar con los ojos cerrados mientras prestaba atención hacia donde se dirigían las manos de Kuroro que ya parecía haber terminado con sus cabellos.

Las manos del pelinegro comenzaron a tallar la espalda del otro produciendo en este nuevas sensaciones, después de todo desde hace años que nadie invadía su espacio personal y si alguien lo tocaba casualmente como Leorio rápidamente le hacía entender que debía dejar de hacerlo, pero esto era distinto las manos del otro parecían suavemente quemarle donde le tocaba, tal vez es la fiebre atino a pensar, sabiendo que era una patética excusa para ignorar lo que sabía que pasaba. Aunque nunca lo admitiera todo esto se sentía cálido, no era solo por las pseudocaricias  que recibía, sino también eran aquellas palabras y la sensación  de seguridad que Kuroro le proporcionaba en ese instante aún cuando le doliera admitir tenía la certeza que no dejaría que nadie le pusiera un dedo encima después de todo era “su propiedad” pero aunque no tuviera certezas de esto, en su interior creía que él pelinegro no quería lastimarlo realmente.

Hace cuantos años que estaba atrapado en ese tempano de hielo que el mismo creo y que lo lastimaba a menudo, realmente esa sensación se le hacía familiar pero a la vez muy vaga, no estaba muy seguro si podía compararse exactamente a alguna experiencia vivida después de todo esto se le hacía muy surrealista.

 Poco a poco, si darse cuenta quisiera o no se fue perdiendo en esa sensación, mientras las manos de kuroro se encontraban en su pecho quitando las manchas de sangre y así fue como su mente perdió la coherencia hasta que acabo dejándose llevar en los brazos de Morfeo.

De golpe Kuroro noto que alguien se quedo dormido así que con simplicidad lo saco del agua y comenzó a secarlo mientras que observaba el rostro del rubio que parecía dormir plácidamente, esto lo desencajo un poco pero solo se dedico a secarle los cabellos mientras se preguntaba cual era la causa de esa leve sonrisa que se hallaba en los labios del otro.

Cuando lo dejo recostado en la cama tomo su temperatura devuelta había bajado eso era bueno, estaba seguro que antes de lo pensado se recuperar pero una pregunta vino atormentarlo.

Una vez curado, ¿Qué tendría que hacer? técnicamente el Kuruta era suyo y hasta que no recuperara su nen estaba a su merced, algo dentro de sí no le permitía pensar en hacerle daño y tampoco quería dejarlo ir, no podía explicar porque no quería y eso se le hizo irritante. Él estaba lejos de ser una persona impulsiva pero últimamente no hacía nada más que comportarse así. No tenia seguridad de nada, lo único que podía hacer mientras su mente siguiera así sería centrarse en la recuperación del Kuruta y dejar este problema para más adelante con todo este cansancio no podre hallar una respuesta coherente al problema.

Notas finales:

espero que les haya gustado, intentare actualizar pronto pero no prometo nada, por favor si quieren que siga comentenlo realmene me ayuda mucho a motivarme  gracias por leer. =D


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