POV Natsu
Estaba a punto de ser aplastado, tenía que decidir rápido, esperaba y no fuera mala idea lo que iba a haces, total no eran juegos en los que se pudiera hacer algo peligroso, para mí.
- Decide rápido – escuche – te van a aplastar
Escuchaba desde las bocinad como se reía a carcajadas, no podía evitar molestarme, se la había pasado jugando conmigo y no podía hacer nada para evitarlo, que debía hacer ahora.
- Escondidas – pensé
Sin perder más tiempo solo abrí la puerta, note que algo brillo desde la perilla y entre rápido para evitar que me convirtieran en puré, una vez más mi cabello me molesto al entrar así que volví a recogerlo.
- Que molestia – dije levantándome el fleco – esto es raro
Había entrado a la habitación pero no podía ver casi nada, estaba oscuro, solo notaba una pequeña luz al fondo, parecía ser un pequeño foco que alumbraba solo una orilla y a un lado estaba una pequeña ventana.
- Genial – dije al ver el jardín – por ahí puedo salir
Sin poder ver bien intente acercarme a la ventana, solo sabía que tenía que llegar antes de que alguien me descubriera, aunque desde un rato antes que no veía a nadie y ni siquiera escuchaba que estuvieran en clase, es más, desde que entre al salón hace rato no encontré a nadie más por los pasillos, ni por alguna otra parte.
Seguí caminando extendiendo los brazos para saber dónde estaba, no veía del todo pero notaba sombras por todos lados, posiblemente eran cosas ya que no se movían.
- Mmm, ¿Qué es esto? – me pregunte sintiendo algo en mis pies
Entre mis pies note algo suave, no parecía ser muy duro así que me intente agachar para saber que era, busque por el suelo hasta que llegue a encontrarlo de nuevo, sentía que eran unos dedos, había pisado los dedos de alguien.
- ¿Quién es? – pregunte - ¿Qué haces aquí?
Cuando de pronto las luces se encendieron, iluminaron todo el salón y me lastimaron un poco la mirada haciéndome cerrar los ojos y cubrirme con la mano para soportarlo.
- Veo que ya entraste – escuche desde una bocina por la puerta – bien, juguemos a las escondidas
Me ponía a pensar de nuevo, seguí en su tonto juego y otra vez estaba cayendo en lo que quería, por lo que escuche era jugar a las escondidas, pero no tenía que confiarme, cualquier cosa podía pasar, el último juego de besos no me gusto para nada, podía ser peor o tal vez no, que debía pensar.
- Será solo un juego – pensé de pronto
Sentí de pronto como tocaban mis pies, había olvidado la persona que estaba aquí, sentí como toco rápido mis pies e intentaba levantarse, me agache para saber quién era.
- ¡Je…Jellal! – grite al verlo
Era Jellal que estaba en el suelo, estaba atado de las manos y los pies, parecía estar atado muy fuerte porque podía ver como sus muñecas estaban apretadas, además tenía vendado los ojos y algo en la boca que le impedía hablar o hacer ruido, sin pensarlo dos veces intente desatarlo, forcé lo que lo ataba para liberarlo.
- No te dije las reglas – escuche
- A quien le importa eso – dije rápido
- Pues a ti si, de lo contrario puede pasar algo muy malo
- ¿Qué quieres decir?
Sin poder desatarlo rápido escuchaba las instrucciones de aquella voz por la bocina, aunque era desesperante, estaba a punto de perder el control y golpear todo lo que encontrara.
- Es fácil solo debes asegurarte de encontrar a Jellal – dijo
- Eehhh, pero si ya lo encontré – dije desatándolo por fin
- Buena suerte, espero y sea el real – dijo dejando de hablar mas
Solté a Jellal y mejor ignore lo que me había dicho quien fuera que sea, ya estaba harto, esperaba por fin poder salir por la ventana y encontrar al responsable para darle una buena paliza.
- Jellal, ¿estás bien? – le pregunte
Note que empezaba a reaccionar un poco, se movía un poco con cuidado y mejor decidí levantarlo, sin poder prevenirme me abrazo fuerte para levantarse.
- Natsu – dijo
- Jellal, ¿estás bien? – le volví a preguntar
- Na…Natsu – dijo – te equivocaste – dijo tirándome al suelo
- Jellal, ¿Qué haces? – dije forzándome
- Yo no soy Jellal – hablo y note una sonrisilla malévola en su cara
No parecía en nada a Jellal, aunque lo había tratado muy poco este no era el, definitivamente no era Jellal, impostor, eso era, un impostor que me forzó en el suelo.
- Debes encontrar a Jellal – dijo – está entre todos estos
De pronto se ilumino por completo el lugar, no había notado lo grande que era, parecía una cancha completa, entre sin saber dónde era, pero parecía ser una especie de sótano por las cajas que estaban por todos lados.
- Encuentra a Jellal – dijo de nuevo – pero cuidado
- ¿ahora porque? – pensé
- Hay varios demonios de clase baja por aquí, no te harán daño, solo quieren divertiré contigo un rato.
Maldita sea pensaba, ahora estaba en otro aprieto, quien quiera que fuera este de aquí no era Jellal, ya me había dado cuenta de eso, pero ahora sabía que tenía relación con demonios, ¿Cómo yo? , creo, bueno lo importante era que ya tenía una pista sobre lo que pasaba aquí.
- Ya lárgate de aquí – decía alejando lo que fuera que estaba encima de mi
- Te equivocaste – dijo extendiendo la mano
Sentí como comenzó a tocarme por todo el cuerpo, estaba empezando a jugar conmigo y no me gusto para nada, intente quitármelo pero teníamás fuerza de la que imaginaba, además me sentí muy débil ya, no entendía pero me debilitaba cada vez más, apenas y podía estar normal de pie, sentí como me tocaba por todas partes, llego un punto en el que mi cara se puso roja, y débil por la sensación solté inconscientemente un gemido al aire.
- Veo que te gusta – dijo
Aproveche la oportunidad y me lo quite de encima rápido al estar descuidado, lo tire por un lado y rápido me levante, corrí como pude mientras intentaba abrochar de nuevo mi camisa, que sin darme cuenta estaba abierta, se había pasado un poco y además usaba la apariencia de Jellal, por un momento había sido débil y me estaba dejando llevar.
- Aunque te escondas te encontrare – escuchaba que decía a lo lejos
De suerte estaban las cajas aquí, me escondí por las cajas y así pasaba por un lado y por otro, ahora entendíaporque eran las escondidas, era eso o que me tocara sin parar.
Seguí escondiéndome y de pronto me caí por algo en el suelo, cuando abr los ojos note lo que era, otro Jellal, por así decirlo.
- Seguro este es el correcto – dije desatándolo rápido
- Gracias – dijo abriendo los ojos – pero te equivocaste de nuevo
Este se me lanzo también tirándome pero pude darle fuerte con los pies y Salí de nuevo corriendo.
- Ya te oí – escuche tras de mi
Ahora era peor, eran dos Jellal tras de mí, que debía hacer, esto empeoraba y no encontraba la manera de acabar este jueguillo extraño.
- Debes encontrar al Jellal de verdad – escuche de nuevo – anda que esto se pone divertido, solo te diré algo, en total aquí hay diez Jellal
Este maldito juego estaba poniéndose peor, diez…como se supone que encontrara al real aquí si me perseguían los otros con malas intenciones, aunque no debía perder la calma por algo así, ya me las arreglaría para encontrar al real, por ahora solo debía esconderme para aprovechar cuando se alejaran de mí.
Corrí un poco más entre las cajas, parecía que los había despistado un poco, porque se alejaban más y más de mí, sin darme cuenta tropecé con otro Jellal para mi mala suerte, como sabría si era el verdadero, tenía que arriesgarme esta vez, pensaba cómo hacer para desatarlo y que no me tirara de repente.
- ¿Qué hago? – pensaba desesperado – ¿y si no es?... ¿y si es el de verdad?
No sabíaqué hacer, me arriesgaba a que ahora me persiguieran tres Jellal, pero si era el verdadero acababa esto ya, no pude hacer más, solo desate sus manos y le quite la venda de los ojos, así no me arriesgaba a que se me lanzara con los pies atados.
- Fallaste de nuevo – dijo levantándose como si nada
Al escucharlo solo corrí sin parar, este era el tercero y de seguro los otros dos vendrían rápido.
- Demonios, ¿cuándo encontrare al real?
Me comencé a poner de malas, aunque total eso no importaba, mientras el de allá se divirtiera no importaba lo que me pasaba, sin sentir tope con otro Jellal, este sería el cuarto Jellal de hoy…
- Espero seas tú – dije soltándole las manos
Eso basto para que saliera brincando hacia mí, reaccione másrápido y e di un fuerte golpe a la cara empujándolo a las cajas y tirando todo ahí, esto traería a los otros tres también así que mejor me fui rápido.
- Si quieres salir – dijo en la bocina de nuevo – el Jellal real tiene la llave de la puerta
- La puerta – pensé – como no se me ocurrió antes
Podía derribar la puerta fácilmente, era algo normal, hace mucho había tirado un par de cosas de la casa, esto no sería difícil.
Fije mi mirada en la puerta y corría lo másrápido que pude, no quería que me detuvieran pero tampoco que me descubrieran así que había esperado a que se alejaran del camino cuando salí corriendo como si de mi vida se tratara, aunque era eso lo que estaba en juego, mi vida o mi castidad de hombre.
Lo más fuerte que pude tope con la puerta para poder derribarla, grande fue mi sorpresa cuando me paso lo mismo que con la ventana de la enfermería, tope y sentí como si una fuerte pared estuviera ahí, solo me di un buen golpe en la cara por lo que hice y caí sobándome la cabeza.
- Jajaja eres tan divertido, no me he divertido así con nadie – dijo de nuevo
- ¡ya sácame de aquí! – grite como loco
- ¿Estás seguro? – pregunto de pronto
- Si, ya quiero salir, ¿Cómo lo hago?
- De verdad eres tonto, ¿o qué? – dijo haciéndome pensar
No entendí su pregunta, a que se refería, era obvio que no entendía, esto era un mal día y estaba empezando según escuchaba, aunque cuando mire por la ventana era más tarde, podía ver que pronto iba a anochecer.
- Eres un succubus – dijo – debe ser fácil para ti encontrar a Jellal
- ¿Cómo lo haría? – pensaba - ¿a qué se refiere?
- ¿o es que no ha sido tuyo ya? – pregunto
- Co…como crees – dije nervioso – eso jamás
- Pues así no saldrás de aquí, te dejo el resto
Sin darme cuenta de lo que habíapasado solo sentí como me tomaron por detrás, me había descuidado y ahora me tenía un Jellal de los brazos, sentí como otro me tomo de las piernas al intentar escapar y otro se me vino encima.
- Vamos a divertirnos – dijeron todos juntos
No podría ya, no podía con cuatro de ellos, eran muy fuertes para mí todavía, y yo estaba débil, no había manera de que evitara que me hicieran lo que quisieran.
- Aahhh…eso no se hace – dije al sentir sus manos en mi – déjenme ya
Me tocaban, me tocaban a más no poder, sentía como me tocaban con sus manos por todos lados, frotaban con sus dedos por mi cuello, mis brazos, mis piernas, no podía evitar que lo hicieran ya, incluso había cerrado los ojos rindiéndome, era inevitable que esto pasara ya.
- No se rinda Natsu-sama – escuche de pronto
- ¿Wendy? – dije al escucharla - ¿Dónde estás?
- Por ahora no puedo hacer mucho, pero le diré esto
- Wendy, ayúdame por favor – le decía
- No puedo ayudarle, pero puede pedirle ayuda a Jellal – dijo – él tuvo contacto con usted, así que le ayudara si lo llama
Fue lo único que me dijo, o imagine que me decía, aunque no comprendí bien a lo que se refería tenía que hacer el intento, era Wendy la que me lo había dicho, confiaba en ella, así que no había problema si lo intentaba, el problema, ¿era que debía hacer?, como lo llamaba, si estaba aquí me escucharía pero estaba atado, ¿Cómo me puede ayudar alguien así?
- Qué bueno estas – me decían tocándome mas
No podía evitar gemir, era inevitable, me sentía débil y mi cuerpo se estremecía por como ponían sus dedos en mí, me excitaban poco a poco aunque no quisiera, sentía a mi corazón latir cada vez más y comenzaba a sudar, esto era lo peor para mí, jamás creí que sería así hoy.
- ¡¡¡¡Jellal!!!! – grite al no poder aguantar más – ¡ven aquí por favor!
- Jajaja, y dices que llamas a alguien – dijeron dos de ellos – así no vendrá jamás
- ¿Cómo puedo hacer que venga? – pensaba desesperado
Sentía que era el fin, esperaba solo a que me tomaran sin más y esperaba a que fuera rápido, no podía soportar la idea de ser tomado por la fuerza, de esta manera no.
- Debes ofrecerle algo a cambio – dijeron
En ese momento no lo pensé dos veces y lo dije si más, tome aire y solo lo hice.
- ¡¡Jellal, si quieres que sea tuyo ven y ayúdame que te ganan!!
Note que se sorprendieron un poco al escuchar semejante barbaridad de mí, pero fue lo único que se me ocurrió, sin pensarlo dos veces volví a forcejear un poco para que no la tuvieran tan fácil.
Espere a que funcionara pero no veía que el apareciera, pensaba que solo era una broma, note que utilizaron más fuerza para someterme esta vez y no aguante más.
- Eso es todo – dijeron – no vendrá
- Eso creo – dije con una sonrisa fingida
Esperaba que funcionara pero no era así, me habían volteado ya, estaba bocabajo y solo esperaba que no fuera peor.
- Creo que me rindo – pensé cuando escuche algo tras de mi
- No te rindas todavía – escuche
Solo mire a Jellal encima de mí, había quitado a los otros cuatro sin que me diera cuenta, no era que me no me alegrara, de hecho al verle no pude evitar sonreír por su acto, solo sentía aun mi corazón acelerado por lo de antes, trate de calmarme un poco, me puse de pie y ahora si me la pagarían.
- Bien, bien…lo encontraste – dijeron – pero no escaparás tan fácil de aquí ahora
- Se acabó – escuche decir por altavoz – déjenlos ir
Se abrió de pronto la puerta por si sola y las luces se quedaron normales, solo note que los demás salieron corriendo como si hubieran escuchado al mismo demonio, no pensé que fuera por que estuvieran aterrados.
- Bien, ve al que sigue – me dijeron – y deja a Jellal aquí, no te preocupes
Me preocupaba dejarlo aquí pero no tenia de otra, según esto no podía llevarlo a otro sitio, debía esperar aquí, no quería al principio pero tuve que convencerlo de que se quedara a esperar.
- Pero recuerda lo que dijiste Natsu – dijo sonriendo
- ¿Eeehhh?, serásmío despues de esto
Yo solo desvié la mirada por eso, aunque no era verdad, solo lo dije por desesperación y es que fue lo único que se me ocurrió en ese momento, no pensaba que sería suficiente para que apareciera.
- Sí, claro – dije corriendo por el pasillo
Corrí por el pasillo para llegar pronto a las escaleras, aunque de seguro me esperaba algo más, corrí mientras pensaba en lo que había pasado antes.
- Qué raro fue – pensé
- ¿Qué cosa? – escuche de pronto
- Nada – respondí
- No te preocupes por Jellal, el olvidara todo
Podía estar tranquilo por lo que me dijo, esperaba y todo esto fuera a quedar en el olvido tan pronto lo acabara, seguía pensando en lo que escuche antes, era la voz de Wendy, estaba seguro pero debía tener cuidado.
Solo pensaba en la aparición de Jellal cuando le hable, no pude evitar sonreír pensando en cuando vino a ayudarme, sentí como si fuera a mi rescate.
- ¿en que pienso? – me dije negándolo – no debo pensar en eso
Corría por el pasillo y sin darme cuenta me golpee en la cara con un casillero que estaba de paso, caí al suelo y solo me sobaba del dolor.
- ¡Que golpe! – grite
Sin darme cuenta estaba a lado de las escaleras por fin, aunque aún faltaba pasar por el pasillo donde se encontraban dos puertas, tenía que arriesgarme, era pasar por ahí o tener que tomar otro camino para rodear.
- Mientrasmásrápido mejor – dije caminando lento
- ¡Bienvenido! – escuche – juguemos de nuevo
- Ya lo sabía – dije con pucheros
- Entonces escoge rápido – dijo – solo una cosa, esta vez será más directo el tema
Mire a mi alrededor y había en una puerta algo escrito, aunque cuando me acerque no pensé que seríaasí.
- No pensé que fuera tan directo – dije entrecerrando los ojos
En uno estaba escrito “haciéndolo entre los escritorios” y el otro “¿Quieres arriba o abajo?”
Ahora, ¿Qué debía escoger?, los dos eran algo raros, sin mencionar lo que paso antes, ahora si sabía lo que me esperaba.
- Qué problema – dije desanimándome…