POV Sting
Todo ha salido bien desde aquella vez, justo ahora estaba caminando a lado de Natsuru a su casa, aunque no era para extrañarme que alguien nos siguiera desde la escuela, podía sentir como alguien se acercaba poco a poco a nosotros, deje de sentirlo despues de un rato, pero ni me preocupaba en absoluto, podía deshacerme de el si quisiera, era un simple humano.
- Aléjate un poco – decía Natsuru
- Vamos, así está bien Natsu – le decía
- Pero que dices…Natsu es mi pariente – decía nerviosa
- No lo ocultes, lo supe desde el primer día, es más, desde que paso – le dije ya
Esto era lo mejor, ahora si podía hacer lo que quisiera, desde ese día que me topé con la chiquilla de pelo azul tengo libertad con Natsu.
Ese día estaba de paso, fue casualidad que la encontrara, pero al verla no pude evitar seguirla, notaba algo raro en ella, era como si estuviera poseída por algo pero no le prestaba importancia hasta que lo vi todo.
- Que mal – pensé al descubrirlo – creo que tendrás problemas
Iban rumbo al centro comercial pero por algo de pena no entre, decidí esperar afuera y note que alguien más los seguía, un chico de pelo azul, investigue un poco y supe que se llamaba Jellal.
- ¿Ya casi llegamos Natsu? – le preguntaba – ya me canse de caminar
- Espera un poco… - respondía molesto
- Que buena cara tienes – pensaba
Desde que me di al descubierto con Wendy las sigo a donde quiera que vayan pero ya me cansaba de hacerlo, hoy fue cuando tope con Natsu para decirle que sabía su secreto.
- Hola Natsu – le dije sin más cuando la vi de chica
- Perdón – dijo – me llamo Natsuru – decía fingiendo no haber escuchado bien
- Tu eres Natsu…el chico Succubus – hable sin parar
- ¿Yo?, jajajaj – reía – soy Natsuru y eso de succubus no existe – respondió nervioso
- Entonces porque te conviertes en chico
- Yo…
Ver su cara de “me han descubierto” me pareció de lo más graciosa, solo le dije que no había problema, no diría nada, es más, él me servía para despues si lo necesitaba.
Natsu no tuvo más remedio que aceptar, además le dije que yo también era especial, por así decirlo, no era un humano corriente como los otros, o como el que le seguía a veces.
- Ya llegamos – dijo de repente
- Qué bueno, ya me había cansado – sonreí y le tome de la cintura
- ¡Suéltame! – grito al sentir mi mano
- Ok, ok, pero no te excites – dije soltándolo
- ¡No me excite! – dijo abriendo de golpe
Pase a su casa, note que tenía un aura algo oscura, bueno no era de esperar otra cosa, también note que no había nadie más, era perfecto, podía revelar mi forma sin problemas.
- ¿Qué suena? – pregunte al oír algo desde la cocina
- Es mi celular – respondió
Respondió rápido la llamada, pero no me gusto que me ignorara, parecía nervioso al contestar, le quite el teléfono rápido para saber quién era.
- ¡Hey!, dámelo – decía forcejeando
- ¿Quién es? – le preguntaba
- Nadie, solo dámelo
- Entonces no te importa – dije respondiendo
Respondí rápido el teléfono, solo escuche una voz de hombre algo molesta…
- ¿Quién es? – pregunto furioso
- Alguien que no importa – respondí – ¿para qué llamabas? – le pregunte
- Pásame a Natsu – dijo sin pensar
- Así que si es Natsu – dije sonriendo
Como Natsu y yo estábamos forcejeando mientras hablaba lo tire al suelo y lo sometí con una de mis colas, le tome de los brazos y las piernas para que no se pudiera mover.
- Estamos ocupados ahora – dije acercando el teléfono a Natsu
- Dile que no nos moleste – le dije a Natsu cuando con mi cola comencé a acariciar su abdomen de manera muy sensual
Natsu solo comenzó a gemir de pronto, ¿era tan fácil ponerlo así?, sentía que la diversión estaba empezando, aleje un poco el teléfono para que escuchara lo que le hacía.
- Grita que no – decía a Natsu
Se negaba a gritar pero en vez de eso gemía mordiéndose el labio, quería aguantar para no hacer ruido pero sus esfuerzos eran en vano, sabía cómo excitarlo rápidamente.
- Ves que estamos ocupados – dije por teléfono – escucha
Me acerque a Natsu quien forcejeaba para liberarse aunque era inútil, lo tenía bien sujetado y no escaparía con su fuerza tan patética.
Comencé a besar su cuello y acerque el teléfono a su cara para que escuchara como lo hacía sentir placer, me acerque a su boca para besarlo, Natsu solo movía la cabeza para que no lo hiciera, escuchaba gritos por el teléfono.
- ¡DETENTE! – escuche cuando abrieron la puerta, era aquel chico de pelo azul junto a otro que venía detrás corriendo también