POV Gray
He perdido la cuenta del tiempo desde hace mucho, llevo tanto aquí que no sé qué ha pasado con mis amigos, llevo tanto observándote.
Solo es un chico – pensaba – ¿porque me atrae tanto?
No supe hasta despues la razón de llamarme así la atención, es un maldito succubus, llevo tiempo observándolo desde entonces, aunque si dijera que no lo quería desde antes estaría mintiendo.
Lo conozco desde que éramos niños, recuerdo que cuando vivía con mi padre de pequeño llego un vecino nuevo al vecindario, no sabía qué clase de personas serian pero cuando mire llegar las cosas espere en la puerta para saberlo, veía simples cosas cuando bajaban todo, solo simples humanos.
Estoy consciente de que soy un Inccubus desde pequeño, hijo de uno, herede grandes poderes de magia gracias a eso, despues de que los dominara hice un contrato para convertirme en demonio, fue entonces cuando mi poder creció tanto que me era difícil controlarlo, me quedaba en casa solo para que no me vieran, me daba miedo que supieran como era cuando perdía el control.
Solo…estoy solo de nuevo – suspiraba a veces
Miraba desde la ventana como los demás niños jugaban mientras yo me quedaba encerrado, con solo verlos me bastaba para imaginarme entre ellos, pero, eso bastaba para recordar el miedo que sentía al rechazo.
No sabía que el nuevo vecino tenía un hijo, lo mire salir cuando observaba a los demás jugando de nuevo, un chiquillo delicado, algo tímido y parecía muy lindo, algo me hizo querer hablar con el cuándo lo vi, no supe porque pero fue la primera vez que sentí eso de niño, aunque no salí para hacerlo.
Seguí observando por un tiempo, por alguna razón aquel niño de pelo rosa se hacía más y más alejado, al principio lo veía intentando jugar pero despues lo miraba alejado de todos, sentado bajo las sombras de los arboles con cara de pensar algo, alzaba la mirada y se quedaba quieto observando el cielo, fue entonces cuando lo vi.
¿Qué es eso? – pensé – ¿una cola…?
Al percatarme de eso rápido baje de mi cuarto, corrí por el pasillo y salí disparado hacia el patio, cuando lo mire solo se dio la vuelta y entro a su casa, no pude hablarle en ese momento pero no me iba a rendir.
Estoy seguro que era una cola – pensaba a cada rato
Despues de ese día no lo mire hasta una semana despues, otra vez ahí, sentado bajo la sombra de aquel árbol inmenso que daba un ambiente cálido, sin que me viera salí de casa y me le fui acercando poco a poco, ese día estaba acostado y con los ojos cerrados.
Ho…hola – dije
Eehhh… - reacciono abriendo los ojos
Hola – repetí
Hola – dijo levantándose - ¿Quién eres? – me pregunto
Me llamo Gray – le dije algo nervioso
Yo soy Natsu – dijo con una leve sonrisa
Solo me dijo su nombre, fue cuando alguien ya mayor salió hablándole desesperado, note que Natsu solo bajo la mirada y se despidió, despues de eso no lo volví a ver más.
¿Qué le pasa a ese? – pensaba
Siempre me ponía en la ventana con la esperanza de que saliera para hablar, pero no pasaba, nunca lo veía ni siquiera asomarse por la puerta, eso en parte me hacía ponerme triste, aunque sin saber la razón.
¿en qué piensas? – me decían
En nada – era mi típica respuesta
Solo me iba a mi cuarto y miraba por la ventana todos los días, incluso deje de entrenar por estar esperando a que saliera un rato, mi padre comenzó a llamarme la atención por eso pero no le hacía caso.
Fue muy duro despues, mi entrenamiento era forzado y no me dejaban descansar, estaba hecho polvo, incluso me desmayaba entrenando, hasta que lo volví a ver.
¿estás bien? – escuche decirme
Sí, estoy bien, solo algo cansado – respondía
Solo puedo venir un momento o me descubrirán
¿Quién? – preguntaba
Mi padre, es algo estricto y no debo salir o…nada
Escucharlo así me preocupaba, algo ocultaba y tenía que ver con lo que había visto antes, esta era la oportunidad de preguntarle.
Tu… - dije - ¿eres como yo? – le pregunte
Revele parte de mi cuerpo al decirle eso, note que no se asustaba, eso me tranquilizo un poco, cuando escuche su respuesta quede tranquilo.
Si – dijo – pero no puedo decirte que soy
No me importaba, terminando de hablar se fue, despues no regreso por un tiempo, solo de vez en cuando salía y solo era por unos minutos hasta que le pregunte a razón.
No puedo juntarme contigo – dijo – me lo prohibieron
Pero somos amigos, no podemos vernos solo un rato
No puedo – dijo – creo que esta será la última vez
No me digas eso, mañana ven, te aseguro que arreglare esto – le dije
Yo solo quería tener un amigo, pero el único que podía tener no me lo permitían, ese día intente convencer a mi padre que me ayudara pero en vez de eso también me prohibió verlo, no entendía por qué pero yo no hice caso.
Esa noche era la que nos dejaría estar juntos, solo eso quería y tuve que tomar medida para lograrlo.
Qué bueno que viniste – le dije al verlo
Sí, pero… ¿Qué haremos? – me pregunto
Algo que nos mantendrá juntos desde ahora – dije tomando su mano…