POV Natsu
Había llegado la hora de la verdad, estaba con Jellal frente a la puerta de su casa, me sentía aun un poco nervioso, evitaba que mis manos temblaran pero mi corazón estaba latiendo muy rápido.
- Va…vamos – dijo Jellal abriendo la puerta
- Entra primero – le dije dándole el paso
Entramos y cerré la puerta, solo camine hacia las escaleras lentamente, aunque había dicho que lo compensaría no pensé que me pondría tan nervioso por hacer algo nuevo.
El silencio se hizo presente entre ambos, no sabía que hablar y con solo ver a Jellal notaba que no sabía con qué iniciar una plática rápida, solo subimos a su habitación y me detuve frente a su puerta.
- ¿Estás seguro de esto? – me pregunto antes de abrir
- Cla…claro Jellal – dije mirándolo
Entramos a su habitación y me adelante a su cama, me senté en la orilla quedando frente a él y lo mire a los ojos mientras cerraba lentamente.
Di un trago de saliva y con algo de nervio extendí la mano llamándolo a mi lado, se me acerco sin pensarlo y se lanzó a mí, de pronto ya me encontraba en la cama tirado y con Jellal encima, sentí como me acaricio el cuello con una mano mientras con la otra me tocaba el pecho.
Rápido comencé a besarlo sin parar, empecé por su cuello, mientras con mis manos lo abrazaban de la espalda sentía como Jellal subía más encima de mí, poco a poco llegamos al centro de su cama, aunque el recorrido me había parecido muy largo para una cama normal ahora estaba algo más tranquilo.
- ¿Listo? – me pregunto muy cerca de mi
- Si – respondí con los ojos cerrados
Me tomo de la barbilla y se acercó a mi oído, solo escuche sus palabras que me tranquilizaron un poco.
- No te preocupes – dijo – tratare de ser amable…
El escuchar lo que dijo me hizo sonrojarme al momento, no pude evitar la vergüenza y me tape la cara con una mano, solo sentí la mano de Jellal y despacio tomo mis dedos junto con los suyos dejando mi cara visible de nuevo.
- Qué vergüenza – pensaba
Mis ojos no querían verlo directamente de la pena, de seguro mi cara estaba completamente roja, más que cualquier sonrojo anterior.
- Pensé que ya estabas acostumbrado – sonrió Jellal al verme
- Ya cállate – dije empujándolo
Rápido me levante y lo puse debajo de mí, lo acosté de manera brusca y me monte sobre su cintura, comencé a rozar con mis caderas su entrepierna para que sintiera algo de estímulo.
- Oye…espera aahhh
Cuando escuche que Jellal comenzaba a sentir placer lo hice más fuerte y rápido, rozaba con mi cadera la entrepierna de Jellal mientras mis manos tocaban su abdomen tapado.
- Esto molesta – dije rápido
Al momento arranque la camisa de Jellal a pedazos de su cuerpo, los botones de su camisa salieron volando sin dirección, me acerque a sus pectorales y comencé a lamerlos lentamente, con mi lengua jugaba en su pecho y abdomen mientras rozaba con mi cuerpo un bulto que se hacía cada vez más fácil de percibir en Jellal.
Mire que estaba empezando a sentir cada vez más y más placer, no quería que terminara tan rápido, me detuve y sin pensarlo desabroche sus pantalones casi arrancando también esa prenda de un tirón.
- Hey…aaaaahhh – gemía Jellal al sentir mis manos tocando su piel
No me detendría ahí, era hora de probar esta nueva habilidad con el…
- Perdón por usarte de conejillo – pensé – pero lo vas a disfrutar pensé
Sonreí mientras me preparaba para usarla, Jellal noto rápido que algo tenía planeado, aunque se diera cuenta ya era demasiado tarde, podía decir seguro que esta vez Jellal era mi presa…
- ¿Que…?
Antes de que Jellal me dijera algo, lance sobre el mi nuevo poder, solo se quedó quieto sin reaccionar por unos cuantos segundos y de pronto…
- Aaahhh, que calor – decía quitándose la ropa el mismo
- Jejejeje, eres mío – dije sonriendo de manera maliciosa
- Na…Natsu, ¿Qué me hiciste? Aaaahhh
Si funcionaba, estaba algo nervioso pero si había funcionado, esto sería lo mejor, aunque fuera de prueba no iba a decepcionar a Jellal.
- Jejeje, mi nuevo poder funciono – dije mirándolo mientras sonreía
- Na…Natsu, ayúdame – clamo Jellal con cara vergonzosa
- Te ayudare – le dije – no te preocupes
Rápido me lance sobre él, le termine de quitar la ropa dejándolo solo en interiores, sí que estaba difícil desvestirlo, sus pantalones no salían a la primera, por el movimiento que hacia Jellal no dejaba que lo desvistiera rápido, con cada movimiento que hacia su cuerpo era bombardeado de placer, mi nueva habilidad, aun no tenía nombre, pero excitaba al objetivo al máximo, con esto explotaba su potencial al máximo, ahora sí que tendría una gran comida.
- Aaaahhhh, espe…Natsu, no puedo – decía encorvándose a todos lados
Comencé a tocarlo levemente, poco a poco comenzaba a sudar al verlo, la escena que tenía frente a mis ojos era tan excitante que no pude evitar saborearlo, con mi lengua comencé a lamer sus dedos haciendo que gimiera de placer, tome un dedo de sus manos y lo lamia cada vez más rápido, lo sacaba y metía de mi boca dejando la saliva caer a su pecho, me acerque a sus pectorales, con mi lengua pase sobre uno de sus pezones lamiéndolo y mordiéndolo fuerte.
- No…hey… - se quejaba Jellal
No hacía caso de sus quejas y continúe mordiéndolo de un pezón, lamí alrededor de las marcas que dejaba haciendo que sus gemidos fueran más fuertes, baje a su abdomen y comencé a lamer con la lengua cada uno de los cuadros que se formaban por sus músculos, bajando poco a poco hasta su cintura donde se encontraba el bóxer apretado que daba a notar un gran bulto que luchaba por salir.
- Sí que es grande – dije al ver como palpitaba queriendo salir de su prisión
- Ya…cállate – dijo entre gemidos
- Buen provecho – dije liberándolo de aquella presión
Al momento baje sus bóxer y un miembro enorme salto de repente dejando ver toda su energía acumulada, me sorprendí como salto y no podía dejar de mirarlo fijamente, notaba como palpitaba y se movía a todos lados, al final cayó sobre su abdomen y con mi lengua saboree aquel pedazo esperando a ser aliviado.
Lo tome con ambas manos y lo masajee lentamente para darle algo más de placer al asunto, me lo puse frente a la cara y abrí la boca rápido, no deje que se moviera más y lo metí rápido lamiéndolo con la lengua de lado a lado, lo metí y saque de mi boca cada vez más rápido, las manos de Jellal me tomaron del cabello y me empujo fuerte para tragármelo por completo.
- Así – decía – hazlo así de fuerte – decía empujando mi cara a su cadera
Esta sensación me encantaba, sentía como entraba en mi boca la esencia de Jellal, un líquido semitransparente salía de mis labios cayendo al suelo, estaba seguro de que estaba por terminar pero no era suficiente, me concentre de nuevo y le lance una vez más mi habilidad, al sentir sus efectos Jellal cayó de espaldas a la cama y no pudo mover ni sus brazos dejándolos extendidos a los lados, rápido comencé a chupara más y más fuerte su enorme miembro, la cara de Jellal hacia expresiones de placer y presión, estaba por salir, ya casi terminaba.
- Que delicia – pensaba mientras lo succionaba
Jellal se encorvo y al momento sentí un chorro impactar dentro de mi boca, lo saboree un instante y me lo trague sin desperdiciar ni una gota, el sabor que tenía me aliviaba y me llenaba de energía, sentía como poco a poco mis fuerzas regresaban, deje de lamerlo y solo acaricie su abdomen mientras tomaba algo de aire.
- Sí que eres fuerte – le dije tomando bocanadas de aire
- Natsu…todavía…no puedo – se quejaba con los ojos cerrados
Lo mire de nuevo y su enorme miembro aun no bajaba, cuando lo mire aún estaba erecto y palpitaba con fuerza, enserio aun tenía mucha fuerza.
- ¿Todavía puedes aguantar más? – le pregunte
Jellal solo afirmo con la cabeza sin poder hablar, gemía de placer y tratando de contenerse habría su boca para terminar mordiendo sus labios y evitar gemir.
Continúe chupándolo una y otra vez hasta que no pudiera más, fueron varias veces, no podía evitar saborearlo cada vez más, enserio que mi nuevo poder era genial, pasamos varias horas haciendo lo mismo, yo ni estaba cansado pero había un problema, Jellal tampoco lo parecía, esto estaba raro, no pensaba que aguantaría más de cinco veces, ya había perdido la cuenta, cuando olvide contar creo que ya eras siete veces que se venía en mi boca, pero aun expulsaba tanto liquido como la primera vez, creo que no había exprimido así a nadie, solo podía imaginarme como se escucharía desde la calle lo que hacíamos, Jellal gritaba de placer hasta no poder más, yo saboreaba y hacia ruidos raros con la boca excitándolo más y más, oscureció y cuando al fin Jellal bajo su presión caí rendido a su lado, mientras lo miraba como se había quedado dormido sonreí y le acaricie la mejilla, tomaba aire para recuperar el aliento, pero no sabía por qué razón mi corazón latía feliz.
- Bien hecho – dije sonriéndole a Jellal – Te quiero – dije cerrando los ojos