POV Natsu
Desperté de repente cuando el sol me dio justo en la cara, rápido me moví y caí al suelo, solo me levante como si nada hubiera pasado y abrí los ojos.
- Ya es de día – pensé
Me estire un poco y note que Sting ya no estaba en la cama, escuchaba como caminaba por las escaleras y entro de pronto al cuarto con el desayuno listo.
- Mmm, ¿pero que pasa aquí? – pensé
- Por fin despiertas – dijo al verme de pie – pero vístete primero – me señalo y comenzó a reír
Al momento reaccione cuando la sabana cayo dejándome al descubierto por completo, solo esperaba que mi cara no se pusiera roja de tanta vergüenza, tome de nuevo la sabana y mientras veía a Sting reír sin parar solo podía intentar taparme el cuerpo y el rostro.
- Solo vístete y ya – dijo mientras trataba de aguantar el reírse de nuevo
Rápido lo saque de la habitación avergonzado y cerré con seguro la puerta, me quede quieto mientras trataba de calmarme un poco, sentía que mi corazón latía demasiado, estaba completamente avergonzado pero no entendía la razón, bueno, que me viera desnudo no era para tanto si ya la noche anterior habíamos jugado mucho, no había razón por avergonzarse por algo así.
- Pero que me pasa – dije dándome un leve golpe a la cabeza
- Cuando estés listo baja a comer algo – escuche decir a Sting
Solo escuche que me dejo y se adelantó, probablemente a comer algo, escuche como mi estómago sonó y rápido busque que ponerme para bajar a acompañarlo.
Escuche un ruido de repente, entre abrí la puerta para ver de qué se trataba pero no vi a nadie…
- ¿Todo bien allá abajo? – pregunte desde mi habitación
- ¡Uy perdón, solo se me cayó algo! – escuche decir a Sting desde las escaleras
- Que descuidado – susurre
Termine de arreglarme y baje a toda velocidad a comer algo, estaba muy hambriento y también quería probar la comida que Sting había preparado, tenia mucha curiosidad que era pero esperaba demasiado de él.
Al bajar lo único que encontré fue unos panes tostados y una taza de café en la mesa…
- ¿Qué clase de desayuno es este? – pensé al verlo – bueno…la comida es comida después de todo – dije y lo tome
Busque a Sting, incluso lo llame varias veces pero él no respondió nunca, ni tampoco le escuchaba desde que había bajado, me pareció un poco raro no encontrarlo pero mire una pequeña nota en la mesa de la sala, la leí y parecía extraño, me citaba en la escuela cerca del anochecer.
- ¿Qué planeas ahora? – pensé imaginándome todo tipo de cosas que haría
Guarde la nota en mi bolsillo y salí un rato a caminar, este día estaba demasiado tranquilo para mi gusto, ni siquiera una sola vez me habían venido a visitar ninguno de mis pretendientes…
- Qué raro – pensaba una y otra vez – normalmente estarían encima de mi si me vieran solo por la calle – bueno, tranquilidad por un rato – dije caminando sin pensar más en lo mismo
Decidí relajarme hasta que la hora que decía la nota llegara, camine sin rumbo, me sentía un poco tranquilo pero algo me decía que algo andaba mal, no podía evitar preguntarme ¿Por qué?, ¿Por qué no había visto a ninguno de mis sobreprotectoras fieras en todo el día?
Sin darme cuenta se había hecho tarde, ni la escuela ni la casa, no los miraría en ningún lado, mire mi reloj y era casi la hora dicha en la nota de Sting, me dirigí a la escuela esperando encontrarlos ahí, tal vez estaba exagerando un poco y solo se trataría de una sorpresa hecha por todos.
- Eso debe ser – decía evitando la preocupación – deben estar preparando algo para mi, ya me las pagaran
Llegue corriendo a la puerta del instituto, a quien mire primero fue a Erza, estaba parada justo en la entrada como si me esperara.
- Se supone que Sting me esparaba – pensé - ¿Por qué esta Erza aquí?
- Por fin llegas – dijo con su voz seria – pasa, debes estar cansado
Solo me quede quieto al verla, parecía planear algo pero no podía saber que, intente leer sus pensamientos pero al momento sentí un fuerte golpe en mi cabeza y Erza volteo a verme como si supiera lo que hacía.
- Ni lo intentes – dijo – la diferencia de poder es mucha aun – sonrió al verme
- Lo…lo siento – dije desviando la mirada
Era un monstruo, ni siquiera yo podía saber cuándo me leían la mente pero ella se había dado cuenta solo con intentarlo un poco, no cabía duda de que era la líder de las sucubus.
- ¡Natsu! – escuche que dijeron por detrás - ¡espera!
- Gray, ¿Qué haces aquí? – le pregunte al verlo
- No entres – dijo – no sé por qué pero esto no me gusta Natsu, será mejor volver a casa – dijo tomándome de la mano para empezar a jalarme a la calle
- Será mejor que no interfieras Gray – hablo Erza tomándome de la otra mano y reteniéndome – Natsu debe entrar para que descanse y se recupere
- Descansara mejor en su casa – dijo tirando de mi más fuerte
- ¡¡Esp…duele!! – grite al sentir que ambos trataban de partirme en dos
- Lo siento Natsu – dijo Gray soltándome – vámonos a casa
- Pero…Sting me espera – dije – no puedo dejarlo esperando
- Tiene razón – dijo Erza – deja que pase, es más, pasa tú también – le dijo a Gray invitándolo a pasar
Gray no parecía de buen humor, miraba como Erza sonreía como si tratara de burlarse de el y Gray solo tenia una mirada seria directo a ella.
- Vamos niño, pasa de una vez – dijo Erza con tono molesto
- No voy a pasar y Natsu tampoco – dijo
- No me obligues a golpearte Gray, será mejor que no me provoques – dijo Erza esta vez molesta mientras un aura oscura emanaba de su cuerpo
- Inténtalo si puedes – le respondió Gray emanando la misma aura pero con una sensación fría a su alrededor
Genial, estos dos iban a pelear, solo esto faltaba aquí, aunque no quería ver a Gray tirado en el suelo molido a golpes por Erza, después de todo era muy fuerte.
- Cálmate Gray, mejor pasa conmigo – le dije tomando su brazo para tranquilizarlo un poco
- Mejor apártate Natsu
- ¿Eehhh…?
- Esto será rápido – dijo
- No te creas tanto niño – hablo Erza molestando a Gray
Sí que era malo, si estos dos peleaban aquí sería una masacre, además había varias casas alrededor no cabe duda que alguien vería el evento sobrehumano.
- Ya cálmense los dos – trate de calmarlos un poco aunque fue inútil
Estos dos ya no escucharían palabras, lo mejor ahora era tratar de ocultar lo que pasaría aquí…
- Ahora veras niño... – Erza comenzó a emanar más y más energía que se tornó roja
- Lo mismo para ti – dijo Gray siendo rodeado por una niebla fría…
Solo esperaba poder ocultarlos de los demás…