Una joven de rubios cabellos, piel tan blanca y suave como la más fina porcelana. Se encontraba recostada sobre su vientre plano. Sintiendo la brisa del aire bailar al compás de sus cabellos. Las hojas a su alrededor comenzaron a crujir y el logro reconocer el aroma varonil que desprendía aquella persona.
Aquella persona susurro en su oído. Logrando formar una sonrisa en aquellos exquisitos labios en forma de corazón.
-Ya han llegado.-Aviso aquel joven
-Aquí me gusta, es muy cómodo.
El roso las suaves mejillas, posando sus dedos en la pequeña barbilla para alzarla un poco. Y ella abrió los ojos. Tan hermosos casi hipnotizantes le resultaban aquellas orbes gatunas.
-Tan bella, tan única, tan mía.
-Solo tuya
El tomo aquel cuerpo delicado entre brazos hasta la entrada de aquel castillo, oculto.
Llegando hasta la habitación más grande e iluminada. Donde al despertar los cabellos dorados de ella brillaban tanto como los rayos de sol que se colaban por los ventanales.
-Ahora regreso me esperas.
-Siempre.- susurro sobre sus labios.
-Si llegara a tardar.
-No importaría, Yo siempre te esperare.-
El salió de la habitación y ella se recostó en la cama cubierta por las más suaves sedas.
Apenas habían pasado algunos minutos cuando la puerta se abrió y ella sin abrir los ojos sonrió.
-No has tardado nada.
-Eres tan malditamente arrogante…!TE ODIO!.-ella se sentó de golpe y miro a aquella mujer. Con los ojos tan rojos como la sangre.
Al principio la joven de dorados cabellos no reconoció a aquella mujer, Sus facciones habían cambiado, Tan hostiles, tan aterradoras.
-¿Ahora harás la que no me conoce?, Jamás debiste haber aparecido en la vida de Minho eres una entrometida.- La joven bajo lentamente de la cama, Para lograr que algo la separa de aquella mujer que desprendía un aura tan oscura y aterradora.
-Eres Hyuna.- susurro provocando una sonrisa macabra en los labios tan rojos como la sangre de aquella mujer.-Por qué me dices todo esto…Yo, yo creí que podríamos ser amigas…
-¿Amigas?-dijo riendo enloquecida.-Jamás seria amiga tuya, eras una maldita impura, solo eres una intrusa aquí, Alguien inferior, alguien sin importancia.-añadió con odio.
-¿Esto es por Minho?..¿Estas…estas enamorada de el?-Pregunto con incredulidad y temor.
-¡Cállate! Minho es Mío y tú lo apartaste de mi lado. Él era mío.- La joven no podía creer aquel cambio, apenas hace unos días aquella mujer le había sido tan amable y delicada. Ahora si mirada era de odio y recelo.
Lentamente la rubia se acercó a la puerta.
-Si abres te matare.-Dijo Hyuna asiéndola temblar.
-Sí, ases esto…, solo le harás daño el…- No termina de hablar pues una fuerte bofetada callo en la delicada mejilla. Su velocidad fue tan rápida que solo sintió el fuerte dolor y la pequeña gota de sangre. Pues la blanca piel se abrió al contacto del metal de su anillo.
-Quien le hace daño eres tú. Acaso crees que puedes llegar a un mundo, al cual no perteneces. Y robar a quien no debes.- Dijo Hyuna sujetando el cuello de su vestido arrojándola lejos de la puerta.
De inmediato el miedo se instaló en su cuerpo, moriría era un hecho. Y no quería, no quería morir y menos ahora que estaba tan cerca de estar por siempre con la persona que amaba.
-Él no es un objeto para que hables así de Minho…El, el me ama.- dio con temor.-Y no podrás mantenernos separados así que por favor Hyuna recapacita…Además te culparían.- Dijo ella aterrada
-Lo mejor es que nadie lo sabrá…Y yo estaré a su lado y el al mío como siempre debió ser…-sonrió con aquella expresión malvada.-Pero seré buena y te dejare elegir. Te marchas esta misma noche. O mueres.
La idea de morir le aterraba. Pero dejarlo, irse y dejar a Minho…no, jamás podría hacer aquello. Dejar a la persona que ama por cobardía no.-Eso nunca no lo hare.- dijo la rubia recibiendo otra bofetada logrando que de los labios acorados saliera un grito de dolor.
Justo en ese momento la puerta se abrió dejando ver la figura de su amado –Hermosa estas despiert…-Al escuchar su voz ambos miraron.
La rubia aprovecho aquel único momento y empujo a Hyuna para correr a los brazos de su amado pero apenas sus dedos se iban a rosar cuando sintió que algo atravesó su estómago y la sangre salpico tiñendo el lugar de rojo.
Para Minho aquella escena fue lo más horrible que pudo haber visto en su larga vida.
-Tontita.- susurro Hyuna a su espalda con una enorme sonrisa.
-No…-Fue lo único que logro decir el. Al ver el cuerpo de su rubia cayendo. Bañada en sangre. Y la responsable aquella mujer que considero su amiga como su hermanita.
-Minho yo…-dijo Hyuna retrocediendo. Entrando en pánico por lo que había hecho. Pero aun creía que había hecho lo mejor y que Minho lloraría pero iría con ella.
Pero no fue así, Minho callo de rodillas con los ojos llenos de lágrimas y desesperación al mirar a su amada derramando sangre. Como poco a poco la vida se le iba.
-¿Por qué?.-murmuro.
-Yo te amo, ella se interpuso entre nosotros…-Hyuna quiso avanzar. Pero el levanto la vista incrédulo a lo que había dicho. Y Hyuna pudo ver el odio que crecía en su interior.-Tu eres mío.-Dijo esto para después saltar por la ventana y huir. Minho quería correr y vengarse. Ir tras ella y matarla. Pero algo presionaba su mano.
-Mi-Minho…-jadeo la rubio. El solo miraba como seguía perdiendo sangre y sus bellos ojos se nublaban por las lágrimas que derramaban.
-Espera, espera llamare a Hyung y él te salvara no, no me dejes…- el lloraba sujetando fuertemente el frágil y delicado cuerpo entre sus brazos. Minho se quitó la camisa para cubrir la herida pero era inútil.
-Yo…yo volveré…volveré a tu lado…lo juro.-dijo con los labios temblando. Mientras más lagrimas rodaban por las pálidas mejillas.
-No, esto perdón…perdóname fue mi culpa…mi eternidad no vale nada sin ti…- dijo el rosando los labios un poco morados, negando con la cabeza.
-yo volveré…regresare contigo…lo prometo.- respondió ella con sus últimas fuerzas. Serrando sus ojos. Logrando angustiar a Minho.
-NO….HYUNG AYUDAAAA...- grito Minho abrazándola sintiendo como su cuerpo antes cálido ahora era tan frio como el suyo.
-Te…Te Amo.-Fue lo último que dijo la joven antes de cerrar totalmente sus ojos.
-¡!!Gwiboon!!!.- Aquel grito desgarrador logro que los habitantes del catillo. Llegaran en segundos a la habitación.
Y fuera de las rejas del castillo aquella mujer Hyuna se alejara sonriendo y saltando. Mientras lamia su mano aun llena de sangre.
Sin imaginar ninguno que aquello no marcaba el final si no el comienzo de aquella historia.