- ¡¿PODÉIS BAJAROS DE ENCIMA?! - dijo molesto aunque en realidad también estaba llorando con ellos de felicidad y tanto que les había hechado de menos. - Tontos...
Ya no pudo evitarlo más y des del suelo les devolvió el abrazo haciendo que ellos le estrujaran más al sentir que les devolvía el gesto.
- Etto.. perdón por interrumpir el bonito momento pero... ¡Podrían ayudarnos con las maletas!!!!! - dijo un más que enfadado Sasuke entrando por la puerta mientras los miembros de la manada de Naruto desaban tener rayos laser en los ojos para poder fulminar a Sakura, Sai y Sasuke que entraban con, por lo menos, cuatro maletas cada uno... Naruto se sacó de encima a su manada y fue a ayudarles.
- Dejadlas aquí... - Sai enseguida fue a abrazarle. - ¿Cómo has estado Sai?
- ¿Por qué te fuiste? - preguntó lloriqueando... no fue justo que le dejara solo... la manada de Itachi se había vuelto más abierta a nuevas especies pero aún así no les faltaba momento para meterse con el peli negro, que era abrazado por Naruto mientras le acariciaba la cabeza cómo haría una madre zorro con su cachorro.
- ya pasó... ¿de acuerdo? - Naruto se separó de Sai y le dio un beso en la mejila para después girarse hacia todos los invitados. - Vamos arriba, creo que hay un par de personitas a las que querrán conocer...
- ¿Mami? - dijo una voz dulce mientras todos veían con curiosidad a Ryu bajar por las escaleras. - ¿Por qué tardas tanto...?
Se calló al ver cómo la mayoría de las personas en esa sala le miraban con los ojos iluminados... Por puro instinto Ryu echó a correr escalera arriba mientras Naruto se giró hacia los invitados.
- Lo siento... es un poco tímido con los extraños.
- ¿Él es...? - dijo Deidara mientras se acercaba a Naruto.
- Sí, al final lo tuve... - fue interrumpido ya que Gaara, el peli rojo se había acercado a toda velocidad a Naruto para darle una bofetada.
- ¿¡SABES LO PREOCUPADO QUE ESTABA!? - gritó Gaara con la cara roja y llena de lágrimas - Tan siquiera llamaste... ¿Cómo no nos pudiste decir que habías tenido el bebé?
- Y lo peor es que no pudimos verle crecer... - añadió Kiba que recibió una mirada de Shino de esas que dicen: "no le eches leña al fuego o tendré que castigarte"...
- Piensa en el lado positivo... - dijo Kakashi abrazando a su moreno de la cintura.
- ¿QUÉ LE VES TÚ DE POSITIVO? - dijo Gaara aún enojado.
- Que podremos encontrarle un novio... - terminó Ino mientras era abrazada por Sakura que dejó las maletas a un lado... no le gustaba que Otros se acercaran a su rubia.
- Es verdad... bueno.... - dijo Gaara más calmado - ... supongo que solo por eso voy a pasar por alto todos estos años que me tuviste preocupado - le dijo a Naruto que les miaraba con una risilla nerviosa.
- ¿Qué ocurre?
- Pues... verán... él... - Mierda... pensó Naruto, ¿cómo decirlo sin que se enfaden?
- Ya tiene novio. - Dijo Temari bajando por las escaleras para abrazar a sus padres.
- Y son muy lindos - añadió Tenten mientras Naruto las miraba sorprendido y aterrorizado...
- ¿Dónde está Diego?
- Ha ido a ver si Ryu sale del armario... por lo que parece le asustasteis... - dijo mirando a sus papis con una mirada de reproche. - ¿Qué le habéis hecho al pobre chico?
- no es nada, - la tranquilizó Naruto - Tan solo es que no está acostumbrado a tanta gente junta...
- ¡Mierda! - exclamó una voz aguda a la que todos reconocieron enseguida.
- Aimi... ¡No digas tacos!
- Perdón... - dijo asomando la cabeza por las escaleras... tenía miedo a lo que le dirían si se enteraban que les había mentido por tanto tiempo.
- Creo que será mejor que subamos... ya somos demasiada gente para un espacio tan pequeño.
Todos subieron al salón del rubio y se acomodaron por los sofás y las sillas.
Al entrar Naruto en la cocina, se encontró con que faltaban casi la mitad de las empanadillas, salió furioso al comedor dispuesto a subir las escaleras para echarle la bronca a Ryu pero no hizo falta ya que Diego había usado la comida para atraer a su novio como si fuera una ardilla y ahora se encontraba sentado en un sofá comiendo tranquilamente mientras Diego le limpiaba las comisuras de los labios y su manada le sobaba.
- ¿Pueden dejar a mi hijo en paz? - preguntó Naruto enojado... un tono de voz que todos reconocieron y por miedo a un golpe mortal se alejaron del pequeño Ryu al instante. - ¿Han cenado?
Todos negaron con la cabeza.
- Bien, ya que Ryu se comió casi todas las empanadillas voy a encargar pizza... ¿qué les parece?
- Yo quiero de queso y jamón! - dijo Kiba.
- La compartiremos... - añadió Shino para después besarse.
- Para nosotras de carbonara! - dijeron Temari y Tenten a la vez mientras se lanzaban miradas asesinas entre ellas... Aimi tan solo estaba en medio, parecía que no se daba cuenta de nada...
- Que sean dos! - dijo Sakura achuchando a Ino mientras la sentaba en su regazo.
Así todos hicieron sus pedidos, conversaron de cosas sin importancia y Naruto les enseñó las fotos de él y Ryu hasta que llegaron las pizzas. Comieron contando anécdotas e historias graciosas de esos últimos años que habían estado separados.
Recogieron y fue hora de ponerse serios...
- Naruto... queremos que nos cuentes por qué te fuiste y por qué no has vuelto. - dijo clara y directamente Deidara, no se andaba por las ramas.
- Bien... supongo que les debo una explicaión...
- ¿supones? - dijo Kakashi con una ceja alzada.
- ¿solo una? - añadió Kiba mientras trataba de soltarse del sofocante abrazo de Shino.
Naruto les miró cómo si fueran un caso perdido pero... les había añorado tanto...
- Todo empezó cuando nos llevaron a su sede, ¿se acuerdan? - Todos asintieron.
- ¿fue cuando Itachi se enteró que estabas embarazado? - preguntó Sasuke mientras Naruto afirmaba con la cabeza.
- Sí, él quiso encerrarme así que no lo permití y discutimos muy fuertemente... Después de eso me enojé con él y vi que eráis felices ahí así que decidí empezar una nueva vida lejos de todo ese caos que provocaba en mí Itachi...
- En pocas palabras... - empezó Ino.
- que estabas huyendo... - terminó Kakashi mientras Naruto le fulminaba con la mirada.
- No del todo... escapaba sí, pero no de vosotros...
- ¿Entonces de quién? - la mirada de Naruto se ensombreció.
- Vosotros lo sabéis mejor que nadie - dijo hablándole exclusivamente a su manada que se pusieron todos pálidos de golpe.
- No puede ser... - susurró Gaara atónito.... - Ellos...
- ¿sabían de tu embarazo? - preguntó Deidara asustado.
- No estoy seguro... pero tengo una fuente que afirma que peinaron toda la zona de los alrededores de la base...
- También el.... oh Dios... no puede...
- Bingo... el bar dónde lancé el predictor...
- Vaya, entiendo que no hayas regresado, - dijo Deidara mirándole con ternura - pero aún no entiendo como tú y "Aimi" os conocéis...
- CHicos... - Naruto sintió cómo su nerviosismo se iba y e invadía una sensación de orgullo y felicidad, reteniendo las lágrimas dijo: - os presento a mi hija, Aimi...
Todos se quedaron healdos. Nadie sabía qué decir o cómo reaccionar así que la mencionada dio el primer paso:
- Veréis, Naruto me encontró cuando tenía seis años... des de entonces nos hemos estado escribiendo. - Les informó la chica felizmente mientras los demás se sorprendían aún más... no se lo podían creer...
¿Cuantas cosas les había estado ocultando su alfa?
- Y bien, Naruto nos vas a decir por qué no nos lo dijiste? - dijeron Gaara y Deidara a la vez más que enojados mientras Kiba lloraba e Ino y Kakashi le miraban heridos.
- Eso tiene una muy buena r azón... por qué ella ha heredado mi sangre...
- ¿tú sangre? - preguntó Sasuke confuso.
- A diferencia de Ryu que es semilobo, Aimi es un zorro oscuro... muy poco común, casi único en el mundo... y no tan sólo eso sinó que también ha recibido las "habilidades especiales" de mi clan...
- No puede ser... - murmuró Deidara mientras Sakura reía con sorna para después decir:
- No puedo esperar a ver la cara de Hinata. - enseguida Ino le dio un codazo, no era momento para esos comentarios.
- No, hay que seguir manteniéndolo en secreto. - Todos se giraron hacia Naruto que parecía más serio que nunca. - Les voy a contar esto por que sé que no saldrá de estas cuatro paredes pero... Aimi es capaz de controlar la materia oscura...
- No jodas! - dijeron Kakashi e Ino al unísono.
- ¿QUe es eso? - preguntó Iruka a su peli plata extrañado.
- Eso... son explosiones... no, más que eso, ella puede controlarlo todo...
- ¿puedes crear vacíos? - prguntó Ino con un peligroso brillo de interés en la mirada.
- Una vez lo intenté... - admitió la niña - Y lo declararon como un atentado terrorista... Volé dos manzanas y media de terreno...
- Por eso no pueod dejar que la relacionen conmigo. - Dijo Naruto mientras sentía como su corazón se oprimía...
No estaba rechazando a su propia hija... tan sólo la ponía a salvo para que pudiera vivir una vida normal con su familia y amigos... quería que fuera la personita más feliz del mundo... aunque tampoco iba a alejarse totalmente de ella... por eso se mandaban cartas.
- ¿Y Itachi? Te ha estado buscando como un loco... - dijo Sai mientras se acomodaba con su Dei.
- ¿eh? ¿De qué me hablan? Pero si le he estado mandando cartas.
- Eso no puede ser... - Dijo Gaara con un deje de confusión en la voz pero fue interrumpido por Sasuke.
- Sí puede... tan sólo que no abrió uno hasta ayer por la noche. - dijo el peli negro con una sonrisa mientras Naruto le miraba más que sorprendido... poco a poco la sorpresa dió paso al enfado..
- ¿He estado años escribiendo cartas y tomando fotos para nada? - dijo Naruto con su voz de ultratumba que hizo que a los presentes les recorriera un escalofrío.
- No del todo, - admitió Sasuke - pero créeme que ahora mismo estará cómo un frenético encerrado en su despacho leyéndolas.
Naruto vio la imagen en su cabeza y le pareció encantadoramente humillante pero no era suficiente... tenía sed de sangre... Además que pronto iba a entrar en celo y llevaba años sin una buena noche de sexo... Sacudió la cabeza, no era momento de pensar en eso... quizá mañana...
- mami...- dijo Ryu mientras agitaba la mano delante de la mirada de Naruto que parecía perdido en su propio mundo, cuando pareció prestarle atención dijo - Diego y yo vamos a dormir... Buenas noches.
Aprovechó su momento de atontamiento y arrastró a su novio a su habitación.. Al oir esas palabras Naruto pareció que le habían hechado un balde de agua helada por encima:
- ¡Sobre mi cadáver! - Aimi enseguida se le lanzó encima para inmovilizarlo mientras Tenten y Temari la ayudaban.
- Vamos, mami... aún tienen diez años... no van a hacer nada malo...
Pero Naruto podía imaginarlo...
Su inocente y tierno hijo Ryu durmiendo mientras el cuerpo de Diego se pegaba al suyo resgtregándose contra sus nalgas su miembro ya despierto:
- ¿Diego? - imaginó la cara de su niñito despertándose con voz dulce y adorable... totalmente violable... mientras ese salvaje le sacaba los pantalones y empezaba a masturbarle...
Iba a matar a alguien... Se levantó del suelo con las tres chicas encima y dio un par de pasos en dirección a las escaleras.
- ¡Necesitamos refuerzos! - gritó Aimi a la manada que les miraron divertidos... siempre era agradable ver el instinto sobreprotector de su alfa... y sería aun más divertido ver cómo descuartizaba al humano.
- ¿Habéis llamado? - dijo una voz que enseguida todos reconocieron.
Naruto quedó estático cómo a un gato al que han cogido por el ppelejo y se dio la vuelta viendo al hombre al que había estado esperando por tanto tiempo:
- ¡¿I-Itachi...?! - no pudo evitar que le temblara la voz... Un sentimiento que creía muerto y enterrado en su corazón apareció de nuevo.
- Hola, bebe... - dijo mientras le guiñaba un ojo.
Ahí estaba de vuelta... el hombre más sexy y protector del mundo... SU hombre...