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Al diablo con el oro por Luthien99

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Notas del capitulo:

¡Capítulo dentro!

Fue esta las escaleras. Estaba tan nervioso que creyó que se caería bajando los resbaladizos peldaños. Thorin le iba a matar, ¿Lo echaría de Erebor por no haber sido lo suficiente competente como para convencer al Gobernador de esta empresa cochambrosa?


Llegó al recibidor. Era pequeño, una pequeña sala con una recepcionista detrás de un gran mostrador. No habían ventanas y las paredes grises reducían la claridad.


Bilbo fue hasta la salida. Antes de salir por la puerta recordó que Thorin le esperaría allí, así que fue a sentarse en una de las sillas perteneciente a una hilera de sillas que hacían la función de ''sala de espera''.


Habían sentados dos hombres y una mujer y como solo habían cuatro sillas, Bilbo se vio obligado a sentarse al lado de uno de los hombres. Se sentó, puso las manos sobre la bandolera que colocó sobre sus faldas y estuvo callado esperando durante un buen rato. De vez en cuando sacaba el móvil para disimular mientras escuchaba la conversación de las tres personas que tenía sentadas justo al lado.


—Pero señor, ¿que busca exactamente en esta empresa? —dijo la mujer susurrando—. ¿Ha visto la fachada? ¿Y mire este recibidor? Las paredes de caen a pedazos...


—Sí padre, esto es una autentica pocilga...


—No juzguéis un libro por su portada... Sí Oakenshield quiere esta empresa será por algo. —Dijo el hombre que estaba en medio—.


Bilbo solo escuchaba sus voces, apenas se había fijado en el aspecto que tendrían.


—Como ya os he dicho antes, Oakenshield ha puesto todo su empeño para no perder esta empresa, esta claro que la quiere porque es una mina de oro.


—O tal vez solo quería que cayera en una trampa, —dijo la mujer—. Tenga cuidado y asegúrese antes de firmarlo. No creo que Erebor S.L tenga mucho interés en el mercado de pescado.


—Por favor, Tauriel... No son tan inteligentes como para engañarnos. Si Oakenshield ha gastado tanto de su tiempo, será por algo. —dijo un chico joven—.


Bilbo dedujo entonces que se trataría de la empresa con la que The Lake Town había preferido firmar.


Mirkwood S.L.


Según lo que había escuchado, durante la comida con sus compañeros el día anterior, esa empresa no compartía gran amistad con Erebor. Y con la conversación que estaba escuchando no se le paso por la cabeza el dudarlo.


—¿Y si estos no quieren firmar que pasará? —dijo el chico joven—.


—Pues que Erebor se saldrá con la suya... Pero no te preocupes, ya me he encargado personalmente de que el Gobernador de esta pocilga firme con nosotros. Por muchas amenazas que a Oakenshield se le puedan ocurrir jamás firmará con ellos.


—¿Que ha hecho? —dijo la chica—.


—Le he ofrecido un trato que no puede negar.


—¿Tan empeñado esta en tener una parte de esta empresa?


—Veras Tauriel, Thorin Oakenshield siempre ha tenido buen ojo para escoger el lado vencedor y lo digo por que he tenido la desgracia de conocerlo muy buen. —Bilbo alzó las cejas—. Si tanto empeño a puesto en este sitio es por algo, ¿No crees?


—¿Que oferta les has hecho?


—Una que no podrían rechazar si realmente valoran este lugar.... —dijo el hombre con la voz sombría—.


Bilbo había apagado la pantalla del móvil y se había dedicado al cien por cien a escuchar la conversación. Y se llenó de rabia al pensar que en que aquel hombre tan arrogante había conseguido aquello que tanto ansiaba


Sintió un gran temor por lo que Thorin le diría.


Antes de que pudiera seguir escuchando la conversación, alguien llegó y se quedó justo delante de él.


—Thorin, —dijo en un suspiro ahogado. El corazón se le aceleró, y no supo bien si era a causa del temor a que Thorin le echara la bronca del siglo o a su sola presencia, su impotente presencia.


Bilbo se levantó de un saltó y notó como los ojos de aquellos que había tenido sentados al lado se clavaban en su espalda.


—¿Como ha ido? —Thorin iba trajeado y el pelo recogido en una coleta baja, sus ojos azules brillaban casi tanto como los de Bilbo al verle aparecer—.


Antes de que Bilbo pudiera gesticular palabra apareció el hombre de la conversación a su lado.


—¿Así que tu eres el nuevo pinche de Erebor S.L? —Era un hombre poco más alto que Thorin. Tenía el pelo de un rubio blanquecino en el que si fijabas la mirada por mucho tiempo podía llegar a cegarte. No tenía el pelo largo, al contrario. Su pelo era corto, más corto que el de Bilbo. La diferencia es que Bilbo apenas se peinaba y él lo llevaba perfectamente repeinada hacía atrás.


—El mismo, —dijo Bilbo con una falsa sonrisa—. Creo que no nos han presentado, mi nombre es Bilbo Bolsón no ''pinche''.


—Thranduil. —dijo Thorin tranquilo completamente al contrario de Bilbo, que un poco más y se mordía las uñas—. Como siempre, es todo un placer verte.


—Que pena que yo no pueda decir lo mismo, Oakenshield. —Thranduil sonreía con frivolidad—.


—Una total y tremenda lástima. —Thorin hablaba relajado, como si no se hubiera encontrado a unas de las personas que más odiaba en el mundo—. ¿Que ya has conseguido lo que te proponías?


—Supongo que sí... Solo tengo que ver el aspecto de este... individuo que has traído para negociar. —miró a Bilbo de arriba a abajo, alzando una ceja y torciendo la comisura del labio—. Por la cara que tiene de susto deduzco que es su primer día y que no ha conseguido su cometido. ¿Me equivoco? —dijo riéndose de una manera terriblemente superior—.


—Espero y ansió que sea así, y que no te equivoques en tus maravillosas deducciones. —dijo Thorin con un tono burlón. Bilbo no entendía lo que este quería decir. ¿A caso no le importaba que no hubieran perdido aquella empresa en la que tan interesado parecía?


—Creo que me he perdido algo. —Dijo Bilbo—.


El chico joven y la mujer, joven también, se habían quedado sentados observando la escena como meros espectadores. No soportaban cuando Thranduil se ponía en modo divino-de-la-muerte on. Así que prefirieron quedarse al margen y si la cosa se ponía muy fea, sería entonces cuando intervinieran.


—Sí, Bilbo. Te has perdido unos cuantos años dedicados a robarme MIS clientes , —dijo Thorin, esta vez, con algo de ira entre dientes—.


—No te ha pasado por esa lucida cabeza tuya que puede que ellos se iban por su propio pie, Oakenshield. —Thranduil disfrutaba con cada palabra que sus labios pronunciaban—.


—No, no creo... —dijo Thorin—. Es más tentadora la idea de un robo o al menos un intento de robo. Por que suelen ser solos los cobardes aquellos que sucumbe a la insistencia de tus palabras, a las calumnias, las injurias y los sobornos que te ves obligado a tramitar para poder convencer de que Mirkwood es mucho más influyente y rentable que Erebor. —Hizo una pausa y miro a Thranduil iracundo—. Pero ni tu mismo te crees esas palabras. No aceptas que yo haya llegado más lejos.


Thranduil miró al suelo y sonrió.


—Tal vez sea eso... Pero no, mi querido amigo. —Hizo una pausa y levantó la vista mirando fijamente a Thorin—. Lo único que intento es demostrar que estas acabado. Dentro de poco, tenlo por seguro. Y recuerda que cuando estés al borde del abismo yo seré el que mire hacía otro lado.


—Nunca he puesto en duda eso. Se te da demasiado bien mirar hacía otro lado cuando tus amigos necesitan de tu ayuda. —Dijo Thorin—. Pero no te preocupes, he aprendido de mis errores. ¡Vayámonos Bilbo! Aquí ya no hacemos nada....


Bilbo fue detrás de Thorin como un corderito. Salieron de aquel lugar sombrío y la fuerte y clara luz del sol choco contra ellos. Bilbo agradeció al cielo que el son brillara en el cielo aquel día. No había nube alguna que pudiera taparlo y el aire era fresco pero no lo demasiado para abrigarse.


Bilbo iba caminado justo detrás de Thorin. Se le estaba haciendo imposible seguir su rápido ritmo. Estaba enfadado sin duda, pensó Bilbo.


—¿Se puede saber que acaba de pasar? —dijo casi gritando por que Thorin iba por delante de él—. No entiendo nada...


—No hace falta que lo entiendas, señor Bolson. —Thorin mantuvo su acelerado ritmo—.


—¡Puedes esperarme! —Thorin paró en seco—. Gracias....


Bilbo se puso a su lado y empezaron a andar al unisonó, uno al lado del otro.


—Parecías alegrado de que no haya conseguido que firmaran con nosotros. ¿Por que?


Thorin paró de repente ante una hilera de coches aparcados. Paró justo al lado de un BMW x8, un cochazo de color negro, grande y con unas ruedas plateadas que resplandecían bajo la fuerte luz del sol.


—¿Subes? —dijo Thorin sin mirarle y entrando en el coche por la puerta del piloto—.


—¿Este es tu coche? —Thorin afirmó—.


—Vamos sube.


Bilbo fue hasta la puerta del copiloto rodeando el enorme coche negro y subió.


Estaban en la zona industrial del puerto. Una zona llena de barcos atracados, grandes almacenes y naves industriales. En el aire había un horrible hedor a alquitrán y a suciedad acumulada.


—Abróchate el cinturón, —dijo Thorin al mismo tiempo que ponía en marcha la feroz bestia que tenía por coche—.


—Oh, sí! —obedeció Bilbo—. ¿Me vas a contestar?


—¿A que? —El coche se puso en marcha—.


—A la pregunta que te acabo de decir... —Thorin le miró sin entender y Bilbo resopló molesto por que no le había dedicado la mínima atención desde que habían salido de The Lake Town—. ¿Que porque no te ha importado que The Lake Town no firmara con nosotros?


—Sabes es bastante tarde, —salían de la zona industrial y pararon en un semáforo en rojo—. Ya no te da tiempo para llegar a comer con los demás. ¿Que te parece... —dijo serio y mirando a la carretera— …si vamos a comer por algún restaurante de por aquí que este bien? Te explicaré entonces el porque.


Bilbo le miró con los ojos muy abiertos y rezo al cielo para que Thorin no le mirara y viera lo rojo que se había puesto. Su redonda nariz había adquirido el color del tomate más brillante.


—¿Que me dices, eh? —Thorin le miró entonces y Bilbo no pudo evitar ruborizarse aún más—. Si no quieres no...


—¡Por favor, no! —Dijo con la más grande de sus sonrisas—. Me apetece mucho...


—¿Conoces alguno por aquí? —Decía Thorin mientras giraba el volante hacía la derecha—.


—La verdad es que no... —Bilbo no frecuentaba por esa zona de Barcelona. Estaban entrando el la Villa Olímpica, zona de turismo, oció y restauración. Bilbo prefería sitios más tranquilos, pequeñas barriadas, calles poco concurridas, bares y tabernas familiares.


—Conozco un restaurante que esta bastante bien, esta prácticamente al lado de la playa...—Thorin estaba algo tenso, agarraba sus grandes manos fuertemente al volante que constantemente estaba en movimiento—. Oye , pero si no te apetece no importa, —dijo torciendo una sonrisa—. Lo hago para que no comas solo cuando cuando llegues. Como los demás ya estarán trabajando de nuevo...


—Me apetece mucho, Thorin... —dijo Bilbo con una gran sonrisa. Le temblaban las manos dentro de los bolsillos, pero lo ignoraba—. ¡Aparca aquí y vayamos andando!


 

Notas finales:

¡Buenas!
Como lo prometido es deuda, aquí esta el capítulo nueve actualizado en menos de dos días... Estaréis contentos ¿No? Espero con los brazos abiertos todo tipo de comentarios que queráis dejar, muchas gracias a aquellos que lo hacen con frecuencia y si no contesto es por que no tengo tiempo, pero un día de estos, muy pronto, me pondré a contestarlos personalmente. De nuevo mil gracias por estar ahí leyendo esta loca historia!

Bueno ya habéis visto quien era el personaje sorpresa. ¡Mi querido y odiado (a la vez) Thranduil! Parece que sus pasados esconde algo... ¿Que pensará Bilbo sobre eso? ¿Empezará a partir de esta comida/cita algo entre Bilbo y Thorin? ¿O lo pasaran por alto todo lo que estan empezando a sentir? ¿Con ganas de más?

Hasta entonces,

besos Lúthien.


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