Fausto usó su llave maestra para que yo pudiera salir, ya que Hao solo murmuraba sollozando cosas inintelegibles, pacientemente lo guío fuera del despacho y le aplicó su "medicina", poco a poco mi amigo dejó su estado alterado y se fue adormilando.
-Que pasó?- preguntó Yoh, se oía molesto.
-Paso que le advertí a Hao que no te vuelva a tocar. Se puso furioso.
-Te dije que no lo hicieras.- defiitivamente estaba molesto.
-Pero Yoh!! no deberías permitir que te haga daño!!
-No lo hace!!- gritó furioso - estás mal interpretando todo... yo.. yo... - este tipo de exabruptos no eran normales en él y se notaba lo mucho que le costaba exrpesar su enojo - !te pido que no hagas llorar a mi hermano!!
Diciendo esto se retiró cojeando dificultosamente a su habitación.
Otra en mi lugar hubiera llorado, pero yo no, no estaba ahí para hacerme la víctima o para pedir consideraciones, ellos estaban enfermos y vulnerables, a merced de ese extraño médico.
Yo tenía mucho que investigar.
-Estas mejor Hao?- los tres (él, Fausto y yo seguíamos de pie en el oscuro pasillo)
-Disculpame Anna... me porte como un idiota- masculló Hao con un tono de voz monótono, no se atrevió a mirarme a los ojos.
-Disculpame tu... no debí si quiera mencionar llevare a Yoh... sólo fue producto de mi enojo... jamás intentaría separarles.
-Yoh es todo lo que tengo... el se merece algo mejor, una vida feliz lejos de esta bestia...
-No eres una bestia Hao...
-No me refiero a mí... me refiero a la casa Anna, sabes? tiene vida propia... es un animal hambriento y retorcido, es una larva voraz y parasitaria que se alimenta de toda la energía que hay aquí, de la vida de Yoh...-susurró
-Necesita descansar un buen rato Hao-sama- dijo Fausto tomádolo del brazo- necesitamos que esté fuerte para el encefalograma de Yoh dono...
-Oh.. si... eso...
-¿Cuáles son sus planes señorita Anna?- dijo Fausto
-Sólo voy a ayudar con la limpieza de este piso... la cocina necesita mucha atención, pero lo haré después de enviar mi reporte a la universidad.
-Oh si, el técnico llegó al mismo tiempo que nosotros, todo debe estar instalado a las 12 pm, me refiero al internet.
-Ok, hasta entonces me iré a mi habitación.
-Esa suena como una acción muy sabia - dijo Fausto y se alejó con Hao rumbo a la habitación de este.
Con la habilidad que da la pobreza pude robar a Hao la llave de su estudio directamente de su cuello sin que Fausto se diera cuenta.
En cuanto se perdieron de vista volví a introducir la llave en la puerta y me encerré bajo llave en el estudio.
Tuve que ser muy cuidadosa al regular la iluminación que provenía de una lampara que había tomado de la cocina para que el brillo bajo la puerta no llamara la atención de Fausto.
Entre más iluminado estab el espacio peor lucía, había libros amontonados por doquier, no sabía donde empezar... quise buscar una caja fuerte, por algún motivo siempre la hay, mi objetivo era dar con el tesmento de Yohmei-san para poder analizar las cláusulas del mismo con mis propios ojos.
Quise despejar la chimenea de algunos libros para poner la lámpara, como resultado una pila de libros se precipitó hacia el suelo... con el corazón en la garganta tendí los brazos consiguiendo atrapar algunos, pero la mayoría se desparramó sobre el suelo.
Me encogí e temor, pero afortunadamente la polvorietna alfombra atenuó el ruido de manera que aún yo, con trabajo percibí el sonido, suspiré aliviada.
Al tratar nuevamente de colocar la lámpara en la chimenea me sorprendió un visión: Era un cuadro. empotrado arriba de la barra de caoba que enmarcaba la chimenea llamó poderosamente mi atención...
Hao e Yoh??? no... el cuadro era demasiado antiguo para que fueran ellos, sin embargo... en él aparecían dos personas idénticas a ellos, el tono de la imagen era tan oscuro que no se alcazaba a distinguir si llevaban vestidos, o túnicas negras, si eran hombres o mujeres, ambos tenían el pelo largo.
Dos seres idénticos, de facciones finas y apariencia ándrogina mostraban sus manos hacia el frente, una de ellas ocupada en sostener la mano de su igual, luego el de la derecha sonstenía un circulo blanco (al parecer una hostia) rodeada de tres gotas de sangre como en el arte sacro medieval, el de la izquierda sostenía una balanza rota, una pesa estaba llena de moscas y otra de pequeños frutos rojos que escurrian su jugo, machando los puños blancos de su ropa negra.
Sentí un poco de asco y aparté la vista a otros rincones de la imagen, había plantas atrás, mezcladas con diversas sombras... luego que me acostumbré un poco pude notar que no eran sombras, eran animales... una extraña especie de mono miraba hacia el exterior del cuadro, más allá una patera, alguna que otra ave, pero la mayoría eran primates.
Más allá en el fondo del cuadro se entre veía un material cartilaginoso y blanco brillante, en él se concentraba la mayor parte de la luz del cuadro, era algo traslúcido como una bolsa enorme... en su interior se veían pequeñas figuras compuestas... células? algún tipo de órgano.
Sobre todo el cuadro estaba dibujado-pintado un rollo de papel pergámino con los bordes enrollados, tenía una leyenda "son coeur is un luth suspendu, if one le touch il risone" no comprendí el signficado.
Me senti oprimida por la visón horrenda y asfixiante del cuadro... con calma dejé la lámpara en la chimenea y empecé por revisar el escritorio de Hao, estaba todo tan revuelto que apenas pude revisar algunos documentos sin moverlos de lugar.
-Hay alguie ahí???
-No reconocí la voz, asustada salí del despacho con los pulmones doliendo de la angustia.
-Soy el técnico...hola señorita, he instalado el internet en el segundo piso... fue dificil extender el flujo inálambrico hasta el tercer piso...
-Mil perdones... al sr. Asakura no le gusta que nadie esté en tercer piso... regresemos al segundo y ahí hablaremos de sus honorarios.
Prácticamente empujé al hombre escaleras abajo para llegar al segundo nivel.
-Escuche, le girarán un depósito bancario, debe irse ahora...
-Es que...
-Por favor, el sr. Asakura se ha puesto enfermo y no puede atenderlo, le acabande inyectar algo sedante.
-Ok... esta bien enviaré la factura a su correo.
-Es sencillo: Anna.Kyouyama@gmail.com.
-Ok...
Me quité el sudor de la frente , esperaba que ese hombre no mencionara nada de como me vió salir del despacho de Hao.
-Señorita Anna?
-Si Fausto?
-El joven Yoh se pregunta si ud. puede acompañarlo mientras le aplicamos el encefalograma, ya que el amo Hao está un poco indispuesto.
-Si claro...
Era mi primera vez en la habitación de Yoh, era una estancia de la mitad que la de Hao, las paredes no eran de piedra si no que estaban cubiertas con yeso y estaban pintadas de blanco, a la orillas tenía molduras de flores... fuera de eso parecía un maldito hospital: una cama de latón, varios aparatos extraños llenos de alambres y tubos.
-Gracias por acompañarme, lamento lo de hace rato.
-Olvídalo... fue mala idea hablarle así a Hao.
Yoh se sonrrojó.
-Podrías tomar mi mano?
-Si... claro...
-Perdón... esque duele mucho.
-No Yoh, las encefalografías no duelen.
-No como las hacen los doctores normales... pero los shamanes...
-Se trata de un procedimiento delicado- explicó Fausto- no voy a usar ningún aparato, voy a sincronizar mi mente con la de Yoh-donó y trataré de averiguar si la causa de su enfermedad es algo que hay en su cerebro
-Tengo miedo...
-No pasará nada Dono. Con su permiso voy a proceder como la última vez para que no tengamos que hacer más que un intento.
-Si...
Fausto tomó unas correas de cuero y con ellas ató a Yoh de pies y manos a la cama.
-No!! esperen de que se trata esto??
-Sólo toma mi mano por favor Anna..