Con mi segundo golpe de la aldaba la puerta se abrió.
-Hao?
Estabas sumamente oscuro, pero yo no podia soportar más el viento y la lluvia así que entré sin pensar, si no recodaba mal estaba en el ampli o recibidor con el piso de mosaico, tantee la oscuridad con mi mano para no tropezar, sabía que casi todo era vacío, excepto por la escalera y una antigua sala de madera que estaba en el centro.
Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad pude avanzar hacia el conjunto de siluetas que hacían los sillones... pero fuera de llegar ahí, no sabía que más hacer...
Salté cuando estuve suficientemente cerca de ellos, había una silueta tendida en el sofá, al hacerlo tropecé con la mesita de centro sobre la cual tintitiearon varios frascos de vidrio... medicamentos.
Abrío los ojos cansinamente, lo poco que se vió de ellos destelló en la oscuridad como si fueran de gato, desorientado y confundido mi amigo Hao se incorporó.
-Soy yo...
-Gra... Anna, gracias a dios estás aquí- sussuró - ven- tomó delicadamente con ambas manos mi muñeca y me ayudó a sentarme junto a él- me alegro mucho de verte.
-Hao...
-Perdóname...no soporto mucho la luz estos días - encendió una tímida lámpara en la mesa de centro, que apenas iluminó el pequeño muebe, si, había demasiadas medicinas en la mesa, a simple vista pude observar hadas azules y otros tantos médicamentos para calmar la ansiedad, así como manchados vasos de agua con distintos llenos, algunos ya enlamados.
-Hao que está pasando...
-Siento si te alarmé... en ... en realidad no todo va tan mal... no todo va tan mal, es sólo que me asusté sabes? Yoh no despertaba.. pero ya está mejor y...
-Basta... es evidente que estas mal, cuentame ya.
-Yoh... se curará muy pronto... los médicos lo harán... el doctor fausto trabaja mucho en ello... tenemos otros doctores, todos trabajando por él.
-Dónde está él? Yoh.
-E... estaba durmiendo en su alcoba, despertó de su trance y lo dejé descansando... luego vine aquí a tomar algo de medicina... creó que me dormí.- Se mesó el desordenado pelo castaño, lucía concentrado, enajenado- Sabes... estos días... de pronto... se pusó mas delgado, y débil, creí que era una simple anemia... pero luego empezó a sufrir desmayos, primero unos minutos... luego una hora... dos... actualmente puede pasar 5 o 10 horas inconciente-
-Eso qe significa?
-No lo sé.. las primeras veces me asusté demasiado, en esos momentos su metabolismo se alenta, su respiración es tan tenue que no se percie, el pulso no se le siente... parece...
-Muerto?
Hao asintió dolorosamente con la cabeza.
-Anna tengo miedo de que un día no despierté más... el doctor fausto dice que en cada ataque sus signos vitales disminuyen, dice que puede ser una forma rara de epilepsia yo no sé porqué... pero creo que el morirá...
-Eso no sucedera amigo!!! sólo estás demasiado asustado, pero ya verás que Yoh se cura, estoy segura que...
Un tenue ruido surgió detrás de mí, apenas perceptible pero nuestras cabezas se giraron al mismo tiempo.
Era Yoh, vestía una yukata blanca de seda, estaba sumamente delgado, su piel lucía casi transparente y brillaba de una forma alamante, sus ojos luminosos me llenaron de escalofríos, cruzó el salón lentamente y con dificultades, su expresión era algo melancólica, algo extraviada, no se dió cuenta de que nosotros estabamos ahi mirándólo, desapareció tras unas cortinas de terciopelo verde media noche hacia el salón lateral.
Miré a Hao, tenía una expresión tierna y desesperada, preocupación? adoración? mientras miraba a su hermano, cuándo se dió cuenta que lo oservaba agachó su cabeza y se mesó el cabello, apretandolo en un puño.
-Su muerté no la podré soportar Anna... "su muerte... hará de mí (el débil, el desesperado) el último vástago" de los Asakura