Subí al autobus que me llevaría al otro extremo de la ciudad, donde vivián los hermanos Asakura... al sacar mi cartera para pagar el pasaje me dí cuenta que estaba gastando mis últimos 500 yens... ni hablar.
Mi ropa y cabello habían quedado empapados a causa de la lluvia y el viento... poco me había ayudado el paraguas gracias al viento tan fuerte; temblando un poco me arrellené en un asiento dispuesta a viajar tres horas hasta las afueras de la ciudad.
Luego del viaje en autobús tendría que andar por lo menos unos 40 minutos desde la orilla del camino de tierra donde pasaría el autobús hasta los terrenos más cercanos a la casa chapoteando en lodo y bordeando un estanque viejo ... eso o tomar un taxi.
Mientras viajaba encendí la laptop y traté de teclear torpemente algunas palabras extra en mi reporte, pero avancé muy poco ya que el incesante golpeteo de la lluvia en las ventanas y el techo me ponía de los nervios, además no podía dejar de pensar en Yoh.
¿Cómo podia saber Hao que Yoh estaba grave sin los médicos no podían diagnosticarlo? Una parte de mí esperaba que fueran meras excentricidades o exageraciones.
Cuando por fín llegué a mi parada traté de sacár nuevamente mi paraguas, pero esta vez el viento consiguió voltearlo al revés.
-Señorita quiere taxi?
-No... muchas gracias.
-A pie con esta lluvia no llegará muy lejos... ¿a dónde va?
-A la hacienda Asakura....
-La acercaré ...
-Oh no no, lo siento... no podría pagarlo.
-No tiene que... vámos, no dejaría que una jovencita como usted camine con este clima en un lugar tan peligroso, podría resbalar y caer en ese sucio estanque... la visibilidad no es buena.
-De... de verdad se lo agradezco (por fin una cosa buena)
Dentro del taxi era facil soportar el golpeteo de la lluvia, me sen´tia segura y a salvo mientras muy lentamente el taxi avanzaba por el fangoso camino.
-Conoce la casa Asakura- afirmé.
-Pues... sólo desde fuera, pero todos en esta parte de la ciudadrespetamos a la familia Asakura, ya que Kino y Yohmei hicieron muchas cosas buenas por los pobres mientras estuvieron con vida...
- Kino... (esa vieja bruja) ella era mi maestra...y que hay de los Asakura actuales?
-Bueno, el mayor se encarga de que siga habiendo donaciones al orfanato y en el comedor de la zona oeste... sin embargo he escuchado que pasan tiempos difíciles.
-Eso parece
-Es usted la novia del joven Asakura?
-Sólo somos amigos...
-Ojalá usted pueda hacer que salgan mas seguido o así..
-Lo intentaré.
Nos estabamos acercando, el camino se volvía cada vez más empinado, a pesar de la lluvia torrencial pude ver el estanque que indicaba que ya estabamos en la propiedad, "No podía haberme caído ahí" pensé... ya que se percibía claramente el sitio donde estaba, gracias a que el agua sucia emitía un extraño brillo antinatural en la bruma que se esparcía sobre las aguas.
-Estamos aquí.
Me estremecí sin poder apartar la vista del estanque, era suficientemente grande para que alguien se ahogase en él, estaba rodeado de hierbas maltratadas.
-De... de verdad muchas gracias.
Bajé del vehículo ya sin paraguas (se habia averiado irremediablemente) y cruzé el jardín de la entrada, mostraba evidentes señales de abandono.
En cuanto alcancé el porche tomé la pesada aldaba y la hice sonar con todas mis fuerzas, mientras suplicaba que el sonido fuera escuchado por sobre el rudo golpeteo de la lluvia.