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Amor en Konoha. por TekoDistorted

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Notas del fanfic:

Es mi primer fanfic que hago, les pido disculpas si no es de su agrado. Me gustaría saber su opinión, tanto buena como mala. He escrito antes, pero no los fanfics. 

Notas del capitulo:

Gracias por tomarse la molestia de leer.

   La mañana era tranquila, se podía ver a la gente yendo de aquí para allá en las calles de la aldea escondida entre las hojas. El sol ya había salido y los aldeanos haciendo sus cosas, como compras y demás. Muy pacífica como siempre. La costumbre de sakura siempre fue el llegar temprano cada vez que debía presentarse ante la hokage, tsunade. La noche anterior acababa de llegar de su misión como "equipo shikamaru".

 —Esto es todo el informe de la misión—. Comentó con ese aire de éxito, pues la misión fue satisfactoria. 

 —Muchas gracias, sakura. Disculpa por hacerte esto, ya sabes que naruto aún no ha vuelto y sasuke abandonó la aldea hace casi dos años. El equipo 10 necesitaba un integrante más, ya que Asuma estaba en otra misión aparte, entonces te elegí a ti.

 —No hay problema, tsunade-sama—. Una sonrisa espontánea apareció en su rostro. Luego de esa respuesta, llaman a la puerta con pequeños golpecitos leves.

 —Adelante—. Fue lo que dijo la rubia a esa acción. El pedazo de madera se abrió y resultó ser su asistente, shizune.

 —Tsunade-sama estos papeles son los demás tratados de alianza con la aldea de la arena—. Inquirió acercándose a la mayor, entregando la encomienda.

 —Está bien shizune. Puedes retirarte sakura—. Ordenó a la pelirosada. A lo cual obedeció y se retiró, la verdad es que quería ir a relajarse más a fondo, aún sentía el estrés de la misión.

   Sakura mientras iba de regreso, por el camino se consiguió a hinata, la cual iba en su misma dirección. —¡Oye, hinata!— Gritó leve, acercándose casi corriendo. La aludida se volteó a verle con una resplandeciente sonrisa.

 —¡Oh, sakura-san, ¿qué tal te encuentras?!—. Preguntó la ojiblanca a la recién llegada, viéndole con gusto.

 —Bien, ¿a dónde vas?—. Indagó. Tenía curiosidad de saber a dónde se dirigía. Estaba jadeando un poco por haberla seguido al correr leve.

 —Iba a entrenar con neji-niisan pero hace unos minutos nos encontramos por casualidad y me dijo que le habían encomendado una nueva misión, así que no podré. Iré a las aguas termales a relajarme un poco del entrenamiento—. Respondió jugando con sus dedos, sonrojada y volteando un poco la mirada.

 —¿En serio?—. La tomó de los hombros mirándola fijamente, sonriendo amplio. —¿Puedo acompañarte? La verdad es que tengo tiempo libre de sobra y me gustaría relajarme a más no poder. Los deberes cansan y más con los entrenamientos por los que una pasa.

 —C-claro, no hay problema, vamos juntas.

 —¡Ah! qué bien, un baño no caería mal a estas alturas—. Dijo comenzando a caminar a paso lento, para que la ajena pudiera seguirle el paso con mayor facilidad, a pesar de que quería salir corriendo a ese paraíso.

 —Sakura-san, ¿Venías de entrenar con hokage-sama?—. Preguntó emprendiendo nuevamente su caminata junto a la mayor.

 —Algo así, regreso de entregar el informe de mi última misión.

 —Ya veo, ¿dónde fue?—. Su compañera le miró. —Ah, lo siento, ¡¿estoy siendo entrometida?!— Movía sus manos avergonzada.

 —Para nada, hyuuga. Pues fue en la frontera del país del fuego. Los ninjas de guardia se habían quedado sin recursos y fuimos a llevar algunos. Nos tomó casi cuatro días.

 —Suena interesante.

 —Si que lo estuvo, ¿a ti qué tal te ha ido, hinata?

 —Me ha ido de maravilla, la verdad es que he estado descansando, sólo he tenido días de entrenamiento pero aún no me ha tocado alguna misión, así que me concentro en hacerme más fuerte. Ya que quiero... protegerte—. Lo último casi lo susurró para sí misma, sonrojada, a lo cual su compañera no pudo escuchar nada en absoluto.

 —Entiendo..— Volteó a verla. —Oye hinata estás muy roja, ¿no tendrás fiebre?— Preguntó, sintiendo la temperatura con su frente en la ajena. —No parece, pero estás algo caliente.

 —E-estoy bien—. Dijo con una voz tierna y volteando su mirada por completo pero sin separarse de la contraria.

 —Vamos, te llevaré a tu casa.

 —Pero, ¿qué sucede con el momento de relajo que ibamos a tener en las aguas termales?—. Dirigió nuevamente su mirada a la pelirosada y lo que observó fue un rostro lleno de ternura y preocupación por parte de la otra.

 —Eso no importa ahora—. Se agachó dando a entender que quería que la menor se acomodara bien para llevarla a su espalda. La peliazul no dijo nada sólo se sujetó fuertemente del cuello de quien le era importante.

   Sakura tomó los muslos ajenos y volvió a ponerse de pie con hinata bien acomodada en su espalda. Siguiendo su caminar pero esta vez hacia la casa de los hyuuga. —Gracias, no tenías por qué llevarme cargada—. Comentó roja como un tomate, aferrándose bien, aprovechando la oportunidad para estar lo más cerca que pudiera de su amada.

 —Si tenía que hacerlo, después de todo quiero... cuidarte—. Un leve puchero apareció en su rostro, sin embargo la que era cargada no había escuchado el final de la oración.

 —¿Eh? ¿dijiste algo, sakura-san?—. La mira. —¿Estás roja?— La verdad es que la mayor si se había sonrojado, pero no quería admitirlo.

 —No, no es nada—. Contestó bajando la mirada, aún con su rostro colorizado.

                              —————————————

   Gai lleno de energía fue a retar a su eterno rival, kakashi. El contrario se hallaba pasando por los lados del ichiraku ramen. —¡Oye, kakashi, te reto nuevamente a ti, mi espléndido rival!

 —¿Ah?— El aludido voltea a verlo. —¿De nuevo tú, gai?

 —Sé que perdí contra ti en nuestro último encuentro, pero esta vez será diferente—. Enseñó su pulgar en alto con una sonrisa y un pequeño destello en la misma. Su acostumbrada facción.

 —De acuerdo, ¿qué será esta vez?— Inquirió sin mucha importancia, sacando su libro que siempre acostumbraba a leer.

 —¡Qué falta de emoción la tuya, kakashi, tienes que cultivar la flor de la juventud!— Regañaba indignado.

 —Sólo dí el reto, gai.

 —Como siempre tan apurado.. ¡Esta vez será competencia de ramen!

 —¡¿AH?!— El peliplateado le miraba fijamente, exhaltado. —¡¿Ramen dices?!— Una imagen de gai versión naruto apareció en su cabeza. —Se te ha contagiado la adicción de naruto, ¿eh, gai?— Dijo bromeando. —Está bien—. Cerró su libro y guardó nuevamente. —Esto se pone interesante.

 —¡Esa es la actitud! te lo explicaré, el duelo consiste en comer diez tazones de ramen, el primero en comer los diez será el ganador, y el perdedor pagará la cuenta de ambos. ¿Qué te parece?

 —Me parece bien.— Entran en ichiraku pidiendo diez tazones de ramen mixto para cada uno, tazón por tazón. 

 —Aquí está el primer tazón de ambos—. Decía el viejo colocando ambas porciones.

 —Viejo por favor, dí el momento de comenzar.— Pidió kakashi, tomando sus palillos, lo mismo gai.

 —Está bien. En sus marcas.. listos... ¡comiencen!

                              —————————————

 —Hemos llegado hinata—. Dijo sakura, la ajena no respondía a los llamados. —Hinata, oye, hinata. Oh vaya, se ha quedado dormida—. Comentó abriendo la puerta para entrar. —Con permiso—. Se introdució dentro del lugar, se quitó los zapatos y siguió andando por ahí. Después de caminar varios pasillos, encontró una habitación, al parecer vacía. Casi se perdía en ese lugar tan grande. Abrió la puerta y en el interior sólo se encontraba un futón. Tal vez era un cuarto para invitados o quizás era el de alguien más. Eso no le importó y la recostó entre las sábanas suavemente, cerrando la puerta de nuevo para tener privacidad con ella. En realidad el cuarto estaba un poco oscuro, pero aún así se podía ver. No había mesas ni cojines alrededor, sólo el objeto en donde se encontraba la persona durmiendo plácidamente. Se acercó y depositó un pequeño beso en la frente de la menor, sintiendo con su mano que ya no estaba caliente ni nada por el estilo. Hinata fue abriendo los ojos poco a poco...

 —¿Mh? ¿sakura-san?— Abrió completamente los ojos, reconociendo un techo familiar. —¿Estamos en mi casa?

 —Si, te quedaste dormida en el camino.

 La peliazul se sentó. —Lo siento mucho, estaba un poco cansada.

 —No le des importancia, fue un placer llevarte a mi espalda.— Sonrió amplio.

 La que anteriormente estaba "enferma" se apresuró a abrazarle fuertemente. —Muchas gracias, sakura.— La aludida quedó perpleja pero a la vez correspondió a ese lindo gesto, acariciando el cabello de la contraria.

 —De nada, para mí es todo un placer.

                              —————————————

   Luego de siete tazones mixtos de ramen, gai no pudo continuar. Kakashi estaba en su ultimo tazón y bocado. —Gracias por la comida, gai asegúrate de pagar todo, yo me iré.— Dichas esas palabras, salió del negocio y desapareció. Gai sin ánimos de nada, lleno y con la cabeza en la tablilla que usaban como mesa, sacó el dinero y pagó lo que tenía que pagar, agradeciendo también de buena gana al señor.

 —Muchas gracias, vuelva pronto.— Comentaron el viejo y su hija al unísono.

                              —————————————

 —Sakura..— Susurró mirándole fijamente, pues se había separado un poco para poder hacerlo.

 —¿Qué sucede?

 —Pues, he querido decirte algo desde hace tiempo..

 —Dime, con confianza.

 —La verdad es que yo...— El pulso de ambas comenzaba a acelerarse, estaban nerviosas y más aún la que hablaba. —Yo te quiero y me gustaría estar contigo.— La pelirosada le miró atónita un poco sonrojada por aquella confesión. Sin embargo, hinata se había quitado un gran peso de encima, la realidad es que quería decírselo desde hace un corto espacio de tiempo. Sakura por su lado, aún siente lo mismo por sasuke, pero no quiere perder la esperanza de que él pueda volver algún día. Sus dudas crecieron cada vez más y más con lo que acababa de decir la ojiblanca.

 —Yo... yo no quiero...

Notas finales:

Espero les haya gustado, me gustaría saber que opinan de mi primer fanfic, jeje.


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