CAPITULO 3: No perder lo que amas
POV DRACO
Llegué a mi casa luego de un largo día de trabajo y fui directamente a buscar a Harry y a Scorpius para que cenáramos todos juntos en un restaurante por lo que en primera instancia me dirigí a mi habitación para cambiarme, pero me sorprendí cuando encontré a Harry llorando, tendido en la cama, mientras abrazaba una camisa mía.
_¿Harry?- le pregunté, acercándome a él quien, al verme, se me tiro encima- ¿Q-qué pasa?- le pregunté intentando sonar los más tranquilo posible- Dime que es lo que te pasa…-le pregunté tomándolo por los hombros, pero me exaspero que él solo respondiera negando con su cabeza entretanto lloraba desconsoladamente entre mis brazos.
_No, no puedo…-decía entre sollozos- Prométeme que no te enojaras…-volvió a lloriquear como si fuera un niño, mientras me veía con sus ojos verdes llenos de lágrimas. Asentí, prestándole mi completa atención- Yo…- dejo de hablar por un momento para intentar tomar aire- A mí…Scorpius y yo…- al decir eso, fui soltándolo lentamente al suponer lo que iba a decirme- Somos amantes…-dijo sin más, sin ni siquiera mirarme a los ojos. Me alejé de él, me dio asco por un momento tenerlo frente a mí por lo que me fui y lo deje llorando en silencio.
Me dirigí a la habitación de Scorpius quien era el mayor traidor en todo esto ya que él era mi hijo. No. Mi único y adorado hijo al que todo le di en la vida junto a la persona que amé todos estos años. Entré esperando poder demostrarle con palabras toda la rabia que sentía, sin embargo no pude al verlo en el piso, triste. Jamás lo había visto con una cara de frustración así, era nuevo. Lo miré y él me miro al verme entrar, ni siquiera sabía que sentimiento debía poner en mi mirada.
_Te lo dijo todo, ¿No?- me preguntó, parándose- La seriedad extrema de tu rostro me lo confirma…-me hablo fríamente, mientras pasaba por mi lado para salir de la habitación; pero lo detuve.
_ ¿Por qué?- le susurré, tomando su brazo para empujarlo haciendo que su cuerpo quedará a la altura de mío- Dímelo…-volví a repetir.
_ ¿Sabes cómo empezó todo esto, papá?- dijo diciendo de manera sarcástica “papá” lo que realmente me molesto, pero decidí controlarme ya que lo que más necesitaba era una respuesta a esta traición- Como una venganza por su traición…-¿Traición? ¿De qué?
_ ¿De qué hablas?- me atreví a preguntar, ajustando aún más su agarre ya que él intentaba soltarse.
_ ¡¿De qué hablo?!- me preguntó exaltado, soltándose- ¡¿Acaso crees que no recuerdo esas peleas que tuviste con mi madre antes de que muriera, idiota?!- me gritó, mirándome con el más absoluto de los desprecios. Me dolió aquello, pero tenía razón. Yo había engañado a Astoria con Harry.
_Lo lamento…-volví a susurrar- Tienes todo el derecho de despreciarme por aquello, pero yo...
_ ¿Sabes que es lo peor?- me preguntó con la cabeza agacha, miré al piso y pude ver sus lágrimas caían en este- Que ya no puedo vengarme…me he convertido en un maldito traidor como ustedes…- hablo y volvió a mirarme- Me enamoré de tu amante- confesó, dejándome en completo shock.
En parte, yo sabía que tenía la culpa de esta situación ya que él tenía razón al decir que mate a mi mujer. Fue mi culpa que Astoria muriera de forma tan cruel por la soledad que la carcomía haciéndola sentir mal consigo misma, la verdad jamás me di cuenta de que ella se culpaba por mi falta de amor.
Le quité la felicidad a mi hijo ya una vez, pero… ¿Debía cederle al amor de mi vida para pagar por mis pecados? Sin embargo, eso haría que yo también muriera por dentro como alguna vez por mi culpa lo hizo ella, ¿Será ese su castigo hacia mí? Tal vez, no obstante no debía hacerme la víctima en esta situación ya que era el único culpable. Sin embargo, se me ocurrió una idea para enfrentar aquel castigo sin perder ni ganar.
_ Scorpius- sonreí, mirándole- Te propongo algo….-susurré, cerrando aquella puerta. Me quedaría con mi marido y con mi hijo, aunque tuviera que sacrificar parte de mi orgullo.
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POV NORMAL
Todo se decidió. Los dos hombres salieron de la habitación después de decidir qué era lo harían con aquel muchacho de ojos verdes que todavía lloraba en el otro cuarto. Se dirigieron justo al lugar antes mencionado, Draco se acercó a Harry para secar sus lágrimas y lo levantó cuidadosamente, para luego empujarlo hacia Scorpius quien lo abrazo con cierta posesividad.
_ ¿Q-qué pasa?- preguntó nerviosamente Harry, separándose lentamente de Scorpius quien lo miro con una sonrisa divertida.
_ Jejeje…como tú eres el culpable de todo, Harry- susurró en su oído el joven quien antes lo tenía abrazado- Deberás pagar por todos tus pecados…- terminó de decir para morder el lóbulo del otro quien retrocedió sonrojado mirando al rubio mayor que lo atrapo nuevamente en sus brazos.
_D-draco- tartamudeó mirando al hombre que le sonreía amablemente- ¿Q-qué está pasando?- mientras decía esto, se volteó para abrazar a Draco para buscar la protección que siempre le dio estar cerca de él.
_ No pasa nada, Harry- dijo Draco acariciando el cabello del mencionado, mientras miraba a su hijo con suficiencia quién rio en respuesta. Luego de eso, volteó aún con el otro en brazos para acostarlo con suavidad en la cama- ¿Quién empieza el juego, hijito?- preguntó volteándose para mirar al joven rubio que se acercó hacia ellos entretanto se sacaba los pantalones y la camiseta negra que antes llevaba puesta.
_ Supongo que eso significa que tú, ¿No?- dijo el padre con una sonrisa saliendo de encima de Harry, dejando que su hijo se pusiera encima de él. Draco comenzó a desvestirse.
Scopius saco la camisa de Harry quién intentaba impedirlo con un gran sonrojo en sus mejillas. El ojiverde no entendía absolutamente nada de lo que pasaba, solamente entendía que los dos rubios habían hecho algún tipo de trato con respecto a él.
_ Ahhh…-gimió suavemente el moreno al sentir las lamidas de Scorpius a su cuello, mientras que las manos del joven estimulaban sus pezones.
_ ¿Te gusta, Harry?- preguntó Draco ya solo con su ropa interior, mientras acariciaba la mejilla del menos; para luego inclinarse y besar hambrientamente aquella boca tan delicada que gemía de placer debajo de su hijo.
_ S-si…-susurró el joven, volteando el rostro para mirar hacia la pared ya que así estos hombres no verían su vergüenza ante esta situación.
_Oye, Scorpius…-susurró Draco acercándose a su hijo, para luego inclinarse y susurrar algo en su oído siendo observados por Harry quién los miraba, sospechoso- ¿Estás de acuerdo, Hijito?- preguntó abrazándolo por la espalda, pasando sus brazos por su cuello.
_Okay…-dijo mirando a Harry como si quisiera comérselo con la mirada, mientras mordía su labio inferior. Lo mismo se encontraba haciendo Draco- Bueno, vamos, Harry…- dijo saliendo de encima del mencionado, para luego extenderle su mano.
Harry la tomo dudosamente, para luego levantarse con la ayuda del joven quién inmediatamente lo guio al medio de la habitación donde luego se acercó Draco. Este se arrodillo delante del Harry, para luego bajarle los pantalones juntos con su ropa interior. Tomo el miembro de su pareja, para luego darle una pequeña lamida para disfrutar de como el azabache se estremeció ante ese acto. Sonrió y siguió aquello.
Scorpius, por su parte, había comenzado a lamer la pequeña espalda de aquel hombre. Le sentía temblar de placer ante sus actos. Sus lamidas y mordidas a aquella espalda bajaron hasta arrodillarse también en frente del bien formado trasero de Harry. Scopius mordió suavemente un glúteo y comenzó a lamer la entrada, adentrando su lengua de vez en cuando a esa cavidad.
El joven se entregó por completo a aquel placer doble que ellos le entregaban. Arqueaba su espalda y gemía en busca de más lo que aquellos hombres obedecían sin rechistar. Placer, placer, placer y más placer era lo que recorría por su cuerpo, se sentía como una bestia voraz que siempre buscaba sin estar satisfecho. Necesitaba a uno de ellos dentro, sentir a uno de los dos embistiendo con fuerza su cavidad, mientras que el otro le seguiría dando placer: besándole, lamiéndole y tocándole en aquellas zonas prohibidas.
_ ¿A quién quieres adentro?- preguntaron los dos rubios al mismo tiempo, leyéndole los pensamientos al moreno.
_ Yo…- Harry no supo que contestar.
_ No sabes, ¿Verdad?- preguntaron los dos, parándose y bajándose la última prenda que tenía encima quedando completamente desnudos- Lo decidiremos nosotros, entonces…-susurraron cada uno en cada oído de Harry.
_ Serás tú, Scorpius…-ordenó Draco- Yo ya lo tuve muchas veces antes- hablo con prepotencia a lo que el otro bufó, pero asintió ya que no iba a perder la oportunidad de hacerlo suyo.
Suavemente, Scorpius comenzó a adentrar su palpitante y caliente miembro en el interior de Harry quién gemía con sus garras aferradas a la espalda de Draco para aguantar el pequeño dolor que esta le provocaba. Mientras tanto, el rubio mayor empezó a masturbar juntos su miembro y el de Harry.
Los tres gemían fuertemente, inundando con su placer prohibido la habitación. Scorpius se adentraba con fuertes y apasionadas embestidas en el interior tan cálido y estrecho de Harry quién a su vez gemía disfrutando el placer que Scorpius con sus embestidas y Draco con sus caricias de experto a sus miembros cálidos le daban.
Cada vez estaba más cerca de venirse, pero no solo él, sino también sus dos amantes quién cada vez gemían más fuerte. Los minutos pasaban al mismo tiempo que el placer y gemidos aumentaban cada vez más.
_ Scorpius…!!- gemía Harry- Draco!!- volvía a gemir haciendo sonreír suavemente a los dos rubios cada vez que gritaba con pasión sus nombres.
_Harry!!- decían los dos- Nos venimos…-susurraron roncos.
_Ahhhh…yo igual- gimió.
El placer se liberó, cada uno se corrió liberando un gran grito de placer lleno de una pasión extremadamente grande por su persona amaba. El sudor recorría los cuerpos de las tres personas que, en esa habitación, sellaron aquel juramento por la eternidad.
Harry se derramó en las manos de Draco igual que él mismo, mientras que Scorpius dejo su rastro de placer en el interior del azabache, para luego salir cuidadosamente. Los tres se fueron hacia la cama donde los dos rubios se abrazaron al azabache quien dormitaba entre sus brazos.
_ Los amo- susurró el azabache antes de caer dormido.
Padre e hijo poseían una sonrisa en los labios para el muchacho que dormía en el medio de ellos. El odio y la rabia fueron reemplazados por el placer y satisfacción que ocultaban esas palabras salidas de aquellos labios rojos por tantos besos dulces que compartieron.
_También te amamos- susurraron antes de acompañarlo en su sueño.