2_ Amante, novio y padrastro.
POV HARRY
Me sorprendí al extrañar la calidez que el cuerpo de Scorpius me había reglado, pero, lo hice aún más, cuando, seguramente en un momento de locura, besé a mi hijastro nuevamente buscando aquellos dulces y exquisitos labios casi rojos tan suave que este poseía. Me senté en su regazo aun besándolo con locura, era un idiota sin escrúpulos. Eso era algo realmente duro de admitir, pero lo era. Incluso aunque haya intentado salvar aquella hermosa vida que se perdió por mi culpa, fue en vano ya que había vuelto a caer en aquellas redes de araña que de nuevo me envolvían. Sin embargo, gracias a él, ahora las estaba cortando, pero aún sentía que una parte de mí seguía estando en aquella telaraña interminable.
_ Yo…-me separé de sus labios por la falta de aire, rompiendo aquel hechizo que aquellos ardientes labios me habían propinado. Me levanté rápidamente, ordenando mis cabellos los cuales fueron despeinados por una de sus manos quien se aferró a esa zona para profundizar el contacto. Mi espalda quemaba por donde había pasado la otra mano. Era una pasión excitante la que quería obligarme a volver a sus brazos, pero, con todas mis fuerzas, me resistí para escapar a la tranquilidad de mi cuarto donde estaban sus cosas, su olor lo que era aquello que siempre añore.
Pasé las horas encerrado en mi cuarto aferrado a una de sus camisas. Realmente no me importaba lo que Scorpius hacia afuera, era lo que manos me interesaba. Luego de unos minutos, el picaporte comenzó a girar y la puerta se abrió dejando que unos bellos ojos grises fríos se adentraran en ella.
_ ¡Draco!- grité algo emocionado y me tiré encima de él, propinándole muchos besos en el proceso. Su mirada extrañada con un dejo de cariño salió a flote al mirarme a los ojos- Te extrañe- musité enterrando mi cara en su cuello, aún aferrado a la calidez y seguridad que me transmitía su cuerpo.
_¿Qué pasa, Harry?- me preguntó Draco, mientras acariciaba mi cabello como un pequeño gesto de dulzura, sin embargo aquello no me bastó por lo que me acerqué a él para hacer contacto con sus finos labios en beso recibiendo un beso dulce y placentero con un dejo de pasión. Lo nuestro era amor, pero lo que me llevo a besar a Scorpius… ¿Qué fue? ¿Tal vez una pasión desenfrenada? No sé, sin embargo no tenía pensado averiguarlo.
Escuché un fuerte golpe que nos asustó a ambos lo que nos llevó a romper el beso para girar nuestra cabeza hacia la puerta. Draco me soltó, dándome una señal para que me quedara aquí por si fuera un ladrón la cual obedecí muy a mi pesar. Esperé unos minutos, con el corazón latiéndome a mil, intentando no morirme de un infarto antes de tiempo, pero todo pasó cuando lo vi aparecer delante de mí.
_No hay nadie, está todo bien- me sonrió cálidamente como pocas veces lo hacía, para luego abrazarme. Sin duda nunca jamás me había sentido tan protegido en los brazos de alguien- Solo fue la caída de ese jarrón lo que nos asustó- musitó señalando aquel objeto que se encontraba hecho pedazos en el suelo del pasillo, al lado de la mesita en la que antes yacía.
_ Me asusté bastante- dije aferrándome un poco más a él- No quería que te pasará nada- susurré hundiendo mi rostro en su pecho, pero luego sentí como sus gentiles manos levantaban mi cabeza por el mentón, para luego besarme.
No sabía cómo podía sentir tanta felicidad ahora ya que aún recordaba todo el dolor que pasé, los años en los que mi sufrimiento me comía lentamente… ¿La razón? El separarme de Draco fue la razón. Fue mi decisión, lo acepté desde el primer momento. Sin embargo, no paraba de pensar en él, en las sonrisas que me dirigía que, en ese momento, era un pecado desear para mí por eso acabe con todo en aquel tiempo, intentando redimirme de mis pecados al igual que intentar salvar aquella vida que moría poco a poco por mi culpa, pero, al final, se perdió en los lagos del abandono y el remordimiento.
_Te amo, Draco- le dije, luego de que él rompiera el beso para abrazarlo- Vamos a acostarnos en la cama un rato, quiero sentir tu calor junto al mío. Le vi sonreír son ternura, mientras asentía.
Nos acostamos abrazados, sentía el calor de su cuerpo junto al mío. Su dulce aroma invadía mis sentidos, estando en un paraíso interminable de gozo, después de estar tanto tiempo sin este contacto solo podía imaginar que estaba muerto o en coma y que este solo era un sueño del cual jamás quería despertar.
_ ¿Harry? ¿Qué piensas?- me preguntó mi hombre, sacando algunos mechones castaños que cubrían mi rostro. Tenía una hermosa y cálida sonrisa adornando su rostro.
_ En nada, amor- susurré, aspirando suavemente el aroma que emanaba aquella blanca y tersa piel- Quiero dormir un poco- susurré y fingí dormir para que él no hiciera más preguntas. Sin quererlo comencé a recordar esos dolorosos momentos que nos llevaron hasta aquí.
F.B
_ ¡Debemos terminar de una vez, Draco!- le dije al hombre frente a mí que me miraba con sus ojos fríos llenos de desesperación, húmedos por las lágrimas que intentaban contener- Ya no podemos seguirle haciendo daño a tu familia, ¿Entiendes?- declaré mirándole con toda la frialdad que podía fingir sin romperme a llorar.
_ Harry…-susurró, intentando tocarme, sin embargo yo me alejé de inmediato teniendo miedo de que su tacto pudiera quebrar cualquier rastro de valentía.
_ ¡No! ¡Ya no!! ¡No vuelvas a buscarme nunca!!- le grité, alejándome de ese departamento, el cual antes fue nuestro nidito de amor- Te amo…-susurré, caminando sin mirar atrás dejándote para que te preocupes realmente por las personas que más te necesitan que son tu esposa e hijo.
Los meses pasaron, me hundí en una gran depresión. Sin él, nada valía la pena para mí. Lo amaba, lo amaba con locura, pero me era imposible seguir destruyendo a su familia. Sin embargo, sabía que con mi decisión nos destruía a ambos.
_ ¡Harry!! ¡Harry!- grito Hermione desde el otro lado de la puerta, golpeándola.
_ ¡Harry habla!! ¡Hace semanas que no das señales de vida!!- gritó también Ron y escuché como él le dijo a mi amiga que se alejara para intentar derribar la puerta lo cual no pudo hacer por la cantidad excesiva de muebles que había amontonado para que Draco no entrara en caso de venir a buscarme.
No dije nada, ni me moví esperando hasta que se fueran. Cuando lo hicieron, escuché las lágrimas de Hermione quien sollozaba en los brazos de Ron, su esposo. Me sentí culpable por “desaparecer” así, pero el dolor era demasiado grande y yo era demasiado idiota como para soportarlo con fortaleza, pero, pasaron los días, y ellos no dejaban de buscarme lo que hizo que me cansara de escuchar los sollozos de Hermione al no encontrarme cada día por lo que decidí con todas mis fuerzas- aunque estuviesen mermadas por lo días que pasé sin comer- intentar salir de mi encierro. Moví todos los muebles, aunque me quedé cansado y sin energías.
_Lo lamento- susurré desde el pasillo cuando los vi correr hacia mí, para luego ver todo negro.
Me desperté y los vi a ellos, sonriéndome con cariño. Respondí con la misma sonrisa, extendiendo mis manos para tomar las suyas, intentando pedirle disculpas por todo con solo ese gesto. Ellos me miraron con comprensión y cariño como el que siempre tenían para mí. Vi mejor a mis alrededores y me di cuenta de que estaba en el hospital.
_ ¿Qué ha pasado?- les pregunté a mis amigos, mientras intentaba sentarme lo cual ellos impidieron.
_Acuéstate, no te muevas…-susurró Ron empujándome, entretanto Hermione llamaba al doctor que me atendía.
_ ¿Q-qué es lo que tengo?- le pregunté, preocupado de que tantos días de aislamiento hayan dejado alguna secuela grave.
_Solo un principio de anemia y deshidratación, Harry- dijo Ron algo preocupado- Pero además de eso, también tuvimos que internarte por el agotamiento… ¡No te despertabas!- me gritó con los ojos llorosos, pero luego se los limpió dejando ver una suave sonrisa- Me alegras que estés bien, hermano…-dijo levantando su mano para hacer nuestro saludo especial.
_Gracias…-susurré y vi al doctor venir.
F.F.B.
Los días de depresión que pasé formaron parte de una de las peores experiencias de mi vida. Después de eso, Hermione y Ron me invitaron a vivir un tiempo con ellos hasta que pudiera recuperarme del golpe de sufrí por culpa de mi rompimiento con Draco, pero todo empeoró cuando leí en un periódico sobre el suicidio de Astoria Malfoy al tirarse del segundo piso de mansión.
Luego de eso, estuve cerca de entrar en otra depresión, pero me sorprendí cuando Draco vino a buscarme nuevamente diciéndome que podríamos estar juntos ahora que se esposa estaba muerta. Me asusté al principio pensando que él pudo haberla matado, sin embargo esas dudas no pudieron con mis ansias de estar a su lado, me ganaron. Fuimos amantes todos estos años hasta que él, de pronto, me pidió que fuera a vivir con él ahora que su hijo ya era suficientemente mayor como para aceptarlo, yo fui feliz en aquel momento ya que pensé que ahora todo estaría bien, pero me equivoqué de sobre manera al pensar aquello.
Poco a poco, el sueño me fue invadiendo. Sin duda tanta reflexión me había agotado mentalmente ya que no me gustaba recordar demasiado mi pasado sin él. Vi todo negro cuando al fin sentí mis ojos cerrarse.
AL DÍA SIGUIENTE
POV SCORPIUS
¡MALDITA SEA! ¡¿POR QUÉ DEMONIO ESTOY TAN ENOJADO?! No pude dormir en toda la maldita noche por culpa de Harry, ¿Por qué me sentí así cuando los vi besándose? No puedo estar celoso, ¿No? OBVIO QUE NO, ¿Cómo podría estar celoso del tipo que le desgracio la vida a mi mamá? Era una estupidez muy grande tomar aquello como una posibilidad ya que yo estaba seguro de que realmente no lo era.
_ Duele, mierda- murmuré viendo mi mano, la cual estaba vendada cuando rompí un jarrón anoche por la rabia. Me acosté nuevamente, intentando cerrar mis ojos para intentar dormir unos minutos antes de ir a la escuela, pero realmente no podía ya que todo el tiempo pasaba por mi cabeza aquel beso que se dieron esos dos- ¿Por qué me dolió tanto ver eso?- me pregunté en voz alta con duda- Yo debo odiarlo ya que es la persona que más me ha hecho daño en la vida, no puedo quererle…-me susurré a mí mismo, recordándome aquellos ideales.
Me levanté con unas ojeras horrorosas, cansado y de malhumor lo que sumado significaría que tendría un mal día, eso era seguro. Me fui a bañar para despejar un poco mis pensamientos, estar en el agua siempre me era relajante. Al salir, me vestí con el uniforme, para luego tomar algo de dinero para desayunar en la cafetería del instituto ya que realmente yo no tenía ganas de asistir a este con mi familia por lo que fui hacia la puerta y salí para ir directo allí.
El día en el colegio fue algo raro ya que no me di cuenta que la mayoría me veía con una cara de miedo o algo por el estilo, la verdad no entendí el por qué hasta que Dylan se me acerco usando la tapa de un basurero como un escudo y me dijo que mi cara como la de un animal feroz a punto de atacar a su presa y que debía cambiarla si no quería que media escuela pensara que era un asesino.
_”Pero que exagerados”- me dije a mi mismo, mientras entraba a la casa- “¿Una tapa de basurero como escudo? Eso sí es de idiotas”- reí por lo bajo ante mi pensamiento.
_H-hola Scorpius…-saludó Harry, esperándome en la entrada al cual ignore ya que aún no me sentía bien por lo de anoche y realmente no quería que mi temperamento se descontrolara y terminara violando al marido de mi padre.
_Hola- respondí simplemente, mientras me adentraba en el interior de la casa. Lo ignoré completamente, sin embargo notaba su extrañada mirada siguiendo mis movimientos- Me voy a mi cuarto…solo comeré esto- hablé mostrándole un pequeño bocadillo que hice en el momento que era solo un sándwich de jamón y queso.
_S-si – asintió algo disgustado por lo que vi al dirigirle la mirada, antes de irme.
Me fui directamente hacia mi habitación, para luego comer solo un poco del pequeño sándwich ya que no tenía tanta hambre en ese momento. Me acosté en mi cama, para luego cerrar los ojos y dormirme.
Me desperté al sentir un peso sobre mi cuerpo. Volteé y caí de la cama por el susto de ver a Harry acostado a mi lado, abrazándome. Al caer, lo vi despertarse y sobarse sus ojos delicadamente mientras me veía desde la cama. Me sonrojé suavemente, para luego levantarme del piso y tomarlo del mentón para hacer que me mirase.
_ ¿Qué-Haces-Aquí?- dije silabeando cuidadosamente cada palabra, mirándole a los ojos.
_Yo…-desvió la mirada, sonrojado lo que me pareció muy tierno, pero aun así decidí ignorarlo hasta que respondiera mi pregunta- S-solo me preguntaba la razón por la cual pasaste de mí, pero…-se interrumpió, comenzando a sonrojarse aún más. Parecía que iba a explotar.
_ ¿Pero qué?- le pregunté con una sonrisa seductora, mientras acariciaba suavemente su mejilla. Me sentí aliviado de verlo aquí conmigo.
_Y…bueno…yo…-dijo sonrojado, nervioso- Te vi acostado y…y…y- no le deje terminar ya que lo besé apasionadamente.
¿Qué deseaba de él? Mejor dicho, ¿Qué era lo que yo deseaba hacer con él? ¿Vengarme o…Mejor dejo de pensar en ello y disfruto del sabor de la piel blanca de su cuello cuyo sabor era dulce con un olor exquisito emanando y nublando mis sentidos convirtiéndome en un animal salvaje que lo único que deseaba era atraparlo en sus garras para jamás dejarlo ir.
_Eres mío- le susurré, rompiendo el beso y, luego de eso, él se alejó de mí, tirándome de un empujón al piso. Me decepcione demasiado al verlo cruzar esa puerta, sin embargo también me enoje conmigo mismo al sentir estos sentimientos de posesión hacia él quien es mi enemigo.