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Le jeune professeur por PauliBlack

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Notas del fanfic:

Dnele una oportunidad, soy pesima en los resumenes xD

Notas del capitulo:

Gracias por leer este primer capitulo, espero les guste.

El primer capitulos ser amas largo que los demas.

Su cabeza cayó estrepitosamente contra la superficie de madera, soltando un suspiro agotado y aliviado a la vez.

Había terminado con los malditos papeles que le había dejado su amigo, y jefe, para el dia siguiente… Desgraciadamente, era miércoles, exactamente las dos de la madrugada.

Se levantó con una fuerza que ni el mismo sabia de donde había sacado y, prácticamente, se arrastró hacia su habitación, sin preocuparse por juntar sus cosas de la mesa o cenar.

Pero ante su nula habilidad ante lo culinario, eso no le resulto demasiado importante; podía pasar un día sin comer, simplemente por el hecho, que su comida era repugnante.

Se lanzó ante la mullida cama, aspirando en tranquilizante olor a lavanda y comenzó a sacarse la roca con pereza. Siempre se tomaba una ducha antes de irse a dormir y otra luego de levantarse; pero estaba tan cansado que siquiera quiso hacerle caso a su subconsciente, que ya estaba gritándole todos los gérmenes que estaba transmitiéndole a su cama por no haber tomado un baño.

Solo se dejó la ropa interior, y tapándose con las pulcras y blancas sabanas, cayó de inmediato en brazos de Morfeo.

 

Un sonido irritante comenzó a quitarle el sueño, combinado a los rayos de sol que se colaban por su ventana, siendo débilmente detenidos por la cortina. Sus afilados ojos se abrieron y buscaron el reloj que siempre estaba, notando que eran las siete y media de la mañana.

Tanteo su cama en busca del emisor de esa música que, en ese entonces, se había convertido en la dueña de su enojo. Encontró el maldito artefacto y apretó un botón, suspirando antes de acercarlo a su oído. Pasaron un par de segundos en silencio antes de que una voz de dignaba a romperlo.

_ ¿Hola?_ el molesto hombre no contesto_… ¿Hola?... Levi ¿estás ahí?..._

_ Es obvio que estoy aquí, estúpido, ¿Quién podría contestarte si no fuera así?_

Y ahí estaba, el causante de su mal humor llamándolo dos horas antes de ir a su trabajo. Ese desgraciado iba a pagarle muy caro por dejarlo en vela hasta tarde, sabiendo que a él le gustaba dormir temprano.

_Pero que humor de perros Ackerman_ se burló divertido el hombre en la otra línea, haciendo que su entrecejo hiciera una arruga agresiva_ No deberías tratar así a tu superior, si no fuera tu amigo, podrías estar en problemas por hablarme así_ le sermoneo divertido, haciendo que su ira incremente.

_ Más te vale que sea algo importante, porque juro incendiar su auto y romper las ventanas de tu casa de no ser así_

El rubio se puso levemente nervioso; las amenazas de Levi no eran para tomar a la ligera.

_Solo quería saber si habías podido terminar a tiempo con el papeleo_ aclaro tranquilo, sentándose en una cama pequeña donde una pequeña niña descansaba allí.

_ Si_ fue lo único que dijo, haciendo fuerza con su espalda para poder sentarse en su cama, sin importarle que gran porcentaje de su cabello tapaba su visión. El rubio suspiro, acariciando el cabello de la criatura que se removió adorablemente.

Conociendo a su amigo, este estaría por darse una ducha y desayunar.

_ Iré a buscarte en veinte minutos_ declaro, viendo como alguien entraba a la habitación, dedicándole al recién llegando una enorme sonrisa y un movimiento de mano_ Te invitare a desayunar a mi casa_ vio como el ser se apoyaba en el marco de la puerta, mirándolo curioso_ Creo que podría invitar a Hanji también, así iremos todos juntos a trabajar_ dijo con cordialidad, viendo al hombre frente a el enderezarse y caminando hacia él, agachándose y besando la mejilla expuesta de la pequeña que seguía durmiendo. Esta se movió en su lugar, haciendo un pequeño quejido adormilado.

_ Haz lo que quieras, mientras sea comida gratis, yo iré_ contesto con simpleza el azabache, peinando su cabello hacia atrás con sus dedos, asqueándose al sentirlo levemente grasoso_ En veinte minutos será_ finalizo, cortando la llamada sin importarle si el otro tenía algo más para decirle.

Total; en unos minutos lo vería y podría contarle lo que quisiera.

A una velocidad impresionante, tendió la cama de una manera excéntrica e impecable, caminando hacia la ducha para tomarse el tan anhelante baño que necesitaba.

Mientras, el rubio observo con diversión su teléfono, suspirando levemente en el proceso. Levi no había cambiado en absolutamente nada desde la secundaria, y quien sabe; tal vez muchos años atrás también había sido ese joven frio y distante que le caracterizaba.

Sintió una mano acariciar sus hombros, haciendo presión y calmando la tensión en ellos placenteramente. El pecho de su acompañante se apegó a su espalda, sin dejar de hacer ese celestial masaje; al igual que depósito un dulce beso sobre su cabello, haciéndolo sonreír ante la ternura del otro.

_ ¿Sera un desayuno para cinco entonces?_ pregunto el hombre detrás de su espalda, haciendo que el rubio voltee su cabeza hacia él, viendo ese rostro tan sereno que le encantaba.

_ Al parecer si, dudo que Hanji se niegue a desayunar juntos_ poso sus manos sobre las del más alto, sintiendo la fría nariz del otro enterrarse sobre su cuello, escuchando como el otro trataba de olfatearlo con insistencia, pero nada.

Según Mike, él no tenía olor alguno.

_ Bien, entonces comenzare a hacer el desayuno_ declaro el más alto, parándose, ya que se había arrodillado sobre la cama para poder colocarse a la espaldas del rubio_ ¿O quieres hacerlo tú?_

_ No, a ti te sale mucho mejor_ le alago, posando sus orbes índigo sobre los dorados de su pareja, que se colocaba delante de él_ Yo iré despertando y arreglando a Nanaba_ correspondió a la sonrisa que el otro le estaba obsequiando, al igual que el dulce beso que planto en sus besos segundo después.

La hermana de Mike era lo más cercano a una hija que podrían tener; el rubio se había encariñado demasiado con esa niña, y la similitud que poseía a los dos era tal que realmente parecía hija de ambos.

Sintieron una pequeña risa provenir del pequeño bulto que descansaba en la cama, y al despegarse sus labios vieron como un par de ojos curiosos los observaban con diversión e inocencia, sacando una sonrisa de ambos mayores.

_ ¿Qué fue lo que viste?_ pregunto con fingido enojo el oji-azul, haciendo que la pequeña chillara y se escondiera entre las sabanas. La ver que esta no respondió soltó una risa divertida_ Te estoy hablando a ti, pequeña espía_

_ Yo no vi nada_ respondió de forma atropellada la menor, sin poder evitar una risa infantil que la delataba totalmente. Ambos adultos se miraron de forma cómplice y se acercaron a la pequeña rubia, alzando ambas manos. Cuando los ojos dorados le la niña se asomaron para ver a los adultos, palideció de inmediato, tratando de protegerse con la sabana de la lluvia de cosquillas que ambos estaban restregando en su cuerpo, haciéndola chillar y patalear para que se detuvieran_ ¡No! ¡Paren!_ grito divertida con lágrimas en sus ojos, logrando que ambos rieran con ella.

_ Los niños no deberían ver esas cosas_ le hablo su hermano mayor, frenando junto con Erwin la tortura que le daban a la pobre rubia que aún seguía riéndose.

_ No me importa verlos_ respondió con inocencia, gateando hacia el regazo del rubio, siendo recibida por sus cálidos brazos de inmediato que le abrazaron de inmediato.

_ Iré a hacer el desayuno_ halo el más alto, depositando un beso en la frente de la niña y uno en la mejilla del rubio_ Vendrán el señor Levi y la tía Hanji_ le aclaro a la niña, antes de salir de la habitación, dejando a ambos rubios allí. La niña miro curiosa al novio de su hermano.

_ ¿Vendrán a desayunar con nosotros?_

_ Así es Nanaba_ respondió tranquilo, peinando los cortos cabellos de la niña.

_ Pero al señor Levi no le gusta estar aquí_ dijo acertada la rubia, haciendo reír al mayor.

Levi no le permitía llamarle tío como a la castaña de lentes, por lo que la niña aprendió a decirle señor, a pesar de solo tener ventaseis años de edad.

_ No es que no le guste… Es solo que… A él no le gusta mucho estar en compañía, le gusta estar solo_

_ Pero eso no está bien_ dijo con un puchero, siendo levantada en brazos por su cuñado.

_ Si, lo sabemos; por eso queremos que venga desayunar con nosotros_ explico en tono dulce, llevando a la niña hacia el baño para ayudarla a arreglarse.

La niña se quedó mirando al mayor, viendo como este le miraba curioso. Sin pensarlo, disparo.

_ Tal vez necesita un novio para ser feliz, como mi hermano_ el comentario inocente dejo perplejo al mayor, dejándole un tono carmín en sus mejillas por lo dicho_ Mike es feliz porque estás aquí_ volvió a disparar, haciendo que el rubio se avergonzara aún más.

_ N-Nanaba, debemos apresurarnos_ trato de cambiar de tema, ayudándole a quitarse el pijama y a templar el agua de la ducha para que pudiera bañarse a gusto. Salió del baño, buscando la ropa interior y el uniforme de la niña para que pudiera vestirse luego de la ducha. Al tomar la ropa de la niña, lo medito… Medito sus palabras, sacándole una sonrisa.

_ Quizás… _ murmuro tranquilo, apartando la ropa de la rubia y comenzando a tender su cama.

Quizás si necesite a alguien en su vida… Pero no tan certeramente como la niña lo había dicho.

 

 

Se tomó su tiempo, sintiendo el agua caliente relajándole. Sabía que la mujer e la limpieza vendrían ese día, por lo que él no tendría que hacerlo antes de irse a trabajar. Luego de no sentir más espuma en su cuerpo y cabello, decidió salir, tomando la blanca toalla y quitando el exceso de agua en su cabello primeramente para continuar con su cuerpo. Vio su reflejo en el espejo, notando su cuerpo marcado, pero sin exagerar; agradecía que tuviera un par de horas libres para poder ir a ejercitarse o correr, ya que el ejercicio lograba relajarlo agradablemente. Y solo con una toalla en su cintura, salió del baño, dirigiéndose hacia su armario para poder tomar la ropa que necesitaba. Luego de colocarse su ropa interior, se colocó su uniforme. Una impecable camisa blanca que sería ocultada en gran porcentaje por un saco gris, con unos zapatos negros y pantalones lisos del mismo color que el saco.

Decidió no colocarse todavía el saco, y luego de sujetar bien sus pantalones con un cinturón negro, de dirigió a la sala, comenzando a guardar todo el papeleo y su computadora portátil en un portafolios negro.

Ya con todo listo, tomo sus cosas y salió de allí, cerrando la puerta de su departamento y se encamino hacia el ascensor. Agradecía que este estuviera vacío y se dirigió hacia la planta baja a esperar a su irritante amigo. Se fijó en su teléfono, notando que no poseía ninguna llamada ni menaje, volviendo a esconderlo en el bolsillo de su pantalón. Cunado las puertas de metal se abrieron de par en par, vio por la puerta de vidrio de la recepción el lujoso auto blanco de su jefe, suspirando con hastío y dirigiéndose hacia allí. Cuando estaba llegando, la ventana del copiloto comenzó a bajar, notando a una niña de cabellos rubios en un corte muy similar al que el poseía; solo que el cabello de la niña tenía terminaciones onduladas. La identifico de inmediato.

_ Nanaba_ saludo cortes, recibiendo una sonrisa de la rubia.

_ Señor Levi_ le respondió, abriendo la puerta del copiloto y quedando de frente con el azabache. Este se agacho, volteando su rostro a un lado, sintiendo de inmediato un pequeño y ruidoso beso en su mejilla, dado por la más pequeña.

No le gustaban los niños, pero nunca iba a admitir, que la cuñada de Erwin le caía bien. Esta era obediente, respetuosa y muy ordenada; por lo que este le dejaba saludarle a su manera.

_ Nanaba_ le llamo el rubio mayor, ganando la atención de los orbes dorados_ Ahora iras atrás con el Señor Levi, ¿está bien?_ la niña asintió, cerrando la puerta del copiloto y abriendo la trasera, adentrándose allí. El azabache metió la cabeza por la ventana abierta del lado del copiloto, mostrando su rostro sombrío_ Pero que rostro_  dijo divertido el mayor_ ¿Estas molesto por todo el papeleo que te deje o porque iras atrás como un niño pequeño?_ se burló, causando que esos ojos gris azulado lo penetraran duramente.

_ Agradece que esta la niña, porque puedo asegurarte que te podría matar aquí mismo_ siseo molesto, dirigiéndose a los asientos traseros y, después de cerrar la puerta, ayudo a la menor a colocarse el cinturón de seguridad, para posteriormente, colocárselo el mismo.

Erwin, después de subir la ventana del copiloto, dio marcha el auto. Levi suspiro con molestia, ya concia el camino por el que Smith estaba yendo.

_ ¿Iremos por la tía Hanji?_ pregunto la menor, jugando con los botones de su uniforme.

_Así es Nanaba_ le respondió sereno, calculando unas cinco cuadras antes de llegar a su destino.

_ Tal vez podríamos olvidarnos de ella_ opino despreocupadamente el azabache, sacando una risa del rubio.

_ Mike ya estaba haciendo el desayuno para nosotros, así que ella no pude faltar_ declaro decidido_ Nanaba desayuno antes, ya que debo dejarla ahora en su escuela_

El francés bufo molesto, siendo ya como la mujer castaña estaba fuera de su casa, siendo despedida por su novio, un tal Moblit que había conocido unos meses después de su graduación.

La alegre mujer, luego de que el auto se detuvo, casi sube de un salto al interior de este.

_ ¡Muy buenos días cejotas!_ chillo divertida, besando la mejilla del conductor.

_ Buenos días para ti también Hanji_ le saludo este, viendo como esta se ponía el cinturón, dando marcha para llegar hasta su casa. La mujer vio por el espejo retrovisor, formando una sonrisa retorcida.

_ Muy buenos días enanín, ¿Cómo está el tiempo allá abajo?_ pregunto divertida, aumentando la arruga que estaba en el entrecejo del más bajo.

_ Parcialmente nublado y con posibles precipitaciones de una lluvia de puños en la cara de una loca suicida_ respondió molesto, cruzándose de brazos y mirando por la ventana. La mujer rio de forma demencial, deteniéndose al ver a la menor sentada a lado de Levi.

_ ¡Hola Nanaba!_ le saludo feliz, volteando su cuerpo para poder ver la radiante sonrisa de la hermana de Mike_ ¿Cómo estas dulzura?_

_ Muy bien tía Hanji_ respondió respetuosa, enterneciendo a la mujer.

_ Oww, ¿Quién es la niña de la tía?_ pregunto melosa, sacando una pequeña risa de la menor.

_ Erwin, dile a Mike que debe llevar a la mocosa a un doctor; ser “sobrina” de Hanji es signo de mal augurio_ comento de forma acida el más bajo, haciendo que una risita escape del rubio.

_ ¡Oye! ¡Yo puedo ser buena tía! ¡Incluso una buena mama!_ contraataco la castaña_ Incluso hablamos con Moblit de tener una familia en el futuro_

_ Ese hombre necesita atención especial en un manicomio después de haber dicho eso_

Y como era costumbre, los comentarios hirientes y las bromas no tardaron en salir. Erwin suspiro, activando la radio del auto para que la niña tratara de no prestarle atención a la “pelea”, pero esta se reía ante el ataque de Levi y el contraataque de Hanji.

Los amigos de su cuñado eran realmente divertidos.

 

 

_ Vamos Nanaba, despídete de los adultos_ le alentó el rubio, viendo como la menor besaba nuevamente la mejilla del azabache y ahora besaba la mejilla de la castaña. Bajo del auto y camino de la mano junto al alto hombre, siendo recibidos por otra rubia más baja, de rostro inocente y puro que los esperaba con una gran sonrisa_ Lo siento, nos demoramos un poco_ alego el rubio, dándole a la mujer una pequeña mochila, está la tomo con gusto.

_ No hay problema señor Smith_ le tranquilizo la chica, tomando la mano de la menor.

_ Oww_ soltó la castaña de lentes, viendo como la hermana de Mike era tomada en brazos por el rubio, siendo atacada por una lluvia de besos que este le estaba propinando, haciéndola reír _ Míralos enano, Erwin adora a Nanaba, y esta no le es indiferente_

_ Es obvio_ bufo el azabache, viendo como la dejaba en el suelo mientras esta se despedía agitando su pequeña mano_ Luego de tantos años de convivencia, es obvio que se iba a llevar bien_

_Oh, por favor Levi; estoy segura de que si te dejan un niño por unos años, tú no te llevaras bien con el_

_ Eso es porque los mocosos no me gustan_ alego, viendo como el rubio abría la puerta del piloto e ingresaba, cerrándola y colocándose el cinturón de seguridad.

_ Muy bien_ dijo el oji-azul_ Ahora sí, vamos a desayunar_ declaro de forma alegre, dando marcha el auto hacia la casa que compartía junto a su pareja y la hermana de este.

_ Erwin_ le llamo la castaña, sintiendo un “¿hum?” como respuesta_ Nanaba te ama_ le confeso enternecida, haciendo que el rubio sonría eufóricamente_ Y pensar que al principio ella ni te quería cerca de Mike_ dijo divertida, carcajeando un poco luego del comentario.

_ No es que ella no me quisiera…_ lo pensó un poco antes de contestar_ Es solo que yo era un extraño para ella… Y me esforcé mucho para que me aceptara_

_ Y resulto; la mocosa te quiere_ le opino el azabache, sacando una sonrisa del rubio.

_ Ahora Erwin es la mamá oso de la casa_ aclaro divertida la castaña, haciendo reír al aludido.

Y sí; ciertamente, una vez, a la pequeña se le había escapado un “Mamá” tratando de referirse a él, dejando atónitos a los dos adultos que estaba arropándola para ir a dormir.

Y si Nanaba lo quería como una madre, él estaba más que dichoso de ocupar ese puesto.

 

 

Por primera vez, le estaba agradecido a ese rubio con cejas extrañas por haberle dejado todo ese papeleo.

Al haber terminado con este le había dejado salir mucho antes del trabajo, dejándole gran parte de la tarde libre.

Sus amigos no sufrieron con la misma suerte; A Erwin le faltaba gran parte por terminar, y por tener un cargo can grande como jefe, este tendría aún más cosas por terminar. Y conociendo a la loca, como le gustaba apodarle, esta ni había tocado los papeles, dejándolos para terminarlos en el trabajo.

Llego a su casa en taxi, ya que había dejado que el rubio lo llevase  y dejo su auto en el estacionamiento de su departamento. Y cuando menos se dio cuenta, ya estaba girando la llave en la cerradura e ingresando en su departamento, que estaba impecablemente limpio.

Dejo su portafolios en la mesa  de la sala y se sentó en el cómodo sillón que descansaba delante de su televisor, no tenía ganas de prenderlo, por lo que decidió tomar una pequeña siesta sobre este; sin querer cambiarse de ropa siquiera.

Solo quería retomar por lo menos una hora de sueño por haberse quedado hasta tarde con él, ahora bendito, papeleo.

 

 

Podía sentir como su teléfono trataba de sacarlo nuevamente de los brazos de Morfeo, repitiendo la escena de la mañana.

El buscando con su mirada profunda un reloj para ver la hora, encontrándolo colgado en la pared, marcando las cinco, agregando que faltaban unos quince minutos para las seis de la tarde. Con su mano tanteo la pequeña mesa que había delante del sillón, recordando que había arrojado el aparato allí antes de arrojarse al sillón, encontrándolo luego de unos segundos.

Suspiro, antes de apretar el botón y colocarse el teléfono a un lado de su rostro, para poder escuchar nuevamente al causante de que su sueño se quebrara.

_ Levi_ hablo la voz de su amigo, esta se oía desesperada, haciendo que este vuelva a suspirar, mientras que con sus dedos masajeaba el tronco de su nariz, esto no era bueno_ Levi, por favor, necesito tu ayuda, es muy importante_

_ Si, si_ le contesto con molestia, escuchando su propia voz adormilada_ ¿Qué pasa ahora?_

_ Es Nanaba_ esto lo dejo en alerta; esto realmente no era bueno. Sabía lo que sucedía a esa hora_ Ella debe ir a su clase de gimnasia, yo estoy ocupado y Hanji no puede ir_

_ ¿Qué hay de Mike?_ ataco rápidamente, realmente no quería_

_ Un perro llego de urgencia, aun esta en cirugía y no puede ir a llevarla; ella se quedó con una vecina nuestra y su pareja, así que solo debes…_

_ “Por favor no lo digas”_ rogo internamente, estando a punto de fracturar su nariz de la fuerza que estaba aplicando para masajearlo.

_… Ir con ella a su clase de gimnasia_

_ “Maldita sea”_ se quejó internamente, suspirando cansado; la idea de tener que soportar a unos mocoso sudorosos e insoportables le revolvía el estómago.

_ ¿Levi?_ le llamo el otro preocupado_ Levi ¿me estas escuchando? ¿Entendiste lo que tienes que hacer?_

_ ¿Porque yo?_ pregunto resignado, sentándose en el sillón y aflojando la corbata que se había puesto luego de desayunar en la casa del otro_ Sabes que no me caen bien los mocosos_

_ Nanaba si te agrada_ contraataco, escuchando el bufido el azabache, acertando en sus palabras.

_ Tengo más importantes que hacer_ mala escusa; el rubio sonrió triunfante.

_ ¿Ah sí? Entonces no te importara hacer el papeleo por mí mientras voy a buscar a Nanaba para su clase de gimnasia_ el otro apretó su entrecejo_ Es decir, no creo que nada sea más importante que el trabajo… ¿No es así?_

_“Rubio chantajista”_ le insulto en su mente, suspirando cansado

_ ¿Vas a venir a terminar mi papeleo?_ pregunto divertido, escuchando un gruñido en la otra línea; lo había logrado.

_ ¿Es en el gimnasio de siempre?_ pregunto resignado, parándose en su lugar y quitándose la camisa con una manos; al menos se daría una ducha rápida antes de ir a buscar a la niña.

_ Si…_ el silencio de su amigo/jefe lo dejo alerta… Algo no estaba bien_... Solo debes ir a llevarla y… Quedarte con ella en la clase_

_ ¿Qué?_ pregunto incrédulo, sintiendo sus ojos abrirse de forma dramática_ Repítelo_ ordeno.

_ Que deber ir a buscarla a la case de mi vecina, llevarla a su clase y… quedarte como un espectador_ dijo algo nervioso el rubio, sabiendo lo que vendría ahora.

_ ¡¿Qué?! ¡Antes no era así!_ se quejó notoriamente molesto_ ¡Antes solo debía dejarla e ir a buscarla cuando terminara!_ exigió, recordando como hace unos años, unas cuantas veces, tuvo que dejar a la niña en su clase de gimnasia, se iba a su casa y en una hora volvía por ella, sin hacer contacto ni verbal ni visual con ninguno de sus profesores.

_ ¡Lo sé! Pero ella siempre quiere que alguien, así sea Mike, Hanji o yo, la estemos viendo como progresa_ confeso, masajeando su frente; la niña ya era más grande, y ella tenía derecho a pedir su atención. Y ya que era Mike el que casi siempre la llevaba a su clase, a este no le molestaba quedarse mirándole como hacia sus ejercicios.

Y no es que a él no le molestara, al contrario; le gustaba animarla a hacerlo mejor, y conociendo a Hanji, también había sucedido lo mismo.

Si no fuera porque esta no hizo el papeleo, se lo hubiera pedido a la castaña… Pero ahí estaba, rogándole a su último recurso para que fuera con la pequeña.

_ ¿Cuánto tiempo será?_

Esa pregunta le dio una sensación tranquilizadora.

_ Solo será una hora, como antes_ espero unos segundos y lo escucho.

El suspiro resignado de su amigo.

_ Dime al menos que está limpio_

_ Si lo está, los niños son más maduros ahora, no te preocupes_ escucho un ruido por la otra línea.

_ Bien, iré_ el rubio celebro internamente_ Pero me debes unos días libres_

_ Nunca te tomas días libres, de hecho los tienes acumulados_

_ No me interesa_ el otro rio, sintiéndose más tranquilo.

_ Mi vecina vive en la casa derecha a la nuestra, le avisare que ira alguien a buscar a Nanaba_

_ Si, si, como sea_ gruño molesto, dejando que su pantalón caiga, como hace unos segundos había caído el cinturón haciendo un ruido metálico contra las baldosas de su piso_ Tomare una ducha e iré, dile a la mocosa que más le vale estar lista_

_ Levi_

_ ¿Qué?_ pregunto cansado, haciendo que el otro riera paternalmente.

_ Gracias_

_ Días libres Erwin_ le recordó, haciendo que otro riera con ganas. Al momento de colgar, se masajeo el cuello tratando de despejar la tensión que este cargaba.

Ese rubio lograría sacarle “canas verdes” algún día de esos.

 

 

_ “Casa derecha”_ se recordó mentalmente, teniendo en su campo de visión la casa de Erwin. Freno antes de llegar, quedando en frente de la casa de la supuesta vecina y toco la bocina de su auto; no tenía ganas de tocar la puerta, ni que una desconocida le hablara. Solo quería terminar rápido con todo para volver a la comodidad de su hogar. Casi de inmediato, vio la puerta de la desconocida abrirse, dejando ver a su desdicha caminando apresuradamente hacia su imponente auto negro, y detrás de esta, una chica de cabello color caramelo salía para acompañarla_ “No puede ser, un mocoso más”_ pensó con hastió, viendo que la mujer traía un niño aún más pequeño en brazos, de cabello color rubio ceniza que venía prácticamente prendido del cuello de la mujer.

Bajo del auto para recibir a la niña, que le dio su típico saludo empalagoso.

_ Señor Levi_ le saludo respetuosa después del beso, el negro solo asintió y abrió la puerta de los asientos traseros para que la niña viajara allí. Pero antes de subir, la rubia se despidió de la mujer abrazándola de las piernas, subiendo por fin al auto, donde Levi le ayudo con el cinturón de seguridad. Una vez lista, cerró la puerta con cuidado; estaba acostumbrado a cerrarla de un portazo, pero no quería asustar a la niña.

Debía tratarla bien, después de todo.

_ Perdone las molestias_ dijo sin mucha emoción el azabache hacia la mujer de mirada ámbar, que le sonrió dulcemente.

_ Oh, no es molestia; a Nanaba le gusta venir a jugar con mi niño  de vez en cuando, es bien recibida_ le aclaro, viendo a ese frio hombre que le resultaba tan familiar.

_ Bien, de ser así, ya no retiramos_ declaro, caminando hacia el otro lado del auto para poder subirse, pero la mujer se le adelanto.

_ ¿Usted no es el superior de mi esposo?_ pregunto curiosa, ganándose una potente mirada de esos ojos grisáceos_ ¿Auruo Brossard?_ le trato de hacer recordar, viendo como esa mirada se afilaba aún más.

_ Oh_ dijo indiferente_ Brossard_ la mujer asintió_ Es un buen hombre, trabaja duro y es eficaz_ la oji-ámbar sonrió al ver que el superior de su esposo declarara que él era bueno en lo que hacía.

Levi recordó al hombre, era algo pesado y arrogante, y extrañamente, trataba de igualarle; ya que creía que él era “genial”, como varias veces le había dicho. Y si bien le molestara un poco eso, al ver a la mujer con ese mocoso en brazos; solo hurgo entre sus emociones y alago un poco al muchacho, solo para que la mujer se enorgulleciera de él.

_ ¡Q-Que bueno que sea así!_ dijo aliviada_ Se esfuerza mucho por cumplir con sus expectativas, señor Ackerman_  le confeso divertida, meciendo un poco al niño en sus brazos que comenzaba a removerse inquieto.

_ Dile que siga haciéndolo, que va por buen camino… Usted…_

_ Petra_ le interrumpió, viendo como este no sabía su nombre.

_ Petra_ dijo, metiéndose de una vez al auto.

Una vez dentro, vio por el espejo retrovisor como la rubia veía a la mujer por detrás del vidrio polarizado, así que nuevamente, tratando de ser un buen “niñero”, bajo el vidrio de la niña para que pudiera despedirse de nuevo de la mujer.

Luego de que la mujer comenzara a caminar hacia su casa, subió el vidrio y dio marcha hacia el lugar levemente molesto.

Termino hablando con la desconocida, como había previsto.

_ ¿Usted me llevara a mi clase de gimnasia?_ pregunto la rubia, viendo los ojos afilados de su chofer posarse en ella mediante el espejo retrovisor.

_ Así es_ respondió tratando se no sonar atemorizante.

_ ¿Y se quedara para verme?_ pregunto algo mas tímida, escuchado el suspiro del mayor.

_ Si, así será_ le contesto, dando por finalizada la charla.

La niña sonrió para el azabache y este solamente bufo.

 

 

La llamada entrante lo sobresalto levemente, observando la imagen de un hombre alto junto a la niña rubia que ahora sería acompañada por su subordinado y amigo gruñón. Tomo el teléfono con una sonrisa y contesto.

_ Mike_ dijo sonriente_ ¿Cómo van las cosas allí?_ escucho el suspiro de su pareja y lo supo; lo había logrado de nuevo.

_ Ya termine de extirparle el tumor maligno que se había generado en su faringe, con suerte,  podrá respirar por si solo cunado el corte cicatrice; pero aún me queda otro tumor que está alojado en el esófago que hacía que devolviera la comida_

_ Demasiada información_ dijo notoriamente perturbado, riendo suavemente.

_ ¿Cómo estás tú?_

_ Bien, no pude terminar con el papeleo desgraciadamente, así que tuve que pedirle a alguien que acompañara a Nanaba a su clase de gimnasia_ dijo con cierto toque nervioso, siendo notado por de otro de inmediato.

_ ¿Pedirle a alguien?... ¿No es Hanji?_ pregunto curioso, al escuchar que no había dicho “le pedí a Hanji que la acompañara”

_ Ella… Tenía cosas que terminar y no saldrá de aquí en un par de horas más_ confeso masajeando su frente para tratar de calmarse_ Y yo no saldré de aquí más o menos a la misma hora_

_ Podría pedirle a Petra que la lleve_ ofreció lavando sus manos  mientras sostenía su teléfono contra su hombro y su oído_ No creo que se niegue, su hijo y Nanaba juegan juntos ¿o no?_

_ Si pero… Ya se lo pedí a alguien_ el otro cerro el pase de agua, tensándose levemente.

_... No me digas que se lo pediste a Levi_ el otro se sorprendió.

_ Vamos Mike, él no la lastimaría ni con una pluma_ dijo concierta diversión, pero pensándolo bien; una vez le había enterrado a Hanji la punta de una pluma de pavo real en el brazo, mientras estaban  en secundaria. La enfermera del zoológico no podía creer que esa cosa había alcanzado una profundidad de tres centímetros en la piel de la chica, mientras esta se reía porque su amigo aún seguía molesto.

Todo por decirle que era un familiar directo de un hurón que era el más pequeño que todos los otros, y cuando uno de ellos se acercaba a este, este chillaba furioso, haciendo que los otros se alejaran aún más.

Asemejo que en ese momento las hormonas adolecentes habían hecho que esa sea la época donde Levi estaba más agresivo que nunca.

_No lo digo por eso_ dijo el hombre apoyándose en el lavamanos que tenía delante_ Sé que él no la lastimaría_

_ ¿Cuál es el problema entonces?_ pregunto más calmado, tomando uno de los lápices sobre su escritorio y jugando con él entre sus dedos.

_ Temo por tu vida, Erwin_ Mike escucho la carcajada de su pareja del otro lado de la línea luego de soltar la causa de su preocupación_ Hablo en serio_

_ ¿Q-Qué? ¿P-Pero que dices?_ pregunto divertido, sin soltar el lápiz en su mano_ Levi no tiene ningún argumento para hacerme daño, ¿Por qué lo hari-?_

_ ¿No recuerdas que día es hoy?_ le cuestiono el otro, hacendó que le otro lo pensara.

_... ¿Jueves?_ el otro suspiro_ Es jueves_ dijo convencido mirando su agenda sobre su escritorio.

_ Sí, es jueves… Jueves de Integración_

El otro abrió sus ojos a más no poder, soltando el lápiz.

_... ¿Qué?..._ pregunto incrédulo, titubeando.

_ Si Erwin, ya paso una semana_ le hizo acuerdo, notando como el otro se ponía nervioso.

_ Oh no…_ el rostro del rubio se volvió pálida_... Levi va a matarme_

 

 

El azabache bajo cansado de su auto, cerrando la puerta del piloto y abriendo la de los asientos traseros, ayudando a la niña a desabrocharse el cinturón. La ayudo a bajar, prestándole una de sus manos y cerró la puerta, colocando la alarma; podía ver el lugar que estaba a media cuadra de distancia. Nanaba apretó el agarre con su pálida mano, indicándole que estaba bien, y comenzó a aminar a paso lento para no apurar a la niña. Observo el reloj de su muñeca, seis y tres minutos; habían llegado tarde.

Antes de abrir la puerta del local, fueron interceptados por un chico de cabellos rubios, haciendo que tanto Levi como la rubia retrocedieran un paso.

_ ¡Oh! ¡A ti te estaba buscando!_ dijo amistosamente, el azabache soltó su mano y la niña se acercó al adulto_ Vamos, te estábamos esperando_ Nanaba salió corriendo hacia el interior del edificio, dejando atrás a los adultos.

El choque entre gris e índigo no se hizo esperar.

_ Oh… ¿Usted trajo a Nanaba?_ pregunto curioso, haciendo que el entrecejo del más bajo se frunciera potencialmente.

_ ¿No es obvio?_ le ataco, sacando parte de su frustración contra el rubio que le miro como un conejo acobardado.

_ L-Lo siento_ se disculpó, haciéndose a un lado_ P-Pase señor_

_ Levi Ackerman_ se presentó, entrando al lugar, siendo recibido por una sala de considerable tamaño de paredes beige.

_ Yo soy Armin Arlert_ se presentó, tendiéndole la mano, el otro, reacio, la acepto_ Soy uno de los profesores de gimnasia y de danza clásica_ dijo cordial, tratando de caerle bien al más bajo, pero solo recibió una mirada gélida.

_ ¿Danza?_ pregunto con curiosidad.

_ Oh, sí_ dijo nervioso rascando su nuca mientras caminaba por un pasillo_ No solo somos un salón de gimnasia; también de danza, natación, boxeo, yoga_ comenzó a enumerar, señalando una por una los enormes vidrios polarizados cubriendo grandes habitaciones, donde habían grandes cantidades de gente, no solo niños, sino también gente adulta; todos supervisados por una o dos personas_ E incluso inauguramos el salón de prácticas de parto_ dijo alegre, señalando una de las vidrieras, donde varias mujeres con vientres abultados eran entrenadas por una joven que supo identificar; la misma mujer que estaba en la puerta de la escuela donde Nanaba estudiaba_ Esto se hizo aún más popular, ya que no solos las mujeres vienen, sino que sus parejas también; es una clase concurrida_

El azabache noto que el rubio estaba llevándolo hacia algún lugar entre los pasillos, pero se entretenía observando los enormes paneles de vidrio que dejaban ver los distintos salones con distintas actividades.

Se dio cuenta que la mayoría de los entrenadores eran más jóvenes que él, de unos veinte o veintidós años aproximadamente y eso explicaba porque a los niños les caían tan bien; Eran mocosos entrenando a mocosos.

Vio que se dirigían a una puerta donde los vidrios no estaban, sino que ya eran grandes paredes que los cubrían.

_ Este es el salón de gimnasia_ dijo abriendo la puerta, mostrándole el salón más grande que había visto hasta ahora; las paredes blancas contrastaban con el piso que era particularmente acolchado, dándole una extraña sensación.

_ ¿Qué clase de gimnasia es esta? Los mocosos no pueden correr con este piso_ dijo algo extrañado, haciendo que el otro se reía levemente. Y luego de una mirada amenazante, el rubio detuvo la risa.

_ ¿A-Acompaña a Nanaba y no sabe que gimnasia es en la que concurre?_ pregunto aún más extrañado el joven, ganándose una mirada aún más feroz que la anterior.

_ La mocosa es la cuñada de mi jefe, el me obligo a venir a verla_ dijo desafiante, haciendo que el otro pase saliva.

_ Este es el salón de Gimnasia Artística_ dijo una tercera voz, haciendo que ambos se voltearan; una mujer de cabellera azabache miraba al más bajo con molestia y superioridad_ Si no tiene interés en venir a ver a la niña, puede irse_

_ ¡Mikasa!_ chillo el rubio, acercándose a la mujer que venía claramente sudada, con un short hasta las rodillas, una sudadera blanca y unos pequeños guantes acolchados en sus manos_ ¿N-No deberías estar en tu clase?_ pregunto nervioso, interponiéndose entre la asiática y el francés que prácticamente se devoraban con la mirada.

_ Ya termine, vine a ver a mi hermano en su clase de hoy_ dijo decidida, tratando de pasar hacia la gran habitación, siendo interceptada por el rubio_ Armin_ le amenazo.

_ Ya has venido los días anteriores, y tienes clase en diez minutos_ dijo certero_ La última vez esas chicas de tu clase de boxeo femenino casi me golpean por tu falta; y todo para ver a Eren en su clase_ la azabache le miro mal.

_ No me importa_ dijo molesta, tratando de pasar nuevamente.

_ Para ser una entrenadora, eres muy irresponsable_ le ataco ahora el francés, sonriéndole con suficiencia

_ ¿Qué dijiste enano?_ contraataco la asiática, poniéndose en guardia_ Repítelo_

_ ¿Por qué? ¿Eres sorda acaso?_ la acides en las palabras del Ackerman enfurecieron a la mujer, que estaba dispuesta a atacarle.

_ ¿Qué sucede aquí?_ pregunto una nueva voz, ganándose la atención de los tres allí. Un joven castaño observaba la escena con asombro_ ¿Mikasa? ¿Qué estás haciendo aquí?_ le cuestiono, saliendo hacia el pasillo y cruzándose de brazos delante de la chica, que dejaba su postura a una sumisa.

_ Venía a ver tu clase hoy_ respondió más tranquila, asombrando al azabache por el poder que ejercía el alto castaño sobre la irresponsable peli-negra.

_ Ya hablamos de eso; le causaste problemas a Armin por venir aquí y no dar tus clases, además, tienes una clase en unos minutos_ dijo con cierta molestia, haciendo que la chica de mirada ónix bajara la cabeza.

_ Eren_ le llamo tímida, sintiendo como unas manos la volteaban y comenzaban a darle pequeños empujones, dirigiéndola en sentido contrario al salón que quería ir.

_ Eren nada_ le corto, dejando de empujarla suavemente_  Cuando terminen todas tus clases vendrás, antes no_ finalizo, haciendo que la chica suspirara y comenzara a caminar hacia su clase. Los otros dos vieron con cierta sorpresa como el castaño había “domado” a la fiera azabache, dirigiéndose con una sonrisa hacia ambos_ Armin, pensé que te habías perdido_ dijo divertido_ Vi a Nanaba llegar sola pero no vi a Mike con ella_ dijo extrañado, observando ahora al acompañante del rubio.

_ De eso quería hablarte_ dijo nervioso el de mirada índigo, haciendo que el azabache se acercara un poco_ El acompaño a Nanaba hasta su clase_

Levi fue invadido por una potente mirada aguamarina proveniente del joven castaño, haciendo que su entrecejo se relaje notoriamente. El chico poseía atributos que llamaban poderosamente la atención al mayor. Su cabello era de color chocolate, tenía un brillo impecable y parecía tener una textura sedosa. Su piel era tentadoramente trigueña, haciendo resaltar en su sonrisa esos blancos dientes. Su rostro era excepcionalmente atractivo para el hombre de baja estatura.

_ No te había visto por aquí nunca_ declaro el castaño, regalándole una hermosa sonrisa al azabache que abrió los ojos un poco mas_ ¿Así que acompañaste a Nanaba?_ pregunto amable, dirigiéndose directamente hacia el hombre más bajo.

El rubio se puso nervioso; ya intuyendo el posible comentario acido que se ganaría del francés; pero para su asombro, este solo suspiro.

_ Su hermano, Mike, tenía una cirugía de urgencia_ declaro, haciendo que el castaño le prestara un más atención.

_ ¿En la veterinaria donde trabaja?_ el azabache asintió_ ¿Y el señor Smith?_ pregunto divertido, recordando al entusiasta rubio que acompañaba a la pequeña niña en caso de que situaciones así se

_ El imbécil tenia trabajo por terminar, al igual que la loca suicida_ ante el rostro confundido del chico con pozos aguamarina, se explicó_ Hanji_ se corrijo, haciendo que el chico riera adorablemente, para gusto del mayor.

_ Oh, Hanji_ dijo, recordando a la castaña de lentes que le gustaba atemorizar a sus alumnos con historias de terror o los correteaba por el suelo acolchado de su salón, gritando que era un “Titán” de diez metros y que se los comería a todos; obviamente los niños le seguían el juego y se divertían en los recesos de sus clases_ Una mujer encantadora_

_ No te mientas, mocoso; esa mujer está más loca que todo un manicomio junto_ y nuevamente, el humor ácido de Levi logro hacer reír nuevamente al castaño.

Y este parecía satisfecho, ya que, inexplicablemente; estaba intentando hacer que ese hermoso sonido saliera de esos dulces labios.

Se abofeteo mentalmente ante sus pensamientos por el mocoso.

_ Levi Ackerman_ se presentó, alzando su mano que fue estrechada por la suave mano del otro.

_ Eren Jaeger_ respondió gentil, sonriéndole_ Soy el profesor de gimnasia de Nanaba_

_ Jaeger…_ repitió, afilando un poco su mirada_ Nunca escuche ese apellido de aquí_

_ No nací aquí_ dijo riendo un poco_  Mi ciudad es Berlín_ declaro; haciendo que el Ackerman notara el acento extranjero en las palabras del joven; era muy parecido al suyo cuando se había mudado a ese lugar, pero ahora era tan fluido que se mesclaba perfectamente.

_ Ya veo…_ murmuro, admirando el rostro jovial del otro, que tenía cierta mueca nerviosa.

_ S-Señor Ackerman_ le llamo.

_ Levi, solo dime Levi_ le aclaro, haciendo que el otro le mire apenado.

_ Señor Levi… Mi mano_

El azabache afilo su mirada, tardando un segundo para notar que aún tenía su mano estrechada con la del castaño, soltándola suavemente.

El rubio expectante miraba todo perplejo; temía que el solo moverse de su lugar molestara al Ackerman, pero este parecía estar de buen humor junto a Eren.

_ Por cierto, señor Ackerman_ le llamo el rubio, ganándose una mirada afilada del aludido_ ¿D-Donde está su ropa cómoda?_ pregunto nervioso ante los ojos intimidantes del mayor.

_ Ropa… ¿Cómoda?_ pregunto extrañado, mirándose a el mismo; se había colocado una camisa, unos jeans ajustados y unos tenis negros. Solo tenía que quedarse a ver a la mocosa, no pensaba arreglarse demasiado para eso.

_ Oh, no lo había notado_ confeso el castaño, revisándolo con la mirada_ ¿Piensa ejercitarse así?_

_ ¿Ejercitarme?_ pregunto confuso, tratando de entender en la situación que estaba.

_ Claro Señor Levi, no creo que eso sea cómodo para unírsenos_ le dijo con una sonrisa_ Armin, ¿crees que tengamos algo limpio que prestarle?_

_ Creo que si_ dijo dudoso_ Iré a revisar, Eren_ le aviso, caminando presuroso por el mismo pasillo por el que la chica de cabello negro había desaparecido.

_ No se preocupe, Señor Levi, estoy seguro de que habrá algo limpio y de su talla que pueda usar_ dijo amable el castaño, tomándolo por los hombros con confianza y arrastrarlo hacia el interior de la sala.

_ Espera, Eren_ intento llamar su atención, logrando que esos enormes pozos le miren con curiosidad_ ¿Ropa cómoda? ¿Ejercicio? ¿A qué te refieres?_

_ Oh… ¿No lo sabe?_ le pregunto con una sonrisa, viendo que este ladeaba su cabeza en negación_ Hoy en Jueves de Integración, Señor Levi_

_ ¿Qué?_ pregunto confuso, mirando hacia el interior de la sala, encontrándose con una escena que no quería ver.

Había aproximadamente veinte mocosos en esa sala, incluyendo a la rubia que se había levantado del suelo al verlo llegar; todos los niños acompañados por un adulto, posiblemente un familiar, tutor o allegado.

Eso no podía ser cierto.

_ Jueves de Integración, Señor Levi_ volvió a repetir, observando como su amigo rubio traía ropa limpia en sus manos_ Usted participara, junto a Nanaba, a una clase de gimnasia artística… O hará el intento_ dijo divertido, dándole la ropa y dándole leves empujoncitos hacia un baño que había por allí para que se pudiera cambiar a gusto. Y una vez metido allí, un aura poderosamente negativa comenzó a rodearlo.

_ “Ese rubio de mierda está muerto”_

Notas finales:

Nos leeremos pronto~


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