Mientras estaba sentado, no podía creer lo que la persona parada frente a mí me habia dicho hace, tan solo, unos segundos antes. Sin embargo, mi pecho subía y bajaba de lo emocionado que estaba, este sentimiento no se puede explicar con palabras —Abuela, ¿A qué te refieres?— Dije mientras escuchaba los fuertes latidos de mi corazón — Pienso que sabes perfectamente a que me refiero, Naruto. Tú mejor que nadie conoce su propio cuerpo, además que ya has pasado por dicho proceso — Naruto bajo la mirada mientras escurrían lágrimas de sus azules ojos — Estoy tan feliz, aunque este no sea el mejor momento. Soy inmensamente feliz. No importa que, debemos mantener mi estado en secreto, Tsunade sama — Tsunade asintio —¿Y qué piensas hacer cuando se percate que tu cuerpo está cambiando?, puedes venir regularmente a la consulta tomando como pretexto que los niños tienen que ser revisados regularmente para mantener su salud estable —
Naruto le mostro sus dientes blancos mientras le sonreía — Precisamente, esa excusa es la que le dije para venir a este hospital. Sin embargo, solo estoy manteniendo en secreto mi estado para que no se entere que estoy debilitado. Me estoy protegiendo, ya que no puedo confiar del todo en él— Tsunade le dedico una sonrisa algo triste —¿Has sabido algo de él?— Naruto la miro con sus expresivos ojos azules —Precisamente, después de esta consulta tengo una cita con el detective que llevo el caso del "Secuestro de Ryu", al parecer me dará noticias acerca de él — Tsunade se quedo pensativa por unos momentos —¿Y cómo es que pudo contactar contigo?, que yo sepa solo puedes salir sin guardaespaldas para venir a las consultas semanales de los niños. Pareciera que te tiene cautivo — Naruto le dedico una sonrisa melancólica —Todo sea por el bienestar de él, pues precisamente hace una semana, cuando vine a la consulta él me intercepto y me dijo que quería hablar conmigo. Así que necesito que te quedes con los niños para que piensen que sigo en la consulta mientras voy a hablar con el detective —
Tsunade asintio —Anda ve, es lo mínimo que puedo hacer por ustedes — Naruto giro sobre sí mismo y se dirigio hacía la puerta y cuando toco el pomo escucho la voz de Tsunade — Espera, ¿No se te olvida algo?— El rubio volteo y entonces vio que la rubia estaba extendiendo, con ambos brazos, una sudadera negra con gorro, mostrándosela— Lo más conveniente es que te ocultes bajo esta sudadera y te pongas el gorro para que no seas descubierto fácilmente — El rubio frunció el ceño —¿De qué hablas?— Tsunade empezó a acercarse hasta él —¿De verdad crees que Gaara te da libertad para venir al hospital?, Gaara no confía en ti desde que trataste de huir de él, lo más seguro es que te ha puesto vigilancia allá afuera — Naruto asintio — Tienes razón, Tsunade sama. A veces puedo llegar a ser demasiado impulsivo ¿Qué es lo que yo haría sin ti?— La mujer sonrio y sin mirarlo a los ojos — Para eso estamos nosotros. Para pensar por ti, estamos Itachi y yo — El rubio empezó a ponerse la sudadera y cuando se colocó el gorro giro sobre sí mismo y se dirigio nuevamente a la puerta y sin voltear a mirarla le contesto — Tienes toda la razón, abuela — Giro el pomo, abrió la puerta y salió del consultorio dirigiéndose a la cita que tenía con Shikamaru sama.
Cuando salio del hospital de Konoha, miro hacia el suelo para que nadie pudiera reconocer sus ojos azules y ocultó, en el gorro, su cabello. La sudadera estaba algo grande y algo en ella le recordaba al amor de su vida; había pasado un mes desde su separación, un mes donde no había oído hablar de él. Una parte de él esperaba que Itachi lo buscará y lo secuestrará con ambos niños, ese era su sueño dorado, pero sabía que si él hacía eso, estaría nuevamente en peligro de regresar a la cárcel y eso era lo que él menos deseaba, después de todo él había hecho semejante sacrificio para asegurarse que Itachi permaneciera en libertad. Y parte de él se alegraba que Itachi no se pareciera a él (que actuaba por impulso y que se dejaba llevar por lo que le dictaba su corazón) y que pensará antes de actuar; después de todo, lo que había enamorado a Naruto era su inteligencia y ternura. Después de caminar unos 15 minutos, asegurándose de que nadie lo seguía y percatándose de que nadie lo hubiera reconocido, llego al sitio donde lo había citado el detective.
Shikamaru lo había citado en una cafetería que no era muy concurrida y que estaba a quince minutos del hospital. Llevaba esperándolo cerca de media hora, estaba simulando que leía el periódico mientras veía de reojo si el rubio se acercaba al establecimiento. Le llamo la atención cuando entro una persona vestido con una sudadera negra y aparte puesto el gorro ya que no hacia tanto frío y tampoco estaba lloviendo. Observo como el recién llegado levantaba la vista, buscando a alguien, y entonces se dio cuenta que era Naruto por sus ojos azules, así que coloco su periódico en la mesa para que Naruto pudiera visualizarlo y no paso mucho tiempo para que eso sucediera. En el momento en que Naruto poso su mirada en Shikamaru se dirigio hacía el, manteniendo su cabello oculto y la mirada fija en el suelo. Cuando, por fin, llego a la mesa de Shikamaru se sentó frente a él y lo miro a los ojos. Shikamaru doblo su periódico y empezó a hablar
— Esta cita la he organizado yo, Itachi no sabe nada de esto ¿Aun así quieres proseguir con esta platica? — El rubio frunció el ceño, preocupado —¿La conversación que tendremos es por su bien?, si es así tengo pensado escucharte — Shikamaru sonrio satisfecho de lo que sus oídos escuchaban — Bien, has tomado una excelente decisión. Primero que nada, debes saber que Itachi ha adelgazado, duerme pocas horas y no come adecuadamente; y todo porque ha estado trabajando para demostrar su inocencia. En este mes que han estado separados no ha hecho otra cosa que buscar la manera de traerte de regreso, a su lado, al lugar donde perteneces. Sin embargo, sus esfuerzos no han rendido frutos. Lo primero que me pidio que hiciera es que analizará el anónimo para buscar huellas o si había algo escrito a mano, pero la persona que quiso implicarlo es alguien sumamente calculador porque jamás toco dicha nota y tampoco escribio absolutamente nada en ella. También ha estado preguntando a sus vecinos si alguien pudo ver quien habia dejado en su puerta al bebé — Shikamaru bajo su mirada, ya no podía seguir mirando a los ojos a su interlocutor porque su mirada llena de tristeza estaba desgarrando su corazón y eso que él no consideraba que tuviera un corazón de "pollo"; mas no podía ser indiferente al dolor que expresaban los ojos de Naruto.
Sin embargo prosiguio hablando sin mirar a los ojos a Naruto — Al hablar con ellos, también se percato de que algunos estaban sumamente nerviosos, como si hubieran visto algo pero no se atrevieran a soltar prenda. Itachi ha estado tratando de convencer a esas personas de que hablen, que no les sucederá nada si lo hacen y que podrán probar su inocencia; y a pesar de todos esos argumentos nadie parece estar dispuesto a decir algo. Itachi está convencido de que podrá convencerlos, tarde o temprano, de que digan lo que vieron; pero yo no estoy tan seguro. Así que he venido a ti, aunque él no está de acuerdo porque sé una manera de demostrar su inocencia y necesito de tu cooperación, aunque puede llegar a ser peligroso para ti, ¿Aceptas tomar dicho riesgo?—
Naruto se quedó un momento pensándolo, acto que Shikamaru interpreto como que no estaba dispuesto a correr dicho riesgo. Se levanto de su asiento y sin mirarlo — Veo que me equivoque contigo, lamento haberte molestado y me alegro que Itachi no sepa que vine a pedirte ayuda porque él se decepcionaría al saber tu respuesta — No pudo dar ni un solo paso porque el rubio agarro fuertemente su chaqueta, permaneciendo sentado y con la mirada hacia arriba, mirandolo —¡Tu no entiendes absolutamente nada!, ¿Quién demonios dijo que no estaba dispuesto a correr ese riesgo por él? Tengo que pensarlo porque me hizo prometer que nunca me pondría en riesgo a mí mismo porque eso significaría que lo ponía en riesgo a él, en un riesgo igual o de mayor magnitud. Y lo menos que deseo es ponerlo en peligro a él y en este asunto hay más en juego que Itachi o yo. Así que no hables por hablar y dime de una bendita vez que debo hacer para demostrar su inocencia — Las últimas palabras dichas por el ojiazul no dejaban de resonar en la cabeza de Shikamaru.
Y así como no podía quitarse de la cabeza las últimas palabras de Naruto tampoco podía olvidar la mirada llena de resolución que Naruto le habia mostrado mientras le decía todo eso, todas esa palabras llenas de convicción. El chico era digno de admiración — Dices que hay más en juego aquí que tu o Itachi, ¿A qué te refieres, Naruto?— El rubio se dio cuenta que había hablado de más — No me refería a nada en particular, solo era una forma de expresarme. No dispongo de más tiempo, así que dime de una buena vez, ¿Qué es lo que debo hacer para ayudar a Itachi a demostrar su inocencia? — Shikamaru no quedo contesto con la respuesta que su interlocutor le dio, pero investigaría; después de todo ese era su talento natural — Necesito que busques la manera de que Gaara confiese todo lo que hizo cuando secuestro a su propio hijo y que busques en su computadora documentos hechos por esas fechas, algo me dice que él hizo el anónimo y lo imprimió él mismo. Todo eso será de ayuda y si Itachi logra obtener un testigo, lograremos comprobar la inocencia de Itachi, ¿Cuento contigo? — Naruto asintio y así termino esa reunión clandestina, una reunión que decidía el futuro de Itachi kun.
Naruto se levanto de su asiento y regreso al hospital donde había dejado a los chiquillos. Cuando llego al consultorio de su abuela se alegro de que los niños no le hubieran dado tanta lata y que permanecieran dormidos, tal y como él los había dejado y también suspiro de alivio de que no haya sido descubierto. Agradecio a la abuela que hubiera cuidado a sus niños y Tsunade solo asintio y le dedico una enorme sonrisa. Tuvo que despertar a Chitoru para que caminará mientras cargaba a Ryu. No podía cargarlos a ambos, lo bueno era que a Chitoru le gustaba caminar y así se dirigieron nuevamente a esa mansión, a su jaula de oro. Pero, no por mucho tiempo si él lograba encontrar lo que el detective le había pedido para demostrar la inocencia de su hombre.