Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ahora por Ha Na

[Reviews - 81]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Jajajajajaja, se supone que este capitulo lo subiria hace semanas, perdonenme jejeje... pero, espero haya valido la pena la espera.

LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN, SON DE KISHIMOTO SENSEI...

Bueno, este es el final de este fic, espero les guste.

:)

Gracias por su apoyo, por sus reviews y por continuar leyendome <3

Naruto.

 

Los meses restantes de mi embarazo y después de que Itachi, mi príncipe, me salvará de mi antiguo esposo fueron, probablemente, los meses más divertidos que pude haber vivido. Después de que Gaara me hubo sometido perdí muchos líquidos y tuve miedo de que mi bebé estuviera en riesgo, pero gracias a Dios, Tsunade me dijo que mi bebé estaba perfectamente bien de salud y que solo debía permanecer en reposo y como sabe que soy algo testarudo se lo dijo a Itachi y en ese momento supe que lo que me quedaba de embarazo lo pasaría en reposo y que me aburriría como una ostra. Me alegro que no fuera así.

 

Ya había vivido un embarazo a su lado, pero éste era diferente y no porque este niño fuera hijo de Itachi. Eso no tenía nada que ver, mi Itachi amaba a Chitoru y al niño que venía en camino de igual manera, sus ojos poseían el mismo brillo y pronto, me daría cuenta que también amaba a Ryu. Mi embarazo era diferente porque ahora había dos bebés más, en el primero solo estaba yo e Itachi solo debía encargarse de mí y mi bienestar; sin embargo, ahora debía asegurarse de que nuestros hijos estuvieran bien y eso fue lo que hizo que este reposo absoluto se tornará llevadero pero, sobre todo, divertido y porque no, hizo que me enamorará mucho más de este hombre, que me rescato de todas las maneras posibles en que se puede rescatar a una persona. Ya sé que es un fragmento de la película Titanic, pero no hay ninguna frase que lo pueda describir de una mejor manera.

 

Itachi nos cuidó como ningún otro hombre podría haberlo hecho, llegue a sentirme avergonzado de que nos cuidará demasiado y a veces temí que fuera a colapsar ya que se desvivía en procurar nuestro bienestar. Sabía perfectamente bien que él no estaba durmiendo lo suficiente, se notaba en sus profundas ojeras y aun así jamás se quejó, a veces me hacía sentir como un minusválido, hasta me daba de comer en la boca. Sinceramente, disfrutaba de ello, nunca nadie me quiso tanto como él, ahora, lo hacía. En cuanto a los niños, les daba sus biberones, en las noches les cantaba o les leía sus cuentos favoritos. Como no me iba a enamorar todavía más de él cuando mi amado ya hasta sabía cuáles eran los cuentos preferidos de mis pequeños diablillos, porque eso eran: unos diablillos.

 

Itachi comprendió a la mala que era pésima idea darles chocolates antes de ir a dormir. Estábamos en mi cama, yo descansando (como siempre) e Itachi contándome lo que habían hecho él y mis pequeños y entonces que me cuenta que les había dado chocolates por haber sido unos niños esplendidos, estaba a punto de comentarle el gran error que había cometido cuando escuchamos a los niños alborotados, obviamente por la gran azúcar que recorría su sangre. Hubieran visto a mi amado, como trato de tranquilizarlos, como corría detrás de ellos para evitar que hicieran más reguero del que habían hecho. En el momento en que estuvo lo suficientemente cansado para tratar de detenerlos fue cuando se percató que lo mejor era dejar que hicieran lo que quisieran, que después se cansarían y dormirían toda la noche y así fue. Desde ese día no ha vuelto a darles ningún dulce antes de dormir. Si antes admiraba a Itachi, ahora lo admiro mucho más, en ningún momento se puso histérico como las mujeres se suelen poner cuando no pueden controlar a su muchacho. No, él era todo lo contrario, él desbordaba paciencia cuando mis niños no podían comportarse. Definitivamente, eso enamora aún más, si es que eso puede ser posible.

 

Algo que muchas veces hacía que recuperará mi buen humor porque no voy a mentir, estar malditamente acostado las 24 horas del día era jodidamente malo y me ponía de pésimo humor y casi siempre me desquitaba con ese hombre que lo único que siempre ha hecho es amarme por y para siempre. Él no se tomaba en serio nada de lo que decía en mi afán de hacerlo enfadar, a veces creía que me tomaba de a loco y luego recordaba que en mi primer embarazo él había leído infinidad de libros y ahí se había enterado de los cambios emocionales de una persona embarazada (que tanto para hombres como mujeres es exactamente lo mismo) y entonces, perdonaba el hecho de que no tomará en cuenta lo que decía cuando estaba de mal humor y hasta lo agradecía. Lo que me sacaba de mal humor en el que estaba, siempre era cuando mi azabache hermoso cambiaba pañales, no sé si era porque mis niños sabían que yo estaba de pésimo humor u alguna otra cosa, pero siempre que Itachi los cambiaba ellos le orinaban en la cara, la primera vez que lo vi creí que la paciencia del amor de mi vida había llegado a su fin, no se imaginan cual fue mi sorpresa cuando él empezó a reír como loco. Ahí supe que Itachi, definitivamente, era un hombre fuera de serie. Y también ahí sonreí y me di cuenta que era el hombre más afortunado sobre la tierra, que me había ganado la lotería con esos 3 hombres que ahora formaban parte de mi vida y  estaba tan malditamente agradecido por ello que podría olvidar todo lo que Gaara me había hecho, después de todo fue gracias a su engaño que yo había obtenido tan inmensa felicidad.

 

Y, por fin, el día en que iba a dar a luz había llegado. Otra vez, se me había olvidado a mí la fecha exacta en que había concebido a mi bebé (todavía no sabíamos si era niño o niña), y eso que estaba apuntado en mi historia clínica. Itachi la revisaba todos los días, temía que la fecha se nos pasara y ponernos en riesgo a ambos. Otro motivo para amarlo. El primer minuto de ese día, Itachi ya tenía a la persona que cuidaría de Chitoru y Ryu, esa persona era nada más y nada menos que Shikamaru. Después de ayudar a rescatarme se había alejado de nosotros, no entiendo el motivo, pero lo respeto. En el momento en que Shikamaru llego, Itachi ya tenía preparada una pañalera con todo lo necesario para un bebé, utensilios de higiene, pañales, algo de ropita. Y después con su mirada dulce y su gran sonrisa me ayudo a levantarme, suavemente, creo que temía poder romperme o algo parecido. Y pues yo, lo único que existía en mi mirada era un desbordante e inmenso amor, de esos que derriten el corazón más frio y el mío era cálido, imagínense como de abrasador estaba ahora, ahora que conocía el verdadero amor y la auténtica felicidad.

 

Llegamos al hospital y de lo demás se encargó Tsunade, de traer a nuestro bebé al mundo, nuestra hija. Sí,  tuvimos una hermosa niña, con el cabello azabache de mi ahora esposo y con mis ojos azules, piel blanca. No es porque fuera mi hija, pero sinceramente era la cosita más bella que nunca había visto. Y era muy fuerte, apretaba mi dedo con su mano pequeñita, por la expresión que Itachi tenía en su rostro él estaba aún más emocionado que yo.  Y eso ya era mucho decir. Nunca olvidaré la primera vez que la tuvo entre sus brazos, la primera vez que la apretó contra su pecho. Fue el momento más enternecedor que algún día creí ser capaz de presenciar. Y mi pequeña niña, Kushina Uchiha, parecía disfrutar enormemente estar en esos brazos fuertes y cálidos ¿Quién no lo disfrutaría? Al parecer era una niña bastante inteligente, como su padre.

 

Ahora, en este momento, soy tan feliz. Toda la felicidad que he recibido de mi flamante alma gemela se la he podido retribuir aunque sea un poco, al darle el mejor regalo que alguien puede darte: Un hijo. A partir de hoy y para siempre dedicaré mi cuerpo y alma para amarlo, porque al hacerlo me amo a mi mismo.

 

Itachi…

 

Durante el embarazo de mi Naruto me encargue de cuidar de él y de nuestros hijos, fue una gran aventura, pero ya era necesario regresar a mi rutina. Mi pequeña niña nació hace una semana, Naruto sigue descansando, pero Tsunade sama me dijo que hoy se le levantaría el reposo absoluto. También hoy regrese a  atender mi negocio y voy camino a casa. Cierro mi negocio y voy a mi casa. Desde el día en que nació mi hija no puedo quitar de mi rostro esta tonta sonrisa. Ver por primera vez al fruto de nuestro amor, esos pequeños ojos grandes color azul cielo, esas pequeñas manitas con tanta fuerza. Toda ella es una cosita linda, siempre que estoy solo en lo único que puedo pensar es en mi hija y en la persona que logro que mi sueño de ser papá se hiciera realidad.

 

Estaba tan ensimismado en mis pensamientos que ni me percaté de que ya había llegado a mi dulce hogar. Cuando llegue a mi recamara me encontré con la escena más candente que alguna vez pude imaginarme: ahí estaba él, a la mitad de la cama, sosteniendo sus piernas en alto, sus brazos debajo de sus rodillas manteniendo sus piernas separadas, manteniendo a la vista el más perfecto trasero que yo había tenido el placer de mirar y para hacer que babeará todavía más, por la comisura de mis labios, su hermoso ano estaba adornado con un plug anal y para terminar de dejarme como un verdadero imbécil, él me dedicaba la sonrisa más lasciva e inimaginable que pudiera dedicarme. Su mirada demostraba malicia, malicia de la buena, de esa que hace que uno pierda la cabeza y se deje guiar por el puro instinto animal que todo ser humano posee.

 

─¿Te gusta lo que ves?─ «¿Como, condenadamente, no podría gustarme lo que veía?», se veía endemoniadamente apetecible, demasiado para su propio bien. Intente acercarme, pero fui detenido por la negación de la cabeza de mi amado ─ Ahí quédate, este espectáculo es para tu deleite. Solo tienes permitido observar y nadamás ─ ¿Cómo podía decir semejantes incoherencias? Mi pene no estaba de acuerdo con solo observar, ya estaba rogando por atención, tanto que el desvergonzado ensucio el frente de mis pantalones, solo sentí como un rayo irrumpía por mi columna para luego llegar a mis testículos y apretarlos dolorosamente para luego eyacular con mis aun puestos boxers. Me sentí tan avergonzado, ¿Cómo era posible que pudiera llegar con solo mirar semejante exhibicionismo? Después de que terminará el espectáculo, me encargaría de demostrarle quien es el que controla aquí.

 

Las siguientes acciones de mi desvergonzado marido me sacaron completamente de mis pensamientos de macho de la prehistoria. Sí, sabía que me estaba comportando como un machista estúpido, pero me gustaba pensar que yo estaba a cargo de nuestra sexualidad, aunque secretamente sabía que no estaba, para nada, en lo cierto. Naruto, con una sola mano siguió sosteniendo sus piernas alzadas, obviamente un poco más juntas que cuando las sostenía con ambos brazos y la mano que quedo libre la llevo hasta el plug anal y comenzó a moverlo, primero lo sacaba y después lo volvía a meter, al principio con poca fuerza, pero después fue aumentando la velocidad y la fuerza con la que se embestía con el plug anal. Las venas de su cuello se tensaban, en verdad debería estar sintiendo sumo placer. Estaba empezando a sentir envidia de ese maldito plug anal, quería ser yo quien estuviera embistiendo semejante cavidad, mi miembro estaba de acuerdo, él quería que la hermosa entrada de Naruto lo apretará, sentir las contracciones de su ano y pensando en estas cosas sucias tuve que hacer lo que mi frustrada cerebro, nublado por la neblina de la lujuria, me exigía. Liberé mi doloroso miembro y empecé a masturbarme a mí mismo, mientras miraba el espectáculo más erótico y caliente que jamás creí presenciar. Justo cuando estaba atendiendo mis doloridos testículos para alcanzar el clímax, en el mismo momento que solté mi carga, Naruto también se vino tan salvajemente que derramo saliva por la comisura de sus labios y entonces supe que ese preciso momento era el más erótico que había presenciado.

 

La habitación estaba llena de jadeos, aunque ambos habíamos llegado también estaba llena de silenciosos gemidos por parte de ambos. Al parecer ninguno de los dos estábamos satisfechos. Al parecer, ya había perdido las ganas de ser el macho controlador porque estaba esperando las siguientes instrucciones de mi flamante amante. Esperaba que me dijera que ya no era necesario que solo fuera un espectador sino que empezará a participar en la escena, aunque de todos modos ya había sido participe de la misma, era algo que no pude evitar. Lo siguiente que vi fue que Naruto golpeo el colchón, justo delante de él, indudablemente era una invitación y yo no pensaba rechazarla, ni en un millón de años. Como si me hubiera ganado el premio gordo del pastel fui corriendo al lugar que me señalaba, me senté y observe, en la primera fila, como se sacaba el maldito plug anal de ese santo lugar que se supone que solo yo debería deleitar. Otra vez yo y mi naturaleza posesiva. Lo siguiente que escuche después del sonido húmedo que siguió al momento de quitarse el juguete fue un ensordecedor gemido y una petición que hizo que me pusiera duro al instante ─ Mmmm, Nghhh… Te quiero en mí, Uchiha Itachi, ¡YA! ─

 

Me excite al instante con esas palabras dichas con ese tono tan lascivo, su voz estaba ronca de deseo, después de decir semejantes palabras su lengua saboreo su labio inferior y, nuevamente, la neblina de la lujuria nublo mi cerebro y todo en lo que podía pensar era en embestirlo, montarlo, hacerle el amor de todas las malditas maneras posibles. Estaba tan ensimismado en mis pensamientos pecaminosos que no registre cuando él se arrodillo ante mí, me di cuenta de que estaba teniendo la mejor mamada de mi vida hasta que sentí esos labios carnosos alrededor de mi palpitante miembro. Al principio empezó a besar mi pene, dándole especial atención a las venas prominentes y enviando un pulso eléctrico a mis testículos que empezaron a hincharse. Posteriormente, la atención fue puesta en la corona de mi miembro, más específicamente en esa ranura que él sabía que era uno de mis puntos más débiles. Sentí como su caliente lengua empezaba a hacer pequeños círculos, estaba seguro que estaba saboreando mi semen, ya que de todos modos ya se estaba asomando una que otra gota cuando le puso atención a mi ranura. Mi espalda se arqueo y escuche sonidos de mi boca que jamás creí escuchar ─ Ngh, mmmm… Maaaaaaássss rápidoooo Naruto!!!!.... Mmmm, ngh!r52; ─ Pero, al parecer Naruto quería torturarme porque siguió estimulando mi ranura y después engullo mi pene en su boca. En la habitación solo se escuchaba el sonido de sorbo que hacía cuando mi pene se metía tan profundo en su cavidad, casi creí que llegue a tocar el inicio de su garganta.

 

En el momento en que sentí que estaba llegando, otra vez, tome entre mis dedos su dorado cabello y lo obligue a que tragará mi semilla. Estoy seguro que aunque no hubiera hecho eso, él lo haría, pero no quería arriesgarme a que no fuera así. Deshice el agarre y después el soltó mi miembro con un ruidoso sorbo, me sentí satisfecho al ver que se había tomado mi semen, pero me sentí aún más feliz cuando me di cuenta que lo había disfrutado en la misma magnitud que yo. Mi amado sonrió y después me coloco un condón en mi nuevamente erguido miembro, por un momento pensé que este día terminaría sin ganas de volver a hacerlo en un muy largo tiempo ─ Ahora, estamos listos para el acto final, mi amor. Te pongo el condón porque no deseo quedar embarazado otra vez, al menos no por ahora─ Me dijo mi rubio amor antes de colocarse a horcajadas sobre mí y embestirse él mismo en mi miembro, fue suavemente. En ese mismo instante toque el cielo, sentir esa entrada rosada y caliente alrededor de mi ano era el mismísimo paraíso y todo era gracias a que nos amábamos y esto era totalmente consensuado. Ya no pude más, quería darle placer a mi amado, así como él lo había hecho conmigo, así que lo agarre fuertemente de sus caderas, al parecer él se lo esperaba porque no se sorprendio ante mis actos.

 

Lo cambié un poco de posición para que mi pene llegará a ese punto dulce donde sabía que le causaba un inmenso placer, por su rostro me di cuenta que lo había encontrado y empecé a embestirlo ahí las veces suficientes para que alcanzará el clímax. Al principio fue lentamente, el choque de piel contra piel era música para mis oídos y sus gemidos solamente armonizaban el sensual ambiente, y después aumente el ritmo, cuando sentí su ano retorcerse en mi miembro supe que era el momento de su liberación y fue entonces que con una última estocada me vine dentro de él. Fue increíblemente fabuloso. Lo siguiente fue rutina, saque mi flácido pene de esa cálida cavidad y coloque suavemente a Naruto en la cama mientras fui a buscar algo con que limpiarlo, cuando llego a su clímax exploto ensuciándose.

 

Cuando termine de limpiarlo y me limpie a mí mismo, me recosté a su lado y limpie el sudor de su rostro, habíamos hecho una maratón de sexo salvaje. Después de todo el tiempo que estuvimos separados, era algo que ambos nos merecíamos. Empecé a acariciar su pecho, haciendo pequeños círculos con mis dedos alrededor de sus pezones, esas rosadas y perfectas protuberancias que con solo mirarlas me hacían excitar de deseo y posesividad ─¿Te gusto, Itachi?─ Sonreí ─ Me encanto. Gracias ─ Sonreí y lo miré a los ojos ─ Soy yo el agradecido. Ahora, estoy en el lugar donde siempre debí estar. Ahora soy extremadamente feliz y todo gracias a ti. Por cierto, nuestros hijos están con Tsunade, así que por hoy solo somos tú y yo. Gracias por ser parte de mi vida, Uchiha Itachi. Gracias por siempre estar ahí para mí. Gracias por darme una familia tan hermosa, gracias por amarme ─ Puse mi nariz en la suya ─ Te amo, Uzumaki Naruto, ahora y siempre lo haré ─

 

Fin.

 

Notas finales:

¿Les gusto?

Espero que sí, amo esa pareja y pues espero se refleje en mi trabajo.

Espero lo hayan disfrutado y no lo consideren una pérdida de tiempo.

A mi me gusto y pues lo amo, jejeje

Estamos en contacto <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).