Durante la clase, Yukimura recibía de vez en cuando pequeños proyectiles de papel contra su cabeza, pero cuando se volteaba a mirar a Masamune, ya que sabía que era él el que le lanzaba las cosas, se hacía el distraído mirando por la ventana mientras silbaba. No podía evitar inflar sus mejillas y entrecerrar los ojos con enfado al verlo actuar tan descarado, pero intentaba ignorarlo para poder prestar atención a la clase.
Miró el pizarrón para anotar lo que el sensei decía, intentando concentrarse en sus explicaciones sobre esas ecuaciones, pero el recuerdo de la mirada de Masamune en el momento en que le acarició los labios y la sonrisa de después le hacían enrojecer y confundirse por sus propias reacciones.
Debía de suponer que Masamune era ese tipo de chico que molestaba con cosas como esas, pero extrañamente, no sentía como si hubiese estado molestándolo. En su mirada vio algo que ya había visto, sobre todo cuando combatían y aquello no era burla… era algo más…. agradable, algo que lo hacía vibrar por dentro, una chispa en ese penetrante ojo que lo hacía retroceder con un extraño nerviosismo que le agradaba y confundía al mismo tiempo.
Inconscientemente llevó una mano hacia sus labios, acariciándolos justo donde el otro lo había hecho, sintiendo como se sonrojaba al caer en la cuenta de que aquello… tal vez… le había… gustado!!!
Se sonrojó más y se llevó ambas manos a la cabeza con desesperación, repitiéndose una y otra vez que pusiera atención a la clase, pero un pequeño y nuevo papel calló sobre su pupitre, haciéndolo despertar; lo abrió y pudo ver un dibujo mal hecho de su cara con orejas y nariz de lo que parecía un perro.
Su rostro enrojeció pero esta vez de la furia y estaba a punto de darse vuelta para comenzar con los golpes cuando el sonido de la campana que daba termino a la primera clase sonó, viendo como todos los estudiantes salían disparados antes de que al sensei se le ocurriera enterrar más lápices en la pared.
- Masamune-dono…!- le llamó el menor mientras se daba vuelta a ver al otro quien aún permanecía echado sobre su asiento- Si desea pelear conmigo no es necesario que me mande papeles con dibujos de mal gusto!!!
- De mal gusto?- le preguntó con una sonrisa ladeada mientras se levantaba de su asiento, colocando a pocos centímetros su rostro del otro quien rápidamente se echó hacia atrás con un nuevo sonrojo - Por qué dices eso? A mí me pareció que te veías bastante adorable con orejas de cachorro.- le sonrió de manera burlona, volviendo a enfadar al menor.
- Cachorro…!?- la vena de su frente estuvo a punto de reventar, pero su enfado se esfumó al identificar la voz de alguien que le llamaba.
- Oi, Sanada Danna!
En la entrada del salón llegó un estudiante de cabellos castaño claro, casi anaranjados, peinados hacia atrás, luciendo el uniforme de la escuela sin la chaqueta negra. Tenía una mirada rasgada y una sonrisa astuta. Era un gran estudiante que en su poco tiempo en la escuela ya se caracterizaba por ser algo así como un ninja, tanto por su asomborsa agilidad como por su capacidad de consiguir cualquier tipo de información, llegando incluso a cobrar cuando la información que le pedían era muy difícil de conseguir, tales como el averiguar de qué color era la ropa interior de la enfermera Saika. Su nombre era Sarutobi Sasuke, leal amigo y consejero de Sanada Yukimura y miembro importante de la familia Takeda.
- Sasuke!- la cara de enfado del cachorro fue sustituida por una sonrisa alegre, girándose de inmediato hacia el otro y corriendo hacia su encuentro, provocando que el dragón chasquerara la lengua con enfado al ser ignorado.
- Vamos Danna pronto serán las clases de gimnasia y debe alistarse. Le ayudare con sus cosas- le dijo mientras ingresaba al salón y se dirigía a su pupitre para ayudarle con sus cosas, cruzando una mirada algo recelosa con el dragón.
- Tch, ya vino el mono niñera por su cachorro! que no ves que él mismo puede ir a donde sea sin ayuda?- le preguntó con recelo mientras le sostenía la mirada.
- Contigo cerca de mi Danna no puedo bajar la guardia, la última vez que lo hice ambos terminaron destruyendo un baño completo!
- Ah sí, jejeje, eso fue divertido- dijo mientras miraba hacia arriba, como si estuviese recordándolo.
- No fue muy divertido cuando los expulsaron!
- Pero eso fue hace tiempo Sasuke! No volverá a pasar!- dijo el tigre mientras agarraba su bolso del suelo.
- Por supuesto que no! el día que te expulsaron te quedaste solo en casa, te comiste todo lo que había en la despensa y luego enfermaste del estómago!
- Ya salió! Si no es niñera es la mamá mono!- le dijo Masamune con enfado, no sabiendo por qué le molestaba tanto que Sasuke siempre se preocupara tanto por el menor y más al recordar que ambos vivían juntos.
- Masamune-dono ya basta! Y Sasuke, no es necesario que digas esas cosas en frente de otros!- dijo con vergüenza.
- De que sirve ocultarlo Yukimura? de por si eres tacaño con la comida, no me sorprende que enfermaras comiéndote todo lo que hay en tu casa! Ajajaja ya te puedo ver tirado en el suelo con esos dolores estomacales!- el humor de Masamune cambió ligeramente y comenzó a reírse al imaginarse tal escena, provocando que el tigre le golpeara con su bolso en el brazo por la burla.- A qué viene eso? Quieres pelear!?
- Para qué pregunta si ha estado buscándome desde que llegó esta mañana!- le contestó con enfado al mismo tiempo que tiraba el bolso al suelo para comenzar con la disputa.
- Oi, oi, ya no empiecen! Las clases comenzaran en unos minut… eh?- Sasuke miró con curiosidad al ver objetos rosados metidos en el bolso de entrenamiento del menor que se encontraba algo abierto.
- Buscarte!? Yo no te busco, tú te enganchas en las pequeñas bromas que te hago- dijo con soberbia el dragón mientras sonreía de lado al ver los ojos del otro comenzar a hervir.
- Pequeñas!? Si considera sus bromas de mal gusto como algo de poca importancia entonces no las haga conmigo!
- Cómo no hacerlo si te pones así? Vamos Yukimura! tu y yo sabemos lo que queremos! olvidemos todo esto de la escuela y enfrasquémonos en un combate!
- Si es lo que tanto desea entonces yo…!
- Danna, qué es todo esto?
La pregunta de Sasuke llamó la atención de los dos contrincantes que voltearon al ver al otro hincado en el suelo junto al bolso de entrenamiento del menor abierto y lleno de obsequios entremedio de sus ropas deportivas. Yukimura abrió los ojos con incredulidad al no saber cómo había llegado eso ahí. Masamune entrecerró su ojo molesto mientras miraba hacia otro lado y se cruzaba de brazos.
- Y… y eso!?- el tigre agarró su bolso, colocándolo arriba de su pupitre y comenzó a mirar el interior, sin atreverse a tocar nada- Cómo llego esto aquí!? En qué momento….!?- Sasuke tomó una de las cartas que estaban dentro y la olió al sentir un perfume.
- Claramente son cartas de amor y obsequios para ti Danna.
- P-P-Pero si… ya me habían llegado!
- Eh?
Yukimura, al ver que Sasuke no le entendía, le mostró su otro bolso que usaba para meter sus libros, dejando ver un montón de chocolates y cartas en su interior que sorprendieron al ninja.
- Y eso no es todo- dijo Masamune con enfado, abriendo el pupitre del tigre, dejando ver un montón más de obsequios que terminaron regados por el suelo. Yukimura no podía hacer más que avergonzarse y sonrojarse.
- Vaya Danna, sé que llamaba la atención de las chicas de las otras escuelas pero esto es nuevo- dijo mientras se llevaba una mano al mentón y miraba los regalos- Despues de todo parece que será inevitable que enferme del estómago por culpa de todos esos dulces.- dijo con resignación.
- No enfermaré del estóma…! MIRA SON DANGOS RELLENOS CON CHOCOLATE!!!!-gritó con los ojos brillantes, tomando la bolsa en donde se encontraban los dangos para comenzar a comérselos a gran velocidad. Masamune y Sasuke le miraron con los ojos entrecerrados.
- Si, se enfermará del estómago….- susurró Sasuke al mismo tiempo que cerraba los ojos y soltaba un suspiro.
- No aguantará hasta el mediodía…- susurró ahora Masamune, viendo como el tigre seguía devorando los dulces sin parar, soltando sonidos de felicidad que fácilmente podían pasar por otra cosa para la mente distorcionada del dragón, sacando un sonrojo de sus mejillas. Frunció el ceño intentando aparentar y chasqueó la lengua para después tomar sus cosas y comenzar a irse antes de que comenzara a imaginar cosas extrañas otra vez.
- Mashamune-donosh ya she va!?- “preguntó” el pelicafé, aun con la boca algo llena, mirando con atención a su rival que se detenía a verlo antes de salir.
- Como dijo el ninja mono, ya van a comenzar las clases de gimnasia, será mejor que dejes de comer o enfermarás.- Sonrió al ver como el menor le hacía caso y dejaba los dulces en el bolso- Además no quiero tener que derrotarte con facilidad en el partido de hoy.
- ESO JAMAS PASARA!-le gritó con energía, tomando con rapidez sus cosas para así acercársele- No dejaré que me venza! Esta vez seré yo quien lo derrote!!!
- Eso ya lo veremos Yukimura!
- Masamune-sama!
Ambos jóvenes dejaron de mirarse de manera competitiva para desviar la mirada hacia un estudiante de cortos cabellos cafés, con una cicatriz en una de sus mejillas y portando adecuadamente el uniforme de la escuela.
Era Katakura Kojuurou, compañero del mismo salón que Sasuke, líder del equipo científico y uno de los encargados del huerto de la escuela, el cual cuidaba con mucho afán.
Vivía junto a Masamune en la mansión Date al ser una especie de guarda espaldas y tutor ya que su familia siempre sirvió a la de Masamune al ser de un clan importante.
- Kojuurou, creí que ya estarías en el gimnasio- dijo Masamune al ver al más alto acercársele con esa grabe mirada.- Eh? Por qué me miras así!?
- No estará planeando comenzar un combate con Sanada, o si?
- Tch, y si lo planeara qué?- preguntó con indiferencia al mismo tiempo que miraba hacia otro lado y se rascaba el oido con una pose desinteresada.
- Masamune-sama!- le llamó en forma de reprimenda.
- Ahh, Katakura-dono no gaste su tiempo- dijo Sasuke con una sonrisa divertida mientras se les acercaba- Será mejor que vayamos al gimnasio antes de que el sensei nos reprenda.
- Eso nunca!!! Si me castigan Oyakata-sama se enfadará conmigo y no dejaré que eso pase!!!- gritó Yukimura al mismo tiempo que salía corriendo hacia los vestidores mientras gritaba el nombre de su tutor a todo pulmón.
- Ya que…- susurró el dragón, comenzando a caminar despreocupadamente a los camarines, dejando a los otros dos ahí parados.
- Esos dos no cambian…- dijo Sasuke con una sonrisa.
- Vamos Sarutobi, siento que si los dejamos solos comenzaran una pelea y Masamune-dono últimamente ha estado de un humor extraño.
- De un humor extraño?- preguntó mientras comenzaba a caminar junto al otro.
- Bueno… ha estado algo distraído, no come bien y al parecer tampoco duerme lo suficiente y está enfadado todo el día.
- Pero eso último no es novedad- dijo en forma de burla- No es extraño que esté siempre de un pesimo humor.
- Lo que es extraño es que ese enfado parece esfumarse cuando ve a Sanada- dijo con un rostro pensativo, provocando que el ninja le mire con interés- Su humor cambia cuando llega a la escuela y cuando los veo juntos ya no parece estarlo.
- Cómo que no? si por algo esos dos se pelean todo el tiempo!
- No, no entiendes Sarutobi, Masamune-sama es feliz cuando eso ocurre- ahora Sasuke le miró con incredulidad- Solo alguien que de verdad conoce a Masamune-sama puede darse cuenta de ello- dijo al ver la cara de confusión del otro.
- Vaya… si es así, no quisiera toparme con él fuera de la escuela… pero… con mi Danna?- se giró a preguntarle algo inquieto y resopló al ver la expresión del otro al darse cuenta que ni el propio Katakura sabía muy bien qué era lo que estaba pasando ente esos dos.
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- Oi! Yukimura! si no te apresuras Shimasu-sensei te reprenderá!
- Musashi-dono!- le saludó Yukimura con una rápida reverencia.
Musashi era un alumno de tercer año. De piel tostada y cabellos castaños amarrados con una coleta alta que lucía sus cabellos parados. Siempre con una gran sonrisa que dejaba ver todos sus blancos dientes y con un inmenso ego que era complementado por el deceo de ser el mejor en absolutamente todo. Al igual que Yukimura, era un miembro del equipo de kendo y ambos chicos habían congeniedo muy bien, sobre todo al descubir que sus tutores eran viejos amigos.
- Mira, mira! Me han llegado muchas cartas de admiradoras secretas!- dijo el castaño mientras abría su casillero y mostraba sus obsequios a un Yukimura que miraba con ojos sorprendidos todas esas cosas.
- Vaya Musashi-dono! Son muchas cartas!
- Para que veas Yukimura!- dijo con una gran sonrisa mientras comenzaba a alardear- Las chicas mueren por mí! Les encanta verme entrenar! JAJAJAJAJAJA.
- Ya veo!- dijo el tigre con una genuina expresión de sorpresa.
Masamune ingresó al camerino y vio al tigre conversando amenamente con ese chico que reconocía del equipo de kendo.
Arqueando una ceja mientras miraba de manera disimulada, comenzó a cambiarse por el buzo de la escuela, viendo como ese tal Musashi llamaba por entero la atención del otro, quien no dejaba de mirarle con ojos sorprendidos y riéndose amenamente junto con él.
Aquello le produjo mucho coraje sin saber bien por qué.
- Y me dijo que saliera con ella!!! Puedes creerlo!? El abuelo se va a tragar sus palabras cuando se lo diga! decía que ninguna chica linda se fijaría en mi!
- Pero estás seguro de salir con ella? Digo… no la conoces!
- Ah Yukimura, por qué no habría de salir con ella? Es linda, inteligente, graciosa y linda!
- Mencionó linda dos veces...
- Pero no te pongas triste!- le dijo al ignorar sus últimas palabras- Seguro que a ti también te va a llegar una que otra carta!- le dio palmadas en la espalda en son de ánimos mientras comenzaba a reír escandalosamente.
- Eh… si…- susurró con nerviosismo, comenzando finalmente a cambiarse. Abrió su casillero para meter sus pertenencias pero soltó un gran grito al sentir como algo grande y suave le daba en la cara, tirándolo al suelo.
- Yukimura!!! Estás bien!?- preguntó el castaño al ver a su amigo tirado en el suelo, sorprendiéndose al ver un enorme peluche de un tigre sobre su cuerpo, junto con un montón de cartas y chocolates que seguían cayendo sobre el cuerpo de Yukimura.- Eh!? Eso no es justo!!! A mí no me han dado ningún peluche gigante!!!- dijo con un puchero al mismo tiempo que se cruzaba de brazos, dejando al otro ahí tirado mientras miraba todos esos obsequios con envidia infantil.
- Sanada-danna!- gritó Sasuke al entrar al camarín, viendo a su Danna sepultado entre cartas y chococlates, rematando con ese animal de felpa encima- Se encuentra bien!? Se golpeó la cabeza?- le preguntó preocupado al ver sus ojos en forma de espiral.
- Un poco de agua le ayudará- mencionó Masamune, hincándose al otro lado y derramando agua en el rostro de Yukimura con una botella, provocando enseguida que el menor reaccionara.
- QUE!? EH!? QUE PASO!?- preguntó exaltado al mismo tiempo que se sentaba en el suelo y miraba a todos lados.
- Un tigre de peluche te atacó- le dijo Masamune mientras apuntaba al animal con indiferencia.
- Qué!?- se miró a si mismo y tal y como Masamune decía, tenía sobre su regazo un inmenso y felpudo peluche de un tigre que tenía una graciosa cara con unos enormes ojos brillantes.
- Ciertamente se parece a ti- volvió a decir Masamune al mismo tiempo que tomaba el peluche y colocaba la cara del animal pegada a la de Yukimura, como si los estuviera comparando.
- Eso sí que es nuevo- dijo Sasuke mientras se levantaba y se sobaba la cabeza- Como se las ingenian esas chicas para entrar en el camerino de hombres y hacer eso!?
- Nunca hay que subestimar el poder femenino- dijo Keiji, quien asustó a todos al aparecer de la nada- Bueno… jejejeje, la verdad es que una chica me regaló un onigiri a cambio de que metiera esa cosa en el casillero de Yuki!
- Así que fuiste tú!- le dijo Musashi al mismo tiempo que lo apuntaba con un dedo acusador- A caso no te dieron otra cosa para meter en mi casillero!?
- Nop, lo siento Musashi-chan!- le dijo con una sonrisa.
- Como te dejas sobornar por tan poco...- susurró el ninja con resignación.
- Oye! Era un onigiri muy grande!
- Y las cartas?- preguntó el ninja mientras las señalaba con su dedo, viendo que algunas aún estaban sobre el cuerpo de su Danna en el suelo.
- Ah, yo no tengo nada que ver! Cuando abrí el casillero ya estaban ahí!
- Espera Maeda-dono!!!- Yukimura se quitó el tigre de su rostro, arrebatándoselo a Masamune al mismo tiempo que se levantaba y encaraba al más alto- Cómo es que metió ésto en mi casillero!? A caso sabe mi clave!?
- Clave? No, claro que no! solo lo forcejé un poquito!- dijo con una sonrisa inocente, comenzando a retroceder al sentir un fuerte calor que salía del cuerpo del menor- Eh!? Escucharon eso? creo que me llaman! Ajajaja nos vemos en el gimnasio!!!- y antes de que Yukimura pudiera lanzarle el casillero encima, Keiji salió corriendo de ahí.
- Será mejor que nos cambiemos o llegaremos tarde- dijo Kojuurou, caminando hacia su casillero para comenzar a ponerse el uniforme deportivo, siendo seguido por los demás.
Masamune finalmente se cambió y miro de reojo a su lado, viendo como Yukimura volvía a colocar las cartas y regalos en su casillero, haciendo un gran escándalo en el momento en que intentó colocar el enorme peluche de tigre dentro, empujando con toda su fuerza e intentando cerrar la puerta de metal, pero le era casi imposible al ser ese regalo tan grande, sacando un bufido de resignación en el menor, quien terminó sacando el animal de ahí para poder cerrarlo.
- Qué ocurre Yukimura? te veo algo frustrado- le dijo el dragón con una sonrisa divertida al ver la desesperación del tigre al no saber dónde dejar ese enorme obsequio.
- Ciertamente no sé qué hacer con él! Es demasiado grande!
- Tendrás que llevarlo contigo Danna, es la única solución.
- Que!? P-pero…!- balbuceó con un rostro avergonzado.
- LAS CLASES VAN A COMENZAR! SI SE DEMORAN UN MINUTO MAS EN SALIR LOS CASTIGARE A TODOS!- gritó un corpulento, barbudo y canoso hombre, que les gritaba a todos desde la salida del camerino, provocando que sus estudiantes se apresurasen a estar listos y salir al gimnasio.
Yukimura tragó saliva antes de salir con el peluche de tigre en sus brazos, sintiendo las miradas de sus compañeros y el de las chicas sobre él, haciéndolo sonrojar.
- SANADA YUKIMURA DEJA ESA COSA A UN LADO Y PONTE A CALENTAR!
- S-Si Shimasu-sensei!!!
Caminó hacia las gradas y dejó al tigre ahí de manera que pareciera sentado y al darse la vuelta para comenzar con el calentamiento, se fijó que las chicas le miraban y cuchicheaban cosas a la vez que se reían y se sonrojaban, provocando que el tigre se colocase rojo y comenzara a caminar de manera casi robótica hacia sus compañeros, sintiendo nuevamente las risas poco discretas de las chicas.
- Sanada Danna se encuentra bien?- le preguntó en susurro el ninja.
- S-S-Si!- balbuceó con un fuerte sonrojo, haciéndole entender a Sasuke qué era lo que le pasaba.
- Tranquilo Danna, usted solo concéntrese en la clase.
- Eso intento Sasuke, pero…- miró de reojo a las chicas, que trotaban alrededor de la cancha y le lanzaban miradas coquetas y otras algo tímidas al joven tigre, quien rapidamente devolvió la mirada nerviosa a sus pies- No dejan de mirarme!
- Danna… eres muy despistado. Siempre te han mirado, solo que tú no te dabas cuenta.
- E-E-ENSERIO!? P-pero por qué no me había percatado antes!?- preguntó con el rostro completamente rojo.
- Bueno, porque si no te lo refriegan en la cara no te das por enterado de las cosas- le dijo con una sonrisa mientras revolvía sus cabellos, viendo como el rostro del menor no parecía tranquilizarse, por lo que optó por tomar una medida drástica para hacer que se distrajera- OI! DOKUGAN-RYU! DANNA ME ACABA DE DECIR QUE TE MOLERA EL TRASERO EN ESTE JUEGO!
- Eh!? Pero si yo no he dicho es…!!!
- Qué dijiste Sanada Yukimura!?- En un dos por tres, Date Masamune se encontraba frente al tigre con un rostro enfadado- Te crees lo suficientemente fuerte como para derrotarme? Ja! I don't believe it!
- Qué!? Acaso no cree que soy capaz de vencerlo!?- le preguntó, entrando fácilmente en el juego del ninja quien retrocedió con una sonrisa cómplice mientras hacia una discreta señal de victoria con una de sus manos.
- No es que no lo crea, es que LO SE!- le dijo con un rostro burlón.
- PUES YA LO VEREMOS!!!- los ojos del menor se encendieron en llamas.
Y alrededor de los cuerpos de los jóvenes guerreros aparecieron unas auras rojas y azules que les envolvieron, viéndose a lo lejos las chispas que salían alrededor por su competitividad, provocando que los demás tuviesen que alejarse para no salir lastimados al ya predecir qué era lo que sucedería.
- Eso era necesario?- preguntó Kojuurou con los ojos entrecerrados mirando al ninja, haciendo que este cerrara un ojo y sacara la lengua en son de inocencia.
- Era la única manera! Jeje- se puso nervioso al sentir como el otro le miraba de una manera aun más penetrante- Tranquilo Katakura-dono! Esto es algo normal! De todas formas se iban a enfrascar en una competencia! A demás, no me dijo que Date-dono había estado algo raro pero que cambiaba cuando estaba con Danna? Bueno, ahora podré confirmarlo con mis propios ojos!
- No lo digas como si fuese un experimento!
- Bueno, bueno, piénselo de la manera más sana, así Date-dono no se enfada y mi Danna deja de abochornarse por el nerviosismo que le producen las mujeres! Hacer que se enfoque en él era la única manera para distraerlo!
- Hmmm, solo espero que no destruyan el gimnasio…
- BIEN MOCOSOS! AHORA FORMARÁN DOS EQUIPOS DE CINCO PARA JUGAR BASQUETBOL!!!
Ya conformados los equipos, quedando Yukimura como capitán de uno y Masamune como el capitán del otro, se reunieron en el centro de la cancha, con el dragón y el tigre echando chispas por los ojos.
- Quiero que este sea un juego limpio! Esto va específicamente para ustedes dos!- dijo mientras miraba a Yukimura y a Masamune, quienes asintieron si dejar de mirarse.- Bien, A JUGAR!!!
Dicho eso, lanzó el balón hacia arriba y ambos capitanes saltaron para atraparlo, siendo Yukimura el primero en golpearlo para luego correr ágilmente hacia el aro enemigo, pero el fuerte grito de las chicas llamándole por su nombre lo distrajo y provocó que Keiji, quien estaba en el equipo contrario, le quitara el balón.
- Pon más atención Yuki! Jajajajaja
- Maeda-dono!!!- le llamó con enfado, corriendo rápidamente hacia él para poder quitarle el balón, pero fue detenido por Masamune quien se colocó a su lado, pegando su cuerpo al del otro para dificultarle la corrida.
- A donde creer que vas “cachorro”!?- le preguntó con burla, sonriendo al ver como el rostro del otro enfurecía por el apodo.
- No soy un cachorro!!!
- Oh? El cachorro se enfadó???- le miró con mofa, enfadando aun mas al menor.
- KYAAA YUKIMURA-KUN!!!- gritaron un grupo de chicas al mismo tiempo.
Yukimura miró con un fuerte sonrojo a esas chicas que parecían estarle haciendo barra, sintiendo como los nervios y la vergüenza le invadían, pero al mirar hacia el frente vio a Sasuke quitándole el balón a Keiji, quien se giró rápidamente para darle alcance mientras corría hacia ellos, chocando ambos contra el más alto al no alcanzar a frenar su carrera, cayendo Masamune primero y atajando a Yukimura en el proceso, botando por igual a Keiji que cayó en dirección contraria.
- YUKIMURA-KUN!- gritaron unas chicas que al mismo tiempo que otras exclamaban con preocupación.
Rápidamente Shimazu-sensei sonó el pito para detener el partido al ver a tres de sus alumnos en el suelo.
- Oye estás bien!?- preguntó el dragón, levantando su torso para quedar sentado en el suelo con Yukimura sentado por igual entre sus piernas, quedando la espalda del menor apoyada en su pecho. Se preocupó un poco al ver como el tigre se llevaba ambas manos al rostro- Te lastimaste!?- agarró una de sus manos y la apartó de su rostro, viendo la sangre del otro salir de su nariz y de su labio.
- Creo que me lastimé un poco al chocar de frente con Maeda-dono- dijo mientras intentaba detener el sangrado con su otra mano, viendo algo preocupado a Keiji quien aun permanecía tirado en el suelo y sin señales de movimiento.- Está bien!?
- Que si está bien!? Al diablo con él! Estas sangrando!- al ver que la sangre salía por montón, se quitó su propia camiseta y la colocó sobre la nariz del tigre, haciendo que echara la cabeza hacia atrás para intentar disminuir el sangrado.
- Masamune-dono…- le llamó algo sorprendido al ver el rostro de preocupación que tenía.
- Quédate quieto y afirma la camisa!
- MASAMUNE-SAMA!- Kojuurou corrió rápidamente hacia el dragón al verlo en el suelo.
- DANNA!- Sasuke tiró el balón y corrió hacia el tigre, hincándose a su lado con preocupación al ver su estado- Estás sangrando demasiado!
- Debe de ser solo una pequeña hemorragia, nada de qué preocuparse, pero de todas maneras ve a la enfermería! Y tú también Date! Te golpeaste feo la cabeza al soportar el peso de Sanada!- dijo el maestro que permanecía de pie a un lado de Keiji, examinándolo desde arriba- A este también hay que llevarlo, no parece querer despertar! Ieyasu! Llévate a Maeda! Ustedes dos, pueden caminar?
- Si.
En el momento en que Masamune se levantó mientras ayudaba a Yukimura, sintió un ligero mareo, pero ese mareo pasó a segundo plano cuando vio que la sangre del tigre comenzaba a manchar su cuello y camisa, tomándolo del brazo y la cintura para sacarlo de ahí frente a la atenta mirada de todos, seguido de Ieyasu que cargaba a Keiji con algo de dificultad.
Sasuke se quedó viendo como el dragón se llevaba a su Danna a la enfermería y la conversación con su compañero le vino a la mente. Giró su rostro a un lado al ver a Kojuurou parado junto a él mirando en la misma dirección.
- Ahora entiendo a lo que te referías- dijo el ninja con una media sonrisa mientras el más alto se daba vuelta a mirarle – y creo que esto va a ser algo complicado.