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Reencuentro por Remsie Black

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Notas del fanfic:

todos los personajes y lugares pertenecen a J.K Rowling

 

Notas del capitulo:

hola, este es mi primer fanfic,espero que les guste. por favor sean amables y cualquier critica es recibida 

Han  pasado 12 años desde la última vez que nos vimos, él se veía tan demacrado, tan distinto a como lo recordaba, su cabello largo (más largo de lo que usualmente lo usaba), sucio y revuelto, su rostro y su cuerpo delgados y en sus labios se formaba una mueca, sus dientes estaban amarillo, sus ojos ya no tenían el mismo brillo parecía como si estuviera ido, ya no era el mismo Sirius Black.

Por mi culpa ahora está encerrado, y no sé si me recibirá pero ya es algo tarde porque estoy enfrente de su escondite. Esa noche cuando desperté estaba en el bosque prohibido, cuando llegue al castillo me dirigí de inmediato al despecho de Dumbledore cuando entre lo único que pude pronuncias fue:

-¿Dónde está Sirius?

-calma Remus, Sirius está bien y ha escapado con algo de ayuda de ciertos muchachos, que ya conoces- hablo calmadamente

-¡pero él es inocente! Peter fue quien entrego a James y Lily a Voldermot

-lo se Remus, pero calma, Sirius está bien, acabo de enviarle una carta preguntado su paradero y por supuesto me la vas a pedir ¿no?- sus ojos azules brillaron por un momento.

-Si es posible que me la de claro que iré- Dumbledore me sonrió para luego ponerse algo serio

- pero Remus antes debemos arreglar ciertas cosas…-lo mire confundido- a Severus se le escapó por así decirlo que eres un hombre lobo y toda la casa de Slytherin lo sabe.

-mmm… no se preocupe Profesor Dumbledore, usted ya ha hecho mucho por mí, ya le cause muchos problemas y ahora le pido mi dimisión.

- estas seguro Remus, puedo convencer a los padres de que eres de confianza y…-negué con la cabeza-…está bien Remus si esa es tu decisión, la aceptare y cuando reciba la respuesta de Sirius te mandare a llamar- me sonrió nuevamente, yo me di media vuelta y cuando estuve a punto de salir me volví a mirarlo.

-Profesor Dumbledore, usted siempre ve todo ¿no?, siempre sabe lo que pasa en el colegio ¿verdad? –me sonrió y sus ojos azules volvieron a iluminarse.

- sí Remus, pero algunas veces es mejor hacer que no has visto nada

- ¿entonces usted sabía lo que pasaba entre Sirius y yo?- me sonrió para luego asentir con la cabeza. Luego de eso salí del despacho.

Ahora estoy frente a la puerta de la casa de Sirius, tengo miedo a entrar, no sé cómo me recibirá pero de verdad deseo verlo.

Entre en la casa era muy parecida a la casa de los gritos, vieja y algo destruida; la recorrí un poco hasta llegar a la cocina, cuando unos pasos se escuchaban que venían hacia mí; al girarme vi a Sirius parado en la puerta, me miraba algo sorprendido.

-te traje unas cosas, espero que te sirvan- intente sonreír, pero Sirius me miraba serio sin ninguna expresión en su rostro.

-déjalas en la mesa- se acercó y se sentó en la silla que estaba frente a la mesa para comenzar a revisar las cosas que había traído.

-Si-Sirius…yo quería pedirte disculpas por lo que sucedió, ahora por mi culpa tienes que estar encerrado- Sirius me miro y por primera vez desde que lo había visto me sonrió, esa sonrisa que me volvía loco, esa sonrisa de un chico travieso, me recordó al Sirius adolecente.

-Moony… no tienes nada que sentir, no fue tu culpa, además no puedes controlar el lobo que hay en ti- se levantó con la bolsa de las cosas en la mano para acercarse a mí y acariciar mi rostro- lo que importa es que ya conocemos la verdad.

Subió las escaleras y entro al baño, luego de unos minutos apareció, ya mucho más arreglado como era el antiguo Sirius Black. Su cabello se había vuelto negro y con algo de brillo, su piel ya no estaba sucia y brilla por la crema que se había colocado, se había afeitado y cortado el cabello dejándolo hasta los hombros, venia vestido con la ropa que le traje: una camisa negra con tres botones desabrochados para dejar ver algo de su pecho, junto con unos jeans algo ajustados. Al verlo así me recordó al antiguo Sirius, cuando estábamos en Hogwarts y no pude evitar sonreír al pensar en eso.

-¿qué te parece Remus?, ¿ya soy más yo?- me sonrió y yo le asentí, se veía muy feliz, pero luego de decirle que había gastado el  dinero que había ganado como profesor se volvió a color serio.

Luego de eso ya han pasado dos meses, hablamos de muchas trivialidades pero nunca de nosotros, de nuestra relación pasada, al parecer Sirius la evita a cualquier costo. Hasta esa noche:

-¡deja de evadirme Sirius!- le grite molesto para luego acorralarlo contra la pared

-no te estoy evadiendo Remus- bajo la mirada, en eso tome su mentón y lo  levante para luego aprisionar sus labios en un beso, el me miro sorprendido, pero no hizo nada, no me correspondió ni me alejo.

-¿porque no quieres que esto funcione de nuevo?- le pregunte temiendo la respuesta

-no quiero- me miro a los ojo, sus ojos demostraban un odio profundo- ya no me gustas Remus, eso paso hace doce años, ¿acaso creíste que te seguiría amando? Ja, no seas idiota, lo que sucedió entre nosotros fue una completa farsa, un desliz de la adolescencia. Nunca sentí nada por ti, ahora si me dejas quiero ir a descansar- me coloque a un lado y lo vi irse a su habitación.

Me senté y me apoye en la pared abrazando mis piernas y sin poderlo evitar deje caer unas cuantas lágrimas, sus palabras me dolieron, me rompieron por completo; ya no quería estar ahí en ese horrible lugar así que fui a mi habitación y tome mis pocas cosas, le deje una nota por debajo de su puerta y baje las escaleras para dirigirme a la puerta cuando ya estaba en esta unos fuertes gritos y pisadas venían detrás de mi

-¿¡REMUS, A DONDE VAS!? – un agitado Sirius estaba detrás de mí con los ojos hinchados y con algunas lágrimas cayendo por su rostro.

-me voy- conteste muy frio

¿-po-porque?- nunca había visto de esa manera a Sirius, nunca lo había visto tartamudear, ni si quiera llorar, siempre había sido fuerte, pero Azkaban lo cambio por completo.

-da igual la razón, simplemente me voy- abrí un poco la puerta pero Sirius me abrazo por la espalda, mi corazón se aceleró y un dejo de preocupación se apodero de mí.

-no te vayas Remus, por favor-se abrazó más fuerte a mí y comenzó a sollozar

-Sirius… ¿Qué pasa?- me gire para verlo, parecía un niño pequeño, se veía muy débil, triste e indefenso, quería proteger a esa persona que me miraba, era lo único que quería hacer.

-lo siento Remus, lo que dije no es verdad, yo te amo, de verdad lo hago-bajo la mirada- pero no creo ser alguien que te pueda merecer…-no lo deje continuar, mis labios tocaron nuevamente los suyos en un tierno y lento beso el cual el sí correspondió, era el primer beso que nos dábamos desde nuestro encuentro, extrañaba tanto esos suaves y cálidos labios que me costó mucho separarme de ellos, quería besarlos para siempre.

- te amo Sirius, de verdad quiero estar contigo….por favor permíteme estar contigo para siempre- Sirius asintió y volvimos a juntar nuestros labio pero esta vez en un apasionado beso, el cual muy pronto paso a ser salvaje y desesperado, mis manos comenzaron a recorrer el cuerpo de Sirius el cual daba leves gemidos ahogados por mis besos, baje a su cuello y lo mordí fuertemente para marcarlo.

-aaahhgg… al parecer Moony está muy ansioso hoy - me sonrió pícaramente intentando controlar su respiración, desabrocho mi camisa y mi pantalón, en el cual introdujo su mano para acariciar mi miembro ya algo despierto. Comenzó a besar mi torso y mi pecho dejando leves marcas en este.

-e-espera Sirius…aahhg- un gran gemido salió de mis labios cuando Sirius presiono mi miembro suavemente.

-Remus ya es esperado doce años, no puedo esperar más- me coloco contra la pared y bajo mis pantalones y mi ropa interior debando a la vista mi miembro ya erecto, lo recorrió con la mirada y con sus suaves dedos, para luego lamerse los labios; yo tenía una mano sobre mi boca intentando ocultar los gemidos que salían cuando introdujo mi miembro en su boca, lo engullo hasta el fondo, para luego sacarlo hasta la punta y morder esta para luego volverlo a introducir, su boca estaba cálida y muy húmeda, su lengua recorría todo mi sexo, con mucha habilidad y deseo.

- Si...Mmm….para….Sirius- me miro respirando agitado- vallamos a la cama- estaba completamente sonrojado, Sirius había terminado de quitarme la ropa para luego tomarme en sus brazos y llevarme a su habitación para dejarme sobre la cama. Se quitó la camisa y el pantalón dejándose el bóxer, mientras yo lo observaba sentado en la cama, hace mucho que había tenido mi primera vez con Sirius pero este momento se sentía igual a esa vez, Sirius me sonrió para luego acercárseme y darme un suave beso, yo lo empuje contra la cama y me subí sobre él.

-ahora es mi turno- le sonreí, para luego comenzar a moverme  sobre él, haciendo que nuestros miembros se rocen, Sirius comenzó a gemir muy fuerte, su miembro se sentía tan grande debajo de mí que no aguante más y tuve que bajarle la ropa interior para poder lamer y morder su gran miembro, para luego volver subir sobre él, mientras lo mordía, lamia y besaba todo su pecho y torso.

En un momento Sirius se subió sobre mi dejándome contra la cama, levanto mis piernas e introdujo uno de sus dedos en mi pequeña entrada, me estaba preparando para penetrarme, su dedo en mi interior se sentía tan bien, luego introdujo el segundo dedo y me beso en los labios y en el cuello y luego el tercer dedo con mucha facilidad, estaba muy caliente, mi cuerpo ardía al igual que mi miembro, quería que me tocara y en un rápido movimiento saco sus dedos e introdujo su gran miembro di un fuerte grito  y arquee la espalda, el rostro de Sirius era tan lindo, estaba sudando y se veía que estaba muy excitado, Sirius me abrazo para luego besarme y comenzar a moverse lentamente teniendo cuidado de no hacerme daño.

Nuestros gemidos inundaban la habitación y unos minutos atrás Sirius se había empezado a mover tan rápido que ya estaba a punto de acabar, sus labios no me dejaban en paz, besaban mis labios y mi cuello, su miembro salía y entraba con fuerza, mis piernas tiritaban y con un gran gemido de placer me corrí ensuciándonos un poco a los dos, Sirius siguió moviéndose y unos segundos más tarde se corrió dentro de mí, su esencia me inundo por completo.  Se salió de dentro de mí y se recostó a mi lado, abrazándome fuertemente, le correspondí de la misma manera hasta quedarnos dormidos, pero antes murmure “eres lo mejor que me ha pasado Sirius, te amo”    

Notas finales:

espero que les haya gustado 


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