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Mi primer amor por AlienEXOL

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Notas del capitulo:

Holaaa!

 

Estoy muy feliz por todos sus RW!!! :D Muchísimas gracias!

 

Aquí les traigo el capítulo 5!

 

Espero que les guste!

 

¡¡¡A LEER!!!

 

Se sentaron en la banca, SeHun a su lado y MyungSoo sobre sus piernas. El primero no paraba de sonreírle al niño que lo miraba y le sonreía tímidamente, escondiéndose con la mano de KyungSoo poniéndola sobre su pequeño rostro para cubrirse.

 

-Es muy hermoso, KyungSoo. –dijo el menor en voz baja, sin apartar su mirada de la del niño.

 

-Te dije que se parecía mucho a ti. –KyungSoo no se dio cuenta de sus palabras hasta que vio la mirada que le dedicó el menor, sonriéndole de una forma muy conocida para el mayor, haciéndolo sentir un cosquilleo en su estómago. El mayor apartó rápidamente la mirada y vio que MyungSoo le estiraba los bracitos a SeHun para que lo cargara, el menor dejó de sonreír y miró al niño que lo veía y señaló hacía los juegos.

 

-¿Puedo? –preguntó SeHun mirando a KyungSoo. Este asintió y el menor sonrió al pequeño mientras lo cargaba con sumo cuidado, sentándolo en su regazo. -¿Quieres ir a jugar, MyungSoo? –le preguntó suavemente al niño, quien estaba como loco señalando los juegos. SeHun se puso de pie. – ¿Aun no camina?

 

-No, apenas da algunos pasitos solo. Si lo llevas de la mano, camina. –SeHun quiso bajarlo para hacerlo caminar, pero el pequeño se aferró a su cuello con sus pequeños bracitos. KyungSoo le sonrió dulcemente a SeHun mientras él lo veía con una expresión de dolor en sus ojos. Se estaba dando cuenta de lo que estaba pasando, tenía un hijo. Un hijo con la persona que amaba y le habían arrebatado tantos momentos, como poder ver a KyungSoo con su bebé en el vientre, su nacimiento, y sus trece meses de vida. Miró al pequeño y le sonrió con un enorme nudo en la garganta, para luego comenzar a caminar hacia los juegos, siendo seguidos por el mayor.

 

Los tres reían mientras se balanceaban en las hamacas, KyungSoo por un lado y SeHun con MyungSoo sobre sus piernas. Pasaron la tarde divirtiéndose en el parque, KyungSoo veía a su hijo y a SeHun tirándose del tobogán, el pequeño no cabía en su alegría y SeHun tampoco se quedaba atrás, eran dos niños.

Ya se estaba haciendo de noche pero KyungSoo sentía que había perdido la noción del tiempo contemplando a sus dos niños. Ambos eran preciosos y jamás se cansaría de verlos, mucho menos así de felices.

Se acercó hasta ellos y su pequeño en cuanto lo vio, le estiró los bracitos, Kyung lo cargó y el niño recostó su cabeza sobre su hombro claramente, agotado de tanto jugar.

 

-Creo que ya deberíamos irnos. Está agotadísimo. –SeHun asintió. Si fuera por KyungSoo se quedaría hasta el siguiente día en el parque con los dos, pero empezaba a refrescar y el niño se empezaba a quedar dormido sobre su hombro.

 

-De acuerdo. Los llevo, mi coche está por allí. –señaló hacia el otro lado del parque y KyungSoo asintió, siguiéndolo cuando comenzó a caminar en la dirección que le indicó.

 

 

~*~

 

SeHun estacionó el auto frente a la casa de KyungSoo, bajó para rodearlo, abrirle la puerta y cargar al niño dormido para que al mayor se le haga más fácil bajar. KyungSoo bajó acomodándose su mochila al hombro, cerrando la puerta detrás, rebuscó en la mochila las llaves de su casa mientras caminaba detrás del menor hacia la puerta de entrada.

Una vez que entraron, KyungSoo se dio cuenta de que su madre no se encontraba en casa. Lo guio hacia su cuarto que lo compartía con su hijo, para que lo acostara en su cuna.

SeHun  se quedó de pie junto a la cuna, observando al niño dormir.

 

-Puedes venir a verlo cuando quieras. –dijo KyungSoo, en voz baja desde la puerta de su cuarto. El menor se giró y se acercó despacio hasta situarse frente a él.

 

-Lo siento tanto. –susurró mirándolo a sus grandes y preciosos ojos, como si estuviera buscando algo en ellos.

 

-¿Por qué? –SeHun alargó la mano y le acarició la mejilla, en un gesto muy tierno por su parte. KyungSoo trató de ignorar el cosquilleo que causaba en su piel.

 

-Por todo… -suspiró –esto es tan… fuerte –KyungSoo sintió un nudo en la garganta.

 

-Lo es… no tienes que hacerlo… -dijo con un hilo de voz. SeHun negó con la cabeza y tomó su rostro entre sus manos.

 

-No voy a dejarlos. –dijo rápidamente. –cuando me hicieron creer que lo habías perdido… sentí que mi mundo se derrumbaba por completo, Kyung… y ahora, de apoco todo vuelve a su lugar… Ahora, me siento más vivo que nunca –susurró acercándose un poco más a él. –Tú eres mi vida. –KyungSoo negó lentamente con una sonrisa triste en sus labios.

 

-Tú ahora tendrás una nueva vida. –SeHun negó y las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas. KyungSoo se las secó con los pulgares y también le sostuvo el rostro entre sus manos -, sí. Y yo ya no estaré en esa vida, solo nuestro hijo. Tú formarás tu propia familia. –KyungSoo se rompía por dentro al decir esas palabras, pero era verdad.

 

-No. Yo solo quiero una vida contigo… -sollozó el menor. –solo quiero formar una familia contigo y con nuestro pequeño. –acercó su rostro al del mayor y juntó sus frentes. –No quiero a nadie más… -cerró sus ojos y susurró:-¿por qué nadie lo entiende?

 

-¿Sabes? –SeHun abrió los ojos y lo miró. –por un momento creí que había perdido por completo, al niño adolescente que vi la última vez, hace dos años… -el menor sonrió levemente y le acarició la mejilla para luego acercarse lentamente hasta rozar sus labios y esperó a la reacción del mayor, como este no se apartó, acortó la distancia que los separaba presionando sus labios sobre los del otro que tenían una pequeña sonrisa dibujada. Se besaron como si el mundo se acabaría en ese mismo instante. Era un beso cargado de sentimientos, recuerdos y palabras que decidieron demostrarse con el mismo.

SeHun bajó sus manos a la cintura de KyungSoo y lo pegó por completo a su cuerpo, haciendo que este enredara sus brazos en su cuello.

 

-S-seHun… -susurró el mayor sobre sus labios, cuando sus pies dejaron de tocar el suelo. Podía sentir los estremecimientos del cuerpo del menor mientras se besaban. Debía detenerlo porque de lo contrario, luego no pararía. Puso sus manos en los hombros de SeHun y se separó a regañadientes de sus labios, jadeando por la falta de aire. –SeHun, ya… ya es tarde. Creo que deberías irte. –SeHun lo miró unos segundos y luego escondió el rostro en el cuello del mayor, abrazándolo más fuerte, sin llegar a hacerle daño.

 

-No quiero. –dijo con la voz siendo amortiguada. KyungSoo rio ligeramente por el tono infantil del chico.

 

-Te estás comportando como un niño, SeHun! –lo regañó, sonriendo.

 

-Recuerdo, cuando me dijiste que yo siempre sería tu niño.

 

-Ahora eres un niño grande, que tiene un niño. –SeHun alzó el rostro y le sonrió ampliamente, aun con lágrimas en sus mejillas, las cuales KyungSoo se encargó de limpiar con sus manos.

 

-Tenemos un niño. Uno muy hermoso, por cierto.

 

-Lo es. ¿Quieres bajarme? –le preguntó con voz tierna.

 

-No, no quiero. Pero si quieres que te baje… bésame. –KyungSoo lo miró entornando los ojos y luego presionó sus labios sobre los del menor quien lentamente comenzó a dejarlo de pie sobre el suelo. –Me iré. –dijo luego de que el mayor abandonara su boca. –Pero, solo si aceptas que salgamos los tres nuevamente, el próximo sábado.

 

-No lo sé. Mamá se lleva a MyungSoo a la ciudad, el nieto de su mejor amiga cumple años y va a llevarlo. Y yo, trabajo hasta el mediodía. –SeHun se quedó en silencio unos segundos.

 

-Entonces, salgamos tú y yo. Te recogeré cuando termines tu trabajo. –KyungSoo abrió la boca para hablar, pero nada salió. SeHun dio media vuelta y se acercó a la cuna del pequeño, le dio un beso en la frente y sonrió al verlo dormir abrazado a un peluche de Pororó. Lo miró bien y se dio cuenta de que el peluche era el mismo que le había regalado a KyungSoo cuando habían empezado a salir.

 

-¡Es un robón! –murmuró KyungSoo, que ahora estaba de pie al lado suyo. –No lo suelta ni para dormir.

 

-Duerme igual que tú, con el peluche. –dijo sonriendo.

 

-Ahora lo abrazo a él, para dormir, mientras que él abraza al peluche.

 

-¿Y a ti, quién te abraza? –preguntó mirándolo. KyungSoo agachó la mirada y SeHun le alzó el rostro con la mano en su barbilla y se acercó a darle un pequeño beso. –Tienes mi número, me llamas por si sucede o necesitan algo… -KyungSoo iba a decirle que no necesitaban nada, pero SeHun presionó suavemente el pulgar sobre sus labios para que no hablara. -, para contestarme lo del sábado… -continuó y lo miró pensativo unos segundos. –de todos modos, vendré los próximos días! –sonrió y se acercó hasta su oído. –o por si necesitas a alguien que te abrace por las noches, cuando duermes. –susurró lentamente cada palabra. KyungSoo tragó saliva y se estremeció, preguntándose dónde había quedado el niño berrinchudo de hace un momento.

 

-Primero… -dijo apartándose nerviosamente –no necesitamos nada. Segundo, si sucede algo te llamaré. Tercero, lo voy a pensar y cuarto… lo tendré en cuenta. –dijo en voz baja lo último. –SeHun sonrió satisfecho y le besó la mejilla.

 

-Gracias. –Dijo mirando al pequeño –es un niño maravilloso. Has hecho un gran trabajo. Te voy a estar eternamente agradecido por haberme dejado verlo. –KyungSoo sonrió levemente.

 

-No me agradezcas, es tu hijo también. –se escuchó el ruido de la puerta de entrada y ambos chicos se miraron.

 

-Ahora sí, me voy. –Se inclinó hacia adelante y le robó un suave beso.

 

-T-te acompaño hasta la puerta. –murmuró en voz baja. Bajaron las escaleras y se encontraron con la madre del mayor quien los saludo y subió a su cuarto. Llegaron a la puerta y KyungSoo suspiró. –Gracias por acompañarnos.

 

-Gracias a ti, por hacer de esta tarde, la más hermosa, en mucho tiempo. –dijo sonriendo.

 

-¿Podrás venir a verlo cuando yo esté trabajando? –SeHun frunció el ceño.

 

-¿Por qué? –KyungSoo agachó el rostro, no quería verlo porque si lo veía no lo soportaría. La realidad le volvía a caer como un baldazo de agua fría. Solo era el padre de su hijo. Nada más. Se repetía una y otra vez en ese momento. SeHun suspiró y le agarró el rostro con ambas manos haciendo que lo mirara.

 

-Podrás verlo a él, siempre que quieras… no te lo voy a negar. Pero hazlo cuando yo no esté. Por favor. –SeHun sabía que esto iba a pasar. Cómo iba a querer verlo si él se iba a casar… con otra persona. No iba a rendirse tan fácilmente.

 

-De acuerdo. –dijo en voz baja. –Pero… si no puedo venir durante tu horario de trabajo, y sí puedo más tarde, pero tú ya estás aquí… entonces, ¿No podré verlo? –preguntó preocupado. KyungSoo suspiró y sonrió al ver el rostro del menor, realmente era un niño.

 

-Claro que podrás verlo, SeHun. –este sonrió aliviado y sin que el otro se lo espere le dio un beso en los labios y luego otro en la frente.

 

-Gracias! –Dijo sonriéndole –llámame. –dio media vuelta y caminó hasta su coche, para luego marcharse dejando a KyungSoo medio atontado en la puerta de su casa.

 

Notas finales:

OOOW diganme si no son bien tiernos!

 

Espero que les haya gustado, hace apenas unos minutos lo terminé de escribir y rápidamente lo subí!!!

 

Ya saben, dejenme sus Rw. son muy importantes para mí!

 

Hasta la próxima! Se cuidan!

 

XOXO


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