-Joven Do, está embarazado. –Dijo la doctora que le había hecho los estudios, luego de que su madre lo llevara, prácticamente arrastrándolo al hospital más cercano.
-¿Q-qué? –Preguntó con cara de asombro. Sus ojos se aguaron al instante, cuando la doctora se lo repitió.
Su madre, que estaba sentada a su lado, la miró y ésta estaba con la boca ligeramente abierta y también con los ojos llorosos.
-Los dejaré un momento a solas. En unos minutos vengo por ti KyungSoo, para hacerte una ecografía. –Sin más, la doctora salió del cuarto.
KyungSoo se llevó las manos al rostro y comenzó a llorar. Su madre rápidamente se acercó a abrazarlo.
-No, cariño. No llores. –Le hablaba con su dulce voz, tratando de calmarlo. A pesar de que estaba algo molesta porque su hijo no había tomado precauciones a la hora de estar con su novio, ahora en lo único que pensaba era en apoyar a su hijo. Porque era su pequeño y jamás lo abandonaría.
-Lo… s-siento… mamá. –Decía entre sollozos. –Yo… yo…
-Tranquilo, hijo. Todo va a estar bien! ¿Quieres que llamemos a SeHun? –preguntó animándolo un poco.
-Sí. –Dijo en un susurro. –Mamá, y si él no… -Su madre lo interrumpió.
-No pienses cosas malas ahora. SeHun es un buen chico, jamás te dejaría solo. –Decía, esperando que así fuera. –Piensa en lo lindo que va a ser tu bebé, cariño. ¡Porque vas a tener un bebé! –Ambos sonrieron y se abrazaron. -¡Voy a ser abuela! –Dijo en un susurro.
~*~
-¿KyungSoo, cómo estás? ¿Qué pasó? –SeHun llegó al hospital lo más rápido que pudo, alterado y en el instante que lo vio comenzó a inspeccionarlo para verificar que todo estaba bien con su novio.
-Estoy bien. –Dijo con una pequeña sonrisa. –Solo… SeHun, hay algo que tienes que saber…
-¿Qué es? Soo, bebé por favor, no me asustes!
-E-estoy embarazado…
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Abrió lentamente sus ojos y observó a su alrededor, Intentó sentarse pero una mano en su hombro, lo detuvo.
-Te vas a marear si te levantas. –KyungSoo sintió nuevamente una fuerte presión en su pecho.
Creyendo que se trataba de un sueño, volvió a cerrar sus ojos fuertemente. Podía sentir su presencia, como si todo fuera real.
-Soo… abre los ojos. –Ordenó suavemente quien se encontraba sentado en el borde de la cama. Los abrió despacio y se percató de que no estaba en su cuarto, ni en la sala de un hospital. -¿Cómo te sientes? –preguntó, SeHun preocupado, queriendo acercar su mano al rostro de KyungSoo pero éste se apartó.
-¿Dónde estamos? –tenía la voz un poco áspera. Se reincorporó lentamente, y esta vez, SeHun no lo detuvo.
-En mi departamento. –dijo despacio. KyungSoo lo miró con los ojos bien abiertos. Se levantó rápido de la cama y tal como le había dicho sintió un horrible mareo. SeHun al ver que se tambaleó lo sostuvo de la cintura.
-Me tengo que ir. –dijo KyungSoo, tratando de recomponerse y apartando las manos de SeHun.
-No, KyungSoo. Tenemos que hablar. –insistió. –Además, no puedes irte así. –dijo tratando de convencerlo.
-Estoy bien. Tú y yo no tenemos nada de qué hablar. –Intentó caminar hasta la puerta, pero SeHun lo detuvo, agarrándolo del brazo. –Suéltame. –Dijo con un tono severo.
-No. –Dijo serio. KyungSoo suspiró cerrando los ojos por unos segundos, para luego abrirlos y mirar directamente a los de SeHun. Lo observó un momento, tratando de recordar el rostro que tenía hace dos años, porque en definitiva, no era el mismo. Ya no tenía el rostro de un niño, en su mirada no había brillo, sólo vacío, era como estar viendo dos pozos oscuros. Su mirada estaba triste. -¿Por qué huyes? –KyungSoo rio amargamente.
-¿Tú me preguntas a mí, por qué huyo? –SeHun suspiró mirándolo fijamente.
-Escúchame KyungSoo, yo no hui de ti, en ningún momento.
-¿Ah, no? ¿Y entonces? –se soltó de su agarre. –No. Sabes qué, no quiero oírte. No quiero saber nada de ti. –caminó hasta la puerta de la salida, encontrando su mochila al lado.
SeHun lo seguía por detrás. Tomó sus cosas e intentó abrir la puerta, pero ésta estaba cerrada con llave.
-Abre la puerta. –dijo volteándose y se encontró con SeHun enfrente suyo, muy cerca. –Ábrela. Me quiero ir. –dijo despacio.
-¿Por qué? –preguntó SeHun, con un hilo de voz. Estaba desesperado porque KyungSoo lo escuchara y poder terminar con todo esto.
-Dime tú, ¿por qué? –dijo con voz temblorosa y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. No quería llorar, hace tiempo que no lo hacía, pero la situación lo estaba superando. Había derramado tantas lágrimas por él, que comenzó a creer que ninguna de ellas había merecido la pena.
-Soo… -El teléfono del departamento comenzó a sonar.
-Déjame ir, SeHun… por favor. –pidió KyungSoo, en apenas un susurro. SeHun lo miró a los ojos por un momento. Metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó una llave junto con un papel. Con la llave abrió la puerta y se hizo a un lado para que KyungSoo pudiera salir, pero antes de que cruzara la puerta, tomó su mano y depositó el papel en su palma. KyungSoo no lo miró, sólo cerró su puño arrugándolo para luego salir corriendo del lugar sin mirar atrás.
Una vez fuera del edificio, detuvo el primer taxi que pasó, se subió indicándole su dirección al conductor. A medida que el auto avanzaba, las lágrimas no tardaron en comenzar a descender por sus mejillas.
Tras cerrar la puerta a su espalda, sumido en sus recuerdos, dejó caer sus cosas al suelo y alzó el puño en donde tenía el papel, que aún no había visto de qué se trataba. Lentamente lo abrió y sus lágrimas volvieron a inundar sus ojos, mientras se apoyaba en la puerta y descendió su cuerpo hasta quedar en el piso. A pesar de las lágrimas podía ver claramente la imagen en aquel papel, en blanco y negro. Un fuerte sollozo escapó de sus labios recordando aquel momento. La primer ecografía de su bebé…
~*~
Por SeHun.
Por un momento creí volver a ver ese brillo tan característico en sus preciosos ojos, pero no… ya nada era como antes.
Iban a ser dos años desde aquel día, el día que me alejaron del amor de mi vida, de la persona más maravillosa que pude conocer en mi vida.
Jamás se lo voy a perdonar, el haberme alejado de él, engañándome de la forma más cruel. Estoy completamente seguro de que a él también le habrán inventado, quién sabe qué cosas, “explicándole” el motivo de “mi partida”.
Contesté al teléfono que seguía sonando.
-Diga…
-SeHun, ¿por qué no contestabas? Me llamó Krystal, preguntándome por ti. Se supone que estarías con ella. –suspiré mirando al techo y le contesté al tono histérico de mi madre.
-Surgió algo. Vinimos a la ciudad y… -tuve que apartar el teléfono de mi oído por el grito que se escuchó al otro lado de la línea.
-¿CÓMO QUE ESTAN EN LA CIUDAD SEHUN? –preguntó gritando. –dijiste que jamás volverías a ese lugar. –su tono nervioso y desesperado, confirmaba cada vez más mis sospechas.
-Se perfectamente lo que dije. –traté de hablar lo más calmado posible. –No le veo el problema, al hecho de querer visitar a mis amigos de la secundaria. –Ella iba a hablar, pero la interrumpí. –Ahora, si me disculpas tengo algo muy importante que hacer. –sin más corté la llamada.
Me sentía muy furioso y desesperado, necesitaba urgentemente averiguar lo que había pasado con KyungSoo en esos dos años. Al verlo tan frágil y dolido, no me quería ni imaginar por todo lo que tuvo que haber pasado.
Tomé las llaves del auto, mi celular y salí del departamento. Mientras bajaba en el ascensor, marqué al número de JongIn. En el segundo tono me contestó.
-SeHun.
-JongIn, ¿dónde estás? –subí a mi coche y puse el manos libre para poder hablar.
-Estoy en casa de Chanyeol. Tú, ¿Dónde estás? ¿Lograste alcanzarlo?
-Acabo de salir de mi departamento. –suspiré. –Y sí, lo alcancé. Pero… no es el mismo, JongIn. –dije en voz baja.
-¿Qué quieres decir con eso?
-No lo sé. Lo único que sé es que, algo le habrán dicho. No pude explicarle nada, JongIn. No se cómo voy a hacer, no quiere verme… ni oírme… no es el mismo KyungSoo que vi la última vez, hace dos años. –me pasé las manos por el pelo en cuanto paré en un semáforo.
-¿Qué crees que le hayan dicho?
-Nada bueno. Estoy seguro. –el semáforo se puso en verde y continué manejando. -¿Krystal? –luego tendré que hablar con ella.
-Se fue a casa de sus padres. Hermano, te espera un interrogatorio por su parte.
-Luego la llamo. Ahora tengo algo más importante que hacer.
-¿Qué harás?
-Voy a volver al restaurant. Luego te hablo.
-Okay. Llámame si necesitas algo. –corté justo cuando estacioné en el lugar.
Entré al restaurant y me acerqué al mostrador, había un chico de espaldas.
-Disculpa… -El chico se dio vuelta y me miró con una sonrisa. Luego frunció el ceño. –Hola.
-Hola! Buenas tardes. ¿En qué puedo servirle? –preguntó amablemente.
-Do KyungSoo. Él trabaja aquí. –el chico me miró confundido.
-Sí, así es. Pero, hoy salió más temprano.
-Lo sé. Discúlpame. Mi nombre es Oh SeHun, soy… un conocido suyo y me gustaría saber si tú podrías decirme, si él sigue viviendo en el mismo lugar de siempre. –alzó una ceja. –Es que no lo veo hace tiempo.
-Oh, claro. Mira entiendo que seas un conocido suyo, pero no sé si darte cierta información. No te conozco y…
-Entiendo. Muchas gracias… -miré la credencial que tenía en su chaqueta. –Xi LuHan. Y disculpa las molestias. Tomaré una mesa.
-Está bien. Enseguida lo atiendo.
~*~
LuHan se quedó viendo al joven que tomó asiento en una de las mesas junto a la ventana. El chico se parecía a alguien, pero no podía recordar a quien. Tomó su libreta y se acercó a su mesa.
-¿Qué desea ordenar? –preguntó amablemente. SeHun alzó el rostro que tenía entre sus manos y la mirada que le dedicó a LuHan, hizo que este recordara a quién se parecía.
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-E-estás… -SeHun quedó en estado de shock después de oír la noticia que le acababa de dar su novio. –Estás embarazado. –dijo con un hilo de voz. KyungSoo sentía sus piernas temblar de los nervios y el miedo que tenía, ya que creía que SeHun saldría corriendo en cualquier momento. Pero todo el miedo se esfumó, en cuanto sintió los brazos de su novio rodearle la cintura y alzándolo del suelo.
-SeHun! –chilló sorprendido, enroscando los brazos en su cuello.
-Tendremos un bebé! –dijo emocionado, haciendo que KyungSoo asintiera con una gran sonrisa y los ojos llenos de lágrimas. –No llores. Te amo, todo va a estar bien. Te lo prometo! –lo besó tiernamente en los labios y justo en ese momento salió una de las enfermeras para hacerlos entrar a la sala de ecografías.
~*~
-La voy a llevar siempre conmigo. –dijo SeHun muy emocionado.
-¿Qué vas a llevar siempre contigo? –preguntó KyungSoo, que se encontraba aun recostado en la camilla para las ecografías.
-¡A la fotito de nuestro bebé! Su primera foto. Creo que hasta estaba posando cuando se la tomaron! –comentó con una enorme sonrisa, haciendo reír a KyungSoo, mientras se sentaba en la camilla.
-Aún es muy pequeñito, no creo que haya posado en la foto, Sehunnie! –el menor se sentó a su lado y lo abrazó.
-Es pequeñito, como tú. –KyungSoo sonrió ampliamente y le dio un pequeño beso en los labios.