-Buenos días… sempai- tus grandes, amables y verdes ojos me miraban con fervor. Mientras gritaban a escondidas que me amabas.
Mi mente no tardó más de cinco segundos en volver a la realidad y percatarse de ese sueño, que ahora se convierte en un anhelante recuerdo.
Me arreglo, cepillo mi cabello y me pongo los zapatos marrones gastados de siempre. Abro la puerta pensante y parto a mi destino: Marukawa.
-Buenos días….- oigo una tímida voz que se acalla lentamente en mi mente. Y, descaradamente, choca contra mi sueño de esta mañana
-Buenos días- contesto con mi común apatía mientras observo lentamente al castaño frente a mi. Nuevamente, como en mi sueño, me pierdo en sus ojos. Pero esta vez solo encuentro la oscuridad camuflada en un despampanante color verde
Los dos caminamos juntos hasta el ascensor y recorremos el camino de siempre. Repitiendo la rutina común de todos los días, mientras mi corazón enloquece con sentir su olor, como me sucede cada mañana que lo tengo cerca. Como también pasa cada segundo que lo veo. Por que lo amo.
La rutina de siempre se repite. Gritos, peleas y cansancio que inunda la pequeña oficina color rosa. El grupo Emerald combate sin fin con las tercas mangakas y el corto lapso de tiempo, que casi siempre parecería ser infinito. Todos se acercan para aclarar alguna duda, ya que como siempre suele pasar soy el más capacitado entre todos ellos. Cualquiera supondría que estoy conforme con mi puesto en la oficina. Pero, a pesar de que no reniego de él, simplemente es algo que últimamente me hace perder el control a pesar de que no se note. Ya que la presencia del más reciente subordinado revolvió por completo mi rutina diaria, estorbando hasta en mis más grandes cansancios que parecerían llevarme a la derrota. Ahora mi mente solo piensa en el.
Bueno, en realidad podría decir que siempre pienso en él, hasta antes de haberlo reencontrado mi mente ya viajaba nostalgia por esos memorables momentos de hace diez años atrás, en donde su tierno rostro se acercaba al mío y me besaba tiernamente, cuando cada noche la pasión era dueña de ambos. Cuando su amor me inundaba por completo y yo era feliz , a pesar de que no me diera cuenta.
Los recuerdos felices me hacen doler el pecho cada vez que pienso en el presente y la terquedad por parte de Onodera. Pero los malos recuerdos después de que me dejara me hacen recapacitar y levantarme nuevamente. Ahora por lo menos lo tengo junto a mi, a pesar de que siempre está tratando de alejarme. Pero, eso ya no importa. Ahora nada más que el debe importarme, debo dejar atrás cualquier mal o buen recuerdo y pensar en el hoy, luchando cuanto pueda por tenerlo conmigo nuevamente y así por fin dejar esta maldita soledad. A pesar de que ya hemos pasado cosas juntos, que el que no me corresponda por completo es algo que me duele; como todo idiota enamorado que soy.
Por eso, pienso que en ese entonces fue un: hasta luego. Pero, si hoy llegara a irse nuevamente: sería un: adios. El cual duraría para siempre, como mi amor por el.
-!Takano-san!- la voz que mas anhelo me estorba nuevamente en mi mente- !hey!
-¿Qué sucede...?- me despabilo mientras veo a Ritsu parado, y enojado, frente a mi
-¿Cómo que qué sucede?- pregunta con aún más enojo- ya todos se fueron de la oficina, idiota
Inspeccione a mi alrededor. Estaba en lo cierto, nadie más que nosotros se encontraba en la oficina.
-¿Y qué haces tú aquí...?- lo mire fijo mientras me ponía mis lentes
-Yo…- bajo su voz, que comenzaba a temblar. Y ocultó su rostro, que poco a poco se coloreaba de un leve rojo- solo pense en esperar ya que te veías raro esta mañana. Solo eso
-Gracias- respondí instantáneamente y me pare precipitado. Rápidamente tomé su cuello, lo atraje hacia mi y lo bese. El, simplemente no dijo nada y solo se dejo guiar por mi
Me separe lentamente, sin dejar de tocar su nuca y lo mire sonriente. Sus verdes ojos se guiaron al piso antes de siquiera mirarme. Pero bueno, supongo que eso no importa ya que ahora al menos no veo negro ni apatía reflejado en ellos. Y, espero que pronto, vuelva ese verde despampanante que rebosa de amor por mi, al igual que yo por él en este instante.