Se separó del rubio a la vez que lo miraba a los ojos con amor, siempre lo había amado,desde la primera vez que lo vio,aunque siempre la venganza en contra de su hermano había estado frente a todo,ahora que lo pensaba jamás sus pensamientos habían estado al cien con Itachi, todo lo ocupaba aquel ojiazul, acaparaba todos sus pensamientos y lo odió por eso,esa era la razón por la que no dudó en irse, sin distracciones por delante y poder cumple su venganza.
Ahora que había matado a Itachi y se había enterado de la verdad se le hacía completamente injusto el haber hecho sufrir a su rubio de esa manera, cuando este solo lo había amado a tal grado de arriesgar su vida en varias ocasiones solo por él.
Aunque en parte se sentía culpable por eso, no entendía como Naruto no lo odiaba, no lo comprendía y estaba agradecido, el rubio eran tan gentil y amable, amaba eso de él.
Jamás se debió de ir.
-Te amo Naru, volveré contigo, pro promete que no me dejarás -Pasó sus manos por su espalda haciendo un abrazo que fue correspondido al instante, las lágrimas recorrían el lugar y se dio cuenta, de que ante él seria siempre vulnerable, ya no sería el kuudere de siempre, no, frente a él demostraría sus sentimientos.
Su razón de ser, siempre fue aquel ojiazul.
-No me separaré de ti nunca Sasuke, tendrían que matarme para que lo hiciera
-Apretó aun más el abrazo y metió su rostro entre su hombro y cuello, aspirando el aroma del Uchiha, aquel que siempre había sido como una droga para él.
-¿Cómo crees que se tomen mi llegada?
-Supongo que al principio les sorprenderá, pero no dudo en que todo volverá a ser como antes -Suspiró al tener que arruinar ese momento, pero debía aclarar las cosas -Sé lo que pasó con Itachi, Madara me lo contó, pero no quiero que atentes contra la aldea, por favor Sasu.
Permanecieron en silencio unos minutos en los cuales el abrazo prosiguió.
-Lo prometo.
-Gracias Sasuke -Deshizo el abrazo y lo volvió a besar, sintiéndose de nuevo adicto a aquel sabor.
Las cosas que había hecho Itachi por amor, su hermanito había siempre sido todo para él, mas que su padre, madre e inclusive novia, no les sorprendía en lo absoluto que Sasuke quisiera una venganza en contra de la aldea que hizo sufrir a su querido hermano, era un dolor que comprende a la perfección, un sacrificio por el mundo ninja que nadie puede cuestionar.
Itachi había muerto sintiéndose orgulloso de pertenecer a Konoha y a manos de la única persona que amó, sin incesto de por medio, era solo el amor y deseo de proteger a su hermano, el ejemplo de un buen hermano mayor.
Como deberían serlo todos.
Lamentablemente Naruto siempre había estado solo, su único lazo era Sasuke, Sakura y Kakashi, mas los de su generación, no sabía lo que era una familia, aunque a Itachi le había dicho que consideraba a Sasuke in hermano mas de lo que él pudiese, desde que descubrió la verdad sabe que eso no fue así, incluso desde antes, jamás consideró a Sasuke un hermano, siempre lo vio de algo más.
Amor.
Jamás perdió un hermano, no podía sentir el mismo dolor que el azabache, pero el dolor que le provocaba ver su sufrimiento tampoco era agradable.
-Es hora de volver -Comenzó a caminar a donde sus compañeros le esperaban, con su mano agarrada a la de Sasuke y sus dedos entrelazados, ambos siguiendo una sola dirección, ambos yendo el linea recta, el camino correcto.
Sin errores.
Sin tristeza.
Solo felicidad.
Unidos por el hilo rojo del destino, sabían a la perfección que estar juntos era su destino, aunque el hilo fuese transparente ellos lo veían, era tan claro como el agua.
-Sasuke, conocí a mi padre -Comentó a la vez que seguían caminando, sus manos seguían entrelazadas.
-¿Enserio? -Detuvo su caminar y se quedó viendo al ojiazul fijamente, como si estuviese loco ¿Conocer a un muerto? Sin el edo tensei era imposible.
-El Cuarto.
-Es increíble -Se aferró a su brazo mientras seguían caminando -Será un camino largo.
-Sasuke, ¿Conoces el proverbio Chino del hilo rojo? -Preguntó a la vez que seguía caminando.
-No.
-Como dices, será un camino largo, te lo contaré, ya que pienso que ese mismo hilo nos une a nosotros dos. -Besó sus labios una vez mas u comenzó a narrar.
"Este hilo, es una creencia Oriental que dice, que a las personas destinadas a estar juntas las une un hilo rojo invisible.
Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia.
Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa.
La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo.
Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos.
Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie.
Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo.
-Aquí termina tu hilo.
Pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso.
Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente."
-Es increíble, en verdad ese hilo nos une Naru, eres mi destino, no dudo que realmente es verdad -Acarició sus cabellos rubios con su mano y le besó -Te amo mi Naru.
-Te amo mi Sasu. -Le volvió a besar, y es que lo amaba tanto, mas que a su vida, jamas lo dejaría.
Lo amaba.