Había pasado una semana completa, la mas dulce en la vida de Madara y Hashirama, hacían el amor a escondidas en alguna posada, siete veces por los siete días.
Madara había descubierto que sus sentimientos eran correspondidos el día en que se habían unido pero aun así no podía reclamarlo como suyo completamente, faltaba que el castaño le pidiera ser su novio.
Pero no lo hacía.
Estaba tan desesperado que realmente no sabía que hacer o qué indirecta mas directa podía darle, este era un completo despistado y decirle de frente "seamos novios" tendría que ser la manera para que lo hiciese.
Ahora estaba viendo una foto de su hermanito, esa sonrisa que jamás volvería a ver, esos cabellos que jamás volvería a tocar, ese aroma que no volvería a oler y es que lo extraña a tanto, no había podido protegerlo ni la vez que le ultrajaron, de eso no se podía asegurar nada, quizá Tobirama mentía o realmente no.
-Izuna... Perdón por no protegerte, dejé que te hicieran cosas horribles y no evité tu muerte, lamento tanto esto que... -Las lágrimas ya caían de su rostro y aunque su orgullo se quebraba siguió llorando mientras se disculpaba con su fallecido hermano menor.
No había cosa que mas le doliese que eso, lo mataba.
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-No te protegí, perdón Ashura -Se disculpaba el mayor mientras levantaba del suelo al pequeño de los dos hermanos.
-No pasa nada, no llores -Le acarició la mejilla y después le besó con ternura la mejilla, logrando un sonrojo es este.
-Pero te caíste muy feo, pude evitarlo, ahora tu brazo ... -Una larga línea roja atravesaba el brazo desde el codo hasta arriba de la muñeca y de ahí un líquido carmesí corría lentamente, cayendo gota por gota en el suelo.
-Mi brazo está bien y enserio, no psa nada.
-Fue mi culpa -Sollozó haciendo oídos sordos al menor quien reía por la actitud sobreprotectora que comenzaba a tomar.
-No lo sabías, no fue tu culpa Indra, yo solito me caí y por no hacerte caso, la culpa es mía, ya no llores -A los once años de edad los niños corrían pero el menor tratando de cruzar un árbol arriba de un río terminó cortándose el brazo.
-Te quiero Ashura -Le abrazó fuertemente y lo llevó hasta su casa, donde desinfectaría la herida y le curaría, así como él lo hacía siempre.
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. "No lo sabías, No fue tu culpa"
Una vez.
"No lo sabías, No fue tu culpa"
Dos veces.
"No lo sabías, No fue tu culpa"
Tres veces.
La repitió en su mente varias veces, es como si Izuna le hubiese respondido a través de ese recuerdo desconocido de dos extraños a los que jamás había visto.
Se recostó en la cama donde Hashirama aun dormía y se abrazó a él oliendo su aroma, drogándose con ella y lentamente cayendo en un profundo sueño, donde era feliz con Izuna, donde nada malo había sucedido, donde toda su familia estaba viva y él era feliz, con Hashirama, un hijo y un futuro feliz.
Solo eso deseaba.
Solo quería ser feliz.
Esperaba que Hashirama pudiera hacerlo feliz.